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JOSE MARIA AGUEDAS

NO SOY UN ACULTURADO

El autor con este discurso nos trata de mostrar de por qué se siente merecedor de
este premio Inca Garcilaso dela Vega.

Y nos dice “Yo no soy un aculturado; yo soy un peruano que orgullosamente,


como un demonio feliz habla en cristiano y en indio, en español y en quechua”.

José María Arguedas se refiere a que logro conseguir aquello por lo que había
luchado, había logrado unir esas dos naciones en conflicto, había logrado viajar a
diferente países llevando su cultura y su idioma. Todo esto logro a sus dos
principales motivos, “unir las dos naciones en la que había crecido y se
encontraban en conflicto”, “considerar al Perú como una fuente infinita de
creación” donde se encontraban la mayor variedad de razas y colores, lenguas y
tradiciones.

Arguedas si bien se reclama blanco- abandonado durante su infancia por azares


de la vida en diferentes pueblos indios, en sus escritos lleva los ecos de la oralidad
y el esquema de un pensamiento quechua. Su alma es Rucana, cultura que late
en las fronteras físicas de los departamentos de Apurímac y Ayacucho, gracias a
la asimilación del universo indígena durante aquellos años.

Arguedas, intenta mostrarnos en la mayoría de sus obras el valor del indio y la


labor que cumple un indígena, para así de esta manera revalorizar el mundo
andino, que para el significa imponer el quechua, las tradiciones indígenas,
mostrar al mundo nuestro arte.

La hegemonía cultural justifica el statu social, político y económico como natural e


inevitable, perpetuo y beneficioso para todo el mundo, en lugar de presentarlo
como un constructo social que beneficia únicamente a la clase dominante.

A lo cual Arguedas no se encontraba a favor, ya que había observado el maltrato


que cometían las autoridades o la gente de status alto contra los indios y la raza
indígena.

ELIANA INCARROCA HUAMANI


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