COMUNICACIÓN COMO CIENCIA Y COMO OBJETO DE
ESTUDIO
Es notorio que la comunicación invade
todos los aspectos de la vida. Es una
actividad cotidiana que se utiliza para
experimentar, conocer y relacionarse con
los demás, para lo que no hay necesidad
de tener conocimiento teórico alguno
sobre ella.
La comunicación es por ello un
instrumento del que nos valemos para
alcanzar nuestros objetivos. El hecho de
que se utilice y se analice como un
instrumento no significa que la
comunicación sea solo un utensilio.
Hablar de ciencia de la comunicación
implica tener total claridad en torno a lo
que se entiende por comunicación, un
término polisémico que ha dado lugar a
múltiples definiciones. El SCDCA asume
que la comunicación es el objeto de
estudio de las ciencias de la comunicación,
sobre todo por los medios de difusión
masiva, y han generado actos empíricos
sobre alguna de las aristas que componen
el fenómeno comunicativo.
Una vía es construir una Ciencia General
de la Comunicación, una única
Comunicología General, que atienda un
gran objeto de estudio del que se
desprendan otros.
Con la comunicación siempre se consigue
algo, desde los asuntos más importantes y
trascendentes de nuestra vida hasta los
aspectos más mínimos de lo cotidiano.
La comunicación es experiencia,
aprendizaje, evolución biológica e
histórica, conciencia, también las
condiciones que caracterizan el capital
cognitivo disponible o, lo que es lo mismo,
los discursos socialmente vigentes.
Se aprecia un enfoque primordialmente
sociológico en el abordaje de la
comunicación desde el campo académico
de la comunicación; un enfoque que
continúa viendo la comunicación desde
estructuras conceptuales de la sociología y
no de la ciencia que debería cobijar estor
trabajos, la Comunicología.
Otra vía es construir varías aproximaciones
teóricas comunicológicas. Éstas deberían
atender las diversas dimensiones
comunicológicas:
1. Difusión.
2. Interacción.
3. Estructuración.
4. Expresión.
5. Observación.