Nos hemos acostumbrado a ver las situaciones como buenas o
malas, así nos enseñaron desde edades tempranas y así
crecimos, evaluando todas nuestras experiencias: buenas o malas … esto nos llevó a la adquisición de creencias irracionales y de esquemas mentales que hoy pudiesen estar alterando nuestro equilibrio biopsicosocial y espiritual… pues en el afán de perseguir lo supuestamente bueno y evitar lo supuestamente malo, caemos en dicotomías y disonancias cognitivas que afectan nuestra salud Mental y física .
Conductas como juzgar, criticar, culpar, no perdonar, guardar
resentimientos y no ser empático pudiesen estar relacionadas con los conceptos que manejemos sobre lo bueno y lo malo.
Siempre tendremos la oportunidad de resignificar todas
nuestras experiencias, entendiendo que nada es malo y nada es bueno, sino que solo es … Toda experiencia llena al alma humana con un aprendizaje, solo de ti depende que ese aprendizaje imprima en tu personalidad un sello de paz espiritual que te permita afrontar todas las circunstancias de la vida con otra luz, con otra perspectiva. De esta manera la vida nunca será un problema, una lucha, sino una escuela donde cada momento es una oportunidad para apreciar, aprender y acumular tesoros interiores. Saludos y bendiciones…