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Micro-organismos y Abiogénesis

A medidas del siglo XVII el Holandes Antoniet Van Leeuwenhoek, observó y


descubrió seres microscópicos. Basta dejar reposar cualquier caldo una
solución azucarada, para que el primero se enturbie y la segunda se fermente.
Todo esto se debe al desarrollo de microorganismo, y aquí surge el problema
¿de dónde provienen?, la explicación fue dada por dos escuelas distintas. Una
admitía que los microorganismos se originaban por generación espontánea; la
otra, se originaban de organismos preexistentes.
El inglés Needham defendió la primera hipótesis. Él había observado que los
caldos y las infusiones vegetales hervían por algunos minutos y colocadas en
una probeta habían desarrollado microorganismos.
Según Needhman surgían por generación espontánea, dado que las probetas
estaban cerradas y todo lo vivo que se encontraban en las soluciones había
muerto con el calentamiento.

Las experiencias de Spallanzani


Las experiencias de Needhman no convencieron a otros celebres científicos
italianos. El abate lazaro Spallanzani. 25 años más tarde repitió los
experimentos de Needhman, pero sometió los caldos e infusiones no a una
breve, sino una prolongada ebullición. En estas condiciones no se verificaban
después de mucho tiempo, ningún desarrollo de microorganismos.
Evidentemente.

El origen de los microorganismos

Desde que Leeuwenhoek descubrió los microorganismos en 1684, hasta el


descubrimiento de Louis Pasteur en 1864, hubo dos teorías que explicaban su
origen. La teoría de la abiogénesis o de generación espontánea, que afirmaba
que los microorganismos se pueden formar a partir de materia inerte; y la
teoría de la biogénesis, que explicaba su origen a partir de otros organismos
vivos ya existentes. Veamos algunos ejemplos de este conflicto científico.
John Needham, en 1745, hirvió trozos de carne para destruir los organismos
preexistentes y dejó el caldo en contacto con el aire. Al cabo de un tiempo,
observó microorganismos y concluyó que estos se generaban espontáneamente
a partir del caldo.
Lazzaro Spallanzani, en 1769, repitió el experimento de Needham, pero puso
el caldo de carne en un matraz hermético. Observó que no se desarrollaban
microorganismos, lo que contradecía la idea de la generación espontánea.
Needham argumentó que el aire era esencial para la generación espontánea de
los microorganismos, por lo que puso en duda las conclusiones de
Spallanzani.
Louis Pasteur, en 1864, puso caldo de carne en unos matraces que él creó, y
que tenían un tubo largo y curvado que dejaba pasar el aire, pero que retenía el
polvo y los microorganismos en sus curvas. Observó que los microorganismos
no aparecían en el caldo de carne. A partir de los experimentos de Pasteur, se
impuso el principio de la biogénesis, que establece que todo organismo vivo
se organiza a partir de otro organismo vivo, y no de la generación espontánea.

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