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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION


UNIVERSITARIA.
LA VICTORIA – ESTADO ARAGUA
ALDEA CARMEN PILAR FERNANDEZ.
P.F.G. ESTUDIO JURIDICOS 5TO TRAMO

DIFUCION MASIVA DE INFORMACION


Y SU REGULACION JURIDICA
TEMA 5

CATEDRÁTICO.: ESTUDIANTES:
ABGO. JOSE MOSQUERA Castillo, Adelina
Rodríguez, Evelyn
Pereira, Héctor
García, Ezequiel
MAYO, 2022.-
El concepto de masas: nace a partir de la Revolución Francesa y de la
exaltación de la burguesía. Siguiendo esta definición, podríamos catalogar a la
masa como todas aquellas personas a las que hasta ese momento no se les había
tenido en cuenta en órdenes socio-económicos y políticos. El 26 de agosto de 1789,
en la Asamblea Nacional de Francia se aprueba la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano, lo cual consagra el derecho de la propiedad privada, que
pasa de considerarse un don divino a un derecho de la burguesía.

Principios esenciales Maximización de la productividad: máxima producción


a un menor coste y en un menor tiempo. Concentración poblacional, producto de la
urbanización de la sociedad. Surge, así, el concepto de industria cultural; el cine y la
radio no necesitan ya darse como arte, se autodefinen como industrias. Con esto
nos encontramos ante un área sociológica destinada cada vez más a finalidades
comerciales e ideológicas y, frente a ésta, una posición sociopolítica que trata de
explicar el conjunto de las interrelaciones globales en las que la comunicación de
masas cumple un papel de primera magnitud.

Acepciones: La primera acepción de la cultura de masas tiene connotaciones


negativas. Quienes defienden esta acepción la definen como un proceso
comunicativo, cuyos destinatarios son muchos, y cuya característica principal es la
falta de calidad. Sus partidarios defienden que aquellos que componen la masa son
personas indistinguibles y sin ningún tipo de individualidad, sin posibilidad alguna de
relacionarse, por la cual cosa sus acciones y objetivos comunes son sobre la base
de una idea lo más simple posible, no son personas con dotes de liderazgo y,
además, manipulables. El público de los media, por tanto, es concebido como un
receptor colectivo de la comunicación de masas, un conjunto de personas
indiferenciadas que reaccionan de la misma manera a estímulos similares. La
segunda acepción define la cultura de masas como un movimiento social, el cual
está proyectado hacia unos determinados conocimientos tanto artísticos como
culturales, un sistema de educación, una forma de vida y pensamiento. Además, la
define como una manera de comportarse, derivada de códigos que tienen que ver
con el reconocimiento social, como, puede ser, un acto de consumo. Para los
defensores de esta acepción se trata de una cultura democrática, ya que es igual
para toda la sociedad, además de ser accesible globalmente, yendo más allá de las
clases sociales.

CULTURA DE MASAS, DIFUSIÓN DE INFORMACIÓN E IDEOLOGÍA.

La cultura de masas es un producto de la sociedad de consumo en el


mundo occidental. A principios del siglo XX la cultura, la vida privada, el
pensamiento, etc. empezaron a ser fabricados a escala masiva y vendidos en el
mercado. La cultura de masas consigue fabricar a gran escala, con técnicas y
procedimientos industriales ideas, sueños eilusiones, estilos personales, y hasta una
vida privada en gran parte producto de una técnica, subordinada a una rentabilidad,
y a la tensión permanente entre la creatividad y la estandarización; apta para poder
ser asimilada por el ciudadano de clase media. La cultura de masas es el desarrollo
de un nuevo modelo en el que se refuerzan las diferencias y las desigualdades con
estrategias e instrumentos mercadológicos cada vez más elaborados. La ciencia y el
conocimiento se ponen al servicio de la producción de unos valores y símbolos
estereotipados. Los tres pilares fundamentales de esta cultura son: una cultura
comercial, una sociedad de consumo y una institución publicitaria
Para entender la influencia de los medios de comunicación en la sociedad de masas
es indispensable determinar por qué se les considera como un aparato ideológico
del Estado. Retomando la ideología marxista que concibe al Estado como un
sistema que permite que las clases poderosas aseguren su dominación sobre la
clase trabajadora; podemos distinguir que el aparato del Estado está constituido por
dos elementos: el aparato represivo y el aparato ideológico.

El aparato represivo funciona mediante la violencia, no precisamente física


pero hace uso del poder para defender sus intereses; por lo tanto pertenece al
dominio público y abarca al gobierno, administración, ejército, policía, tribunales, etc.
El aparato ideológico del Estado son aquellas instituciones que se encargan de
presentar al ciudadano las “realidades” concordantes con la ideología dominante (la
ideología de las clases en el poder), por ejemplo: la religión, la escuela, la familia,
los partidos políticos, los sindicatos, las manifestaciones culturales y por supuesto,
los medios de comunicación. La mayoría de ellos pertenecen al dominio privado.

LA PUBLICIDAD Y LA REPRODUCCIÓN DEL CAPITAL

La estabilidad económica ha permitido a las empresas -durante los últimos


años- adquirir y aplicar las últimas tecnologías para garantizar la prestación del
servicio que ofrece, y así mantener satisfecho a sus usuarios. Independientemente
de que se produzcan y vendan bienes, servicios oideas, uno de los principales
intereses de las industrias que operan dentro de la sociedad capitalista actual, se
centra en el crecimiento económico y la expansión hacia nuevos territorio.
Las Industrias Culturales, que no son más que los medios de comunicación social,
también se hacen partícipes del intercambio de mercancías, que en este caso son
los contenidos (informativos, de entretenimiento,entre otros), difundidos a través del
cine, la radio, la prensa escrita, televisión e internet en distintos horarios, a un
público diverso.

La producción masiva logró satisfacer las necesidades básicas de la


sociedad, pero tuvo su precio; la tensión entre los propietarios de los bienes, y los
que no lo son. La industria de la radio, los estudios de cine, los periódicos, las
revistas y latelevisión son resultado del modelo capitalista de producción.
El comportamiento de la sociedad (público receptor), se ha volcado hacia el
consumismo, e incluso hacia la imitación -por parte de los estratos más
desfavorecidos económicamente- de los patrones de conducta propios de grupos
hegemónicos.

Este aspecto ha contribuido en gran medida con el crecimiento de las


industrias culturales y con el establecimiento de las transnacionales de la
comunicación, en territorios considerados como focos de consumo e indudables
generadores de ganancias. El crecimiento de las empresas comunicacionales se ha
extendido a distintos países que, por necesidad de desarrollo tecnológico,
crecimiento cultural, deudas o desventajas económicas, han permitido el
establecimiento de estas trasnacionales de lacomunicación. Los beneficios que han
obtenido los países son importantes, sin embargo, se tiende a crear una relación de
dependencia ante los grupos hegemónicos, generando al mismo tiempo cambios en
la cultura original de la nación receptora de las industrias.

PROPAGANDA Y EL EJERCICIO DEL PODER

Primeramente para interpretar y emitir una opinión relacionada al tema,


debemos partir de ciertos conceptos: entiéndase que propaganda consiste en el
lanzamiento de una serie de mensajes que busca influir en el sistema de valores del
ciudadano y en su conducta.

En este sentido, podemos decir que la propaganda en función de el ejercicio


del poderes una forma intencional y sistemática de persuasión que es utilizada por
el político, representante del gobierno o persona (as) interesada, con fines
ideológicos y políticos, a objeto de influir en las emociones, actitudes, opiniones y
acciones de los grupos de destinatarios específicos a través de la transmisión
controlada de información parcial (que puede o no basarse en hechos) a través
delos medios de comunicación masiva y directa.

Esto quiere significar que existe cierto sentido de manipulación, ya que la


meta de la propaganda es aumentar el apoyo o rechazo a una cierta posición, antes
que presentarla simplemente en sus pros y sus contras. El objetivo no es hablar de
la verdad, sino convencer a la gente: pretende inclinar la opinión general más no
informarla. Debido a esto, la información transmitida es a menudo presentada con
una alta carga emocional, apelando comúnmente a la afectividad, en especial a
sentimientos patrióticos, y apela a argumentos emocionales más que racionales.
Para ejemplarizar lo anterior, tenemos que en nuestro País los autores de los
eventos desestabilizadores contra el Presidente Chávez, agrupados en la
coordinadora deoposición, hacen uso irracional de los medios de comunicación
privados del país, básicamente de la televisión, para generar una matriz de opinión
desfavorable a los logros del gobierno nacional, fomentando miedo en la población,
la desinformación, la confusión en el ambiente informativo y/o las pantallas
televisivas (utilizando los supuestos, los aparentes y las informaciones no
confirmadas), generación deuna matriz para victimizar a los canales de TV, control
informativo, propaganda psicológica para legitimar a los golpistas y el fomento de
una la guerra mediática.

GUERRA DE CUARTA GENERACIÓN.

La Guerra de Cuarta Generación, es una denominación que se origina dentro


de la doctrina militar estadounidense, se caracteriza por no existir enfrentamientos
entre ejércitos regulares ninecesariamente entre Estados, sino entre un estado y
grupos violentos o mayormente entre grupos violentos de naturaleza común que
pueden ser política, económica, religiosa o étnica.

Este tipo de Guerra podemos observarlo en: las Guerras de guerrillas, la


Guerra asimétrica, la Guerra de baja intensidad, la Guerra Sucia, el Terrorismo de
Estado u operaciones similares y encubiertas, la Guerra popular, la Guerra civil, el
Terrorismo y el Contraterrorismo, además de la Propaganda, en combinación con
estrategias no convencionales de combate que incluyen la Cibernética.

En nuestro País, aunque no tenemos una cultura de Guerra como en otros


Países, excepto las luchas lideradas por nuestros libertadores, no escapamos de
este tipo de Guerra ya que evidentemente, toda la campaña que auspició la
ejecución de un golpe de estado contra el presidente Hugo Chávez, en abril e 2002,
tenía una coordinación central desde los medios privados de comunicación
(Venevisión, Globovisión, Rctv, Televen, Cmt), quienes se aliaron en los tres
grandes ejes: Mediático (Dominado por la Corporación Cisneros en alianza con
otros grupos comunicacionales), Energético (en manos -para ese entonces- de
lacúpula de la estatal petrolera agrupada hoy en la Gente del Petróleo) y
Armamentista (Tráfico de armas ligado a Isaac Pérez Recado y alguno ex militares
del Four Season´s) Al unirse estos tres ejes, en conjunto con poderosos capitales
trasnacionales, estamos frente a un Guerra de Cuarta Generación.

Con la entrada en vigencia de la Constitución de 1999, el marco regulatorio


de las telecomunicaciones, y en consecuencia, del internet en Venezuela, comenzó
un periodo de apertura según el cual el Estado asumía la obligación de permitir a los
ciudadanos el acceso universal a la información a través de la puesta en marcha de
servicios públicos de radio, televisión, redes de bibliotecas y redes informáticas
(CRBV, Art. 108). Asimismo se reconoce a la tecnología y a los servicios
informativos el carácter de interés público (Art. 110), y en este contexto se crean el
Ministerio de Ciencia y Tecnología y el Centro Nacional de Tecnologías de la
Información, entre cuyas directrices se encuentra la obligación de definir estrategias
tendientes a garantizar la participación de la sociedad en el uso de internet.

Bajo este marco legislativo, el Poder Público Nacional asume la


responsabilidad de las telecomunicaciones, al igual que del régimen y
administración del espectro electromagnético (CRBV, Art. 156, numeral 28).

La promulgación en el año 2000 de la nueva Ley Orgánica de


Telecomunicaciones cambia el paradigma bajo el cual el Estado debe administrar
este sector, al establecer el carácter de interés general de las actividades en el área
de las telecomunicaciones (LOTEL, art. 5). Hasta ese momento, la ley vigente,
promulgada en 1940, definía el sector como un servicio público, otorgando al Estado
el monopolio de su gestión; bajo la nueva ley se establece la promoción de la libre
competencia, y se sientan así las bases que llevarían al sector de las
telecomunicaciones a presentar el crecimiento económico más rápido del país,
sobrepasado únicamente por el sector petrolero (Urribarrí & Díaz, 2018).

Asimismo, la LOTEL dota a la Comisión Nacional de Telecomunicaciones


(ente creado en 1991 por vía del Decreto N° 1826) de autonomía técnica, financiera,
administrativa y organizativa, y la adscribe al Ministerio de Infraestructura, lo que se
condice con las directrices planteadas por el Plan Nacional de Telecomunicaciones,
que se propone fortalecer y hacer crecer el sector mediante la participación del
sector privado.

La Ley también crea el Fondo de Servicio Universal, inscribiéndose así en la


tendencia regional que postulaba la creación de estos fondos como mecanismo para
el desarrollo de las telecomunicaciones en poblaciones rurales o poco accesibles:
durante la década de los 90, el 85% de los países de la región ya habían creado sus
respectivos Fondos de Servicio Universal con este propósito, la mayoría de ellos
bajo modelos similares al venezolano, que imponía a las empresas privadas la
contribución de un porcentaje de su facturación anual (el 1% de los ingresos brutos,
en nuestro caso) para contribuir, total o parcialmente, al financiamiento de proyectos
de expansión y fortalecimiento de las infraestructuras de telecomunicaciones (Rey,
2006).

Este mismo año se promulga también el Decreto Presidencial N° 825, cuya


finalidad consiste en declarar “el acceso y uso de Internet como política prioritaria
para el desarrollo cultural, económico, social y político de la República Bolivariana
de Venezuela” (art. 1°).

La Constitución de 1999 conserva la prohibición al anonimato creada por la


Constitución de 1961, considerada la primera constitución de la historia democrática
del país. Así, la actual carta magna es uno de los últimos textos constitucionales en
Latinoamérica donde aún subsiste una prohibición total del anonimato en el contexto
del derecho a la libertad de expresión.
El año 2001 ve la promulgación de tres leyes que afectan de manera más o
menos directa el ecosistema de internet en el país. Por una parte, tanto la Ley de
Mensajes de Datos y Firmas Electrónicas como la Ley Especial contra los Delitos
Informáticos apuntan a crear un marco legislativo para proteger y fortalecer la
creciente actividad comercial, empresarial, burocrática y de comunicaciones que se
lleva a cabo en el ámbito digital. Tal como señala la exposición de motivos de la Ley
de Mensajes de Datos y Firmas Electrónicas, se hacía “necesaria e inminente la
regulación de las modalidades básicas de intercambio de información por medios
electrónicos, a partir de las cuales han de desarrollarse las nuevas modalidades de
transmisión y recepción de información, conocidas y por conocerse, a los fines de
garantizar un marco jurídico mínimo indispensable que permita a los diversos
agentes involucrados, desarrollarse y contribuir con el avance de las nuevas
tecnologías en Venezuela”.

Así, esta ley apuntaba a ofrecer un marco legal que sirviera como base a la
valoración jurídica de los mensajes y firmas electrónicas, a través de la creación,
entre otras cosas, de mecanismos que permitieran dotar a estos instrumentos de
valor probatorio en procesos judiciales y administrativos. Se crea así la
Superintendencia de Servicios de Certificación Electrónica, ente destinado a regir
los procedimientos de certificación, y se sientan las bases de lo que pretendía ser la
consolidación del gobierno electrónico, un proceso de automatización de las
gestiones administrativas y burocráticas que vería ciertos avances en otras
normativas posteriores, pero que iniciaría con el llamado Plan Estratégico de
Gobierno Electrónico (2001-2006), destinado a profundizar el uso intensivo de las
tecnologías de información y comunicación en todos los aspectos de la actividad
estatal.

Conjuntamente, la Ley Especial contra los Delitos Informáticos aborda la


protección de los sistemas de tecnologías de la información, protegiendo no solo los
sistemas mismos ante actos de sabotaje o daño, sino las comunicaciones y
mensajes ante posibles actos de espionaje, fraude o falsificación, violación de la
privacidad o revelación indebida de información. Como vemos, estas dos
herramientas legales interactúan con la finalidad de otorgar una mayor confianza,
validez y protección a los mensajes y comunicaciones transmitidos a través de
sistemas informáticos, con miras al fortalecimiento del uso de estos sistemas no
solo ya para comunicaciones privadas informales, sino para transacciones
bancarias, comerciales y procedimientos relativos a las relaciones entre los
ciudadanos y la administración pública.

Por último, y con mayor importancia, se dicta también en 2001 el Decreto


3.390 con rango y fuerza de Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación. En
el mismo sentido mencionado, esta ley busca fomentar “la transferencia e
innovación tecnológica”, declarando las actividades científicas, tecnológicas e
innovación como actividades de interés público y general. Esta ley establece
lineamientos destinados a impulsar el crecimiento del país en materia tecnológica, y
adscribe la responsabilidad de la materia al Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Entre otras cosas, la ley establece mecanismos de articulación de inversión pública,
privada y mixta para el financiamiento de actividades de investigación, desarrollo y
educación en materia científica y tecnológica.

Esta etapa, que podríamos llamar de crecimiento, subsiste hasta el año 2007,
aproximadamente, si bien son estos primeros años (entre 2000 y 2005) los que
sientan las bases de la apertura, que se afianza en otras medidas como la
preferencia de uso de software libre (Decreto 1.423 de 2004) y en el crecimiento de
los infocentros (5263, 2007). Sin embargo, e incluso de manera simultánea al
crecimiento en materia de infraestructura y acceso, ya desde 2006 comienzan a
verse las primeras señales de una tendencia a la restricción de libertades y
contenidos, en la promulgación de la Ley para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes en Salas de Uso de Internet, Videojuegos y otros Multimedias (2006),
que prohíbe a los menores de edad el acceso a información y contenidos que
promuevan, hagan apología o inciten a la violencia, a la guerra, a la comisión de
hechos punibles, al racismo, a la desigualdad entre el hombre y la mujer, a la
xenofobia, a la intolerancia religiosa y cualquier otro tipo de discriminación, a la
esclavitud, a la servidumbre, a la explotación económica o social de las personas, al
uso y consumo de cigarrillos y derivados del tabaco, de bebidas alcohólicas y
demás especies previstas en la legislación sobre la materia y de sustancias
estupefacientes y psicotrópicas, así como aquellos de carácter pornográfico, que
atenten contra la seguridad de la Nación o que sean contrarios a los principios de
una sociedad de democracia revolucionaria. (Artículo 8).

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