asume la responsabilidad y la prestación de un gran número de servicios, como educación o sanidad, de forma poco indiscriminada y sin coste para el destinatario directo de los mismos. El servicio es realizado por funcionarios del estado y su coste se cubre con los presupuestos generales del estado. En los últimos años, el estado providencia o de bienestar ha hecho crisis por su alto coste, elevada presión fiscal, desmotivación del individuo e ineficacia en el gasto, en este sentido, podríamos afirmar que las políticas de bienestar o políticas sociales son la expresión del poder organizado para responder de forma explícita a los efectos derivados de la economía de mercado.