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LA CONCEPCION DEL SUJETO EN EL PENSAMIENTO DE ENRIQUE PICHON-RIVIERE* FUNDAMENTOS PARA UNA PSICOLOGIA DEFINIDA COMO SOCIAL “El hombre es un ser de necesidades que sdlo fe satisfa- cen socialmente, en relaciones que lo determinan.. .”. Dr. E. Pichon-: Rit re, 1973. “Entiendo al hombre como configuréndose en una activi- dad transformadora, en una relacién dialéctica mutuamente modificante con el mundo, relacion que tiene su motor en la necesidad . . . La elaboracién de un criterio de salud al que nosotros Namamos adaptacion activa, significa el andlisis de las form que reviste la relacion del sujeto con el mundo, de las perspectiva integradora, y tiene capacided para realidad, transformandose a la vez él mismo... Festa activamente adaptado en la medida que interjuego dialéctico con el medio A toda reflexion cientifica, y particularmente a ia xion psicologica —dada la indole de su objeto= una concepcion del hombre. Una hipétesis acerca de esencia y el origen de ese conjunto de procesos que tuyen, més allé del orden animal, una nueva imstanciaz orden historico-social, lo especificamente humane. Esta concepcion del hombre nos remite, en tanto inscribe en ella, a una Weltanschaung, un sistema de sentaciones latentes, no necesariamente explicitado em discurso y que refleja como sistema representacional, distintas practicas de los hombres. Decimos subyace, hablamos de su condiciém ne riamente explicita. Queda por plantear, que aim desde: latencia determina la problematica. Esto es: la del hombre, de la naturaleza, de! orden social e de sus interrelaciones se constituye como lugar explicito o implicito desde donde se plantea eb del sujeto y su comportamiento. ill ” Jos hechos mismos. Pero se sittia, en tantu ser social, en esa actica, desde el interior de un sistema social de represen- taciones, que tiene sus condiciones de produccién, de emer- gencia, en el complejo de relaciones sociales, culturales, economicas que constituyen el escenario (contexto) de su tarea. Quien investiga en el campo de los procesos psfquicos, indaga sus leyes a partir de su practica concreta, pero se sitia frente a esa practica y la interpreta desde su concep- cion del orden natural, del orden social e histérico y su convergencia en el hombre. Esa concepcién opera como 6ptica, como perspectiva de abordaje y comprensién. Esta presente en el salto de calidad que implica el pasaje de la experiencia clinica a la interpretacion y conceptualizacion de esa experiencia. Se manifiesta como concepcién del sujeto. Emerge en las hipétesis acerca de los determinantes en ultima instancia, de los procesos a investigar. Pero a su vez, esta concepcion orientadora, este lugar tedrico, no permanece necesariamente estatico en esa con- frontacién con la practica en un sector de lo real. Es susceptible de desarrollos, rectificaciones y ratificaciones. El sostener una determinacion social de la practica desde los sistemas representacionales que operan en una sociedad, no significa negar la dialéctica del conocer. Ante lo expuesto puede surgir una pregunta. ;Esta Presencia fundante de la concepcién del mundo, de la Weltanschaung en la elaboracién de una practica, no impli- caria una posicion escéptica en cuanto a la posibilidad de un conocimiento cientifico? Como opera un sistema so- cial de representaciones, una concepcién de la naturaleza ‘lumana en la elaboracion de una psicologia cientifica? gSe ‘trata siempre de un “a priori imaginario”, con que se h cularmente a partir de la tarea de reflexion que realizaramos el Dr. BE. Pichon-Riviére y yo. Hemos preferido redefinir los términos de dicho d rescatando la inclusion de un tercer factor, la base Jos intereses sociales objetivos que expresa cada concep de lo real, cada Weltanschaung, como reflejo de las p cas de los hombres articulados en una sociedad d nada. Queda eludido asf el falso dilema de naturaleza solapa- damente idealista en la que qued6 atrapada la epistemologi francesa: Ciencia 0 Ideologia. La relacion se plantea entonces entre: 1) Concepeién del mundo, del hombre y la historia. 2) Base social obje- tiva, intereses sociales que esa concepcion expresa. 3) Cone cimiento objetivo. Esta linea orientadora en el andlisis del valor cognosciti- vo de cada Weltanschaung como sistema de ideas, en la critica de las concepciones del hombre y la historia recono- ce antiguos antecedentes en la historia de la filosofia. Es John Locke, en el Ensayo sobre el entendimiento huma- no, en el que refuta la postura idealista acerca del innatis- mo de las ideas, quien en primer término elabora esta hipotesis. Para Locke las ideas emergen de la experiencia, ¥ el interés social —no el individual— determina los juicios de los hombres en el dominio de la vida social. La posibilidad de que la concepcién del hombre como obstaculo epistemologico en la elaboracién de psicologia cient{fica no depende de su relacion con un nive “jdeologico”, de su pertenencia a una Weltanschaung, de menor o mayor grado de formalizacién, sino de las cara¢ risticas de los intereses sociales que expresa. De alli dra su cardcter de sistema de representaciones ocull distorsionantes, de pseudo conocimiento o s\ nd conocimiento objetivo, desocultante, desmitificador, 0 implica? La existencia, en un " més de de El proceso de conocimiento humano tiene su fundamen- to en necesidades materiales que los hombres resuelyen a partir del establecimiento de relaciones sociales. En conse- cuencia, la realidad social, realidad compleja y contradictoria, opera como factor determinante en el desarrollo del cono- cimiento. Lo complejo, lo contradictorio de esas relaciones, Ja diversidad de intereses operantes en esa estructura, deter- minan a su vez formas del pensamiento, de la representa- cin, del conocimiento. Emergen desde alli diversas modali- dades de interpretacion de lo real. Esto explica la diversidad e incluso la contradiccién entre las concepciones del mun- do, del hombre, de la cultura que disputan la hegemonia en el interior de ese sistema social, ya que estas diversas construcciones tedrico-ideolégicas expresan distintos secto- res concretos de la misma estructura. El conocimiento humano, los sistemas sociales de repre- sentacion de lo real tienen una historia que no es otra que la historia social, la historia de las relaciones establecidas entre los hombres para abordar la naturaleza en la intencién de resolver las inaplazables exigencias de la subsistencia. De alli que ningin sistema de representaciones pueda ser analizado ni comprendido fuera del andlisis y de la comprension de esa historia que lo determina, sin que ese procedimiento no concluya en el establecimiento de una ruptura entre el objeto a estudiar y sus condiciones de produccién. Desde la coherencia con esta proposicion queda invalidado el planteo de una “teoria de la Ideologia”, tanto como el falso dilema Ciencia 0 Ideologia, concepcién del mundo o conocimiento objetivo. Al elaborar hipotesis, como lo hace Althusser, acerca de la Ideologfa en general, definiéndola como la “representa- cién de las relaciones imaginarias que los hombres guardan con sus condiciones de existencia”, se produce un : miento al idealismo, en el sentido de la fragmentacion del — eto de conocimiento. -t | planteo althusseriano acerca de la Id desconocimiento, reduce de hecho, problema de los sistemas sociales de representacién, formas sociales de conocimiento, al pseudo problema ideologia, omnipresente, inmutable, transhistorica, ¢ realizando una abstraccion que no permite el abord realidad alguna, ya que remite a un vacio. Las ideologias, los sistemas representacionales que inte; pretan lo real aparecen en el pensamiento althusseriano, q we tanta vigencia alcanzara en nuestro medio, metamorfosez en un fetiche: La Ideologia. gPor qué hablar de un proceso de fetichizacion? Por que esta metamorfosis de las ideologias en “La Ideologia” ahistoriza el nivel representacional, lo despoja de sus con- notaciones especificas, de su pertenencia, aislandolo de sus condiciones de produccién: las practicas de los hombres en ~ relaciones sociales contradictorias. Las concepciones del mundo, del hombre, los sistemas de ideas que interpretan lo real quedan, en tanto “Ideolo- gia” esencializados, como una inevitable y natural relacion imaginaria de reconocimiento-desconocimiento, que la ubica casi en el nivel de las categorias kantianas de aprehension de lo real. Introducir esta reflexion epistemoldgica sobre el valor | cognoscitivo de las ‘‘concepciones del mundo”, en este trabajo acerca de la concepcién del sujeto en el pensamien- to de E. Pichon-Riviére, me parece particularmente nente ya que mi intencién es mostrar como Pichon-Ri fundamenta una psicologia y la define como social, a pari de su concepcién del sujeto, como social e historicamen determinado, como configurandose en un interjuego con contexto que se le da siempre entretejido de vinculo relaciones sociales. Este interjuego tiene como fund a contradiccion inherente al sujeto en tanto contraticcion entre necesidad y satis! necesidad la que promueve la 1 En la elaboracion de esta concepcién del sujeto se articularon, en un fecundo encuentro, una practica clinica y una concepcion del mundo que se constituye en conoci- miento objetivo, en tanto da cuenta de la estructura de lo real al esclarecer las interconexiones existentes entre natura- Jeza-hombre-sociedad. Dicha practica, situada a partir de esa Weltanschaung, siguiendo el triple movimiento de experiencia-conceptuali- zacion-transformaciOn que hacen a la esencia del proceso de conocimiento, y en una tarea de critica y autocritica, ratificacion y rectificacion, dio lugar al desarrollo de un sistema de conceptos, ECRO!', que ilumina un sector de lo real e instrumenta —en tanto da cuenta de sus leyes inter- nas— para operar sobre él. En sintesis, es desde la concepcién de la Naturaleza humana social e histéricamente determinada, desde el Hom- bre entendido en cada aqui y ahora como punto de llegada de un proceso histérico, como sintesis o centro de anuda- miento de una complejisima red de relaciones sociales, y a partir de una practica clinica que remite a una dialéctica entre mundo interno y mundo externo, entre el sujeto y su contexto vincular, que el problema del sujeto puede ser planteado en sus justos términos. A partir de la concepcién del hombre y el mundo y de la tarea terapéutica que revela la estructura dialéctica de la subjetividad, es que E. Pichon-Riviére plantea “una nueva problematica”. ~ Y es desde esa problematica del- sujeto que somos referidos a la tematica de la interaccién, del vinculo y del grupo, en la investigacion de.esa dialéctica fundante de ja Subjetividad. ad \ NUEVA PROBLEMATICA: LA IA DEFINIDA COMO SOCIAL ee nfigurado en un sistema vincular ap terjuego fundante entre necesidad y satisfaccion, j que remite a su vez a una dialéctica intersubjetiva, que esa dialéctica esencial constitutiva de lo subjetivo, como sustancia la interpenetracion de dos pares cont) 2 rios: a) necesidad/satisfaccion; b) sujeto/contexto vineu social en el que emerge y se resuelve, en una relacion 3 esa contradiccién basica entre la necesidad y la emergente CO! otro, faccion. Pichon-Riviére conceptualiza en términos de di e necesidad y satisfaccion, entre sujeto y trama dades del sujeto cumplen su destino © frustracién, el interjuego de cau- .; externas que operan en la consti- entre en las que las necesit vincular de gratificacion sas internas y condicione’ tucion del sujeto. La “tension de necesidad” seria, en principio, un elemen- to de orden biolégico, el que con mayor claridad remite a la base material, organica del comportamiento del sujeto. — La tension de necesidad tiene a su vez su fundamento en — otra contradiccién, ya que emerge del intercambio de mate ria de ese organismo con su medio. La necesidad es inheren- te a la materia viva. La contradiccién entre necesidad y su opuesto, Ja satis- faccién, se da en el interior del sujeto, pero en tanto la fuente de la gratificacion le es exterior esta contradiccion promueve la relacién con el mundo externo, ¢n la basqueda de dicha fuente de gratificacion. La necesidad aparece ional de toda experiencia ¢ como el fundamento motivacit contacto, de todo aprendizaje, de todo vinculo. La satisil® cion, a la que sdlo se accede en la experiencia con © es eminentemente social, vincular. La necesidad remite objeto, y a partir de las primeras experiencias y en © 9 de satisfacerse, la necesidad se metamorfosea, se “90) a somete a la determinacin del objeto. Desde Jas ; las necesidades del sujeto se tra u x mismo), cambian de cal n 1 J “Desde el principio mismo la experiencia on niicleo y un fundamento para la objetividad’. Nosoted agregarfamos que esa experiencia no es s6lo la base de la objetividad en tanto registro de lo externo, sino que por serlo resulta también fundamento de la subjetividad, ya que desde esa experiencia, en la que se resuelve la contradiecion necesidad/satisfaccion, es que el objeto se inscribe en el sujeto, configurando su interioridad. Lo constituye a partir de la determinacién de aquello que apareceria como més “subjetivo”’: la necesidad misma. El objeto se inscribe en el sujeto a partir de la experien- cia y desde la necesidad configurandolo. En la experiencia de satisfaccion el objeto se transforma en un referente intemo (objeto interno) interpretando la necesidad, confor- mandola. Lo que operaba hasta entonces como condicién externa cambia de cardcter para transformarse en elemento de la causalidad interna. Esta elaboracion evoca sin duda parte de los desarrollos freudianos acerca de la “experiencia de satisfaccién” y la emergencia del deseo. Cabria quizd preguntarse —como lo hiciera Lacan en 1969, en ocasién de su Ultimo encuentro en Paris— por qué Pichon-Riviére habla de Psicologia Social y no de Psicoanilisis. Desde una psicologia definida como social, histériea y concreta podriamos interrogarnos por nuestra parte por qué Freud abandona la perspectiva intersujetal que esboza en El proyecto de una psicologia para neurdlogos y en el capitulo VII de La interpretacién de los suefos que se despliega en la conceptualizacién del Edipo, y en la intro~ duccién de Psicologia de las masas, y que de hecho funda- menta a la técnica en tanto exploracién de modalidades vinculos, para legalizar desde las Ultimas formulacio la Metapsicologfa una perspectiva estrictamente ___ Esta perspectiva intrasujetal pareceria enti desarrollo del concepto de relacion de objeto y qu plantea a investigadores de corrientes tan diversas co Klein, Fairbairn, Lagache, Lacan, Hesnard, Laing, la del Yo. Sin embargo el centramiento en lo in vuelve a ser proclamado como la pertinencia, el del Psicoandlisis por Laplanche y Pontalis, cuando af que “en la medida en que la noci6n de relacién de o pone el acento en la vida relacional del sujeto, a conducir a ciertos autores a tener por determinantes relaciones reales con el entorno. Es esta una desviacién rechazara todo psicoanalista, para quien la relacién de o to debe ser estudiada esencialmente a nivel fantasn entendiendo que las fantasfas pueden modificar la aprel sién de lo real’. Responder a los interrogantes planteados més por qué Psicologia Social y no Psicoanilisis en E. Riviére, por qué la eleccién de una perspectiva inti desde Freud y el pensamiento psicoanalitico nos nuevamente a lo que resulta el principio organizador de trabajo: la relacion entre la problematica del sujeto y modelo tedrico que desde alli se desarrolla. Lo que denominamos “perspectiva intrasujetal”nos te en tanto coherente con ella a la concepcion del que subyace al pensamiento freudiano y que como @ mos determina desde esa latencia la problematica del andlisis. Concepcién del sujeto que se hace explicita despliega, en tanto ningin observable clinico la contra en los escritos sociales de Freud, escritos que sefiala Pichon-Riviére ‘una Weltanschaung & lista, para la que la naturaleza humana se deter Ultima instancia desde impulsos instintivos que al eternos e inmodificables en su esencia : Pichon-Riviére ‘“‘esta concepcién idealista, esencialista tiene como consecuencia una inversion en la que los efectos aparecen como causas y las causas como efectos . . .”. Es esa concepcion del sujeto, pese a la ambigitedad que reviste en el desarrollo del pensamiento psicoanalitico la que legitima la perspectiva intrasujetal, la jerarquizacion de lo pulsional —y desde alli lo fantasmatico— como principio interno, unico interpretador de la experiencia y en conse- cuencia estructurador de la subjetividad (Freud y su inter- pretacién de la cultura. Revista Crisis, 1976). Sin visualizar lo que mas tarde revelara el abordaje del mundo interno de un sujeto en el contexto interaccional (familiar) que opera como el conjunto de sus condiciones de produccién: que aun lo fantasmatico manifiesta, remite, no sdlo a la presen- cia sino a la accién concreta del Otro, del objeto, que se mueve hacia la gratificacién o la frustracién. Desde la perspectiva intrasujetal, el sujeto aparece como relacional pero, se secundariza (aun cuando no se la niega totalmente) la dialéctica sujeto/objeto, dialéctica constitu- tiva de lo subjetivo. Desde la 6ptica pichoniana, si la experiencia con el objeto alcanza tal valor de determinacién de la subjetividad, la “focalizacién” de la dialéctica entre sujetos, de los proce- 808 vinculares, de interaccién, se constituye en el tnico abordaje pertinente en tanto no fragmenta la realidad a investigar, permitiendo visualizar el interjuego entre causas internas y condiciones externas en la produccién de un fenomeno. De alli que lo intrasujetal no seria sino un @specto de un proceso mucho més complejo, y la investiga- cién centrada en los procesos internos no daria cuenta de la dad de sus determinantes; produciéndose en conse- un proceso de fetichizacién de lo subjetivo. abordaje interaccional, vincular que plantea P en esa unidad biopsicosocial que es el suje' onceptos de necesidad y estruct lar significan una primera aproximacién al escla del interjuego & interpenetracion de lo bioldgico y lo en ese orden especifico de fendmenos que constituy procesos psiquicos. Es en el escenario vincular, en cién con el otro, que el sujeto de la necesidad, en la concreta de satisfacerla en una experiencia social, se tra forma en el sujeto de la representacion (del objeto) y d alli en el sujeto de las significaciones sociales, sujeto | mano. Es en el interjuego entre necesidad / satisfaccion q tiene su anclaje, su fundamento toda representacion, norma, toda ideologia, toda accion. operan se da porque los c “DEL PSICOANALISIS A LA PSICOLOGIA SOCIAL”. — DE LO INTRASUJETAL A LO INTERSUBJETIVO Hemos mencionado una practica clinica a partir cual y desde una Weltanschaung E. Pichon-Riviére sinte un esquema conceptual, referencial y operativo. Cabe preguntarse qué hechos de la realidad abordada en practica determinaron en él el abandono de la pers} estrictamente intrasujetal, para centrar su andlisis dialéctica entre sujetos, en el interjuego entre m no y mundo externo. _ En el prélogo de su obra Del Psicoandlisis 4 la gia Social, Pichon-Riviére sefala: “en el tratamlen’ pacientes psicdticos realizados segin la técnica por la indagacién de sus procesos transferencial para mi evidente la existencia de objetos intem _ Imago que se articulan en un mundo constru . intenta reconstruly la realidad exterior, pero low objetow Jon vinoulos aparecen con modalidades diferentes por 5 fantaseado pasnje del afuera hacia el Ambito tn e} adentro, We un proceso comparable al de la representa, clon tentral, en el que no fe trata de una slempre idéntion ropeticidn del texto, sino que cada setor recrea, con una modalidad particular, la obra y el personaje’’, “La indagacién analitica de ese mundo interno me lev6 ft ampliar ol concepto de ‘relacion de objeto’ formulando la nocidn de vinculo, al que defino como una estructura compleja, que incluye un sujeto, un objeto, su mutua inter relacion con procesos de comunicacion y aprendizaje, Estas relaciones intersubjetivas son dir onales y se establecen sobre la base de necesidades, fundamento motivacional del vinculo. Dichas necesidades tienen un matiz e intensidad particular, en los que interviene la fantasfa inconsciente. Todo vinculo as{ entendido implica un emisor, un receptor, una codificacion y decodifi 6n del mensaje. Por este proceso comunicacional se hace manifiesto el sentido de la inclusibn del objeto en el vinculo, el compromiso del obje- to en una relacién no lineal sino dialéctica con el sujeto. Por e60 insistimos que en toda estructura vincular y com el término estructura ya indicamos la interdependencia de los elementos, el sujeto y el objeto interactian, realimentando- se mutuamente. En ese interactuar se da la internalizacién de la estructura relacional, que adquiere una di intrasubjetiva, El pasaje o internalizacion tendra cas determinadas por el sentimiento de gratificacion o frus- tracién que acompafia a la configuracion inicial del i que seré entonces un vinculo bueno 0 un vinculo malo”. _ “Las relaciones intrasubjetivas o estructuras das, articuladas en un mundo interno, cter{sticas del sprsndlnty . yectoria en espiral, 0 como un circuito cerrado, la estereotipia”. “El mundo interno se define como un sistema, que interactiian relaciones y objetos, en una mutua mentacion. En sintesis, la interrelacion intrasistémica permanente, a la vez que se mantiene la interaccién con. medio. A partir de las cualidades de la interacci6n interna externa, formularemos los criterios de salud y enfermedad”. “Esta concepcidn del mundo interno y la sustitucion de la nocion de instinto por la de estructura vincular, entén- diendo al vinculo como un protoaprendizaje, como el vinculo de las primeras experiencias sociales, constitutivas del sujeto como tal, con una negacién del narcisismo prima- rio, conducian necesariamente a la definicion de la psicolo- gia, en un sentido estricto, como social”. “Si bien estos planteos surgieron en una praxis y estan sugeridos, en parte, en algunos trabajos de Freud, su formu- lacién implicaba romper con el pensamiento psicoanalitico ortodoxo...”. He reproducido este largo parrafo del prologo, porque — en él, en un denso discurso, Pichon-Riviére fundamenta su itinerario: del Psicoanilisis a la Psicologia Social, a la vez que sefiala los conceptos basicos, especificos del modelo que plantea: el concepto de mundo interno como recoms truccién de la trama vincular en la que emerge el sujeto. Bl caracter interaccional grupal, la dialéctica intrasi émica de ese mundo interno, el interjuego entre mundo interno ¥ mundo externo como estructurante de lo subjetivo, el os cepto de vinculo como aquél que da cuenta de la d entre sujetos, privilegiando la interaccién, la expenten concreta con el objeto, que actiia en relacion al § on elemento eficaz en la constitucién de la dime Al plantear como constitutiva de la motor en la contradiccién interna entre necesidad y satis- faccion, Pichon-Riviére no considera sdlo al cardcter relacio- nal del sujeto, caracter que podia compartir con el psico- analisis. Hace referencia al sujeto como actor, productor, protagonista de su historia vincular y social. Jerarquiza el problema de la accion, y desde alli se replantea la tematica de la cura, definiendo la salud como adaptaci6n activa, aprendizaje, transformacion de si y del medio. El sujeto pichoniano, si bien emergente, configurado, determinado desde lo vincular, no es sdlo el sujeto sub- jectum de la necesidad. En tanto es actor, sujeto de la accion destinada a satisfacerla, es sujeto del proyecto, de la creacion, de la accién transformadora, es “totalidad-totali- zante”. LA GENESIS DE LOS CONCEPTOS Pichon-Riviére alude explicitamente a su practica clinica en el campo de la psicosis como determinante de ese itinerario que él caracteriza como replanteo de su esquema conceptual, la que lo llevard a definir la psicologia, en sentido estricto, como social. Esa practica se desarrolla, en un comienzo, desde el marco referencial analitico y a partir del trabajo del vinculo transferencial, en tanto entiende que hay siempre, en el Paciente esquizofrénico o en el melancdlico, un momento, una posibilidad para el didlogo terapéutico. Esto significa desde ya la negacion de un hipotético Perfodo anobjetal, modelo de la regresion narcisistica de la Psicosis. En esta regresion, el objeto, el vinculo aun meta- Morfoseado, escamoteado se conserva. El narcisismo control de los objetos internos. La dialéctica interna re una cualidad particular, a la vez que tiende a cor la relacion con el mundo externo. Pero la existencia del fenomeno transferencial, cara zado por Pichon-Riviére como “la adjudicacién de mundo interno”, la proyeccion en el a de estructuras vinculares internalizadas, mo- criptas en la interioridad del sujeto, ha metamorfoseado, deteriorado, inscriptos en el ahora-conmigo dalidades relacionales ins revela que ese mundo se pero no esta destruido. El proceso transferencial, c: revela la estructura del mund ento o escena que articul fiesta la estructura de los vinculos inte: sion intrasubjetiva. Es la estructura de es ga en el abordaje terapéu' Riviére se pregunta por las ley de esa estructura, de ese mundo. Se interroga acerca de los mecanismos de su configura- cién, sus determinantes. Se pregunta en sintesis por la relacién entre la dimensién intrasubjetiva y el acontecer intersubjetivo. Como ya sefialéramos, hasta alli su marco referencial sé elabora particularmente desde la teoria psicoanalitica, sien- do visible en su pensamiento la influencia de la esc inglesa, particularmente Fairbairn y Melanie Klein. - Sin embargo ciertos hechos de la practica clinica llevaran a una reflexion més sistemdtica sobre los proc! de interaccion y sus efectos. Uno de estos _ clinicos era la movilidad de sintomas, la mo jilid que se daba en muchos pacientes en tas. Lo que lo llevo .omo acontecer intersubjetivo, 1 interno, como una trama, la los objetos internos. Mani- nalizados, la dimen- ¢ mundo interno la que se investi- tico, En esa indagaci6n E. Pichon- yes o principios organizadores acerca del caracter direccional y vincularmente de toda conducta (su caracter de emergente). ee Pero segin él mismo relata, fue su experiencia miltiple como médico interno en diversas clinicas como jefe del servicio de admisién del Hospicio de las Mercedes y como jefe del servicio de adolescentes del mis mo hospital, lo que lo sitta en el terreno de un deseubri- miento: la enfermedad es emergente de una modalidad de interaccién familiar, que en ese momento resulta patogené- tica, Esa practica terapéutica, en el campo de la psicosis y en el momento de la “‘urgencia”, lo contactaban de hecho no solo con el paciente sino con su contexto grupal inmediato, particularmente con su grupo familiar. Y en este grupo la situacién de crisis, ja emergencia de la enfermedad pone de manifiesto con toda crudeza los mecanismos de la interac- cion. Es entonces cuando Pichon-Riviére se esclarece acerca de la eficacia de la dialéctica entre sujetos. Se patentiza el rol configurador, estructurante de la experiencia com el objeto, el que se mueve, de hecho, hacia la gratificacion o hacia la frustracién. Desde la comprension de la eficacia de la interaccién, de los procesos comunicacionales, aparece redimensionado el rol de las relaciones reales que dejan de ser consideradas con el mismo valor que un resto diumo, para ser entendidas como elemento configuracional, dentro de la policausalidad que rige la constitucién del mundo interno, En adelante adquiere una pertinencia particular su gunta acerca de los principios organizadores del mu intemo, en tanto mantiene una “dialéetica al con el externo”’, Desde el descubrimiento de la la “reconstruccion” de la trama relacional, del si lar en el que el sujeto emerge. En esa reconstrucej internalizacion constituye su dimension intrasubjetiva, reconstruccion es fantaseada, pero en la dialéctica er interno y lo externo es factible un ajuste progresi implica comunicacién y aprendizaje. Lect de is dl En este momento de su elaboracion teérica, y desarrollo del concepto de mundo interno estructurs como grupo interno, Pichon-Riviére se apoyaré no sélo \ los conceptos kleinianos, sino también en los aportes George Herbert Mead. Esta jerarquizacion de las relaciones reales, de la a del objeto como uno de los principios interpretadores de la experiencia y desde allf configurante del mundo interno, lo conduce a la focalizacién de la dialéctica entre sujetos, a la perspectiva intersubjetiva. Esto, sin descuidar la dimension intrasujetal, abordada desde el concepto de mundo interno. Este cambio de perspectiva, la nueva focalizacion sefiala como insuficiente —en tanto parcializadora de una realidad — mas compleja— la nocién de “relacién de objeto’. Se elabora ~ entonces el concepto de vinculo. “Estructura compleja que incluye...”. Hablar de eficacia, configuracién, emergente, principios organizadores es hablar de causalidad. Se replantea entonces la pregunta: zqué relacién existe entre mundo interno ¥ mundo externo? A partir de qué hechos se hace manifies- _ ta esa relacion? La realidad que se aborda en la enfermedad mental es la de un sujeto cuyo mundo interno ha adquirido una deter- Jacion empobrecida, rigida, estereotipada. El contacto espontaneo, ag encuadrado como instru- to terapéutico, que se con el contexto ° famili sermite iin embargo establecer ciertas correspondencias, | hipdtesis acerca de una relacién de c d Jinealsisn0 es PeCUlBE BS aa iavasie na una rel a ca de esas relaciones manifiesta de qué manera se pueden establecer nexos entre ese sistema interno (grupo interno del portavoz-paciente) y la interaccién familiar, las formas concretas de relacién, destino vincular de la necesidad del sujeto, procesos vinculares de aprendizaje y modalidades de comunicacion. Esa misma investigaci6n sistematica, realizada ya en el abordaje familiar del proceso del enfermarse revela relacio- nes de causalidad dialéctica, de determinacién recfproca entre la mutua representaciOn interna que articula a los integrantes del grupo familiar, la estructura de fantasias o argumento inconsciente que sostiene la interaccion en ese grupo familiar y la estructura del mundo interno del porta- voz. Asi el emergente de la enfermedad, en la que ese mundo interno pareciera romper con el externo, que mues- tra una fisura, un congelamiento de la relacién, remite como signo a un proceso interaccional e histérico, que ha operado como condiciones de produccién de esa estructura y de esa quiebra de la dialéctica. Es en el contexto grupal familiar que emerge la enfermedad como relacion dilematica entre mundo interno y mundo externo, y es solo en ese contexto interaccional donde esa conducta reviste significa- tividad. Aparece como direccional y con sentido. De alli que Pichon-Riviére en sus ltimas formulaciones caracterice al grupo familiar, en tanto contexto en el que se hace decodificable todo comportamiento, como “unidad de andlisis de procesos psicopatologicos”, lo que no es lo mismo que “unidad psicopatolégica”, que implicaria la hi- POtesis de una mente de grupo. El sistema de representaciones, de fantasias que Un sistema vincular determina formas coneretas de determina el destino de las necesidades en el Vi racion de la gratificacion o de la frustract nenta esa estructura de fan de una policausalidad de factores op del mundo interno’. -Riviére sostiene esa poli dada entre relaciones reales y necesidades escenificad la fantasfa, en tanto enfatiza la significacion de la concreta del objeto, que apareceria como uno de los det minantes en la interpretacion de Ja experiencia, de la cia positiva 0 negativa del objeto y del vinculo, se plan necesariamente una polémica con el instintivismo. Segan Pichon-Riviére, Ja concepcion instintivista permite hablar en la constitucion En tanto Pichon _——— 1 Fue particularmente, revelador para mf, en una coterapia grupo familiar que realizéramos con B, Pichon-Riviére, visualizar le Gperatividad de esta hipotesis en la indagacion de la génesis de una anorexia. El anélisis del juego vinculai qué manera la ambivalencia materna ant Gepresada en fantasias de dafiar, temor administr da, ser vaciada o destruida, se arlicu bebé. Se inicia asf un juego interaccion® modalidad de interpretacion reco significaciones cuyo argumento © Manifestandose en lo concreto en actit preproteccién y abandono. Este estilo intensa contradiccion amor/odio se cons! nal de la enfermedad que afectaré a la hija a partir adolescencia. La paciente presenta entre otros sintomas, la incorporacion y trastornos del esquema corporal y la enf te manifiesta poco después de una operacin de la madre, sufre la extirpaci6n de un pecho. Visualizamos asf cémo en esa racion del mundo interno estaba determinada reales, no slo desde las fantasfas en tanto correlato en is nivel fantasmético en el que se escenificaba bia llegado a incorporar el sistema de significaciones ae n conereta del otro, del objeto. i se internaliza no es solo un objeto. Es " | por’ sistemas de significacion ae + de fantasfas permit e el nacimien ar leche envenen® diana, particularmente la que corresponde a la formulaci6n de la segunda topica se constituye como obstaculo episte- molégico en la comprensién de la funcién de la dialéctica sujeto-mundo en la constitucién de la dimensién intrasu- jeto. La teoria instintivista, conduce a sostener el innatismo de ciertas fantasias (originarias). Es decir, un principio de interpretacion de lo real pre-experiencial. Se trataria de plantear una rudimentaria actividad psiquica originaria, pre- vincular, anterior a la experiencia con el objeto, negando que dicha experiencia con el objeto es una de las condicio- nes-de emergencia de lo psiquico. La transmisién filogenéti- ca de esas fantasias originarias no sustituyen esta condicion, requerida también desde la ontogénesis de los procesos psiquicos. Si bien Pichon-Riviére menciona especificamente a Freud en esta polémica, el otro interlocutor aludido es sin duda la Escuela Inglesa, particularmente Melanie Klein y Susan Isaacs. La conceptualizacion de la fantasia inconscien- te como correlato mental de los instintos tiende a absoluti- zar un principio interno, puramente pulsional, pre-experien- cial: instinto de vida, instinto de muerte, como interpreta- dor de la experiencia y estructurante en ‘iltima instancia del objeto interno. (Este desarrollo kleiniano no fue unilateral, sino contradictorio ya que pocos aportaron como ella al concepto de relacion de objeto). z En el contexto de esta polémica deben ser entendidas las dos formulaciones pichonianas del vinculo, que en Pi mer término aparece como una experiencia basica en la que se determina, desde la relacion con el objeto, la emergencla de sentimientos hostiles 0 amorosos. a Pichon-Riviére intenta demostrar desde el concepié vinculo, que opone al de instinto, que nO existe un de la hostilidad o del amor. Ya que con otro y a del destin EE: elabora particularmente, lo que toca a su fund yacional: el interjuego necesidad/satisfaccién, co jnherente al sujeto en tanto materia viva, y que op. causa interna de su desarrollo. fn la tarea de revisar sus formulaciones previas , de los conceptos de necesidad y vinculo conceptualizacion de la dialéctica fundante de tividad. Es desde esta concepcion del sujeto que E. Riviére fundamenta una Psicologia Social y que be mismo tiempo, una metodologia de abordaje del sujeto comportamiento en los sistemas interaccionales, las vinculares y grupales en las que este sujeto emerge constituye. q

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