Está en la página 1de 2

Te doy gracias porque en todo lo

mío, tú Señor, intervienes. Sal. 136


Hazme agradecido. Abre mi corazón para reconocer tanto bien recibido.
Y que el agradecimiento haga brotar en mí mayor amor hacia ti.

¡Cuántas situaciones vivimos cada día por las que podemos decir: GRACIAS, DIOS! Nuestra condición
humana se inclina con frecuencia a la queja, a la crítica, a ver el lado más negro de la realidad. Hoy
queremos traer a tu presencia todo aquello por lo que podemos estar y ser agradecidos, todo aquello
que tú Señor nos ofreces por ser tus hijos, para que nuestra vida sea más plena. Gracias porque hoy
nos podemos reunir a rezar juntos aquí y expresar nuestra Fe con libertad con ayuda del Salmo 136.

DESPIÉRTAME
Ixcís

Despiértame, Señor, cada mañana,


para que aprenda de nuevo amanecer.
Despiértame, Señor; pon tu mirada en mi corazón,
para que en todo hoy te pueda encontrar y alabar,
para que en todo hoy te pueda contemplar.

La simple posibilidad de tener vida puede ser motivo constante de mi agradecimiento. Haberme
creado a Tu imagen y semejanza, poder respirar en cada segundo, poder caminar, poder crecer y
madurar, tener entendimiento para pensar y decidir. Gracias Señor por mi propio ser. El Universo, la
Tierra que me cobija, que nos da cada día luz, agua, alimentos, que es reflejo de la bondad y presencia
de Dios y que puede hacer brotar en mi una profunda alegría. Gracias por estas maravillas.
En los momentos duros y de desierto, cuando me cuesta encontrar el sentido a cada día o a las
situaciones que voy viviendo, también te agradezco tu presencia a mi lado que demuestra tu amor incondicional
y grande, sin medida y aún sintiéndome indigna. Cuando mis seguridades fallan, experimento que Tú eres valor
seguro. Gracias por ser tan constante conmigo.

Y lo que hoy más te agradezco es que seas capaz de saber en cada momento lo que necesito porque eso me
hace sentirme aceptado tal y como soy y me da esperanza para saber que Tú eres el camino. No hace falta que
la palabra salga de mi boca para que vea reflejado en tu ojos lo que estoy sintiendo, pensando o añorando.
Gracias por hacerme sentir hijo.

Agradezco que esto es para todos, no sólo para mí, no sólo para unos Si tienes mil razones para vivir,
pocos, sino que Dios obra maravillas en todos los seres creados, a todos si has dejado de sentirte solo,
quiere salvarnos, a todos nos llama y todos podemos estar agradecidos. si te despiertas con ganas de cantar,
Gracias por darme personas con quien compartir el camino, por hacerme si todo te habla
sentir que somos un cuerpo en que todos somos necesarios. -desde las piedras del camino
a las estrellas del cielo,
desde las luciérnagas
que se arrastran a los peces,
señores del mar-,
si oyes los vientos
y escuchas el silencio,
¡exulta!
El amor camina contigo,
es tu compañero,
es tu hermano...
Helder Cámara

También podría gustarte