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LA INTERSECCIONALIDAD: UNA APROXIMACION SITUADA A LA DOMINACIGN (2016)"" Mara Vives Vigoya Mara Viveros Vigoya (1958). Doctors en Antropologia por la Escucl de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Paris (EHEESS). Actualmente es presidenta de Is Latin American Saudis Association (LASA). Es autora, entre ots textes de Let couleurs de a Mascint, Expiriences intrsionnelles et paiqus de pouvoir en Amérique Latin. Istmopucea6n Desde hace algunos aes, intersccionliad ue ha convertido en la expresionutlizada para desgnar la penpectvateéricay metodeléqgia que busca dar cuenta de la percep eruzada 0 imbricada dels relaciones de poder. Este enfoque no & nove doso dento del feminismo y, de hecho, acwalmente exe wn cue para salar que ators feminists habia abordado problema ants de dle un nombre. En extearculo voy arta? los origenes dest enfoque tebrico-metodoligico y politic, s2- biendo que el wabyjo de consruir una genealogfa va mis all de 1 Min Viet La itech ns ponimactn send als dom? acim Debate Femina, 82,2016 pp. 1-17 {identifica en el pasado lis hulls de un saber o perspective trata por el contraio, de explorarla dversidady dispersion de bs ‘rayectorias del entrecruzamiento de las diferentes modalidades ide dominacién, para entender la posbildad de existencia actu ide este enfoque. Dicho de owa manera, se trata de moxtrr c6mo ‘han surgido las diversas historias de su desarrollo, como producto ide telaciones de fuerza, incluyendo el conficto entre distintas osiciones al specto, En concordancia con exta perspectiva, en un segundo mo- Voy a sefialar alguna de las principales erticas que se han sobre ella. En tercer lugar, voy a dar cuenta de la for- ‘como son experimentadas concretamente ls intersecciones de raza y géner,clate y género y h consubstancialidad de estas laciones par los grupos sociales involucrados, examinando tan 1 mis propios trabajos investgativos como los de otras ators, mente, voy a considera las dimensiones polticas de estas in~ jones ¥ los cuestionamientos que offece esta perspectiva al smo de lo dstntos movimientos sociales en particular referencia los aportes del lak feminiom, cl feminism de co- y el feminism latinoamericano como enfogues epstnicos jscolonizadores Por ikimo, oy aabordar ls polities de alianzis| partir de este recorrido anlitico sealo ln importancia de man- Jr a reflexvidad autocrtica que los estudios de intersecciona- cesimulan para evita el riesgo de converts est perspectiva | repeticién despolitizada de un mantra muleulruralisa, Aiverov ction ya pblicao esetement ances po a sta Rao Plus (Vieron Vig, 215) She beeficindo anbin de [eccanbos inci con Ee Fai, Jun W. Scot y Sra Ede, y Pi os debs plancaos por mi aan cleg en lo cans de Teoria emia dea Exaca de Exon de Ggnre des Univer Nacional Peatont INHALOGIAS DP LA mvrERSHECIONALIDAD, Aigunas de las perspectivas que hoy lamarnor intersecciona- les fueron expuestas hace mis de dos sigls por personalidades ‘como Olympia de Gouges,en Francia. En Le denn del derechos de la mujer (De Gouges, 1791), la autora comparaba slominacién colonial con la domninacién patriarcal y estabecia analogias entre ls mujeres los esclavos. En Estados Unidos, las tempramis y cortasalianzas entre ls luchas aboliconists ¥y las luchas feminists del siglo x1x y las superposiciones de ‘ests revindicaciones en campaias comunes por el sufragio de la poblaciém negra y de ls mujeres pusieron en evidenca ln similitudes de fancionamicnto del racismo y del sexismo. Onto ejemplo notable es el discurso Ain't Ia woman pro- rnunciado por Sojouenee Truth, una exesclava,enla convencio ppor los derechos de las mujeres en Akron, Ohio, en 1851. En ese discus, Truth (Truth, 1997/1851), quien padecié la excl vitud por mas de cuarentaafos, confronta la concepcién bur- sguesa de la feminidad con su propia experiencia como mujer negra, trabajadora incansable y madre de muchos hijos vendi- dos como esclavos, mediante la pregunta instente al audtoro: :Acaso no soy una mujer?s. También vale la pena sefalar al sociélogo WE, B. Du Bois, quien en uma compilacién de en sayos publicados en 1908 escribe,a propénito dela experiencia cotidiana de pobreza de su pueblo en el periodo de la segre s2cién racial ¢Es duro ser un hombre pobre, pero ser una r2 pobre en el pas de los délares es la peor de las prucbase (Du Bois, 2004/1903, p16). ‘a gemplo el To constinaye I Fone Andee Swit ur ao iin fandads en 183, computa por mujeres banca ¥ negra, de d= ‘elas caSqiers, preter, boty, tlt) que puro et ‘denen ie crn ls ida de lor econ ded lor edn sare Inca el nore dal pais (Dis, 200/108) En cl contexte latinoamericano poscolonial, algunas escei~ tomas artists puntearon también desde fecha temprana exts| Jntersecciones. En la literatura peruana se ha reconocio el I= fg pionero de las denuncias realizadas en 1899 por Clorinds ‘Matto de Turner en st libro Aves sin nde. Este texto revel6 los abusos sexuales perpetrados por gobernadores y curas lo~ tales sobre las mujeres indigenas, sefalando la vulnerabilidad {que generaba en este contexto su condicién étnico-racial y de ‘eéner. En Brasil, se pueden nombrar trabajos artsticos como fl famoso cuadro cubista A negn (1923) de Tarsila do Amaral, {que representa a una mujer negra desnuda con los labios los ‘senos hipertrofiados, ha sido interpretado como una aleyorfa ‘del lngar de las nodiaas negras en la sociedad brasleia (Vidal, 2011). Ambos ejemplos revelan la mirada critica de algunas ‘mujeres blancas de las lites ltinoamericanas sobre las opre= “ones de raza, género y clase wividas por las mujeres indigenas ynegns Ya en el siglo xx, la emblemética Colectiva del Rio Com= ‘bahee y feministas como Angela Davis, Audte Lorde, bell hhooks, Jane Jordan, Norma Alarc6n, Chiela Sandoval, Cheerie foraga, Gloria AnzaldGia, Chandra Talpade Mohanty, Maria Lugones, entre otras, se expresaron contra la hegemonia del feminismo sblanco» por los sesgos de raza y género de la cate- {goria mujer empleads por este (Viveros Vigoya, 2009), Por otra parte, desde los movimiientos sociales ya se habfan definido con Clridad los alcances de una perspectiva interseccional. El«Ma- nifiesto de la Coleetiva del Rio Combaliees (1983/1977), uno ‘de los grupos mis activos del feminismo negro de la década de 1960, €s uno de los mis claos ejemplos. Su decaracion reunié las orientaciones politica, eebricas, metodologicas y los prin- ‘ipios normativas que consttuirin mis adelante el paradigma interseccional: la extensién del principio feminist, elo perso- nal es politicor, al abordar no solo sus implicaciones de sexo, sino también de raza'y clase; el conocimiento centrado en lo ‘que consttuye la experiencia de as mujeres negra (tad point theory; a necesidad de engientar wn conjunto vatiado de opre siones al tempo sin jerarquizar ninguna; la imposbilidad de separar las opresiones que no som iinicament raciales,sexuales, ni de clase. La politica de la identidad feminist aftoamericany de este colectivo ilustra lo que Patricia Hill Collins (2000) th ‘mari, afios mis tarde, el punto de vista de ls mujeres negras, En Brass problematicas de las mujeres negras como te. smas de debate politico al interior del Partido Comunista Bras- leBo (Barroso y Costa, 1983) fueron planteadas desde la dada ‘de 1960; diversas activists eintelectuales (Thereza Santos, Le- lia Gonzilez, Maria Beatriz do Nascimento, Luiza Bairos, Jrema Werneck y Sueli Carneiro, entre ots)” promovicron |i teoria de la triads de opresiones eaza-clase-género» para ar ticular las diferencias entre mujeres brasleias que el diseurso feminista dominante habfa pretendido ignorar. Por otra par. desde el Segundo Encuentro Feminista de América Latina y el Caribe celebrado en 1988 en la ciudad de Lima (Curiel, 2007). distintos movimientos feminisas han puesto en evidencia Is ausencia dela cuesti6m del rcismo en Tos debates politics del ‘movimiento feminista, “Todos estos debates musstran que el problema de ls excl- siones creadas por la utlizaci6n de marcos te6ricos que igno- ‘aban la imibricacin de ls relaciones de poder cizculaba desde Inacfa mucho tiempo en contextos hisericos y geopoliticos di- versos. Sin embargo, no sobra precisar que en esta constracci6 sgenealégica he utilizado, sguiendo a Nina Lykke, a nocin de interseccionalidad, como an lugar discursivo donde diferen {es posiciones feminists se encuentran en didlogo eritico o de Ministade la fyaldad Racal ene 2011 y 2014, "Ver por emp, Came (285), contficto productivor (Lykke, 2011, p.208)-Esta perspectivain- clsiva debe ser, no obstante,utilizada, como sefala esta misma autora, con precatcién, pars no convertira en una caja negra en la que todo cabe. Este riesgo puede evitarse,al menos par~ cialmente, contextvalizando ls teorias © posturas teérieas que ‘se ponen en diilogo y sacando provecho de elas para aplicalas politicamente de forma creatva y critica. ‘concepto mismo de interseccionalidad fie aculado en 1989 1a abogada affoestadounidense Kimbeelé Crenshaw en el a agg ‘nocién, Crenshaw esperaba destacar el hecho de que en .dos Unidos ls mujeres negra estaban expuestas 2 violen- 'y discriminaciones por r2zones tanto de raza como de gi y.sobre todo, buscaba crear categoriasjurdicas concretas cnfientar dscriminaciones en miiples y variados niveles. rnumerosas oportunidades! Kimberlé Crenshaw ha acla- “rado que su aplicacion de la interseccionalidad ha sido y con tina siendo contextual y prictica, y que su pretensién munca fue crear una teoria de la opresién general, sino un concepto ide uso prictico para analizar omisiones juridicas y desigualda- ‘des concretas, Sin embargo, el hecho es que, en los contextos académicos. angléfonos, la interseccionalidad parece haberse for Ganga dora conftenca reads cn 2009 para celta lw fimo aivcsuio desu aul sDewangaling the Intersection of Race ad Sex (198, convertido en el topo feminists més difandido para hablar ya sea de idensidades 0 de desigualdades miltiples¢ interdepen dientes Brah y Phoenix, 2004; Bilge, 2010) En el campo del feminismo estructuralista, Patricia Hill Collins (2000) fte la primera en hablar de la interseecionaidad ‘como un paradigma; sin embargo, fie Ange Marie Hancock (2007) quien propuso una formalizacién de este paradigins entendido como un conjunto que engloba a la ver toor', normativa ¢ investigacin empirica, Para tal objeto, Hancock identified tos siguientes seis presupuestos bisicos en aras de responder a problemiticas de justica distributiva, de poder y gobierno, y de analizarsituaciones concretas y especfias 1. En todos los problemas y procesos politicos complejos ‘sti implicada mas de una categoria de diferencia, 2. Se debe prestaratencién a todas las categorias petinen- tes, pero ls relaciones entre categorias son variables y ‘continéan siendo una pregunta empirica abierta. 3. Cada categoria es diversainternamente, Las categorias de diferencia son conceptualizadas como pproducciones dinimnicas de factores inlivicilese inst- tucionales, que son cuestionados ¢ impuestos en ambos nivel. ‘Una investigacién interseccional examina las categoris 8 varios niveles de anise interroga las interaccioncs centre estos, {a interseccionalidad como paradigma requiere desa~ rollos tanto te6ricos como empirices. Esta formalizacién encontrd un eco favorable en quienes s¢ ‘enfocan en los aspectos esructurales de la interseccionalida’, Peto para auroras como Kathy Davis (2008) el intento de es- tabilizar y sistematizar este enfogue no es necesariamente un 280 nance y gue pel a fae de nt pepe ran pe- ecb agua cule pose ois don ccna omnis qu ooops dee ene Iria jonni a wor pxmoveriva/psetectrs. ut J date net tnt poco 0 somalia gen one nee de ans que deb rene Pars ors cn atric il Cole 20) a fone eis aor cuewioes am macros gic como microcosms se oe pr el en una direc sca, Cando ea a nde opresones conser ls feo de x eats led scien lx vids individ ye prode= en gi aleapes fcr comes fet enmenos marovcales Guenter ia mater en xin impenos los snemas de poder ea prodacié, rac y unennient de fs dvds s lama adn ens of open Tor dates sobre ls niles macro y eto del anise mead por une degen de perpectas ments qoe na lye se han vo excevvament nee re concent demande ara d ied {Calin 2000p IX), pasos hay demasindo Enis en erat en demented ais de br dmesones Ieee de elcome de poder Sunes, 2003, cada en ge, O10, p73) Colin atbuye el eee de lo nfo er etc en ot exon sobre ia dese 50- acl suge de stor ponesraciin en enoxao de spect onpnitaconal «ino de a ines ‘de poder. Ts irencacin micro y mio 0 ek por sap seine doe lai ere gene qu e = Tae ats ince tblsk ein yo pest pomern/posarucaraa, Mints que It primers = as ampliamente reconocida, la segunda lo es menos: Kimberlé Crenshaw no tiene problema en plantear que ln interseccio- nalidad es un concepto de apoyo que vincula las poiticss con- temporineas a la teoria posmoderna, pero para Hill Collins sla interseecionaldad es un paradigma alternative al antagonismo positivismo/posmodernismo que haria parte de las dicoto imfas que estructuran la epistemologia occidental» (en Bilge, 2009, 74) Esta doble afiiacién genealdgica imputada a la intersec cionalidad se configura de manera distinta segin los conces- tos nacionales: mientras en Estados Unidos la mayoria de los trabajos que utilizan la interseccionalidad estin fuertemente inluidos por el Hack feminism, en Europa del Norte I inter- seccionalidad se vincula mis bien con el pensamiento posmo- dderno (Bilge, 2009, pp.74-75).Por ejemplo, para autoras como Kathy Davis (2008, p.71) la interseccionalidad se inseribe en el proyecto posmoderno de conceptualizacién de las identidades como maltiples y fuidas, y se encuentea con Ia perspectiva foucaultiana del poder en la medida en que ambas ponen

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