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Gi En defensa del Marnemo N* 44 Filosofia favo 2015 Las condiciones objetivas y subjetivas. El derrumbe capitalista y la accion revolucionaria en el joven Lukacs Diego Bruno La determinacién préctics (social ehistérica) de todo desarrollo teérico impide pensar 2 le clencie y metodoloule ‘marxista como la reproduceién “puramente objetiva” (por fuera de toda concepcién del mundo, flosofia 0 ideologia) de las condiciones sociales de existencia. En el proceso de conacimiento de la realidad, como en toda actividad humana, se juegan elementos de la propia subjetividad, elaboraciones ¢ intereses, que condicionan los resultados de éste. Noes una mera recepcién mecénica dela realidad objetiva. Esta fue, desde sus inicios, la base metodoligica que diferenci el ‘materialismo histérica de Marx de las concepciones materialistas anteriores. Calificadas come vulgares 0 mecanicistas, en sus criticas a Feuerbach y los economistas burgueses, sefialé que éstas cconducian a una eternizacién de las categorias tesrioas y, por lo tanto, de las rl dar cuenta, nes sociales de las cuales pretenden Sin embargo, en [a tradicién socialista inmediatamente posterior 2 Marx y Engels, hacia fines del siglo XIX e inicios del XX se produce una suerte de regresién a las concepciones materlalistas anteriores, Son las tendencias teéricas que ppredominarén en el seno de la Il Internacional, tanto en las corrientes del revisionismo como en las del lamado “marxisme ortodoxc" En.un plano politico, este “‘objetivisme’ epistemalégico se traduciré en una comprensién gradualista de la historia (economicismo) y antirevolucionatia Por otro ado, como sefialamos en un reciente articulo? esta concepcién pasiva de la subjetividad conllevard también al surgimiento de toda una corriente tedrico-politica que buscaré reinterpretar el legado de Marx y Engels en clave “subjetivsta-voluntarista’. Llegando, incluso, los sectores mas Idealistas, a olantear a existencia de ‘dos Marx’, oponiendo ‘el humanism” del joven Marx de los Menuscrites 0 de EI manifesto, al economicisme’ del Marx maduro de El capita®. El primero, més afin ala tradickén huranista, resaltarta el rol de la subjetividad y la accién en la constitucién de la propia historia humana, Es el Marx que sefiala que, ‘el mator de la historia es lalucha de clases’. Mientras que el segundo, el de El capital, no veria en el hombre mas que un productor de bienes materiales, condicionado totalmente por lo econémico, Es el Marx ‘objetivsta’, que indica que son las relaciones de produccién en cheque con las fuerzas productivas las que dete! urso de la historia la revalucin social ia legitima reaccién frente a Promediando la década de 1920 el fldsofo hingaro y miltante comunista Georg Lukées tuvo la particuleridad de ser uno de los principales criticos de las concepciones materialistas vulgares u objetivistas al interior del marxismo, y de las consecuencias practicas = las que estas llevatian, pero que, sin embargo, vito caer en la pusiciones subjetvistas, que posteriormente levaran a la revisin y ala introduccin de elementos idealistas en el pensamienta marvista del siglo XX. Nos proponemas en el presente articulo rescatar sus anortes flloséfieas y politicos al marxisma, centréndonos en las obras fundamentales de esta época, que si bien son relevantes para entender las desviaciones del economicismo, su riqueza consiste en que también lo son para dar cuenta de los problemas tedricos y politicos de la otra cara dela moneda, las de la reaccién subjetivista-voluntarista La critica al economicismo y al mecanicismo objetivista El mecanicismo abjetivista, sumado a una flasafia de la historia que transforma a lo econémico en una suerte de espiritu absoluto hegeliano que determina la vida de los hombres sin més, introdujeron una suerte de dualismo metadolégico en la teovia marxista hacia finales del siglo XIX. Este dualismo tendra su manifestacién tedrico-poltica en la polémica ccontraposicion entre la teoria del derrumbe del capitalismo de Marx, producto de leyes objetivas del funcionamiento del propic capital y la teoria de a accisn revolucionaria, que entiende 2 = subjstividad como momento decisiva y detetminante para terminar con el capitalismo* Es una oposicion que tendrd como trasfondo epistemologico un ‘tratamiento unilateral, tanto de los llamados elementos abjetivos (la estructura y leyes ecanémicas) como de las subjetivos (a accién politica y la superestructura) Contrariamente @ esta posicion e influenciado por el contexto revolucionario de la Europa de 1917-1921, el joven flésofo y miltante del PC hingaro G. Lukes, comenzaré a desarrollar una labor tesrica que tendré como objetivo recuperar para el marxismo la concepelén dlaléctico-histérica del suleto/objeto, Su obra fundamental en este periado Historie y conciencia de clase (1923), su continuacién Lenin (1924) y un descubsrimiento reciente ttulado Seguidismo y dialéetica (1926) darén cuenta de esta fructiferatarea, independientemente de sus tempranas posiciones politicas de corte voluntarista (ultraizquierdista), asociadas indudablemente a los acontecimientos revolucionarios que dieron lugar a la efimera Repiilica Soviética Hingara (1919), y de los giras tadricos y palticos en los que Lukées se verd invalucrada 8 partir de 1930 durante el periodo estalinista, Inspirado en Ia tradiciéon marxista representada por Lenin y polemizando con el economicismo reinante en la I Internacional, Lukécs se pregunta: “ZQué es el leninismo sino la insistencia permanente sobre el rol active y consciente del momento subjetiva? «Como podria ser posible, incluso, imaginarse uno la ides basica de Lenin dea preparacion y organizacién de la revolucién sin un papel tan activo y consclente del momento subjetivo? Hay momentos clave de la lucha, como el dela insurreccién, en donde el momento subjetivo tiene una predominancia decisva, Son instancias donde todo depende de la conciencia de clases, de la voluntad consciente del proletariado, estén implicadas cualidades ppuramente subjetivas. Aunque esto no signifique que puedan desemperiar un papel de forma independiente del desarrollo social y econémico” (Lukes, 2000: 48, 52-62). Eneste mismo sentido, pero en un plano epistemoldgico, Lukées sefala en Historia y conciencia de clase que sies el ser social es el que determina la conciencia, yno allainversa; es decir, cuando el nicleo de! ser se ha revelado como acaeoer social ‘puede avareoer # ser como producto -hasta shore inconsciente- de Ia actividad humans y esa actividad misma, a ‘su vez, como elemento decisivo de la transformacién del ser (.) as formas sociales mistiicadas como si fueran relaciones naturales, en cambio, se contraponen al hombre como datos fijos, ya terminados, esencialmente inmutables, ccuyas leyes él puede a lo sumo aprovechar, pero sin conseguir nunca transformarlas. Por otra parte, esa concepcién de! ser recluye la posibllidad de la préctica dentro de la conciencia individual. La préctica se convierte en forma de actividad dd! individuo ais lado: en ética, El intento de Feuerbach de superar @ Hegel fracasd precisamente en este punto! Feuerbach se ha detenido ante el individuo alslado de la ‘sociedad civ’, igual que el idealismo alemsn y mucho mas que Hegel" (1985: 97). Aqui Lukées toma la idea de Marx presente en las Tesis sobre Feverbach, que consiste en entender la “sensibilad’, el objeto, la realidad, como actividad sensible humana; es decir, como una toma de conciencia del hombre ‘acerca de si mismo como sujetoy, simultaneamente, objeto del acaecer histérico-social, Por eso cit a Marx cuando sefiala en la Contnibueidn ala critica de la economia politica que “al igual que en toda ciencia social en general, siemore puede comprobarse en el proceso de las categorias econcmicas. que las categorias expresan formas de ser, condiciones de existencia’ Por todo esta, la esencia metédica del materialisme histérico, su conocimiento dela realidad, no puede separarse de la “actividad préctico-crtica™ del proletarado: arnbos son momentos del mismo proceso de desarrollo de a sociedad. Para LLukécs, el planteamiento neopositivista del austromarxismo de separacién metédica de a “pura” clencia con respecto del marxismo, de socialisme, es un pseudoproblema, como todas las cuestiones andlogas: el método marxista, como conocimiento dea realidad, no se consigue més que desde el punto de vista de clase, desde el ounto de vista de la lucha del proletariado (1985: 97). E ol de la subjetividad en el proceso de conocimiento tiene que ver con esta determinacién préctica de los actos de conciencia, en donde se ponen en juego los intereses y cbjetivos del sujeto cognoscente, Esto titimo no significa, en modo alguno, que el conocimiento de los intereses histéricos del proletariado como clase, 0 la actitud metédica respecto de aquél, se den en el proletariado (y an menos en el proletariado individuel) de un modo natural e inmediato. El papel drigente del proletariado en la revolucién tiene su fundamento objetivo debido al lugar que ‘ocupa en el proceso capitalista de preduccién. Sin embargo, la conciencia de esta situacién, su conciencia de clase, no race en él de manera progresiva y esponténea, sin tropiezos ni regresiones, como si pudiers desarrollarideol6gicamente ‘su misi6n revolucionaria a partir tan sélo de su posicion de clase. Pensar esto timo seria aplicar el marxismo de manera mecanica (2004: 32) Las polémicas contra la I Internacional apuntan justamente a esta imposibilidad de una transformacién puramente econémica del capitalismo en socialismo. A menudo existe una brecha muy significativa entre la ‘madurez’ de las condiciones objetivas (derrumbe capitalistae intensificacién del sufrimiento de las masas) y el nivel de conclencla de la mayoria de los trabajacores que no logra comprender claramente las fuentes de su miseria y qué hacer para acabar con ell, Las malas condiciones de existencia no se reflejan inevitablemente en un cada vez mayor grado de conciencia revolucionaria por parte de los trabajadores, La incomprensién de este problema por parte del marxismo economicista lleva @ la conclusién errénea de que la ausencis 0 el fracaso de la revolucién demuestra su imposibilidad debido a que las condiciones “objetivas® de la crisis capitalista no estavan lo suficientemente maduras (2000: 66-8) Ante esta imposibilidad de una transformacién mecénica de las condiciones objetivas en subjetivas, Lukécs plantea que Lenin fue el primero en atacar este problema en su dimensién tedrica y en su aspecto préctico mas importante: el de la organizacién revolucionaria, Centrado en este rol activo de la subjetividad, Lukécs toma nota de la perspectiva formulada por Lenin durante le crisis de la Primera Guerra Mundial: "Porque no es el caso de que de cada situacién revolucionaria se desprenda una reyolucién, para desembocar en una situacién tal es necesario que, adernas de las condiciones objetivas, se desarrolle el factor subjetivo, ¢ sabe, ls capacidad de las organizaciones revolucionarias pare llevar acciones revolucionarias de periodo de crisis, colensa, a menos que uno lo haga estalar" (2000: 101, 80-51). La clave del leninismo raciea en esta suficiente autonomia rlativa del factor subjetivo que incide de manera determinante en la situacin objtiva. Existe una Aialéctica de los factores subjetivos/objetvos, una interaccicn que se opone alla nevitabildad del socialiso del fatalismo objetvista. En este sentido, agrega Lukas, ls éxtos 0 fracasos del movimiento obrero, las acciones subjetivas y sus consecuencis, conforman posteriomente realidad cbjetives que condicionan las acciones futuras dela clase brera, lo que significa que las ‘causas cbjetivas eran, previamente subjtivas® (2000: §2,§8).Elenfoque marxista no puede sino fundarse en esta complejainteraccion concreta de ambos factores También contra el subjetivismo y el voluntarismo Los detractores de Lukées no tardaron en sefialar que esta concepcién de Lenin que retoma el flésofo hingaro,llevaba a los revolucionarios a separarse de la vida real de su clase, convitiéndose aquellos en una secta o grupo de conspiradores (blaquismo-voluntarismo), Sin emivargo, la posicién de Lenin en ningun momento plantea que ‘el grupo de revolucionarias deba arrastrar detrés de si, gracias a su accién independiente y valerosa, a la masa inerte, poniéndola frente al hecho consumado de la revolucién. La idea leninista de la organizacién presupone el hecho objetivo de la revolucién, de su actualidad’ (2004: $3), Sélo el cardcter actual de la crisis del capitalismo y de su contracara, la reyolucién social, justifica que una organizacién revolucionaria no se trasforme en una secta. El partido, la organizacién de combate de tipo bolchevique sélo tiene sentido histérico si estamos en una época de catdstrofe capitalista, de uerras imperialistas y revaluciones proletarias como marcaba Lenin, Pero tal situacién no puede ser producto de la mera actividad de la organizacién revolucionaria, sino de todo un desarrollo histrico de as fuerzas evonémicas objetivas. La tares del partido, sefiala Lukacs, es prever el sentido dela evolucién de las fuerzas econémicas para sefialar, enfin, cudl deberd ser la acttud del proletariado ante la situacion surgida (2004: 40) La organizacién debe poder analizar y distinguir las manifestaciones particulares del momento histérico, donde a las situaciones de cierta estabilzacién pueden sucederse inmediatamente situaciones revolucionarias y viceversa, de la caracterizacién més general de la época, Porque sdlo a través de este andlisis de la totalidad hist6rico social y del lugar que el proletariado ocupa en ella, puede derivarse, a partir de una intervencién sistemtica en las luchas. concretas (econémicas, palticas, etoétera), una conciencia revolucionaria No verla situacién objetiva de la descomposicién del capitalism (guerra imperialista y revoluciones proletarias), como caracteristica fundamental de la época, entendiendo que esta situacién sélo puede ser generada por la subjetividad, nos puede llevar a dos errores: el primero ya sefialado, el ultraizqulerdismo (voluntarismo ético), que leva al aislamiento; el segundo, el del oportunismo, que plantea que los factores subjetivos todavia no se han desarrollado y se limita a una Intervencién que va a la saga de los acontecimientos, ya sean los politicos como los de la lucha econdmica. Elculto de la subjetividad se aleja del marxismo porque subestima el condicionamiento sobre ésta de las condiciones materiales de existencla, Al no haber un anelaje en las condiciones objetivas del desarrollo del capitalismo en su Conjunto, las de su decadencia histérica y tendencia al derrumbe, la subjetividad, a pesar de los subjetivistas, no escapa a los condicionamientos objetivos de la sociedad burguesa: es decir los que ejercen la politica y la economia burguesa, cuyo rol principal es repraduciry perpetuarla sociedad existente, En eterenca a esto, tanto Lenin como Lukécs sefalan ques los compromisosy las transacciones dela police coticiana (eapoltt) no se hacen en relaci directa yKgica con el cadcter actual de la revolcién se perde de vst objetivo. El verdadero revolucionario es el que es consciente que vivimos en una época revolucionaria y extrae las. consecuencias précticas de elo, considerando siempre el conjunta dela realidad hstéice-social Siempre hay que aprovecharse de toda tendencia, aunque sea temporalmente, qu favorezca la revolucién 0 que, polo menos, debilite a sus enemigos V siempre teniendo en cuenta el punt de vista daléctico acerca de que las tendencias que hoy pueden favorecer a la revolucion, mafiana pueden serle funesta, y viceversa’ (2004: 90). Por otro lado, elrechazo a interveniren la politica burquesa por cuestiones de principio equivale siemore a evadirse de las luchas decisivas, implicando un derratismo respecto dela revolucién. Lenin calificaba a estos de “oportunistas de lequlerde’, aludiendo a la comiin perspectiva con los reformistas, quienes ven, por el contrario, en la transaccién un principio de realpolitik opuesto al principismo dagmatico (idem). Lo mismo vale para aquéllos que haciendo culto de las “subjetividad obrera" daca, limitan su intervencién a sus luchas econémicas, oretendiendo, al igual que el economicismmo- objetivista, que de ésta se desprenda su conciencia revolucionaria sin mas, Todas estas polticas oportunistas coinciden en una caracterizacién pesimista respecto de la proximidad y actualidad de la revolucién; es decir, como el rasgo que dlstingue a la tendencia primordial de la €poca La “tltima instancia” de lo econdmico, la subjetividad revolucionaria y la organizacién En Seguidismo y Dialéctica, Lukécs hace una distincién entre la conciencia revolucionaria de la clase obrera y la conciencia real de los trabajadores. Aqui l partido, se"ala,jueus un papel esencialen el establecimiento y difusion del conciencia de clase verdadera. Pero, se pregunta ‘iqué es lo que hace que una canciencia sea més verdadera o correcta que otra? La respuesta es simple: porque una conciencia corresponde a la posicién econdmica y social dela clase en su totalidad, mientras que la otra se queda en la inmediatez de los intereses particulares y temporales” (2000: 71-72), La perspectiva, entonces, que implica una visién més exhaustiva de los hechos -es decir, una visién de conjunto (istérica) de la realidad social y del lugar que se ocupa en ella-ofrece pautas més adecuadas para la accién, Por esto ‘mismo, para Lukécs, un nivel de conciencia tal no puede surgir espontneamente sino que debe implicar un cierto grado de deliberacin y compresién por parte de la vanguardia obrera, Si no hay comprensién de la situacién objetiva en su totalidad, la realidad se me impone, como al empirista los hechos, y no hay subjetividad transformadora sino contemplativa Liegado a este punto, es importante remarcar, entonces, que para el Lukécs de los afios 20, claramente influenciado por el pensariento de Lenin, ls recuperacion de la subjetividad frente al economicisme de la Il internacional no implica la negacién de la supremacia de las fuerza objetivas materiales que condicionan en conjunto el proceso histérico. En Lenin sefiala claramente: ‘Los acontecimientos y situaciones que van sucediéndose son, de todos modes, fruto de las fuerza, econémicas dels produccién capitalista, fuerzas cuys influencia determinante acontece de manera clega, como sucede con as leyes de la naturaleza, Pero tampoco de manera mecénica y fatalsta’ (2000: 40), En este periodo de su pensamiento nunca abandona el materialismo epistemoldgico que es una piedra fundacional del pensamiento marxista Elrol de la subjetividad se inserta siempre en una relacién conereta de lo subjetivo/ objetivo, que para el marxismo puede resumirse en la conocida frase del 18 Brumario: Los hombres hacen su propia histori, pero no la hacen a su le arbitria, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran dlirectamente, que existen y les han sido legadas por el pasado’ Estas circunstancias son el resultado de todo un desarrollo histérico que es preciso develar cientificamente para poder actuar en funcién de una transformacién de dichas circunstancias, Aqui vale la apreciacién de Lukécs acerca de que la escision del movimiento obrerotiende, cada vez mas, a adoptar la forma de une contraversia en toeno dela caracterizacién general de la época. Controversia sabre siciertos fenémenos econémicos (concentracién del capital, colonalsmo,etoétera) son sé estadios cuantitativamente superiors de la evolucién normal del capitalismo o vienen a insinuar, por el contario, la inminencia de una nueva época del capitaismo (imperialism). Controversia en tomo de si as guerras, cada vez mas frecuentes, han de ser consideradas como algo episédico o bien han de ser consideradas como signas de un periodo en el que irén desarrolléndose guerras cada vez més violentas, En funcién de una u otra caracterizacién de las Condiciones objetivas es que se desvarén distintos métodos de lucha del proletariado (2004: 48 y ss). La conciencia revolucionaria se desarrolla, entonces, a través de la experiencia de una lucha de conjunto, no limitada a la dliscusién del precio de la fuerza de trabajo, sino de una lucha politica contra el Estado y el conjunta de la organizacién social capitalista. Hay una Unidad metodoldgica entre la dea de que el capitalismmo ya no puede dar ninguna salida positiva a las necesidades mds elementales de las masas (derrumbe) y a conclencla revolucionaria, Este tipo de nalisis no puede surgiresconténeamente yen consecuencia, Lukées reivindics [= ides de Lenin del (Que hacer? acerca de que la conciencia revalucionaria séla puede ser introducida en las trabsjadares desde afuera; es decir, desde las organizaciones de revolucionarios que dan una lucha sistemética por derratar al capitalismo. Esta tesis de Lenin, muchas veces crticada como elltista, sin embargo, estd en la génesis misma del manxismo, ya que, despues de todo, la extraccién social de Marx y Engels era no proletaria, La cuestin consiste, en realidad, en explicar por qué es posible un desarrallo teérico como el de Marx y Engels. Lukécs sefala que los que acusan a Lenin, en realidad, no ven la “interrelacion dialéctica entre el desde afuera’y ‘a clase obrera”. Ya que “aungue Marx y Engels provengan de la clase burguesa, el desarrollo de su dactrina es, sin embargo, un producto del desarrollo histérico de la clase obrera” ¥ también, ‘agrega, “de la confluencia en la figura de Marx de lo mejor del pensamiento de la época’ Ia fiosofia alemana, a economia inglesa y la politica francesa (Hegel, Ricardo y los historiadores socialistas franceses)' (2000: 82), Una doctrina que es el resultado de todo un desarrollo histérico, de la clase obrera y del pensamiento social de la época, pero que, ala vez, se lenriquece y prosigue su desarrollo en estrecho contacto con el movimiento obrero rel. Los fundadores de la | internacional pueden introducir su dectrina en el movimiento cbrero porque ya existia un ‘movimiento obrero que comenzaba organizarse y a dar batalla contra el capitalismo. Y [a doctrina elaborada por Marx y Engel épidamente mostid toda su realidad cuando comenzé a dar forma y expresién a esas luchas, marcando una perspectiva y un programa como salida Ia lucha por el pader y e!socialismo. Es importante sefialar aqui que entre las condiciones “objetivas’ siempre hay que considerar la evolucién politica de la clase obrera; un punto imoosible de abordar sin la intervencin de la vanguardia organizada como partido. En este punto, lo “subjetive" toma las formas de la accién objetiva y viceversa, esta iitima se expresa como voluntad y préctica colectiva de los sujetos, Por lo tanto, pare Lukdcs la teoria el programa, el andlsis de las consiciones objetvas y la lucha de clases de proletariado no se deserrollan a lo largo de dos lineas paralelas que sélo se retnen en un sentido externo; por el contra, forman una unidad de interaccién. Lukas insiste en la idea de Lenin de que la conciencia de clases revolucianaria (Socialist) ve mas allé de a simple confrontacién entre cbreroy patrones en los lugares de trabajo. “La lucha eesponténea del oroletariado no se convertréen verdadera lucha de clases hasta que la lucha del proletariado esté dirigida por una fuerte organizacién de revolucionarios” (2000: 83). Esto no significa sin embergo, asigner el liderazgo @ los intelectuales que provienen dela burguesia, como tampoco plantear a los intelectuales y a los trabajadores como categoria distintas, como elementos separados. Dentro del partido revolucionario, toda dualidad entre itelectuales y obreros, entre programa yaccién, entre teoriay movimiento obrero, deben cancelarse y fusionarse en una accién comin en funcién de los intereses de clase y el socialsmo. La comprensién metodolagica de esta interaccién entre lo subjetivo y lo objetivo lleva al marxismo a la conclusién de que la lucha contra el enemigo de clase implica una lucha de conjunto y una comprensién del rol del proletariado en la totalidad social capitalista y de su evolucion politica en ela y, por lo tanto, no puede prescindir ni desarrollarse Indspendienternente de [a elaboracion estraisoice y organizacidn que implics |e lucha politics de partidos. Diego Bruna es filésofo y profesor de la Universidad de Buenes aires. Integrante del comité editorial de la revista Hic Rochus. Crisis capitalist, polemics y controversias y del programe de investigacién Ubacyt “Explotacién del trabajo y crisis capitalsta’ NoTAS 1. Enese sentido, ver criticas a Bernstein, Cunow, Acler y Hilferding en Georg Lukacs, Historia y conciencia de clase, ed cit, pp. 78, 83-85, 92 2. Diego Brune: “Sebastiano Timpanaro y la reivindicacin del materialismo ea la abra de Marx y Engels’, En defensa de! ‘marxismo N° XXX, noviembre de 2014. 3. Desde su publicacién completa en 1982, los Manuscritos de 1844 generaron una gran polémica, despertando riginalmente interés de diferentes tedrious socialdemberaies, quienes subrayan su humanisme, considerando + texto como representativo del “auténtico marxismo’. Después de ls Segunda Guerra Mundial fue abordado por los fidsofas catdlicas neotomistas y par los fildsafes existencialistas, como Jean Paul Sartre, Jean Hyppolite o Maurice Merleau- Ponty, también en la linea de hacer de Marx un humanista 0 un moralista, @ partir de la concepeién del hombre de los Manuscrites. Esa interpretacién apuntaba con toda claridad a contraponer el joven Marx al Marx de la madurez, reivindicando al primero para desvalorizar =| segundo, y postulando al primero come el verdadero Marx Ejemplos de esta perspectiva humanista abstracta, en. Fromm, Marx y su concepto del hombre, México, FCE, 1970, y M. Rubel, Karl Marx, Ensayo de biografia intelectual, Buenos Aires, Paidés, 1970. Crticas a estos autores, en A, Sanchez Vazquez, Filosofia y economia en el joven Marx. Los manuscritos de 1844, México, Gijalbo, 1982 y E. Mandel, La formacién del pensamiento econémico de Marx, México, Siglo XXI, 1968. 4, Sobte esta polemics, ver Pablo Rieznlk, .Quées la teorla del derrumbe del czpitalismo? (Y edmo son las cosas)’. en Hic Rhodus N° 6, junio de 2014 Bibliografia de Georg Lukées 1985 (1922); Historia y conciencie de clase, trad. Por Menuel Sacristén, Sarpe. -2004 (1924), Lenin. Le coherencie de su pensamiento, rad, Por Jacobo Mu‘toz La Ross Blindad = 2000 (1926): Defence of History and Class Consciousness: Talism and the Dialectic, translated by Esther Leslie, London: Verso

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