Vol7 NF 1 -enero junio 2001
Archivos bolivianos de historia de la medicina
LA MUERTE DEL PRESIDENTE PEDRO
AGUSTIN MORALES
nal
JUMEN
Se analiza los antecedentes, muerte y reconoci-
imiento médico legal del cadaver del presidente
dee Repiiblica de Bolivia General Pedro Agustin
Morales, asesinado en el Palacio de Gobierno de
la ciudad de La Pas.
Por analogia se consideran opiniones unas ad-
versas y otras que participan del sentimiento de
angustia por la muerte del caudillo.
"Socio Fundador de la Sociedad Boliviana de Historia
de la Medicina
Pasipresidente dela Sciedad Boliviana de Historia de
Ja Medicina
Pasipresidente dela Sociedad Boliviana de Cirugia
Scio Emérito de la Sociedad Bolviana de Cirugia
Pasipresidente dela Academia Bolivian de Cirugia
Pastpresidente det Intemacional College of Surgeon,
Sec. Bolivia
CCerxespondiente de Ia Academia Mexicana de Cig
CCeerespondiene a la Sociedad Peruana de Ciragia,
CCeerespondiente dela Sociedad Peruana de Ontopedia
Yy Traumatologia
‘Scio del Instituto Mico Sucre (Suere~ Bolivia)
(Csteddtico Emérito de 0-7. UMS.A.
Dr, Walter Arteaga Cabrera’
Breves apuntes sobre su nacimiento, su niftez des
‘amparada. tos afios de su juventud en la dura es
‘cwela cwartelaria, formacion militar que despier
fa.en Morales su heroismo, valor que le vale el
ser nombrado en un Orden del dia como vatiente
entre las valientes
Su fisonomia tan cambiante, de ta fisonomia ruda
el paso violento a la mivada apacible y perdida.
De ta ira a la tranguilidad son estados de énimo,
sefalados en el criterio de histoviadores bolivia:
Por tltimo se cita los médicos que intervinieron
enel reconocimiento médico legal del caddiver del
presidente, que en algiin momento de su vida fue
calificado como el Libertador
En 1872 Félix Reyes Ortiz eseribiria: “La historia
de Bolivia es de sangre. Esta es su fisonomia mas
pronunciadas.
131Archivos bolivianos de historia de la medicina
Dificilmente hay un pueblo que haya presentado
més escdndalo, y haya conguistado menos liber-
tades, menos prosperidad y menos civilizaci6n,
Tiranias y cesarismos por parte de los gobiernos
ambiciosos y corrupeién por parte del pueblo, esto
es lo que resalta, al recorrer los anales de nuestro
pasado.
Son muy raras las excepciones los répidos perio-
dos en tos que la ley la justicia a libertad, el pro-
reso y la virtud, han sido el programa del poder
¥y en los que, el respeto al principio de autoridad,
cel buen ejercicio del derecho y el amor a las insti-
tuciores y a la patria, hayan sido el sistema de la
vida cel pueblo.
Esos dos elementos caracteristicos de Bolivia,
autocracia y demagogia de los pueblos, la han
perdicl.
Basta recorrer el destino que ha cabido acada uno
de nusstros mandatarios. Semejantes a los reyes
de la Espaia goda o a los autscratas de Venecia
en los dias de su corrupcién, todos han dejado una
memoria que lamentar.
Sucre, el inmortal soldado ~ filsofo, funda la
Repablica y el fanatismo le troza el brazo vence-
dor de Ayacucho. Mas tarde muere asesinato fue.
rade Bolivia,
Blanco, es asesinado en la Recoleta de la capital
Santa Cruz, es desterrado y no vuelve mas a la
patria
Ballivign, derrocado, muerto en la proscripcisn,
Bélzu, muerto por Melgarejo en el mismo salén
fen que muere Morales.
Vol7 N# 1 - enero = junio 2001
Céedoba, asesinado en su lecho por Yair
Linares, derrocado y muerto en la proseripeién.
‘Ach, muerto por las persecuciones de Melgareo.
Melgarejo, asesinado por su hij politico.
Morales, enfin, asesinado por su sabrino
La moralidad universal oculta el rostro ante este
cuadt.
Moisés Alcazar al referirse a estos hechos en Pa-
ginas de Sangre dice: “Mientras se desarrolla el
drama, el combate es incesante entre el despotis
‘mo y Ta ley la tirana y ta libertad, la fuerza y el
derecho, El absolutismos imponiéndose en épo-
cas de turbulencia y asonadas donde el hombre
insurge en medio de una tempestad de sangre y
violencia, arrojo y audacia, caldo de revoluciones
propio al a proliferacién de los “caudillos uertes
ccomo los colores de nuestra bandera y sabor pi-
ccante como nuestro ajf” en concepto de Roberto
Prudencio”.
Pedro Agustin Morales naci6 en La Paz, el I! de
mayo de 1808, hijo de Pedro Morales y Antonia
Hernandez, ambos espaiioles, sobrino del Mayor
General D. José Maria de Urdininea, uno de los
proceres de la independencia,
Ingres6 al ejércto a los 16 alios, casi al terminar
la lucha contra los espanoles, que habian esclavi-
zados la patria por cuatro siglos.
Escribe el historiador de! Ejército de Bolivia D.
Julio Diaz Arguedas: “La figura militar del gene.
ral Agustin Morales se perfila en primera linea
entre los que lucharon defendiendo fa soberania
nacional y las instituciones patrias. Cerca de cua-
renta aflos consagrs al pais sus servicios sobresa:
132
Dr. Walter Arteaga CabreraVol7 NE
nero junio 2001
Archivos bolivianos de historia de la medicina
Tiendo por su audacia y bravura sin ejemplo en los
distintos campos de batalla en que le toco actuar
Su nombre figura en las paginas de la historia
militar defendiendo unas veces la integridad na-
cionel y otras veces las libertades holladas por la
tirania y ta dictadura”.
“Joven de temperamento inquicto y nervioso, se
siti atraido por la dura y fatigosa vida militar e
ingres6 al ejéreito en 1830, organizado por el Ge-
neral Andrés de Santa Cruz, quign le otorg6el gra-
do de Subteniente en 1835, destinandole su ayu:
dante de érdenes,
Morales demostrd el temple de su alma militar en
has:
uumpatias de la Confederacién, asen las bata
Mas de Yanacocha, Uchuma:
o, Socabaya y
Vischongos, mostrando constantemente bizarria
admirable, ardor, sangre fria, audacia, por estas
razones el Protector lo cita en una “Orden del dia
como “Valiente entre los valientes”
Su audacia fue conocida de sus eamaradas, ascen-
diendo de grado después de cada batalla, en 1838,
era ya capitan. En 1841 se cubre de gloria en los
campos de Ingavi, habiendo sido ascendido al dia
siguiente al grado de Sargento Mayor. Se ret a
Ja vida privada, después haber dado ala patria no
solo su entusiasmo sino su voluntad férrea y su
espiritu de amoral eercito. Se vio involucrado en
Ia persecucién que sufrfa su suegro el general
Lopez, mas tarde sacrificado en Oruro,
Contribuy6 a la rendicién del coronel peruano
Pornes, mereciendo por esta actividad el dictado
de “Primer Capitén del Bjérito”. Pero pese a ello
Jo encontramos en la revolucién de Tupiza del 19
de febrero de 1839, en el alo 1840 es Coronel y
‘Comandante General de! Departamento de Poto.
Colabors con la administracidn del general José
Ballividn en 1847, afio de Ia eafda del Vencedor
de Ingavi,
EI 10 de marzo de 1849 acta como revoluciona-
rio contra Bélzu a quién ve por primera vez, pos:
{eriormente le apoyé en la levantisca democratica
de la cholada, frustrada al revolucién a los 7 dias
fue saqueado su almacén en Cochabamba, ya que
Viviaentregado al comercio, no solo saqueado sino
incendiado, habiendo experimentado la pérdida de
167.000 pesos. Bélzu no atendis su reclamacisn
Vivi6 alejado del ejéreito por 12 afios, tiempo en
que sus esfuerzos los dedies a combatir a Bélzu,
habiendo intervenido en el fraguado asesinato en
contra de esté el dia 6 de septiembre de 1850 en el
Prado 0 Alameda de Sucre. Vivi6 como proscrito
hasta que fue rehabilitado por Linares, con el car-
go de Comandante General de Chuquisaca, Des-
pugs de la Canteria en 1859 nombrado dipurado
por Sucre es rechazado por el Congreso que se
reunia en Cochabamba,
En 1865 alos dos meses de haber sido asaltado el
poder por el general Melgarejo fue ascendido a
General de Brigada por haber vencido en Oscara
a los generales revolucionarios Velasco Flor y
Avila, pero pudo més la descontianza del tirano
de diciembre, es juzgado y condenado a muerte
‘pero por infTuencia de sus conmilitones es confi-
nado a la provincia Caupolicsn, pero fuga al Perd,
donde un buen dia es nombrado Cénsul General
de Bolivia en Lima,Archivos boliviangs de historia de la medicina
\Vol7 Nt enero junio 2001
EI pai
Melgcrejo y sus colaboradores, y es ¢! momento
estaba desorganizado por obra de
de act dir a Morales, 1os pueblos del Norte lo tla-
‘man para organizar y dirigir la cafda de Melgarejo
yee dia 15 de enero de 1871 derroca junto al pue-
blo de La Paz al tirano que huye al Peri,
sta epo-
peya fue magistralmente escrita por A. Aspiazu,
guign llamo a este dia el Magno.
La Asamblea Nacional lo asciende al alto grado
dde General de Divisi6n, “en premio a sus relevan
tes servicios ala patria”
Después aparece su figura como libertador,el ven-
cedor de Melgarejo es nombrado Presidente
Provivorioen 1871 y Constitucional 1 22 de agos-
to de 1872. Se present6 entonces, Morales con la
{forme la “mas libertad menos gobierno”
En Scere se reunis la Asamblea el 18 de junio de
1872 con representaci6n genuinamente popular,
{odos elegidos en la més amplia libertad. Congre-
so rarfsimo en Bolivia, por su independencia a
diferencia de otros que eran un conjunto de laca-
‘yos del poder ejecutivo. Morales dimite ante la
Asamblea, un poco mas tarde el 21 de julio se pre-
senta a la misma Asamblea “Lleno de furor y ¢6
lera, stropellando al centinela, harto de imprope-
ios, insultos y amenazas a los representantes con
la palabras més soeces y groseras, concluyendo
por retirar su renuncia”. El tiulado Libertador
descendié al fango de lo tiranos vulgares
La poblaci6n de Sucre qued6 asorada por esta ac
titud. La Asamblea ofendida trato de disolverse,
pero la satisfaccién dada por Morales hizo que
continuara sus labores.
Al afio siguiente los comicios populares le favo-
recieron con 10.470 votos, el congreso reunido en
La Paz, le invisti6 con las insignias del poder el
25 de agosto como relata Nicanor Aranzaes.
Entre los muchos problemas que tiene que resol-
ver la Asamblea esta el ruidoso ltigio entre la
empresa minera Arteche y el gobierno, que pre
tende hacer electiva la cuarta estaca minera co.
srespondiente al ramo de instrucci6n,
La noche del 24 de noviembre hizo dar una cen
ccerrada con una banda militar situada en Ia puerta
dol Salén del Congreso, habiendo mot de la re-
presentacidn nacional, toda dirigida por Dava, otra
banda penetrs hasta la barandilla, La confusisn
fue espantosa habiendo fugado los mis de los di-
putados. El oficial de guardia Lavadenz eumplis
su deber resistiendo a la fuerza militar, solo ha
‘fan quedado el Sefior Tomas Frias yel presbitero
Juan de Dios Bosque, presidente de ta Represen:
tacisn Nacional y el Doctor Napoledn Dalens. se
cretario, Enel salin de descanso y el patio se erefa
que un batallén habia entrado a sacrificar a tos
diputados. Era natural el desorden y confusién.
Victimas de ella el doctor Jacinto Villamil al sal-
‘ar una pared, se fracturé las dos piernas, falle-
ciendo dos meses més tarde por complicaciones
e estas lesiones.
El dia 25 se presents con todo el aparato oficial,
Morales ingress en el Sakin del Legislativo, cu
vyas bancas estaban v:
fas y después de una alo-
ccucisn soe7, injuriosa y destemplada, declaréclau-
surado el Congreso con estas palabras finales "se-
ores clausuro esta Asamblea y declaro ante el pais
{que los convencionales del 72 han sido unos trai
134
Dr Waller Arteaga CabreraVol7 Wt -enero junio 2001
Archivos bolivianos de historia de la medicina
ores y unos vendidos ...) Paceios més libertad y
‘més riqueza". Palabras muy semejantes a las pro-
ferides el 21 de junio en la Asamblea Constitu-
yente, mas ofensiva, mas meditada con un pro
grama de un porvenir luctuoso. Eseribe Jenaro
Sanjiez: “Era la demolicién de! edificio levanta-
do el 15 de enero en 1871 y el retroceso al 28 de
diciembre de 1864, Morales regresé al palacio a
través de una multitud que te miraba mustia, azo-
rada, lena de tristeza,
Contemplaba ella al gran caudillo de la libertad,
{que dos afios antes exactamente en igual dia y en
la propia hora, 25 de noviembre de 1870 atrave-
sandy el mismo trayecto en espléndido triunfo,
‘cubierto de flores y coronas en medio de aclama-
clones y vitores entusiastas”.
EI dia 26 dimiten Terrazas, Comal y Garcia. EI
presidente Morales hace lamar a su preterido,
confidente y amigo doctor Corral, Hega al Palacio
a horas 15:30, la entrevista fue muy violenta y
agria, Morales dirigié a Corral
bras injurio-
‘sas, Vejatorias y amenazantes y quiso estropearlo
de hecho, lanzsindase sobre el pero se Io impidie-
ron su hijo José el general Sanjinez Lafaye, el
Coronel! Daza y don Fernando Valverde que se
hhallaza en el sal6n. Daza que evita el ultrae, el
‘ministro Sanjinez viejo camarada le presenta el
pech» y le dice “pega aqui”. Sanjinez y Valda lo
cond cen hasta su escritorio donde se encontraba
el do-tor Nicanor Iurralde cirujano mayor, que lo
lev6 fuera del palacio para apaciguarlo durante
el paseo que daban por la plaza.
La revolucién parecia inevitable Morales esa no-
che recortié los cuarteles, Hlamé a sus més fati-
‘mos amigos les conjuro acompafiarlo en la nueva
situacidn,
En Ia tarde del 27 de noviembre “expide un de-
cereto nombrado al general Ildefonso Sanjinez para
ue se haga cargo del despacho de todos los mi-
nisterios”
Documento publicado por bando esa misma tar-
de.
Pero en verdad, ;edmo era el presidente Mo-
rales?
J.D. Cortez en su Diccionario Biogritico Ameri
ano en forma breve, concisa, hasta irénica apun-
ta: General Boliviano, Fue uno de los presidentes
de Bolivia, y attulo de tal ha tenido que suftir ka
misma suerte que casi todos ellos; |Morir asesi-
nado!
M. Aleavar lo describe asi: “en medio de séquitos
brillantes recorria el militar engreido los pueblos
dela Repub
ciones recogiendo el fervor efvico, traducido en
1, después de la convocatoria aelec-
apoteosis incomparable. El caudillo se ergufa ya-
Tardo en la
dspide de su gloria que inundaba de
splendor su continente marcial, alto y muscula-
do, con enorme cabera, que descansaba sobre su
fornido corpachén, pelo tupido, gris y éspero, sus
‘ojos verdiones y rasgados, sombreados por unas
wejas negras y revuellas,
Las fac
ones rudas, Ia piel de color aveitunado.
sus enormes bigotes obscuros seguidos de una pera
no menos enorme, dindole aspecto de Hiereza y
bravura que la admiracién popular reconstruia
‘como la imagen de un eapitin bizarro y legenda-
Tio (..) audaz, ambicioso, valiente, alimentaba en
135Archivos bolivianos de historia de la medicina
\Vol7 Nt - enero junio 200%
su pecho fuertes pasiones y era capaz de tomar
‘venganza o justicia por sus manos cuando se creia
defraudado”
Félix Reyes Ortiz lo describe asiz
“EI Sefior Morales, de una constitucién herciilea,
de un genio susceptible, de espiritu dominador,
tenia 'e, infalible en sus ideas, y crefa que solo él
podfa obrar el bien, sin ley infalible en sus ideas,
Consumido por el ardimiento de su patriotismo
segiin expresiGn del seiior Frias lo hemos visto ir
sin detenerse, arrebatado por una fuerza superior,
de error en error sin poder afirmar el pie, como
luna hoja que arrastra la corriente hasta la noche
del 27 de noviembre de 1872, inmortal en los fas-
tos de Bolivia, por as transformaciones alas que
dio lugar un hecho tan espantoso”.
A. Arguedas, con su espiritu ciustico escribe,
“Un hombre de vida agitada, sinuosa, ruda y que
por propia experiencia conocia a fondo la psico-
Jogfa de sus compatriotas
Sunifez desamparada, teniendo que rodar de casa
en cata para ofrecerse y servir come doméstico,
las du-ezas de fa Vida, el maltrato de sus patrones,
Gebido quizss a la mala indole de su caréeter le
habia smpujado al cuartel desde muy joven, como
se dijo, pues alos 16 alos era soldado y el cuartel
‘entonices no era escuela de primeras letras, ni ins
tituto de educacién, de boxeo y, més que gimna-
sio todavia, gatito y casa de tolerancia donde los
juegos de azar se practicaban sobre el lecho tendi-
do en el suelo de las mancebas (..). La intriga, la
falsedad, el disimulo solo se ponen en juego cuan-
do se quiere conquistar honores y riquezas en pu:
blos en juego cuando se quiere conquistar hono-
res y riquezas en pueblos de escasa cultura y de
sangre nada limpia, es decit mestizos; Morales era
angurrioso interesado, egoista acaparador. Alco-
hol, dados y harajas, mujeres, tabaco eran com-
plementos.
Pricticas depravadas, tal como de Napolesn 0
Byron que mantuvieron amores con sus heema-
‘nos, porque sise deja dar crédito al rumor corriente
y aceptado por todos aquellos dias y recogido por
G.R. Moreno y francamente delatado por D. E.
Uriburo, secretario de ta Legacién Argentina en
Bolivia y en el Peri. Morales tuvo inclinaciones
marcadas por su hija sino que profand
filial, convirtigndolo en télamo de torpe mance
bia
El relato del argentino fue copiado por A.
‘Arguedas, D.E. Uriburo en su libro nos hace eo:
nocer algunas deformaciones de la guerta del Pa-
fico,
sta version no tiene una fuente documenta sos
tenible el libro que eseribid es de anéedotas de
smal gusto,
Las actitudes del presidente Morales, desde un
punto de vista de la psicologia que asume impor-
tancia son la soberania y la edlera desatada por e]
alechol (coflae) que bebia, sumados a su fuerza
hacen del hombre colérico, iracundo, torpe, cor
igrega.a los suyos y a quienes le segufan excitando
inquietudes y sediciones en el dnimo de los que le
rodeaban, Céceres Bilbao eseribe estas lineas que
son como un epitafio. "Asi concluys aguel coloso
del valor militar que si se envanecis y cometié
tan graves errores, que pe
cisamente por la acelin
Dr Walter Arteaga CabreraVol7 N? 1 enero junio 2001
Archivos bolivianos de historia de la medicina
setvil ¢ incondicional de los aduladores, que son
siempre los “bufones politicos’
Para J. A. Morales su hijo el principal bufén
fue Casimiro Corral.
vamente era un hombre tallado en Hércules,
alto fornido musculoso, Frente estrecha y depri-
‘ida. pelo gris y éspero, corte poblado, pabladas
cejas toscas y ojos medio verdes como un estan-
«que de aguas dormidas a la sombra de un bosque.
piel morena de toscas las facciones, espesos bigo-
tes obscuros y una pera enorme. Manes anchas,
eruesas, callosas, pies grandes, y saliendo de ese
Pecho gigante una voz atiplada, femenil, aunque
con entonaciones duras. Llimanle despectivamen-
te el velero porque. hijo de humildisimas gentes
sus padres habian ganado su vida vendiendo ve-
las",
En Ia mafane del 27 de noviembre de 1872, co-
trfa el rumor de estallar la revolucién al medio
dia, «esa hora se veia grupos de ciudadanos ar-
‘mad, la mayor parte con revélveres i los bata-
ones al apronte. Pasakda esa hora tan esperada, 1
silencio popular fue roto por un bando que publi-
‘cada el docret
sreando una Secretaria general
‘encargada al general Sanjinez.
Laproclama de A. Morales no circulé, pero si mis
tarde se public6, en la proclama offecia cumplir
ccon su deber sobreponindose ala situacién con
tranguila consciencia,
‘Antes de la tragedia hizo lamar a sus hijos y pri-
‘mos i su amigo y confidente Saturnino Medeiros,
{odos se retinen en el comedor, su hija Mercedes,
varios sobrinos, entre ellos Julio Lafaye y su es-
posa,
BI drama comienza a notas 21, 45 de ta noche,
recibe el presidente un aviso que contenta prot
‘blemente la denuncia seereta de una conspiracin
‘eva una intriga de sus mismos enen
os. Llegs
este sector del palacio el coronel Ezequiel Pena
Yy conversaron en secreto los dos personajes, said
del ambiente donde habsa tenido la entrevista. Se
advertia en el rasta del presidente un cambio. En
tuno de los salones contiguos al escrtorio del pre
sidente, habian dos mesas de rocambore infinitos
‘mosqueteros, jugaban vast todos los ed
hhabian recibido orden de dormir en el pal
nes que
tahan junto a ellos Saturnino Medeiros jugando
eon Macario Barron, Coronel Motina, Lucas
Aparicio, parado junto a una mesa de rocambor el
teniente Coronel Federico Lafaye sobrino del pre-
sidente que desempemtaba el cargo de Segundo Jefe
del Escuadrén de Rifleros Spencer. cuyo primer
Jefe era el Coronel Nicanor Lavadenz
En ese momento abriendo la puerta con estrépito
sale Morales al Salén, todo colérico Hama a su
edeciin José Lavifia, se lanza, lo ultraja de pala-
bra. Lo acomete a golpes. los levanta y arrastra
hacia una de las ventanas que manda a abrie para
artojarlo ala plaza, no pudiendo cumplireste acto.
fa arranca la hoja de la espada, este momento se
interpone Lafaye y con palabras suplicantes, de
ruego y ayudado por Medeiros trata de ealmar al
Wo,
J. Sanjinez describe el cuadro asi
‘El hombre en cl frenesi de su vélera, parevia hie
ber doblado su gigantesca talla y que con sus he:
{cules manos iba a deshacer a todos (...) cuando,
desaparece Lavifa pregunta por Tomas Silva, ésta,
BTArchivos bolivianos de historia de la medicina
Vol7 N* 1 -enero junio 2001
hhabia logrado evadirse. Se lanza sobre el coronel
Lavadenz y con dos pufietazos en los hombros le
dirige estas palabras “Coronelcito dicen que Ud.
también quiere hacerme la revolucién: vaya Ua.
pues 1 hacerla yo lo autorizo” Lavadenz contes
ta” Pero ni general como cree Ud, que yo pueda
hacerle revoluci
1"? y Morales vuelve a acome-
terlo, Lafaye se interpone entre ambos siemprecon
expresiones de ruego, Entonces Morales le da un
empefiin y lo hace retroceder unos pasos. Lafaye
con azento de reproche le dice “pero tfo como ul-
rai
‘mi también” y le da un segundo empellén,
retirandose hacia la puerta de su eseritori,
En su declaracién Federico Lafaye sostiene:
‘No harfan tres minutos que me hallaba ali, cuan-
do salid el general Morales preguntando por el
Comendante Lavina (su edecéin después de expli
car el maltrato a Lavifia continua: Le supliqué con
las tiernas palabras para que se contuviese y no
ccomeliera tales escéindalos; y Morales se aparto
{de mi, pues lo tenia abrazado (...) después de Ila
‘mar a Tomas Silva que tomé las de Villadiego se
tropes con el coronel Lavadenz y dirigiéndole
algunas palabras injuriosas, lo agarr6 también a
trompones. Entonces me volvi a interponer supli=
céndole que por el honor de su puesto y el decoro
de nuzsira familia no cometiese tales excesos, y
{que si sospechaba de estos jefes los hiciese tomar
presos y los juzgase, con otras reflexiones de este
tenor. Fue entonces que Morales me pego un pes-
coz6n que me hizo retroceder dos o tres pasos,
volvé yo a la acercarme él
|, sim hacer caso de su
primera injuria, porque adverti en su actitud de
volver aemprender con el corone! Lavadenz 0 con
algsin otto, pero al acerearme para calmarlo me
Presidente LA, Morales ¥ se
Feilerico Lafave
in y sobrino
volvié a golpear otro pescoz siempre “sigue pues”. Como pudo cambiar
el iritado presidente de fisonomia de un momen-
to a ctro, como un relémpago la faz del que ultra-
jaba a Lavilia, no era y la victima resignada de
Lafaye. Después de caer el Sr. Morales, oprimis
eon Sus manos el corazsn, levanto los ojos como
invocando a Dios, pues era muy religioso y dio el
sltimo jay; en brazos de un sefior Ugarte
‘Sigui6 un silencio sepuleral, solo imterrumpido por
los gritos de su hija la seRorita Mercedes.
José Agustin Morales, (hijo del general) escribe:
‘Son las nueve y cuarto de la noche, hora en que
el presidente constitucional de la repablica gene-
ral Agustin Morales es asesinado en su propio pa-
lacio con siete tiros de revélver, por su sobrino y
protegido Federico Lafaye, bajo el pretexto de
hhaber sido ultrajado en presencia de varios de sus
cedecanes, por constituirse en defensor de uno de
ellos.- Morales nacié en la ciudad de La Paz el 11
de mayo de 1808. Atrafdo por la milicia, como la
‘maycr parte de Ja juventud de esa época, emula
de las glorias conquistadas por los guerreros de la
inderendencia; comenz6 su carrera como oficial
come ayudante del general Santa Cruz, cuando el
prote:torado de la confederacién Perd — Bolivia
ra, concurriendo a las campaftas de Yanacocha,
Uchumayo y Socabaya, y dando pruebas de un
valor y decisin nada comunes’
También estuvo
cen la batalla de Ingavi y en casi todas las luchas
del pais. (..) Morales supo de su pre-
{endiddo asesinato desde por la mafiana, por avisos
recibidos lacalley enel palacio, reiteradan
ente,
por medio de simples papell y esquelas: y aun
verbalmente, en audiencia solicitada por el Villea,
Jefe de los indigenas comunarios, que lo amaban
y tenfan como de padre, por haberles hecho de-
volver sus terrenos de origen, detentados por el
gobierno discrecional de diciembre y de sus nu-
merosos sateitales, pero, convencido de su hon-
radez funcionara y de no haber hecho mal a per-
sona alguna; nunca se imaginé que el brazo tem-
bloroso de un favorecido suyo, fuese el encarga-
4o de eliminarlo del mundo con safia incalifi
ble, para que a su sola noticia se bebieran copas
de satisfaccién con los dineros aun sobrantes de
la Sociedad Arteche y Comp
Esta es la versidn de M. Ordéiez Lopez y L. S.
Crespo: "Aun esti de pie la vicima, cuando Lafaye
e nile habla, Todos
los concurrentes estupefactos, ven un instante des:
deja el salon, Nadie lo dete
pués caer a Morales, que oprimiendo su corazén
‘con ambas manos y exalando un jay! Espira en
brazos del capitin Ismael Ugarte” versign muy
parecida a la descrita por otras personas testigos
dl erimen
Pasadas las 1Ode la noche Hilarién Daza hace Ila-
mar al General Ildefonso Sanjinés, ministro de la
Guerra, los amigos intimos, el abogado Fernando
Valverde y ef coronel Rafael Diaz Romero, para
decidir aspectos sobre Ia situacién tan desespera-
dda, a horas 11 aman a Tomas Frias que indica
{que esta estiien cama y que asistiria muy tempra-
no al palacio!
RECONOCIMIENTO MEDICO - LEGAL
DEL CADAVER DEL PRESIDENTE MORA-
LES
“Ein la ciudad de La Paz, horas once del dia 28 de
Noviembre de 1872.- Ante mi el sefior jucz, el
139Archivos bolivianos de historia de la medicina
\Vol7 Nt enero junio 2001
alguacil hizo comparecer a los médicos DD Vi-
cente Lépez Nicanor Iturralde y Manuel B.
Mariaca, mayores de edad, de este vecindario, el
el 3° casados, y el 1° soltero, profesores en
‘medicina, quienes reconocieron la cédula de cita-
cin y juramentados en forma, para proceder se-
atin sticiencia y conciencia y después de un préji-
mo examen del cadaver de S.E. el Presidente de
laRepublica D. Agustin Morales, dijeron: que han
encontrado en la regiGn facial y sobre el lado iz.
‘quierco e inferior del pémulo una solucin de con-
tinuidad, cubierta por una solucién plastica: en
seguida otra igual situada en la parte media y su-
prior del esternén: otras dos situadas en la region,
lateral izquierda a nivel del pulmén: otraen la parte
lateral posterior € inferior del mismo lado: tt
‘mamente otra situada sobre la regién abdominal
hhacia #1 hipocondrio izquierdo. Todas estas lesio-
nes producidas por la accisn de proyectles, |
zados por un arma de fuego de pequetio calibre,
hhan lesionado en su trayecto érganos importan-
tes, como son, el cerebro, el corazsn, el pulmén y
el vas», produciendo la muerte como consecuen:
cia de esta clase de heridas. Leida que les fue, per-
sistieran en su tenor, y firmaron con el Sr. Juez y
Actuario, doy fe Alvarez S. ~ Nicanor Iurralde ~
Vicente Lépez~ Manuel B. B, Mariaca.- Ante mi,
Juan O. Silva, Actuario Public
El antra entregada por Federico Lafaye es de cali-
bre menor de la fabrica Schmit, de siete tiros y en
estado nuevo. Arma que sostienen algunos fami-
liares '¢ fue entregada en una legacién acreditada
en La Paz, (arma que por el tamafio se Hamé pos-
teriormente “mata Morales"),
Enrique Finot resume su pensamiento de esta
manera: “Asi Murié Morales, victima de su pro-
pia vesania, alos dos aftos de haber encaberado la
\ltima accidn armada contra Melgarejo y alos ues
‘escasos de haber asumiido la presidencia constitu-
de 1848, y de dofia Ignacia Lépez, herma-
nade Ia esposa de Agustin Morales, dofa Petrona
Aranzaes, N. Diccionario Histérico del De.
partamento de La Paz. Casa
Editora, Talleres Graficos “La
Prensa” La Paz, 1915.517.$21
Léper.
Las Revoluciones de Bolivia,
Perseguido por el presidente Hilarién Daza, ‘Casa Editorial. Tlleres Graficos
ereyéndolo conspirador contra su gobierno y lo ‘La Prensa’ La Paz. 1918, 276.
obligo a vivir profugo en las montafias de Yungas. 287.
Finalmente, después de un largo proceso judicial Arguedas, A. Los Caudillos Bérbaros. ~ His
en fecha 30 de enero de 1878 la Asamblea Nacio- toriador ~ Resurreceidn
nal Constituyente le concede el indulto (Ricardo
La Tragedia de un Pueblo
José Bustamante, presidente, Abdon Ondarza, di-
(Melgarejo ~ Morales). 1864 —
putaco secretario y Samuet Velasco Flor diputado 1872. Editorial viuda de Luis
Seerctario), Tasso. Barcelona, 1929, 253,
375.
Vivie perseguido por su propia consciencia, du
rante los diez afios de la libertad obtenida,falle- Céeeres. B.P. Bolivia: Et Senado 1825 ~ 1925.
Litografia e Imprentas Unidas
La Paz, [41 153. Sin fecha
ciendo en Potosf en el mes de octubre de 1888,
Asis: cierra un capftulo de la historia de Bolivia
Camacho, J. M. Compendio de Ia Historia de
Bolivia, 11° Edicién mejorada,
‘ho destino de Bolivia, donde todavia las i-
tervenciones personales suelen cambiar el curso
Editorial Renacimiento. La Paz
de la historia, Si otro Lafaye, pocos aos antes, Ion) a3 vos
hubicraimerpuesto en el camino de Melgareo, el
Corte, J.D. Diccionario Biogrético Ameri-
Lestino del pais habria cambiado en algunos de
sus aspectos mas deplorables, eee
TatArchivos bolivianos de historia de la medicina
Diaz, A.J
Finot, E.
Gutiérrez, A.
Guzman, A.
‘Tipografia Lahure, Paris. 1876,
324,
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g0s Biogrificos) Imp. Inten-
dencia General de Guerra. La
Paz, 1929, 214,218
‘Nueva Historia de Bolivia (En-
sayo de Interpretacién Sociolé-
gia), Publicaciones de Ia Fun-
dacién Patiio. Imprenta Lépe7.
Buenos Aires. 1946, 279, 283,
EI Melgarejismo antes y des-
pués de Melgarejo. Imprenta
Velarde. La Paz. 1916, 324,343,
Jenaro Sanjinez. Estudio de una
parte de su tiempo y de sus
obras.- 1870 1876. Escuela Ti-
pogréfica del Colegio Don
Bosco. La Paz. 1917,
Libertad 0 Despotismo en Boli-
via, El Melgarejismo Antes y
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Gonzales y Medina, Eaditores,
La Paz, 1918, 282. 304,
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Gonzales y Medina Editores. La
Par, 1919, 265. 286,
Lafaye, F
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Ordsriez. L. M.
Piérola, L. F.
Sanjinés, G.
Uriburu, DE,
ol7 N® 1 - enero junio 2001
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livia. Vindicacién Acerca de los.
Acontecimientos de la Noche
del 27 Noviembre de 1872en la
ciudad de La Paz. Tipogratia de
‘La Luz”. Tacna, 1873.
Los Primeros Cien Atos de la
Repablica de Bolivia. Tomo II
1861 ~ 1890. Empresa Editora
Veglia y Edelma. La Paz. 1926.
303. 313,
Bosquejo de la Historia de Bo-
livia. Imprenta y Litografia Bo
liviana La Paz. 1912, 377, 386.
La Patologia en la Historia, El
Fin de los Presidentes de Boli-
Revista Argentina de Historia de
Ja Medicina Buenos Aires. Alo
TM, N°. 39. 1, 1944,
Apuntes para la Historia de Bo-
livia Bajo la Administracisn del
General D. Agustin Morales,
Imprenta de “El Comercio
Loayra $2, La Paz. 1898
Episodios de la Guerra del
cffico 1879 a 188.
Compafia Sudamericana de Bi-
etes de Banco. Buenos Aires,
1899, 78, 97
12
De Wailer Avieaga Cabrera