Se le reconoce como el principio organizativo de los estados modernos, este
dependiendo de las funciones legislativas, ejecutiva y judicial, estas se ejercen a través de órganos distintos o independientes entre sí. Esto permite que los distintos poderes se limiten y estas se moderen recíprocamente, creando una dinámica de pesos y contrapesos, esto ayuda a que haya equilibrio entre y ellos y uno no pueda prevalecer sobre el otro. Nos ayuda también a que no haya abuso de autoridad, ya que estas se encuentran distribuidas en estos tres órganos, de esta manera evitar la concentración de estos tres poderes en una sola persona, órganos o corporación ya que no debe ser así, ya que si esto sucede, lo que podría ocasionar es el abuso de autoridad, y con el paso del tiempo podría surgir un regimiento autoritario o tiránico.
Montesquieu pensador francés, aporto La primera formulación formal de la
moderna teoría de división de poderes, quien sostenía que cada estado estaba conformado con tres clases de poderes con funciones y distintos campos de acción bien delimitados, los cuales son:
Poder Legislativo: Este viene siendo el encargado de crear normas con
rango de ley, de corregir alguna que este funcionando mal y de derogar las leyes.
Poder ejecutivo: Viene siendo el responsable de la gestión de los asuntos del
estado, de aplicar el orden jurídico, de representar a la nación en nivel internacional, llevar el mando de la armada de México y ejecutar políticas de acuerdo con la voluntad popular y las leyes.
Poder judicial: Este órgano tiene como tarea interpretar las leyes e impartir justicia en los conflictos que entre los ciudadanos
En la división de los poderes es fundamental para la existencia de la libertad, ya
que con esto ninguno de los tres órganos o poderes tendrían la fuerza suficiente de imponerse sobre los otros e instaurar un régimen autoritario.