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Ficha bibliográfica

Texto: Un derecho para dos. La Construcción jurídica de género, sexo y


sexualidad

Datos de edición:
Pitch, Tamar. 2003. Editorial Trotta. Madrid. Prólogo de Luigi Ferrajoli,
Traducida del italiano por Cristina García Pascual. Primera impresión; 1998. Ed.
Saggiatore, Milán.

Prólogo de Ferrajoli

Tesis central: las mujeres están más condicionadas en el dominio de su cuerpo


que los hombres, por lo que no pueden disponer del mismo con total libertad.
No tienen la misma autonomía individual.

A partir de esta idea central observa con cuatro cuestiones fundamentales, con
herramientas del Derechos y de la Sociología:
El aborto
La manera en que los cónyuges se relacionan entre si y con los hijos
La violencia sexual
Las nuevas tecnologías reproductivas

La autora observa procesos sociales y culturales, principalmente en Italia, por


los que se mantiene y se reproduce el dominio sobre las mujeres, a pesar de
las luchas por la igualdad de las mujeres.
Piensa desde una concepción feminista de la diferencia para la cual la
singularidad del cuerpo sexuado es imprescindible a la hora de la conquista de
derechos, separándose del feminismo de la igualdad que persigue la
ampliación de derechos en base a considerar la igualdad de hombres y mujeres
como sujetos de los mismos sobre una base universalista y abstracta del
cuerpo y el sexo.

El foco de discusión alrededor de las nuevas tecnologías reproductivas, en el


capítulo primero del texto; es el control al crecimiento de un excesivo poder de
la mujer por encima del hombre, si este proceso culmina en la exclusividad de
la madre sobre los derechos del hijo, es decir la cuestión de la patria potestad.

En el capítulo segundo analiza las conquistas sobre el aborto, básicamente en


Italia. Ve que las mismas se han transformado en una cuestión moral e
individual, y no tienen a fines de los noventa el ingrediente de lucha social con
el que nace en la década de los setenta hasta la ley que lo aprueba en 1978.

En el tercer capítulo analiza las relaciones familiares entre cónyuges y entre


éstos y los hijos. Observa que para la concepción dominante del derecho estos
actores son seres neutros y asexuados, a partir de concebir como sujeto del
derecho a un sujeto universal.
El prejuicio sobre la sexualidad y la culpabilidad de los menores sobre la base
que la sexualidad debe ocurrir siempre entre adultos responsables de sus
acciones y libres elecciones, es el foco del análisis del cuarto capítulo.

En el capítulo final, la autora analiza hasta donde el derecho acompaña las


luchas de las mujeres.
Sostiene que el derecho es sexista y que está pensado desde la perspectiva
masculina, y se pregunta a cerca de la posibilidad de construir un derecho no
sexista pero si sexuado.

La autora propone no generalizar el análisis de la relación mujeres – derechos,


sino descomponerla en cuestiones menos abarcativas, empezando por dos
cosas: 1.- la relación entre los movimientos sociales y los cambios que los
mismos pueden o no producir en las leyes; 2.- si el derecho sirve realmente
como instrumento para solucionar problemas sociales.

La autora define el derecho desde una visón idealista – simbólica, sin avanzar
en la dimensión material. Y plantea el dilema del cambio de la ley – cambio de
la sociedad y la forma en que el principio de igualdad se va modificando por las
luchas de los excluidos de ese principio.

Este dilema derecho – sociedad es lo que caracteriza todo el análisis, para


indagar si la manera en que funciona el derechos y su relación con las
dinámicas sociales, pueden derivar en más restricciones o en garantías de
autonomías individuales. Si bien la autora lo analiza pensando en las mujeres,
es extensivo para todos los colectivos oprimidos, en principio por lo menos por
la sexualidad.

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