La ofrenda de

Magú
es de origen otomí
Los otomís maguneros
colocaban la ofrenda
en el suelo.
 De forma vertical
frente al altar o
ermita, así tal cual tenían
a sus difuntos.
 Prenden cirios o ceras
para que las almas
caminen con ellas porque
no llevan veladoras, cada cirio es un
alma.
 El pan tradicional o
ánima se coloca recargado
en la fruta.
Se ofrece comida y bebidas
que le gustaban a los
difuntos.
 También se usa la
flor de cempasúchil.
 La ceremonia iniciaba con el
repique de campanas de la
iglesia a las 8:00pm, indicando
llegada de los mayores, abuelos.
El sahumador o copal prende las
velas y sahuma la mesa de la
ofrenda y las velas diciendo:
“Está luz es para…”
 Cuando se coloca todo,
se finaliza el rito con el copal
y el sahumador, diciendo una
bendición.
 A las 3:00 pm del 2 de
noviembre, se despide a los difuntos
y se apagan las velas para que
regresen a su lugar sin retenerlos.