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Isabel Camacho - 14.300.

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LOS EMPEÑOS DE LEONOR

Bodega de la taberna de Los Ángeles, California. 1820.


Medianoche.

CAPITÁN MONASTERIOS
¡Te quedarás aquí hasta que yo traiga el carruaje! Después
tomaremos el primer barco hacia España y allá serás mi esposa.

Se va.

LEONOR
¡Ay de mí! Meses atrás, mi padre me prometió a Don Pedro de
Arellano en matrimonio. A pesar de eso el Capitán Monasterios
también fue a pedir mi mano y, ante la negativa, quiere
aprovechar su poder para salir impune de este atroz acto. Bien
sabido es que raptar a medianoche de casa de su padre a una
señorita no es la mejor manera de conquistar a una mujer. De
todas maneras él nunca podrá ser mi dueño, mi corazón pertenece a
Don Diego de la Vega. Si mi padre pudiera ver que él es más que
un joven aficionado a la buena vida. Mi intuición me dice que
oculta algo que únicamente el verdadero amor puede descubrir.
Pero ya basta de soñar. Ahora estoy en una bodega, atada y sólo
Dios sabe qué será de mi destino. Pero, ¿qué oigo? Alguien viene.

EL ZORRO
Qué gusto saber que se encuentra bien, Doña Leonor. Me he
enterado que Usted estaba en una situación delicada y he venido a
ayudarla.

Aparte.

Ella nunca podrá saber que, para proteger su honor, he tenido que
ocultar mi verdadera identidad.

Ya está desatada, señorita. Ahora la llevaré de nuevo a casa de


su padre.

CAPITÁN MONASTERIOS
¿Para dónde van? ¡En guardia Zorro!

El Capitan Monasterios y el Zorro comienzan una pelea de


espadas que gana El Zorro con facilidad.

LEONOR
Muchas gracias Señor Zorro, no sabe cuanto me alegra que haya
venido a rescatarme.

Aparte.

Ya me imagino lo que dirá Diego cuando le cuente toda esta


aventura. Si tan sólo mi rescatador hubiera sido él…

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