La fecundación con espermatozoides defectuosos puede provocar pérdidas de
embarazo y enfermedades en los hijos.
El espermatozoide libera un factor responsable de la activación correcta de la embriogénesis. Los espermatozoides contienen también estructuras, llamadas centriolos, que son indispensables para la unión de su ADN con el del óvulo y de las subsecuentes divisiones celulares. Así, los problemas del centriolo causan anomalías cromosómicas en los futuros embriones. Los espermatozoides normales tienen cabeza ovalada y cola larga. Los espermatozoides anormales tienen defectos en la cabeza o la cola, como una cabeza grande o deformada o una cola doble o torcida. Estos defectos pueden afectar la capacidad del esperma de llegar al óvulo y penetrarlo La teratozoospermia es una alteración que afecta al semen del varón en la que la mayoría de los espermatozoides tienen forma anormal. Debido a su mala morfología, los espermatozoides no pueden fecundar el óvulo y causan esterilidad. Tanto la fertilidad de los hombres como el de las mujeres se ve afectado por este consumo. Un consumo habitual de drogas, por ejemplo de la más común la marihuana, dificulta la fertilización natural de óvulo ya que los espermatozoides se mueven con mayor dificultad, la cantidad y el estado de estos también disminuye. ANOMALÍAS EPIGENÉTICAS En cuanto a la molécula misma del ADN de los espermatozoides, puede estar dañada (fragmentada) y transmitir este daño a los embriones. Pero el ADN de los espermatozoides también puede estar afectado por anomalías llamadas "epigenéticas", responsables de muchos efectos tardíos, incluyendo los que se manifiestan después del nacimiento de los hijos.