EL PASTORCITO LLORÓN

Había una vez un pastor bien alegre que se llamaba Juancito, apenas tenía 8 años, pero
mostraba destrezas de un buen pastor. Él era huérfano y vivía con su abuelita Rosa.

Sin preocupaciones, Juancito pastaba sus ovejas día a día, el perro era su mejor amigo y se
divertían juntos desde la mañana hasta el atardecer.

Entonces, una tarde fría, Juancito llegó muy cansado a su casa, estaba demasiado agotado. Su
abuelita le preguntó: - ¿Por qué estas muy cansado? Y él respondió: - No sé qué me pasó
mamagrande, nunca me había cansado así. Respondió Juancito.

Doña Rosa se preocupó demasiado