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Vol7 NF 1 -enero junio 2001 Archivos bolivianos de historia de la medicina LA MUERTE DEL PRESIDENTE PEDRO AGUSTIN MORALES nal JUMEN Se analiza los antecedentes, muerte y reconoci- imiento médico legal del cadaver del presidente dee Repiiblica de Bolivia General Pedro Agustin Morales, asesinado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de La Pas. Por analogia se consideran opiniones unas ad- versas y otras que participan del sentimiento de angustia por la muerte del caudillo. "Socio Fundador de la Sociedad Boliviana de Historia de la Medicina Pasipresidente dela Sciedad Boliviana de Historia de Ja Medicina Pasipresidente dela Sociedad Boliviana de Cirugia Scio Emérito de la Sociedad Bolviana de Cirugia Pasipresidente dela Academia Bolivian de Cirugia Pastpresidente det Intemacional College of Surgeon, Sec. Bolivia CCerxespondiente de Ia Academia Mexicana de Cig CCeerespondiene a la Sociedad Peruana de Ciragia, CCeerespondiente dela Sociedad Peruana de Ontopedia Yy Traumatologia ‘Scio del Instituto Mico Sucre (Suere~ Bolivia) (Csteddtico Emérito de 0-7. UMS.A. Dr, Walter Arteaga Cabrera’ Breves apuntes sobre su nacimiento, su niftez des ‘amparada. tos afios de su juventud en la dura es ‘cwela cwartelaria, formacion militar que despier fa.en Morales su heroismo, valor que le vale el ser nombrado en un Orden del dia como vatiente entre las valientes Su fisonomia tan cambiante, de ta fisonomia ruda el paso violento a la mivada apacible y perdida. De ta ira a la tranguilidad son estados de énimo, sefalados en el criterio de histoviadores bolivia: Por tltimo se cita los médicos que intervinieron enel reconocimiento médico legal del caddiver del presidente, que en algiin momento de su vida fue calificado como el Libertador En 1872 Félix Reyes Ortiz eseribiria: “La historia de Bolivia es de sangre. Esta es su fisonomia mas pronunciadas. 131 Archivos bolivianos de historia de la medicina Dificilmente hay un pueblo que haya presentado més escdndalo, y haya conguistado menos liber- tades, menos prosperidad y menos civilizaci6n, Tiranias y cesarismos por parte de los gobiernos ambiciosos y corrupeién por parte del pueblo, esto es lo que resalta, al recorrer los anales de nuestro pasado. Son muy raras las excepciones los répidos perio- dos en tos que la ley la justicia a libertad, el pro- reso y la virtud, han sido el programa del poder ¥y en los que, el respeto al principio de autoridad, cel buen ejercicio del derecho y el amor a las insti- tuciores y a la patria, hayan sido el sistema de la vida cel pueblo. Esos dos elementos caracteristicos de Bolivia, autocracia y demagogia de los pueblos, la han perdicl. Basta recorrer el destino que ha cabido acada uno de nusstros mandatarios. Semejantes a los reyes de la Espaia goda o a los autscratas de Venecia en los dias de su corrupcién, todos han dejado una memoria que lamentar. Sucre, el inmortal soldado ~ filsofo, funda la Repablica y el fanatismo le troza el brazo vence- dor de Ayacucho. Mas tarde muere asesinato fue. rade Bolivia, Blanco, es asesinado en la Recoleta de la capital Santa Cruz, es desterrado y no vuelve mas a la patria Ballivign, derrocado, muerto en la proscripcisn, Bélzu, muerto por Melgarejo en el mismo salén fen que muere Morales. Vol7 N# 1 - enero = junio 2001 Céedoba, asesinado en su lecho por Yair Linares, derrocado y muerto en la proseripeién. ‘Ach, muerto por las persecuciones de Melgareo. Melgarejo, asesinado por su hij politico. Morales, enfin, asesinado por su sabrino La moralidad universal oculta el rostro ante este cuadt. Moisés Alcazar al referirse a estos hechos en Pa- ginas de Sangre dice: “Mientras se desarrolla el drama, el combate es incesante entre el despotis ‘mo y Ta ley la tirana y ta libertad, la fuerza y el derecho, El absolutismos imponiéndose en épo- cas de turbulencia y asonadas donde el hombre insurge en medio de una tempestad de sangre y violencia, arrojo y audacia, caldo de revoluciones propio al a proliferacién de los “caudillos uertes ccomo los colores de nuestra bandera y sabor pi- ccante como nuestro ajf” en concepto de Roberto Prudencio”. Pedro Agustin Morales naci6 en La Paz, el I! de mayo de 1808, hijo de Pedro Morales y Antonia Hernandez, ambos espaiioles, sobrino del Mayor General D. José Maria de Urdininea, uno de los proceres de la independencia, Ingres6 al ejércto a los 16 alios, casi al terminar la lucha contra los espanoles, que habian esclavi- zados la patria por cuatro siglos. Escribe el historiador de! Ejército de Bolivia D. Julio Diaz Arguedas: “La figura militar del gene. ral Agustin Morales se perfila en primera linea entre los que lucharon defendiendo fa soberania nacional y las instituciones patrias. Cerca de cua- renta aflos consagrs al pais sus servicios sobresa: 132 Dr. Walter Arteaga Cabrera Vol7 NE nero junio 2001 Archivos bolivianos de historia de la medicina Tiendo por su audacia y bravura sin ejemplo en los distintos campos de batalla en que le toco actuar Su nombre figura en las paginas de la historia militar defendiendo unas veces la integridad na- cionel y otras veces las libertades holladas por la tirania y ta dictadura”. “Joven de temperamento inquicto y nervioso, se siti atraido por la dura y fatigosa vida militar e ingres6 al ejéreito en 1830, organizado por el Ge- neral Andrés de Santa Cruz, quign le otorg6el gra- do de Subteniente en 1835, destinandole su ayu: dante de érdenes, Morales demostrd el temple de su alma militar en has: uumpatias de la Confederacién, asen las bata Mas de Yanacocha, Uchuma: o, Socabaya y Vischongos, mostrando constantemente bizarria admirable, ardor, sangre fria, audacia, por estas razones el Protector lo cita en una “Orden del dia como “Valiente entre los valientes” Su audacia fue conocida de sus eamaradas, ascen- diendo de grado después de cada batalla, en 1838, era ya capitan. En 1841 se cubre de gloria en los campos de Ingavi, habiendo sido ascendido al dia siguiente al grado de Sargento Mayor. Se ret a Ja vida privada, después haber dado ala patria no solo su entusiasmo sino su voluntad férrea y su espiritu de amoral eercito. Se vio involucrado en Ia persecucién que sufrfa su suegro el general Lopez, mas tarde sacrificado en Oruro, Contribuy6 a la rendicién del coronel peruano Pornes, mereciendo por esta actividad el dictado de “Primer Capitén del Bjérito”. Pero pese a ello Jo encontramos en la revolucién de Tupiza del 19 de febrero de 1839, en el alo 1840 es Coronel y ‘Comandante General de! Departamento de Poto. Colabors con la administracidn del general José Ballividn en 1847, afio de Ia eafda del Vencedor de Ingavi, EI 10 de marzo de 1849 acta como revoluciona- rio contra Bélzu a quién ve por primera vez, pos: {eriormente le apoyé en la levantisca democratica de la cholada, frustrada al revolucién a los 7 dias fue saqueado su almacén en Cochabamba, ya que Viviaentregado al comercio, no solo saqueado sino incendiado, habiendo experimentado la pérdida de 167.000 pesos. Bélzu no atendis su reclamacisn Vivi6 alejado del ejéreito por 12 afios, tiempo en que sus esfuerzos los dedies a combatir a Bélzu, habiendo intervenido en el fraguado asesinato en contra de esté el dia 6 de septiembre de 1850 en el Prado 0 Alameda de Sucre. Vivi6 como proscrito hasta que fue rehabilitado por Linares, con el car- go de Comandante General de Chuquisaca, Des- pugs de la Canteria en 1859 nombrado dipurado por Sucre es rechazado por el Congreso que se reunia en Cochabamba, En 1865 alos dos meses de haber sido asaltado el poder por el general Melgarejo fue ascendido a General de Brigada por haber vencido en Oscara a los generales revolucionarios Velasco Flor y Avila, pero pudo més la descontianza del tirano de diciembre, es juzgado y condenado a muerte ‘pero por infTuencia de sus conmilitones es confi- nado a la provincia Caupolicsn, pero fuga al Perd, donde un buen dia es nombrado Cénsul General de Bolivia en Lima, Archivos boliviangs de historia de la medicina \Vol7 Nt enero junio 2001 EI pai Melgcrejo y sus colaboradores, y es ¢! momento estaba desorganizado por obra de de act dir a Morales, 1os pueblos del Norte lo tla- ‘man para organizar y dirigir la cafda de Melgarejo yee dia 15 de enero de 1871 derroca junto al pue- blo de La Paz al tirano que huye al Peri, sta epo- peya fue magistralmente escrita por A. Aspiazu, guign llamo a este dia el Magno. La Asamblea Nacional lo asciende al alto grado dde General de Divisi6n, “en premio a sus relevan tes servicios ala patria” Después aparece su figura como libertador,el ven- cedor de Melgarejo es nombrado Presidente Provivorioen 1871 y Constitucional 1 22 de agos- to de 1872. Se present6 entonces, Morales con la {forme la “mas libertad menos gobierno” En Scere se reunis la Asamblea el 18 de junio de 1872 con representaci6n genuinamente popular, {odos elegidos en la més amplia libertad. Congre- so rarfsimo en Bolivia, por su independencia a diferencia de otros que eran un conjunto de laca- ‘yos del poder ejecutivo. Morales dimite ante la Asamblea, un poco mas tarde el 21 de julio se pre- senta a la misma Asamblea “Lleno de furor y ¢6 lera, stropellando al centinela, harto de imprope- ios, insultos y amenazas a los representantes con la palabras més soeces y groseras, concluyendo por retirar su renuncia”. El tiulado Libertador descendié al fango de lo tiranos vulgares La poblaci6n de Sucre qued6 asorada por esta ac titud. La Asamblea ofendida trato de disolverse, pero la satisfaccién dada por Morales hizo que continuara sus labores. Al afio siguiente los comicios populares le favo- recieron con 10.470 votos, el congreso reunido en La Paz, le invisti6 con las insignias del poder el 25 de agosto como relata Nicanor Aranzaes. Entre los muchos problemas que tiene que resol- ver la Asamblea esta el ruidoso ltigio entre la empresa minera Arteche y el gobierno, que pre tende hacer electiva la cuarta estaca minera co. srespondiente al ramo de instrucci6n, La noche del 24 de noviembre hizo dar una cen ccerrada con una banda militar situada en Ia puerta dol Salén del Congreso, habiendo mot de la re- presentacidn nacional, toda dirigida por Dava, otra banda penetrs hasta la barandilla, La confusisn fue espantosa habiendo fugado los mis de los di- putados. El oficial de guardia Lavadenz eumplis su deber resistiendo a la fuerza militar, solo ha ‘fan quedado el Sefior Tomas Frias yel presbitero Juan de Dios Bosque, presidente de ta Represen: tacisn Nacional y el Doctor Napoledn Dalens. se cretario, Enel salin de descanso y el patio se erefa que un batallén habia entrado a sacrificar a tos diputados. Era natural el desorden y confusién. Victimas de ella el doctor Jacinto Villamil al sal- ‘ar una pared, se fracturé las dos piernas, falle- ciendo dos meses més tarde por complicaciones e estas lesiones. El dia 25 se presents con todo el aparato oficial, Morales ingress en el Sakin del Legislativo, cu vyas bancas estaban v: fas y después de una alo- ccucisn soe7, injuriosa y destemplada, declaréclau- surado el Congreso con estas palabras finales "se- ores clausuro esta Asamblea y declaro ante el pais {que los convencionales del 72 han sido unos trai 134 Dr Waller Arteaga Cabrera Vol7 Wt -enero junio 2001 Archivos bolivianos de historia de la medicina ores y unos vendidos ...) Paceios més libertad y ‘més riqueza". Palabras muy semejantes a las pro- ferides el 21 de junio en la Asamblea Constitu- yente, mas ofensiva, mas meditada con un pro grama de un porvenir luctuoso. Eseribe Jenaro Sanjiez: “Era la demolicién de! edificio levanta- do el 15 de enero en 1871 y el retroceso al 28 de diciembre de 1864, Morales regresé al palacio a través de una multitud que te miraba mustia, azo- rada, lena de tristeza, Contemplaba ella al gran caudillo de la libertad, {que dos afios antes exactamente en igual dia y en la propia hora, 25 de noviembre de 1870 atrave- sandy el mismo trayecto en espléndido triunfo, ‘cubierto de flores y coronas en medio de aclama- clones y vitores entusiastas”. EI dia 26 dimiten Terrazas, Comal y Garcia. EI presidente Morales hace lamar a su preterido, confidente y amigo doctor Corral, Hega al Palacio a horas 15:30, la entrevista fue muy violenta y agria, Morales dirigié a Corral bras injurio- ‘sas, Vejatorias y amenazantes y quiso estropearlo de hecho, lanzsindase sobre el pero se Io impidie- ron su hijo José el general Sanjinez Lafaye, el Coronel! Daza y don Fernando Valverde que se hhallaza en el sal6n. Daza que evita el ultrae, el ‘ministro Sanjinez viejo camarada le presenta el pech» y le dice “pega aqui”. Sanjinez y Valda lo cond cen hasta su escritorio donde se encontraba el do-tor Nicanor Iurralde cirujano mayor, que lo lev6 fuera del palacio para apaciguarlo durante el paseo que daban por la plaza. La revolucién parecia inevitable Morales esa no- che recortié los cuarteles, Hlamé a sus més fati- ‘mos amigos les conjuro acompafiarlo en la nueva situacidn, En Ia tarde del 27 de noviembre “expide un de- cereto nombrado al general Ildefonso Sanjinez para ue se haga cargo del despacho de todos los mi- nisterios” Documento publicado por bando esa misma tar- de. Pero en verdad, ;edmo era el presidente Mo- rales? J.D. Cortez en su Diccionario Biogritico Ameri ano en forma breve, concisa, hasta irénica apun- ta: General Boliviano, Fue uno de los presidentes de Bolivia, y attulo de tal ha tenido que suftir ka misma suerte que casi todos ellos; |Morir asesi- nado! M. Aleavar lo describe asi: “en medio de séquitos brillantes recorria el militar engreido los pueblos dela Repub ciones recogiendo el fervor efvico, traducido en 1, después de la convocatoria aelec- apoteosis incomparable. El caudillo se ergufa ya- Tardo en la dspide de su gloria que inundaba de splendor su continente marcial, alto y muscula- do, con enorme cabera, que descansaba sobre su fornido corpachén, pelo tupido, gris y éspero, sus ‘ojos verdiones y rasgados, sombreados por unas wejas negras y revuellas, Las fac ones rudas, Ia piel de color aveitunado. sus enormes bigotes obscuros seguidos de una pera no menos enorme, dindole aspecto de Hiereza y bravura que la admiracién popular reconstruia ‘como la imagen de un eapitin bizarro y legenda- Tio (..) audaz, ambicioso, valiente, alimentaba en 135 Archivos bolivianos de historia de la medicina \Vol7 Nt - enero junio 200% su pecho fuertes pasiones y era capaz de tomar ‘venganza o justicia por sus manos cuando se creia defraudado” Félix Reyes Ortiz lo describe asiz “EI Sefior Morales, de una constitucién herciilea, de un genio susceptible, de espiritu dominador, tenia 'e, infalible en sus ideas, y crefa que solo él podfa obrar el bien, sin ley infalible en sus ideas, Consumido por el ardimiento de su patriotismo segiin expresiGn del seiior Frias lo hemos visto ir sin detenerse, arrebatado por una fuerza superior, de error en error sin poder afirmar el pie, como luna hoja que arrastra la corriente hasta la noche del 27 de noviembre de 1872, inmortal en los fas- tos de Bolivia, por as transformaciones alas que dio lugar un hecho tan espantoso”. A. Arguedas, con su espiritu ciustico escribe, “Un hombre de vida agitada, sinuosa, ruda y que por propia experiencia conocia a fondo la psico- Jogfa de sus compatriotas Sunifez desamparada, teniendo que rodar de casa en cata para ofrecerse y servir come doméstico, las du-ezas de fa Vida, el maltrato de sus patrones, Gebido quizss a la mala indole de su caréeter le habia smpujado al cuartel desde muy joven, como se dijo, pues alos 16 alos era soldado y el cuartel ‘entonices no era escuela de primeras letras, ni ins tituto de educacién, de boxeo y, més que gimna- sio todavia, gatito y casa de tolerancia donde los juegos de azar se practicaban sobre el lecho tendi- do en el suelo de las mancebas (..). La intriga, la falsedad, el disimulo solo se ponen en juego cuan- do se quiere conquistar honores y riquezas en pu: blos en juego cuando se quiere conquistar hono- res y riquezas en pueblos de escasa cultura y de sangre nada limpia, es decit mestizos; Morales era angurrioso interesado, egoista acaparador. Alco- hol, dados y harajas, mujeres, tabaco eran com- plementos. Pricticas depravadas, tal como de Napolesn 0 Byron que mantuvieron amores con sus heema- ‘nos, porque sise deja dar crédito al rumor corriente y aceptado por todos aquellos dias y recogido por G.R. Moreno y francamente delatado por D. E. Uriburo, secretario de ta Legacién Argentina en Bolivia y en el Peri. Morales tuvo inclinaciones marcadas por su hija sino que profand filial, convirtigndolo en télamo de torpe mance bia El relato del argentino fue copiado por A. ‘Arguedas, D.E. Uriburo en su libro nos hace eo: nocer algunas deformaciones de la guerta del Pa- fico, sta version no tiene una fuente documenta sos tenible el libro que eseribid es de anéedotas de smal gusto, Las actitudes del presidente Morales, desde un punto de vista de la psicologia que asume impor- tancia son la soberania y la edlera desatada por e] alechol (coflae) que bebia, sumados a su fuerza hacen del hombre colérico, iracundo, torpe, cor igrega.a los suyos y a quienes le segufan excitando inquietudes y sediciones en el dnimo de los que le rodeaban, Céceres Bilbao eseribe estas lineas que son como un epitafio. "Asi concluys aguel coloso del valor militar que si se envanecis y cometié tan graves errores, que pe cisamente por la acelin Dr Walter Arteaga Cabrera Vol7 N? 1 enero junio 2001 Archivos bolivianos de historia de la medicina setvil ¢ incondicional de los aduladores, que son siempre los “bufones politicos’ Para J. A. Morales su hijo el principal bufén fue Casimiro Corral. vamente era un hombre tallado en Hércules, alto fornido musculoso, Frente estrecha y depri- ‘ida. pelo gris y éspero, corte poblado, pabladas cejas toscas y ojos medio verdes como un estan- «que de aguas dormidas a la sombra de un bosque. piel morena de toscas las facciones, espesos bigo- tes obscuros y una pera enorme. Manes anchas, eruesas, callosas, pies grandes, y saliendo de ese Pecho gigante una voz atiplada, femenil, aunque con entonaciones duras. Llimanle despectivamen- te el velero porque. hijo de humildisimas gentes sus padres habian ganado su vida vendiendo ve- las", En Ia mafane del 27 de noviembre de 1872, co- trfa el rumor de estallar la revolucién al medio dia, «esa hora se veia grupos de ciudadanos ar- ‘mad, la mayor parte con revélveres i los bata- ones al apronte. Pasakda esa hora tan esperada, 1 silencio popular fue roto por un bando que publi- ‘cada el docret sreando una Secretaria general ‘encargada al general Sanjinez. Laproclama de A. Morales no circulé, pero si mis tarde se public6, en la proclama offecia cumplir ccon su deber sobreponindose ala situacién con tranguila consciencia, ‘Antes de la tragedia hizo lamar a sus hijos y pri- ‘mos i su amigo y confidente Saturnino Medeiros, {odos se retinen en el comedor, su hija Mercedes, varios sobrinos, entre ellos Julio Lafaye y su es- posa, BI drama comienza a notas 21, 45 de ta noche, recibe el presidente un aviso que contenta prot ‘blemente la denuncia seereta de una conspiracin ‘eva una intriga de sus mismos enen os. Llegs este sector del palacio el coronel Ezequiel Pena Yy conversaron en secreto los dos personajes, said del ambiente donde habsa tenido la entrevista. Se advertia en el rasta del presidente un cambio. En tuno de los salones contiguos al escrtorio del pre sidente, habian dos mesas de rocambore infinitos ‘mosqueteros, jugaban vast todos los ed hhabian recibido orden de dormir en el pal nes que tahan junto a ellos Saturnino Medeiros jugando eon Macario Barron, Coronel Motina, Lucas Aparicio, parado junto a una mesa de rocambor el teniente Coronel Federico Lafaye sobrino del pre- sidente que desempemtaba el cargo de Segundo Jefe del Escuadrén de Rifleros Spencer. cuyo primer Jefe era el Coronel Nicanor Lavadenz En ese momento abriendo la puerta con estrépito sale Morales al Salén, todo colérico Hama a su edeciin José Lavifia, se lanza, lo ultraja de pala- bra. Lo acomete a golpes. los levanta y arrastra hacia una de las ventanas que manda a abrie para artojarlo ala plaza, no pudiendo cumplireste acto. fa arranca la hoja de la espada, este momento se interpone Lafaye y con palabras suplicantes, de ruego y ayudado por Medeiros trata de ealmar al Wo, J. Sanjinez describe el cuadro asi ‘El hombre en cl frenesi de su vélera, parevia hie ber doblado su gigantesca talla y que con sus he: {cules manos iba a deshacer a todos (...) cuando, desaparece Lavifa pregunta por Tomas Silva, ésta, BT Archivos bolivianos de historia de la medicina Vol7 N* 1 -enero junio 2001 hhabia logrado evadirse. Se lanza sobre el coronel Lavadenz y con dos pufietazos en los hombros le dirige estas palabras “Coronelcito dicen que Ud. también quiere hacerme la revolucién: vaya Ua. pues 1 hacerla yo lo autorizo” Lavadenz contes ta” Pero ni general como cree Ud, que yo pueda hacerle revoluci 1"? y Morales vuelve a acome- terlo, Lafaye se interpone entre ambos siemprecon expresiones de ruego, Entonces Morales le da un empefiin y lo hace retroceder unos pasos. Lafaye con azento de reproche le dice “pero tfo como ul- rai ‘mi también” y le da un segundo empellén, retirandose hacia la puerta de su eseritori, En su declaracién Federico Lafaye sostiene: ‘No harfan tres minutos que me hallaba ali, cuan- do salid el general Morales preguntando por el Comendante Lavina (su edecéin después de expli car el maltrato a Lavifia continua: Le supliqué con las tiernas palabras para que se contuviese y no ccomeliera tales escéindalos; y Morales se aparto {de mi, pues lo tenia abrazado (...) después de Ila ‘mar a Tomas Silva que tomé las de Villadiego se tropes con el coronel Lavadenz y dirigiéndole algunas palabras injuriosas, lo agarr6 también a trompones. Entonces me volvi a interponer supli= céndole que por el honor de su puesto y el decoro de nuzsira familia no cometiese tales excesos, y {que si sospechaba de estos jefes los hiciese tomar presos y los juzgase, con otras reflexiones de este tenor. Fue entonces que Morales me pego un pes- coz6n que me hizo retroceder dos o tres pasos, volvé yo a la acercarme él |, sim hacer caso de su primera injuria, porque adverti en su actitud de volver aemprender con el corone! Lavadenz 0 con algsin otto, pero al acerearme para calmarlo me Presidente LA, Morales ¥ se Feilerico Lafave in y sobrino volvié a golpear otro pescoz siempre “sigue pues”. Como pudo cambiar el iritado presidente de fisonomia de un momen- to a ctro, como un relémpago la faz del que ultra- jaba a Lavilia, no era y la victima resignada de Lafaye. Después de caer el Sr. Morales, oprimis eon Sus manos el corazsn, levanto los ojos como invocando a Dios, pues era muy religioso y dio el sltimo jay; en brazos de un sefior Ugarte ‘Sigui6 un silencio sepuleral, solo imterrumpido por los gritos de su hija la seRorita Mercedes. José Agustin Morales, (hijo del general) escribe: ‘Son las nueve y cuarto de la noche, hora en que el presidente constitucional de la repablica gene- ral Agustin Morales es asesinado en su propio pa- lacio con siete tiros de revélver, por su sobrino y protegido Federico Lafaye, bajo el pretexto de hhaber sido ultrajado en presencia de varios de sus cedecanes, por constituirse en defensor de uno de ellos.- Morales nacié en la ciudad de La Paz el 11 de mayo de 1808. Atrafdo por la milicia, como la ‘maycr parte de Ja juventud de esa época, emula de las glorias conquistadas por los guerreros de la inderendencia; comenz6 su carrera como oficial come ayudante del general Santa Cruz, cuando el prote:torado de la confederacién Perd — Bolivia ra, concurriendo a las campaftas de Yanacocha, Uchumayo y Socabaya, y dando pruebas de un valor y decisin nada comunes’ También estuvo cen la batalla de Ingavi y en casi todas las luchas del pais. (..) Morales supo de su pre- {endiddo asesinato desde por la mafiana, por avisos recibidos lacalley enel palacio, reiteradan ente, por medio de simples papell y esquelas: y aun verbalmente, en audiencia solicitada por el Villea, Jefe de los indigenas comunarios, que lo amaban y tenfan como de padre, por haberles hecho de- volver sus terrenos de origen, detentados por el gobierno discrecional de diciembre y de sus nu- merosos sateitales, pero, convencido de su hon- radez funcionara y de no haber hecho mal a per- sona alguna; nunca se imaginé que el brazo tem- bloroso de un favorecido suyo, fuese el encarga- 4o de eliminarlo del mundo con safia incalifi ble, para que a su sola noticia se bebieran copas de satisfaccién con los dineros aun sobrantes de la Sociedad Arteche y Comp Esta es la versidn de M. Ordéiez Lopez y L. S. Crespo: "Aun esti de pie la vicima, cuando Lafaye e nile habla, Todos los concurrentes estupefactos, ven un instante des: deja el salon, Nadie lo dete pués caer a Morales, que oprimiendo su corazén ‘con ambas manos y exalando un jay! Espira en brazos del capitin Ismael Ugarte” versign muy parecida a la descrita por otras personas testigos dl erimen Pasadas las 1Ode la noche Hilarién Daza hace Ila- mar al General Ildefonso Sanjinés, ministro de la Guerra, los amigos intimos, el abogado Fernando Valverde y ef coronel Rafael Diaz Romero, para decidir aspectos sobre Ia situacién tan desespera- dda, a horas 11 aman a Tomas Frias que indica {que esta estiien cama y que asistiria muy tempra- no al palacio! RECONOCIMIENTO MEDICO - LEGAL DEL CADAVER DEL PRESIDENTE MORA- LES “Ein la ciudad de La Paz, horas once del dia 28 de Noviembre de 1872.- Ante mi el sefior jucz, el 139 Archivos bolivianos de historia de la medicina \Vol7 Nt enero junio 2001 alguacil hizo comparecer a los médicos DD Vi- cente Lépez Nicanor Iturralde y Manuel B. Mariaca, mayores de edad, de este vecindario, el el 3° casados, y el 1° soltero, profesores en ‘medicina, quienes reconocieron la cédula de cita- cin y juramentados en forma, para proceder se- atin sticiencia y conciencia y después de un préji- mo examen del cadaver de S.E. el Presidente de laRepublica D. Agustin Morales, dijeron: que han encontrado en la regiGn facial y sobre el lado iz. ‘quierco e inferior del pémulo una solucin de con- tinuidad, cubierta por una solucién plastica: en seguida otra igual situada en la parte media y su- prior del esternén: otras dos situadas en la region, lateral izquierda a nivel del pulmén: otraen la parte lateral posterior € inferior del mismo lado: tt ‘mamente otra situada sobre la regién abdominal hhacia #1 hipocondrio izquierdo. Todas estas lesio- nes producidas por la accisn de proyectles, | zados por un arma de fuego de pequetio calibre, hhan lesionado en su trayecto érganos importan- tes, como son, el cerebro, el corazsn, el pulmén y el vas», produciendo la muerte como consecuen: cia de esta clase de heridas. Leida que les fue, per- sistieran en su tenor, y firmaron con el Sr. Juez y Actuario, doy fe Alvarez S. ~ Nicanor Iurralde ~ Vicente Lépez~ Manuel B. B, Mariaca.- Ante mi, Juan O. Silva, Actuario Public El antra entregada por Federico Lafaye es de cali- bre menor de la fabrica Schmit, de siete tiros y en estado nuevo. Arma que sostienen algunos fami- liares '¢ fue entregada en una legacién acreditada en La Paz, (arma que por el tamafio se Hamé pos- teriormente “mata Morales"), Enrique Finot resume su pensamiento de esta manera: “Asi Murié Morales, victima de su pro- pia vesania, alos dos aftos de haber encaberado la \ltima accidn armada contra Melgarejo y alos ues ‘escasos de haber asumiido la presidencia constitu- de 1848, y de dofia Ignacia Lépez, herma- nade Ia esposa de Agustin Morales, dofa Petrona Aranzaes, N. Diccionario Histérico del De. partamento de La Paz. Casa Editora, Talleres Graficos “La Prensa” La Paz, 1915.517.$21 Léper. Las Revoluciones de Bolivia, Perseguido por el presidente Hilarién Daza, ‘Casa Editorial. Tlleres Graficos ereyéndolo conspirador contra su gobierno y lo ‘La Prensa’ La Paz. 1918, 276. obligo a vivir profugo en las montafias de Yungas. 287. Finalmente, después de un largo proceso judicial Arguedas, A. Los Caudillos Bérbaros. ~ His en fecha 30 de enero de 1878 la Asamblea Nacio- toriador ~ Resurreceidn nal Constituyente le concede el indulto (Ricardo La Tragedia de un Pueblo José Bustamante, presidente, Abdon Ondarza, di- (Melgarejo ~ Morales). 1864 — putaco secretario y Samuet Velasco Flor diputado 1872. Editorial viuda de Luis Seerctario), Tasso. Barcelona, 1929, 253, 375. Vivie perseguido por su propia consciencia, du rante los diez afios de la libertad obtenida,falle- Céeeres. B.P. Bolivia: Et Senado 1825 ~ 1925. Litografia e Imprentas Unidas La Paz, [41 153. Sin fecha ciendo en Potosf en el mes de octubre de 1888, Asis: cierra un capftulo de la historia de Bolivia Camacho, J. M. Compendio de Ia Historia de Bolivia, 11° Edicién mejorada, ‘ho destino de Bolivia, donde todavia las i- tervenciones personales suelen cambiar el curso Editorial Renacimiento. La Paz de la historia, Si otro Lafaye, pocos aos antes, Ion) a3 vos hubicraimerpuesto en el camino de Melgareo, el Corte, J.D. Diccionario Biogrético Ameri- Lestino del pais habria cambiado en algunos de sus aspectos mas deplorables, eee Tat Archivos bolivianos de historia de la medicina Diaz, A.J Finot, E. Gutiérrez, A. Guzman, A. ‘Tipografia Lahure, Paris. 1876, 324, Los Generales de Bolivia (Ras- g0s Biogrificos) Imp. Inten- dencia General de Guerra. La Paz, 1929, 214,218 ‘Nueva Historia de Bolivia (En- sayo de Interpretacién Sociolé- gia), Publicaciones de Ia Fun- dacién Patiio. Imprenta Lépe7. Buenos Aires. 1946, 279, 283, EI Melgarejismo antes y des- pués de Melgarejo. Imprenta Velarde. La Paz. 1916, 324,343, Jenaro Sanjinez. Estudio de una parte de su tiempo y de sus obras.- 1870 1876. Escuela Ti- pogréfica del Colegio Don Bosco. La Paz. 1917, Libertad 0 Despotismo en Boli- via, El Melgarejismo Antes y Después de Melgarejo Gonzales y Medina, Eaditores, La Paz, 1918, 282. 304, Los Colorados de Bolivia Gonzales y Medina Editores. La Par, 1919, 265. 286, Lafaye, F Morales, 1A. Ordsriez. L. M. Piérola, L. F. Sanjinés, G. Uriburu, DE, ol7 N® 1 - enero junio 2001 Apuntes para la Historia de Bo- livia. Vindicacién Acerca de los. Acontecimientos de la Noche del 27 Noviembre de 1872en la ciudad de La Paz. Tipogratia de ‘La Luz”. Tacna, 1873. Los Primeros Cien Atos de la Repablica de Bolivia. Tomo II 1861 ~ 1890. Empresa Editora Veglia y Edelma. La Paz. 1926. 303. 313, Bosquejo de la Historia de Bo- livia. Imprenta y Litografia Bo liviana La Paz. 1912, 377, 386. La Patologia en la Historia, El Fin de los Presidentes de Boli- Revista Argentina de Historia de Ja Medicina Buenos Aires. Alo TM, N°. 39. 1, 1944, Apuntes para la Historia de Bo- livia Bajo la Administracisn del General D. Agustin Morales, Imprenta de “El Comercio Loayra $2, La Paz. 1898 Episodios de la Guerra del cffico 1879 a 188. Compafia Sudamericana de Bi- etes de Banco. Buenos Aires, 1899, 78, 97 12 De Wailer Avieaga Cabrera

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