dConforme a lo descrito en páginas anteriores puedo decir que en Guatemala se tiene una “visión
clásica”8 del consumidor en el mercado, considerándosele como la parte débil de la relación
contractual al enfrentarse a contratos de adhesión que, si bien es cierto, cumplen con los requisitos formales de ley y algunos inclusive con el visto bueno de la Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor – DIACO -, es sorprendido en su buena fe al momento de contratar servicios o adquirir bienes al no brindársele la información suficiente y clara previa a la aceptación; porque, aunque en ocasiones la información pareciera ser suficiente, la misma se da de forma confusa, empleando tecnicismos inteligibles, inclusive a altas velocidades que únicamente complican la toma de decisión del consumidor.