Frías, 17 de octubre de 2.

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Hija adorada:

Asumimos junto a tu madre el compromiso de escribir estas

líneas para hacernos presentes en un momento muy especial del recorrido
hacia tu Confirma. Ojalá hayas tenido oportunidad de reflexionar sobre la
importancia de creer en Dios, ya que es el único que podrá fortalecer tu
espíritu para alcanzar el objetivo de convertirte en una mejor persona cada
día.

Nunca pierdas de vista que sos el fruto de un amor inmenso y el

punto de partida de nuestro proyecto familiar. Tu llegada significará siempre
un motivo para agradecer al mismo Dios al que le pedimos que siempre esté
cerca tuyo. Viví tu vida sabiendo que representas un espejo en el que se
reflejan tus hermanas y cuidá tu cuerpo, corazón y alma.

Desde nuestro rol de padres sabemos que cada día que pasa,
habitar tu mundo será más complicado, pero tenemos la esperanza de que
con el amor infinito que te tenemos lograremos estar a tu lado para
compartir alegrías, tristezas, proyectos y esperanzas. Nunca hicimos nada
más importante que traerte al mundo y fuimos bendecidos al recibirte sana.

Nuestro sueño para el futuro es que seas siempre feliz, que

tengas en cuenta la necesidad de los demás y que respetes con pasión la
verdad.

Tené siempre presente que detrás tuyo hay una larga historia, a
la que honrarás valorando el enorme sacrificio que cuesta criarte. Somos
capaces de dar la vida por vos si nos la piden. Te amamos a cada instante.

MAMÁ Y PAPÁ