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REPUBLICA DE COLOMBIA. MINISTERIO DE MINAS Y ENERGIA JNSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN GEOCIENCIAS, MINERIA Y QUIMICA INGEOMINAS a INGE RECURSOS MI NERALES DE COLOMBIA SEGUNDA EDICION (Reimpresién) TOMO II MINERALES PRECIOSOS ROCAS Y MINERALES NO METALICOS RECURSOS ENERGETICOS No. 1, pp. 565 - 1119, 1987 Bogoté - Colombia ISSN-0170.072X% Pub. Geol. Esp. Ingeominas Derechos reservados por: INGEOMINAS: Instituto de Investigaciones en Geociencias, Mineria y Quimica. Diagonal 53 No. 34-53, A. A. N° 4865. Santafé de Bogota. D. C.. Colombia S. A. Publicacién no periédica Formato de publicacién: 17 x 24 cm. La responsabilidad de los conceptos emitidos en esta publicacién corresponden exclusivamente a sus autores Editor ALBERTO VILLEGAS BETANCOURT Editado ¢ impreso en Ingeominas. PROLOGO HL pats, como el resto de los patses de la tierra, atra- viesa hoy por un momento crttico de su historia. Los problemas econédmicos unidos a las destgualdades sociales y al desorden que contenplanos aténitos los ctudadanos colombianos, nos tle- van a pensar que hay que volver a lo fundamental; hay que re- gresar a lo que did origen y razin de ser a esta nactén, apro~ veehando todos los recursos cienttficos y tecnolégicos de la época actual, para hacer un buen uso de nuestra herencia. gn Colombia, durante todo el pertodo colonial ta base de nuestra economta fue la minerta de oro en gran escala, ya que entre 1537 y 1820 produjimos entre el 18% y el 40% del total de la produccién mundial del oro. Las necesidades expanstoniis~ tas del Imperio Espafiol impulsaron a la conquista y la colo~ nia, hasta el punto que, en 9610 100 aftos se exploré ta zona andina del pats, se abrieron o mejoraron caminos, se estable- cieron minas, se fundaron ciudades y se desarrollé el comer- cio. Bn todo este proceso y en el inevitable choque cultural se forjé el hombre anericano. Las minas y los metales preciosos de la América Hispana financiaron durante 4 siglos la grandeza de Bspafia. los mineros espafloles fueron los mds aanzados de su tianpo y a la ves que el oro, descubrieron y explotaron minas, de otros metales como hierro, cobre, plomo, merourio, arcilla, arena, caliza, carbén, esmeraldas y sal. No olvidenos que nuestros indtgenas ya conoctan y explotaban el oro, las eame- raldas, las arcillas, la sal y el carbén. in nuestras hermanas naciones tberoamericanas, la histo- via de la minerto de 1a plata, el cobre, el estafio y el hie- ro, se acelerd con la Colonia Espafiola, y estos metales son hoy la base de tas economtas de Méjico, Chile y Bolivia. A Los pocos afios de las batattas de 1a Independencia, Colombia ttm damente comenzd su industrialtzacién, sorprendentenente con la industria pesada, en las siderirgicas de Pacho, Sanacd, Amagd y La Pradera. Su desarrollo se truncé principalmente por las Continuas guerras civiles. Bavaria es la iinica industria gran- de que sobrevivié Las conmociones bélicas del Siglo pasado. Fl hecho histérico es que, con la Independencia decayS 1a minerta y durante el vesto del siglo XIX el pats se enrunbd por la agricultura del tabaco, del café y de la catia de amicar. Unicamente con la pactficacién del pats, a comienzo del Siglo XX pudo comenzar a desarrollarse la verdadera industria nacional, con los tejidos, los canentos, las bebidas gaseosas , las cerdmicas, la locerta y el vidrio. in 1905 se inicia nues— tra industria del petréleo. Con el progresivo avance de los ferrocarriles y el inerenento de la construccién, se fundaron nuevas fabricas de cenento. En la década de los 30 se lograron significativos ances en las manufacturas. Los problenas generados por la Segunda Guerra Mundial , obligaron a Colombia a impulsar las industrias bdsicas y ast fue como la década de los 40 vid el establecimiento de la in- dustria del acero con Paz de Rto y luego la industria qutmica con ta Planta de Soda Céustica de Zipaquird; m4s adelante Ico- Ulantas y nuevas fabricas de cemento. in 1a década de los 50 se afianza la industria qutmica; en los 60 se establecié la automotriz y en los 70 ge desarrollan la petroqutmica, el pa~ pel, la maquinaria y los arttculos eléctricos. Sin embargo, en todo este proceso la minerta no ha ereci- do paralelamente con el resto de 1a economta del pats. Con la nueva situacién econdmica mundial, planteada en los tiltimos aos por la erisis petrolera, y con la actual eri- sts finanetera, se presenta para Colombia una necesidad impe~ rativa ¢ inaplasable de desarrollar su sector minero. El pro~ greso de la hunanidad se mide por el uso de los minerales y en el desarrollo de una economta industrial moderna, los minera- les son cada vez mds importantes; son la base de la industria y el motor de la economta. Las edificactones, carreteras y m& quinas se construyen con minerales; 1a energta es en buena parte de origen mineral; la fertilidad en el campo se mantiene con abonos minerales y con agua. Colombia, ubicada geoldgicanente dentro del Cinturén Oro~ génico Cireumpactfico y con la parte mds occidental del Bacudo de Guayana, es una de las dreas més importantes del mundo des- de el punto de vista metalogénico.. Por su posicibn tropical con anplias 2onas selvdticas, gruesos suelos y dificultades de acceso no ha sido empresa facil la exploractén geolégica del territorio y su consecuente desarrollo minero. Patees vecinos como Venezuela y Brasil, han localtzado dentro del Escudo de Guayana nunerosos depésitos “de importan- tia econdmica como el aluninio, hierro, manganeso, estafo, Gro, diamantes, elanentos de tierras raras, plomo, zinc, mo- Libdeno y otros, por lo que es de suponer que en ta regidn de nuestra anazonia y nuestra orinoquta también se encuentren. Fl actual gobierno ha fijado claras poltticas destinadas a un verdadero desarrollo de nuestro sector minero. Se esta yeformando el Gddigo de Minas, prdwimamente adelantarenos un Conso Minero, INGEOMINAS se ha reorganiaado para cumplir Lo nds eficaamente su funcién social, el propio Mintsterto répi- damente estd adecuando sus estructuras para el fomento y el apoyo de esta parte del sector real de la economta, etc. mm 1960, el Servicio Geoldgico Nacional publics el Libro denominado Recursos Minerales de Colombia cuyo autor fue et Ingentero de Minas Roberto Wokittel. Esta obra es el Tomo X de la Compitacién de los Estudios Geoldgicos oficiales en Colom bia. Bn 1978 INGEOMINAS publicd con el mismo tttulo un ltbro que inicia la Serie de Publicaciones Geoldgicas Especiales. EL Libro que hoy entreganos con orgullo al pats, consi— derado entonces como la 3a. Edictén de los "Recursos Minerales de Colonbia", es una nueva contribuctén del Instituto al desc wollo de nuestra patria. Beta edicién estd actualizada con ‘informacién basada en nuevos estudios geolégicos y mineros realizados por su personal durante la iiltima década. Henos inclutdo minerales que no se presentaron en la edi- cién anterior, tales como los de Cadmio, Niobio y Tantalio, Selenio y Telurio, Minerales Abrasivos y Petréleo. Henos pues- to especial interés en mejorar la presentacién y La organi za- cién de la obra para facilitar la consulta de todos los usua- rics. No puede considerarse esta publicacién como un inventag rio de nuestros recursos minerales, sino como una comptlacidn qe las informaciones presentadas por sus respectivos autores. Sea este el momento de agradecerles sus valiosos aportes a es- te esfuerzo colectivo. Reune el conocimiento actual que tiene el INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIONES GEOLOGICO-MINERAS sobre los dife- rentes recursos no renovables de nuestro territorio. Es nuestro deseo al presentar esta tercera edicién de Re~ cursos Minerales de Colombia que, escolares, universitarios, docentes, profesionales, mineros, poltticos y dem4s personas tnteresadas en esos recursos , puedan aprovechar 1a informacién aqut presentada y que ella contribuya a generar lo mas pronto Postble nuevos enpleos estables para nuestras gentes, para lo- grar un mejor nivel de vida de las mismas y que Colombia pueda proyectarse ast en paz y armonta hacia el futuro. ALBERTO LOBO-GUERRERO USCATEGUI ~~ Director General PROLOGO INTRODUCCION ORO - Hernando Lozano Q. - Oscar Pulido U. PLATA - Hernando Lozeno 0. - Oscar Pulido U. PLATINO - Eduardo Alvarez G MINERALES OE MINERALES DE MINERALES DE MINERALES DE. MINERALES DE MINERALES DE MINERALES DE. MINERALES DE MINERALES DE MINERALES DE MINERALES DE MINERALES DE MINERALES DE MINERALES DE MINERALES OE MINERALES DE MINERALES DE MINERALES DE MINERALES DE MINERALES DE MINERALES DE CONTENIDO Tomo I METALES PRECIOSOS MINERALES METALICOS ALUMINIO (BAUXITA) - Humberto Rosas G.+ ANTIMONIO - Pedro Marin Reese ARSENICO - José H. Caballero A. BISMUTO - Pedro Marin R. CAOMIO - Eduardo A. Cardozo P. COBALTO - Eduardo Alvarez G.. COBRE - Alfonso Arias T.-Luis Jaramillo C. CROMO - Jairo Alvarez A. ESTANO - Heyley Vergara S. HIERRO - Carlos Ulloa M. MANGANESO - Bernardo Calle 1.-Gilberto’ Zapata G, MERCURIO - Hernando Lozano 0, MOLIBDENO - Oscar Hs Pulidé U. NIOBIO Y TANTALIO - Alvaro Murillo R. NIQUEL - Héctor Castro P. PLOMO - Luis F. Sarmiento R. RENIO - Oscar H. Pulido U. SELENIO Y TELURIO - Carlos Ramirez 0. Jairo Cuéllar R. TITANIO-RaGl H. Mufioz A -Eduardo Parra P..- TUNGSTENO - Joaquin Buenaventura A ZINC - Luis F. Sarmiento R. ina 26 32 49 63 7 93 100 113 123 185 200 220 250 215 295, 308 327 369 444 449 456 ant 490 Toxo 11 PIEDRAS PRECIOSAS ESMERALDAS - Hugo Forero’0.....4 ROCAS Y MINERALES RO KETALICOS ABRASIVOS - Alberto Néfiez T. ARCILLA - Alberto NGjiez T. ARENAS Y GRAVAS SILICEAS - Alberto Nifez T. ASBESTO - Humberto Gonzélez I AZUFRE - Armando Murcia L. BARITA ~ César A. Carvajal M. CALCITA (ver caliza, dolomita) . CALIZA, DOLOMITA - Erasmo Rodriguez M. DIATOMITAS ~" Héctor Cepeda, EVAPORITAS - José N. Galvis 6. FELDESPATOS - Jaime A. Funquen FLUORITA ~ Jairo Clavijo 1.-César 1. Balleteros T. FOSFATOS - Pedro E. Mojica 6. GRAFITO - Abigail Orrego L. HAGNESITA - Armando Espinosa 8. MATERIALES DE CONSTRUCCION - Antonio Rodriguez P. MICA ~ Martha Suérez N. RECURSOS HIORICOS - Alcides Huguet G. - Francisco Mosquera T.. Carlos Molano C.. SAL (ver evaporitas) TALCO - Bernardo Calle Z . Issbel Mejie P... TIERRAS RARAS - Héctor Cepeda. YESO (ver evaporitas) RECURSDS ERERCETICOS CARBON- Carlos Arboleda 0. .. PETROLEO - Alberto Villegas B. RECURSOS GEOTERMICOS - Arturo BermGdez G. URANIO - Hernando Lozeno 0. APERDICES: I, Produccién mundial de 1a mayarfe de los minerales més comercie- les (1977 - 1984) . seeeene Il. Importaciones de materias primas minerales (1980-1985) III. Exportaciones de materias primas minerales (1980-1985) 967 609 637 660 675 697 725 738 ™m 780 827 839 856 894 907 19 943 963 993 1010 1023 1061 1077 1096 a7 1118 19 INTRODUCCION ALBERTO VILLEGAS BETACOURT Ge6logo-Editor La civilizacién y el desarrollo econémico y social de los pueblos, dependen en gran medida del conocimiento que tengan Ge sus recursos minerales y del aprovechamiento adecuado y ra- cional que hagan de ellos. Los recursos minerales se conocen también como recursos natureles no renovables, porque una vez explotados no se rege- neran; se necesitar{an millones de afios para que la naturaleza volviera a generar lo que ya se ha extraido. Es por ello que, para contribuir al mejor conocimiento de nuestros recursos, presentamos en esta publicacién un compen dio de la informacién que actualmente tiene INGEOMINAS sobre los minerales que se encuentran en nuestro territorio, sin que ello signifique un inventario de los mismos. Esta obra presenta en dos tomos, los minerales reunidos en cinco grupos principales, que se adaptan a la clasificacién utilizada en la legislacién minera colombiana. €1 Tomo I com- prende los METALES PRECIOSOSOS y los MINERALES METALICOS; el Tomo Il incluye las PIEDRAS SEMIPRECIOSAS, los MINERALES NO METALICOS y los RECURSOS ENERGETICOS. Al final del Tomo II se incluyen tres anexos que presentan las importeciones y expor- taciones de materias primas minerales, que ha realizado Colom- bia entre 1980 y 1985 y la produccién mundial de la mayoria de Jos minerales més comerciales, entre 1977 y 1984, anexos que consideramos dtiles para muchos lectores, Los art{culos referentes a cada mineral han sido prepara- dos por su autores siguiendo una gufa general que les fue en- tregada antes de su preparacién; sin embargo ella no constitu- y6 un patr6n inflexible por lo cual, como se observaré, los Gontenidos de cada art{iculo no presentan idénticos temas. En el proceso de edicién se respetaron esas diferencias los mismo que el estilo de cada autor. Se hizo necesario reducir en al- gunos casos la extensién original de algunos erticulos, supri miendo descripciones detalladas o muy técnicas; sin embargo, si el lector lo requiere, puede consultar los informes y pu~ blicaciones citadas en las bibliograffas que se presentan al final de cada art{culo, que fueron preparadas por los mismos autores. A continuacién presentamos unas consideraciones breves sobre algunos términos y conceptos, que, por aparecer en dife- tentes partes del libro, requiereN que se consideren en este introducién. En los mapas de localizacién que se incluyen en cada uno de los minerales, se incluyen tres categorias para indicar la presencia del migeral, que corresponden a tres niveles de im- portancia segén el grado de conocimiento que se tenga hoy so- bre el mineral. Ellas se definen en forma general a continua- ci6n: -vii- Yaciniento.~ Es una acumulacién de mineral que, por su extensi6n y concentracién, merece ser explotada o est4 explo- taci6n, Tiene el primer grado de importancia. Prospecto.- Es una acumulacién de mineral que, ademés de presentarse geolégicamente como anémala, ha merecido una pros- Peccién o estudio geolégico detallados, con el fin de determi- nar su verdadero valor econémico y que sigue teniendo interés Para posibles estudios en el futuro. Tiene el segundo grado de importancia. Manifestaci6n.- Es una pequefia acumulacién de mineral que, por el conocimiento o informacién que se tiene de ella, Teviste poca importancia geolégico-econémica. Tiene tercer grado de importancia. A pesar de ello, una manifestacién no necesariamente debe llevar a descartar en forma definitiva la zona donde se encuentra porque a pesar de la escasa informa- ci6n que a veces se tiene, no permite asegurar que la acumula- cién sea pequefia. Uno de los problemas que se nos presentan en el manejo de los recursos minerales es el de la utilizacién de los términos "recursos" y "reservas" para la evaluacién del potencial de un gepésito o yacimiento mineral. A esos términos no siempre se les da el mismo significado. Con el fin de ilustrar a los usuarios de esta obra, sobre el uso de los términos "recursos" y “reservas", presentamos las principales definiciones tomadas de dos clasificaciones diferentes: la adoptada por la Oficina de Minas y el Servicio Geolégico de los Estadios Unidos, que en general es utilizada en Colombia, y la Clasificacién Internacional de Recursos Mi_ nerales propuesta por la Organizacién de las Naciones Unidas, que en un futuro puede alcanzar una mayor importancia. Nos 1i- mitaremos a presentar solamente las principales definiciones, sin comentarios personales; quien desee conocer m&s detalles al respecto, puede consultar las siguientes fuentes: U.S. Geo- logical Survey, Circular 831, 1980 y la Publicacién De Re Me- tallica (Lima, Perd) de mayo'- junio 1985. CLASIFICACION DE RECURSOS Y RESERVAS MINERALES SEGUN EL U. S. GEOLOGICAL SURVEY De acuerdo con la Circular 831 del Servicio Geoldégico de los Estados Unidos, la clasificaci6n de recursos se basa en dos aspectos: (1) las caracteristicas geolégicas, y las fisi- cas y quimicas, (2) anélisis de rentabilidad. A’ continuacién presentamos las definiciones de los términos de uso general en Colombia, tomadas de la citada circular. DEFINICIONES Recurso.- £s una concentraci6n de material sélido, 1iqui- doo gaseoso, que se presenta en forma natural en la’ corteza terrestre, en tal forma y cantidad que la extraccién econémica de un producto de dicha concentracién es real o potencialmente factible. Recursos identificados.- Son recursos cuya localizacién, grado, calidad y cantidad son conocidos o se han estimado a partir de evidencia geolégica especifica. los recursos identi_ ficados ineluyen los componentes econémico y sub-econémico. Para reflejar los diferentes grados de certeza geolégica, es- tas divisiones econémicas se pueden subdividir en recursos edidos, indicados e inferidos Recursos demostrados.- fs un término utilizado para la suma de los recursos medidos y los indicados. Recursos medidos.- Son aquellos en que la cantidad esté calculada a partir de dimensiones manifestadas en afloramien- tos, trincheras, explotaciones o perforaciones; el grado y (0) la calidad se calculan de los resultados de muestreo detalla- do. Los sitios para la inspeccién, muestreo y medicién estén espaciados tan estrechamente y el cardcter geolégico esté tan bien definido que el tamafio, forma profundidad y contenido de mineral del recurso estén bien establecidos. Recursos Indicados.- Son aquellos en que la cantidad, grado y (0) la calidad, se han calculado a partir de inform 2ién. ‘similar a la utilizada pare los recursos medidos, pero Jos sitios pare inspeccién, muestreo y medicién, estén m&s se- parados o menos adecuadamente espaciados. £1 grado de certeza aunque inferior al de los recursos medidos, es suficientemente alto para asumir la continuidad entre los puntos de observa- cidn. Recursos Inferidos.- Son aquellos en que los estimativos est4n basados en una continuidad asumida m&s all4 de los re- cursos medidos y (0) indicados para los cuales hay evidencia geolégica. Los recursos inferidos pueden estar 0 né, sustente- dos por muestras o mediciones. Reserva base.- Es le parte de un recurso identificado que satisface criterios fisicos y quimicos minimos especificados, Telacionados con précticas corrientes de minerfa y produccién incluyendo aquellos de grado, calidad, espesor y profundidad. ta reserva base es el recurso demostrado (recursos medidos mas indicados) in situ, a partir del cual se estiman las reservas. Le reserva base’ incluye aquellos recursos que generalmen- te son econémicos (reservas), marginalmente econdémicos (reser- vas marginales) y algunos de aquellos que generalmente son sub-econémicos (recursos sub-econémico: E1 término “reserva geolégica" ha sido aplicado por otros generalmente para le categoria de reserva base, pero pueden {ncluir tambien la categoria de reserva base, inferida; el término no es parte de esta clasificacién. Reservas*.- Son squella parte de la reserva base que po- drian ser extrafdas econémicamente o ser rentables en el mo- mento de la determinacién, £1 término reservas no significa necesariamente que los medios de extraccié6n estén en el lugar y en operacién. Las reservas incluyen solamente materiales re- tuperables; por lo tanto términos tales como "Reservas extra{— bles" y "Reservas recuperables" son redundantes y no son parte de este sistema de clasificaci6n. Reservas marginales.- Son aquella parte de la reserva ba- e que, en el momento de la determinacién, est en el limite * Nota de Editor: Comprenden los recursos demostrados es decir medidos e indicados). me: de ser econémicante rentable. Su caracteristica esencial es la incertidumbre econémica. Incluye los recursos que podrian ser tentables dados supuestos cambios en factores econémicos o tecnolégicos. Recursos Sub-econénico Son la parte de recursos iden- tificados que no satisfacen los criterios econémicos de reser. vas y reservas marginales. CLASIFICACION INTERNACIONAL DE RECURSOS MINERALES (propuesta por le ONU) A Continuacién incluimos en forma resumida los aspectos de interés presentados por Francisco Esteban Santisteban en la Revista De Re Metallica citada anteriormente, en relacién con la clasificaci6n de recursos. En la propuesta se aclara que "Naciones Unidas solo reco- mienda la adopcién de estas directrices, pero no las impone de ninguna manera", €1 punto principal de ia propuesta esté en gescartar la utilizacién del término RESERVA por las siguien- tes razones: 2) En algunos idiomas tales como el inglés, francés y espa- fol se produce cierta confusién, porque las palabras re- cursos y reserva tiene un mismo significado general, pero diferente del técnico. b) En otros idiomas solo se dispone de un solo término. ¢) En ruso las dos palabras significan extamente igual. Por lo tanto se adopts la recomendacién de utilizar solo le palabra RECURSO. “CATEGORIAS DE RECURSOS Se propusieron tres categorias fundamenteles de RECURSOS, designadas de la siguiente manera: R-1, R-2 y R-3. Estas cate. gorias se distinguen entre si por el nivel de certeza que pue- ge atribuirse a cada una de ellas desde el punto de vista geo- légico. Comprenden todos los recursos minerales in situ que podrian presentar interés econémico durante el perfodo previ_ sible de los pr6ximos dos o tres decenios. La categoria R-1.- Comprende los recursos in situ en ya- cimientos que se han estudiado en detalle suficiente para de. terminer su tipo de formacién, sus dimensiones y sus caracte. risticas fundamentales en cada acumulacién de mineral. Las principales caracteristicas pertinentes para la extraccién y ja elaboracién de minerales -como la distribucién o la ley del mineral, las propiedades f{sicas que afectan a la extrac. ci6n, la mineralogia y los componentes perjudiciales- se des terminan principalmente mediante la penetracién fisica directs y 1a medicién del yacimiento, junto con una extrapolacién li- mitada de datos geolégicos, geof{sicos y geaquimicos. Las cantidades se han calculado con un nivel relativamen- te elevado de certeza, pero respecto de algunos yacimientos, el error de estimacién puede llegar al 50%. Tales estimaciones son principalmente pertinentes para le planificacién de las actividades de explotacién. La categoria R-2.- Corresponde a estimaciones de recursos in situ que est4n directamente relacionadas con yacimientos minerales descubiertos, pero a diferencia de los recursos in- cluidos en la Categoria R-1, las estimaciones son preliminares y s¢ basan fundamentalmente en informacién geolégica general Gorroboradas con mediciones en algunos puntos. £1 tipo de for- maci6n, las dimensiones y la forma se infieren por analogia con depésitos vecinos incluidos en la categorfa R-1, de consi- deraciones geolégicas y estructurales generales, y mediante un anélisis de las indicaciones directas o indirectas de deposi- cién de minerales. Los valores estimados en esta categor{a son m&s inciertos que los de la categorfa R-1; los errores de es- timacién pueden ser mayores del 50%. Las estimaciones de la categoria R-2 son principalmente pertinentes para le planifi- cacién de nuevas actividades de exploracién, con miras @ una futura reclasificacién a la categorfa R- La categoria R-3.- Se refiere @ recursos que aun no se han descubierto, pero de los cuales se piensa que existen en yacimientos de tipos comunes que es posible descubrir. Las es- fimaciones de las cantidades in situ se realizan principalmen- te sobre la base de extrapolaciones geolégicas o de indicios geofisicos, 0 por analogia estad{stica. Las ideas sobre la existencia y el tamafio de todo yacimiento de este categor{fa son necesariamente opinables. Estos depésitos podrén o no descubrirse efectivemente en los préximos decenios. Las estimaciones correspondientes a la categoria R-3 indican la medida de las oportunidades en mate- tia de exploracién y las perspectivas @ un plazo algo m&s lar- go en materia de abastecimientos de materias primas. La infor- macién sobre los recursos de la categoria R-3 deber{a propor- cionarse en forma de gamas de valores, para reflejar su escaso grado de certeza". “Cada una de las categories puede subdividirse de la si- guiente manera: E. Los recursos in situ que se consideran explotables en un pais o regién determinados en las condiciones socio-eco- némicas imperantes y con la tecnologia disponible. S. los recursos in situ restantes que no se consideran ac- tualmente de interés, pero que pueden llegar a serlo en virtud de cambios econémicos o tecnolégicos previsibles. Todas las categorias y subcategorias descritas se refie- ren a estimaciones de las cantidades in situ de metales o mi- nerales. En consecuencia el grupo recomienda que se establezca un conjunto paralelo de categor{as y definiciones pare canti- dades tecuperables, ademés de las categorfas y subclasifica- ciones ya sefaladas. Ello permitirfa utilizar un conjunto o ambos conjuntos, segén fuese apropiado. Para distinguir entre ambos conjuntos, de datos paralelos, se propone que se utili- cen los s{mbolos R-1, R-2 y R-3 para las categorias in situ, y que las cantidades fecuperables se indiquen con los s{mbolos t-1, r-2 y ro3. Para las subclasificaciones, podrian usarse en ambos casos las notaciones E y $. Sin embargo, no puede haber una definici6n general de “recuperabilidad" ni del punto del proceso de extraccién y elaboracién en que ésta deberia medir- se. Tales cuestiones deben determinarse pare cada producto". Los términos internacionales m&s comunes que han venido utilizfndose para las categor{as propuestas son los siguien- tes: R-1 Determinados, demostrados, razonablemente seguros R-3 Potenciales, hipotéticos, pronost icados R-2 Inferidos, est imados, posibles E. Econ6micos. ‘Sz Sueconémicos Recursos in situ de interés econémico pars los préximos decenios ih d, ib Yacimientos conocidos Generalmente se refiere a prolongaciones de Yacimientos no déscubiertos C4lculos fidedignos yacimientos conocidos. C4lculos preliminares. Célculos provisionales. a Le Econémicamente Subeconémicos —_Econémicamente Subeconémicos explotables explotables Hasta aquf las transcripciones del artfculo de Esteban Santisteban. Uno de los problemas de vital importancia en el manejo de los recursos minerales es el impacto ambiental, que se produce en la naturaleza por los procesos de explotacién y beneficio. Es por ello que muchos articulos en esta edicién hacen alusi6n a ese problema, que generalmente afecta a mediano y largo pla- go a las comunidades de las zonas minerales y no pocas veces a Gtras comunidades m&s distantes, cuando se ve involucrada la Contaminacién de rfos y aguas subterr4neas. La contaminacién ambiental y el impacto causado en la naturaleza por desequili- brios causados en los sistemas ecolégicos, geolégicos, bioqui- micos y bioldgicos se convierten en delitos sociales, porque atentan contra el mejoramiento de los niveles de vida de los Seres humanos. Es por ellos que debe ponerse especial atencién @ los procesos mineros, buscando aplicar correctivos adecuados para minimizar al méximo esos impactos ambientales, cumpliendo Bei con obligaciones morales y legales que no debemos trans- gredir. Finalmente, es necesario aclarer que durante la edicién de esta obra, compleja por su terminologia y variada por el ndmero de articulos y de autores, se han podido escapar algu- hos errores mecanograficos y defectos de diagramacién, que en hinguna forma afectan sustancialmente el contenido técnico de la informacién, en cuyo caso, ellos no son imputables al equi- po que participé en la edicién e impresién. A pesar de esta Selaracién, ofrecemos de antemano disculpas a autores y lecto- Tes por esas pocas deficiencias que escaparon a nuestros es- fuerzos. AGRADECIMIENTOS Es necesario dejar constancia de reconocimiento a las personas que durante el proceso de edicién dedicaron gran es- fuerzo y empefwio para que esta obra resultara de la mejor cali- dad posible dentro de las limitaciones econémicas y materiales del Instituto. Al Dr. Pedro Marin R., Ge6logo de Ingeominas, quien tuvo imicialamente el material para su revisién y correccién. Al equipo de Publicaciones compuesto por las senoras Gloria Cor- tés, Martha Capera y Myriam Lyda de Torres quienes se encarga~ ton’del levantamiento de textos; a Luz Hernéndez de Ouimbay y Ana Teresa Ram{rez de Restrepo quienes tuvieron a cargo el di- bujo (elaboracién y adaptaciones) de las figuras; a José luis Botero, Jefe de Publicaciones, quien coordiné y supervis6 los procesos de impresién y Libardo Rivas, Pedro Moreno, Gernén Castro, Gerardo Vargas, Roberto Ceballos, Martha de Cer6n, Gladys Pulido y Lola de Rodriguez quienes participaron en di- ferentes etapas del proceso de impresién. Ellos han tenido parte definitiva en el éxito logrado. Gracias por su valiosa colaboracién. BIBLIOGRAFIA ESTEBAN SANTISTEBAN F., 1985.- Clasificacién Internacional de Recursos Minerales. (Propuesta por la ONU). De Re Meta- llica, Mayo-Junio 1985. p. 5-7. Lima. U.S. BUREAU OF MINES and U.S. GEOLOGICAL SURVEY, 1980.- Prin- ciples of a Resource / Reserve Classification for Miner— als. U.S. Geol. Surv. Circ. 831, Arlington, VA. USA. RECURSOS MINERALES DE COLOMBIA Segunda Edicion . MINERALES PRECIOSOS Pub, Geol. Esp. INGEOMINAS, No.1, 1987 667 ESMERALDAS HUGO FORERO OQ. CONTENIDO Resumenseseeeee 567 Introduccién... 568 Usos..seereeeee 569 Ambiente Geol6ég 569 Geoquimica “ 569 Mineralog! . 570 Tipos de depésitos de Berilia. 571 SituaciOn Mundial....sveveceseveees 574 Depésitos de Esmeraldas....... . 574 Reservas. eo: 575 Producciét sees : 575 Perspect iv eee ‘ 577 Las Esmeraldas en eee : 579 DepOsitos....seeeeeee seees : 579 Exploracién y explotacién..... 7 592 REGEEVAS se eeereceeerecee teense eee 596 Produccién, exportaciones y perspectivas en el mercado internacional.. ceosee . 596 Situaci6n actual de la minerfa. : 598 Bibliograffa : 601 RESUMEN Le esmeralda es la variedad verde del mineral berilo; ha- ce parte, junto con el diamante, el rub{ y el zafiro, de ls categoria exclusiva de las piedras preciosas, y es por su be- lleze, durabilidad y rareza, una de las gemas m&s apreciadas y valiosas. £1 berilo ocurre en pegmatitas y en depésitos hidroterma. les; existen depésitos de esmeralda en Zambia, Brasil, Tanza- nia, Sur Africa y otras localidades del mundo. Sin embargo, las esmeraldas m&s finas del mundo han sido extraidas de los depésitos de Colombia. Se han planteado diversas hipétesis pa- re explicar el origen de las soluciones mineralizantes en las inclusiones de las esmeraldas de Muzo, Coscuez, Pefas Blancas Chivor y Gachalé; las caracteristicas geolégicas y mineralégi cas de estos distritos sugieren que los fluidos hidrotermales tuvieron un origen magm&tico comGén, acurrido en el Tercierio superior. Las minas de esmeraldas de Colombia han sido explotadas desde 6pocas precolombinas, pero sélo desde hace quince afios se han adelantado investigaciones enceminadas a obtener meto- dologias adecusdas pare prospectar nuevos yacimientos y est blecer los mejores sistemas de explotacién y beneficio. No obstante, en los Gltimos afios su produccién ha disminufdo por problemas técnicos y de orden pdblico. PUB, GEOL. ESP, INGEOMINAS, No.1, 1987 568 RECURSOS MINERALES DE COLOMBIA No se dispone de cifras confiables sobre reservas de es- meraldas tanto a nivel mundial como a nivel nacional. En este trabajo sélo se publican las cifras de la produccién exporta- da; los datos de produccién bruta solamente son conocidos por los productores. INTRODUCCION El nombre Esmeralda se deriva de una palabra persa, que posteriormente aparecié en el griego como "smaragdos" y luego, como "smaragdus". De éstas se derivaron lag formas esmeraude, émeraude y esmeralda. £1 nombre esmeralda antiguamente se uti- liz6 para denominar cualquier mineral de color verde, inclusi- ve aquellos de diferente naturaleza a la esmeralda que conoce- mos shora (WEBSTER, 1978). Colombia produce la mayor cantidad de esmeraldas en el mundo y las de mejor calidad; la mayor parte de su produccién Proviene de Muzo, Boyacé, aunque las regiones de Coscuez, Pe- fas Blancas y Chivor en el mismo Departamento y las de Ubalé y Gachela en el Departamento de Cundinamarca, también son cen- tros de explotaci6n. A nivel mundial sélamente las esmeraldas de Zambia se han cei de manera semejante’ a las colombianas (PRESSLER, 1983). ANTECEDENTES HISTORICOS La esmeralda est& rodeada de tradici6n y supersticiones. Fue la primera gema ofrecida en el mercado, hace m&s de 5000 afios en Babilonia. Las primeras minas de esmeralda conocidas histéricamente se explotaron en el ato 2000 a.c. en Egipto (Mar Rojo), en las llamadas "Minas de Esmeralda de Cleopatra”. De éstas se extrajo la mayorfa de las esmeraldas empleadas en joyeria antigua (WEBSTER, 1978). HISTORIA DE LAS MINAS DE ESMERALDA DE COLOMBIA La explotacién de las minas de esmeralda de Colombia ha ocurrido desde la época precolombina, cuando existié un comer- cio intenso entre los indigenas de las regiones de Muzo, Cos- cuez, y Chivor, los Incas y otras razas nativas.* Al arribo de los conquistadores, los indfgenas les ofrecieron esmeraldas como tributos y regalos pero nunca les mostraron los yacimien- tos, de manera que pasaron varios afios antes de que los espa- oles los encontraran. La primera mina explotada por los espafioles fue la de Chivor, ubicada en el flanco este de la Cordillera Oriental; en 1537, por orden expresa de Jiménez de Quesada, un grupo de soldados a1 mando del capitén Valenzuela encontré la mina, después de obligar @ los indigenas a mostrarle el sitio. Co- menzaron su explotacién a gran escala (1200 hombres), la cual se prolongé hasta finales del Siglo XVI, cuando los’ trabajos tuvieron que ser abandonados por las hostilidades y lo remoto del érea (WOKITTEL y MUTIS, 1954; JOHNSON, 1961). De otra parte, en 1559 los espafioles fundaron la Villa de ja Sant{sima Trinidad de los Muzos, ubicada en el flanco W de la Cordillera Oriental, pero sélo el hallazgo casual de una esmecalda en el casco de un caballo les permitié sospechar 1a cercania de otras minas (WOKITTEL y MUTIS, 1954). La primera noticia oficial de este hallazgo se encuentra en el informe de PUB. GEOL. ESP. INGEOMINAS, No.1,1987 Pe ESMERALDAS, 569 don Andrés Diaz Venero de Leyva al rey, el 1 de enero de 1564; el 9 de agosto del mismo afio el capitén Luis Lancheros, comen- z6 la explotacién de las minas, aunque sélo hasta 1567 Benito de Poveda establecié la primera compaffa organizada, la cuel en 1625 ya hab{a aportedo a la Corona la suma de 300.000 pesos oro por concepto de quintos. En 1646 los espefoles empezaton a trabajar las minas de Coscuez descubiertas afios antes por Pe- dro y Juan Delgado, pero &stas tuvieron que. ser abandonadas poco tiempo después por la ocurrencia de un gran derrumbe que sepulté6 a m&s de 300 personas; sélo fueron redescubiertas en 1850 (DOMINGUEZ, 1965). En 1765 se reservé para el Tesoro Real la propiedad de todas las minas de esmeraldas, con administraci6n directa de le Corona, bajo el acépite fiscal de "Minas de esmeraldas de cuenta de su Majestad" (ARAMBURO, 1980). Como. los resultados no fueron 6ptimos, por Cédula Real de 1792 se permitié el arriendo de las minas a particulares, pero el primer contrato formal sélo se llegé a celebrar en 1828; el contratista, José 1. Paris, obtuvo ganancias tales’ que ordenéd al escultor Tenerani la elaboracién de una estatua de Bolivar, la cual do- n6 al pais posteriormente (DOMINGUEZ, 1965). Por Ley del 9 de junio de 1847, el Gobierno reservé como bienes fiscales todas las minas de esmeraldas en el territorio nacio| y desde ‘esa época ha prevalecido el dominio fiscal de esas minas, aunque a partir de la Ley 20 de 1969 éstas pueden derse en concesién o aporte a una empresa mixta, al concluic el sistema legal de explotacién que esté vigente (ARAMBURO, 1980). En los Gltimos afias el Gobierno ha expedido decretos con el fin de controlar el comercio y exportaci6n de las esmeral- das (Decreto 2477 de 1984) as{ como medidas de control del or- den piblico en la zona de la reserva esmeraldifera de Muzo (Decreto 3037 de 1984) (DUQUE-ESCOBAR, 1985). usos Ya desde el afio 4000 a.c. las esmeraldas se utilizaron como gemas en el Viejo Continente; en América adn antes del descubrimiento, los nativos las utilizaban como elementos de- corativos de gran valor. Junto con el diamante, el rubi y el zafiro son las Gnicas piedras catalogadas como’ preciosas. La esmeralda, por su belleza, durabilidad y rareza es una de las gemas m&s apreciadas y valiosas; por este razén, es utilizada b&sicamente para propésitos decorativos en joyeria, jarrones, estatuillas y otros objetos de arte, as{ como para exhibicio- nes en colecciones (BASKIN, 1980). AMBIENTE GEOLOGICO GEOQUINICA DEL BERILIO En la corteza terrestre se ha estimado un contenido de 8e entre 2 y 3.5 ppm; el mayor porcentaje de este metal se en- cuentra en minerales formadores de rocas comunes y no en mine- tales ricos en Be. Esta dispersién es causada por la habilidad del Be para reemplazat Si; pero debido a que este reemplaza- miento desestabiliza la estructura cristalina, la mayoria del Be de la tierra se ha concentrado en minerales con estructuras tolerantes a esta distorcién, como la plagioclasa, las micas y las arcillas (GRIFFITTS, 1973). PUB, GEOL, ESP, INGEOMINAS, No.1,1987 870 RECURSOS MINERALES DE COLOMBIA El Be es concentrado en los fluidos residuales de roc igneas cristalizentes, junto con &lcalis, sflice, alGmina, tierras reras variades y otros metales litéfilos, abi como con elementos y complejos volétiles tipicos, tales como fluoruro, hidréxilos, carboxilos (C03), boro y fésforo (MULLIGAN, 1968; en HALL, et al, 1978). A medida que avanza la cristelizecién. de un magna, las concentraciones de ‘Be aumentan progresivamente en el fluido. Esto ocasiona una concentracién incrementante de Be en rocas consecutivamente m&s jévenes de series genética- mente relacionadas, hasta alcanzer un punto de enriquecimiento en el cual los minerales de Be sélo se fgtman en presencia de agentes complejos (por ejemplo, F~o CO3~%) que mantienen una proporcién inusualmente alta de Be en Sos liquidos residuales (GRIFFITTS, 1973). Estos complejos, normalmente de naturaleza reductora y &cida, permiten el transporte de Be en soluciones hidrotermales; pero si el fluido se hace alcalino (al regccio- nar con carbonatos preexistentes) o si la presi6n parcial de los volétiles excede la presién total del sistema Cetecto de ebullicién), los complejos se hacen inestables y precipitan las esociaciones minerales presentes en los fluidos hidroter- males (HALL et al, 1978). En rocas {gneas, el contenido de Be aumenta con los con- tenidos de silice y alcelis; el contenido promedio de Be en peridotites es menor de 0.25 ppm, mientras que su contenido en basaltos y gabro es de aproximadamente 0.5 ppm; en riolita y granodiorita es de m&s 0 menos de 5 ppm. Pero las relaciones son complejas: en rocas silfceas, el contenido de Be cruza un m&ximo a medida que aumenta el cantenido de sflice; ademas, el contenido promedio en las rocas pluténicas es més alto que en jas rocas volc4nicas, tal vez por la pérdida de Be durante eventos volcfnicos. La concentracién m&xima aparente de Be, alcanzada durante un proceso magm&tico por un magma de compo- sicién granitica, es de 180 ppm. En la mayoria de los depési- tos hidrotermales, el Be es adn més egcaso, constituyendo por lo general 1 ppm o menos (GRIFFITTS, 1973). Cuando los minerales formadores de roca son meteorizados y el Be es liberado, éste es absorbido répidamente por minera- Tes arcillosos por esta raz6n el Be migra muy poco en aguas normales. Una migracién de Be en pequefia escala y poco impor- tante econémicamenté puede ser causada por aguas ricas en sa- les o por aguas &cidas o carbonatadas. Adicionalmente, se ha observado que el metamorfismo no afecta notablemente el conte- nido de Be en las rocas (GRIFFITTS, 1973). HINERALOGIA La esmeralda es una variedad del mineral berilo, de color verde oscuro transparente. Cristaliza en el sistema hexagonal holoédrico formando prismas largos terminados por numerosas facetas romboédricas y piramidales que suelen presentar es- triaciones de color verde parduzco. Tiene una dureza entre 7.5 y 8.0 en la escala de Mohs. Su gravedad especifica oscila en- tre 2.67 y 2.77 y por tratarse de un cristal dicréico presenta doble indice de refracci6n, de 1.57-1.58 a 1.58-1.59. En le Tabla 1, tomada de Garcia y Vargas (1970) se indican los {ndi- ces de refraccién y gravedad especifica para esmeraldas de tres depésitos de Colombia. ComGnmente deja ver opacidades, las cuales se deben a fisuras, fracturas e inclusiones s61i- des, liquidas y geseosas; s6lo excepcionalmente presenta transparencia perfecta. PUB. GEOL, ESP. INGEOMINAS, No. 1,1987 ESMERALDAS. sn TAB. 1: Gravedad especifica e indice de refraccién de las di- ferentes clases de esmeraldas colombianas (tomado de GARCIA y VARGAS, 1970). Indice de Refraccién dad Espe. Chivor 1.571(£0.003)| 1.577(+0.003) 2.70(#0.01) Muzo 1.577(£0.003)] 1.583(+0.003) 2.71(£0.01) Coscuez 1569 1576 2.70 Quimicamente, el mineral berilo es un silicato doble de aluminio y berilio, con la siguiente férmula: BezAl7(Si03)¢ y presenta los siguientes porcentajes tedricos de’ é¥idos! be0 14%; Al703 19%; Si07 67%; frecuentemente el porcentaje de Bed disminuye cuando el Be es reemplazado por pequefias cantidades de alcalis (Na y K) y Li (HURLBUT y KLEIN, 1982). De acuerdo con su color, el mineral berilo se denomina de diferentes formas; si es incoloro o verde claro se conoce como Berilo propiamente dicho, el cual se emplea en la extraccién del metal berilio, de gran’utilidad en la industria, especial- mente la aeronéutica; cuando presenta color amarillo oro pro- fundo, de hermoso aspecto, es denominado Berilo Dorado y si tiene’ buena transparencia, se usa como piedra semipreciosa; las variedades tosadas reciben el nombre de Morganita; si el mineral es de color verde azuloso, se denomina Aguamarina, la cual es considerada coma, gema semipreciosa; el nombre de esme- ralda es reservado para las variedades transparentes de color verde algo intenso (WOKITTEL, 1960). 7 El color verde de la mgralde se debe a la accién de un ién croméforo, el cromo (Cr*3), en forma de 6xido de cromo (Cr203). Los valores de Cr y Ven las esmeraldas colombianas son los m&s altos entre los berilos del mundo (STAATZ, et sl, 1965, en HALL, 1978), lo que explica su color verde profundo que las hace tan famosas y apreciadas. En la Figura 1, tomada de Barros (1985) se ilustra le composicién quimica de varias esmeraldas de diversos lugares del mundo con un origen seme- jante. En la Tabla 2, tomada de Hall (1978) se presenta la quimica de los elementos traza (en ppm) de las esmeraldas de Muzo, Pefias Blancas y Chivor. TIPOS DE DEPOSITOS DE BERILIO En la Figura 2, tomada de Laznicka (1985) se indican los principales depésitos donde se presenta el Be. En sintesis, ocurre principalmente en pegmatitas de profundidad intermedia, en venas hidrotermales y en reemplazamientos de tobas de ber- trandita; también puede presentarse en greisens y como re- emplazamientos en depésitos de skarn y en menor proporcién en riolitas, en granitos mesazonales y en pegmatitas micéceas profundas. PEGMATITAS Los depésitos pegmatiti como menas de Be est&n com- puestos de cuarzo, plagiocl: sédica (albita) y microclina principalmente, con o sin espodumena, muscovite o lepidolit La asociacién Berilo-Espodumena es cercana, de modo que poces pegmatitas con espodumena carecen de Berilo. La muscovite tan- bién se asocia frecuentemente con berilo, especialmente en las pegmatitas profundas sin Li. PUB, GEOL. ESP, INGEOMINAS, No.1 ,1987 872 RECURSOS MINERALES DE COLOMBIA 100 10 3 3 gz 2 3 € = a x ° 2 oO! MIKU, ZAMBIA HESOM, 1962) PORANGATU, BRASIL (BARRO: 3~ SANDAWANA, ZIMBAWBE( MARTIN, 962) 4-URAL MONTAINS, USSR(VLASOV, 1960) ‘5-SOMERSET, SUR AFRICA (KOVALOFT, 1929) 6 - MENZIES, AUSTRALIA OCCIDENTAL ( GARSTONE, 1961) 7 -POOWA, AUSTRALIA OCCIDENTAL (SIMPSON, 1948) 0.0,L-4 4 1 L 1 1 1 1 Fig. 11, Estudio quimico comparativo entre esmeraldas de origen similar de diversas localidades. PUB. GEOL. ESP. INGEOMINAS; No.1,1987 ESMERALDAS 573 TAB. 2: Oufmica de elementos traza de las esmeraldas de las Minas de Muzo, Peftias Blancas y Chivor (en ppm) Tomada de Hall (1978). Elementos raras Nb,W,Y,Ce,Dy,La No. 1. Nassau & Jackson (1970) No. 2. Este estudio No. 3. Tsherepiuskaya (1971) No. 4. Este estudio No. 5. Staatz et al (1965) (promedio de dos an$lisis) No. 6. Griffitts (comunicacién personal) Nd* no detectado Los diques de pegmatitas no zonificadas de textura fina considerados como fuentes potenciales de berilo, son agregados de albita, microclina, espodumena, cuarzo, berilo y muscovita. Son de composicién moderadamente uniforme, aunque difieren de sitio a sitio principalmente en el tamafio y orientacién de las particulas minerales, La albitea, cuarzo, muscovita y berilo Forman una matriz de textura fina que ‘rodea la espodumena, microclina y cuarzo. El berilo de textura fina, generalmente blanco, constituye aproximadamente el 0.5% de la pegmatita y actualmente es dé diffcil recuperaci6n (GRIFFITTS, 1973). Las pegmatitas zonificadas de texture gruesa han abaste- cido casi tado el berilo utilizado en la igdustria. Cuando los berilos ocurren en estas pegmatites, algunas veces se encuen- tran en "brotes" que hacen parte de zonas; los cristales m&s gtandes se presentan cerca al niécleo y los cristales finos cerca a la zona externa (Petkof, 1980). PUB. GEOL. ESP, INGEOMINAS, No.1,1987 874 RECURSOS MINERALES DE COLOMBIA an sino) ‘NeScmas EcoNOMICAS propuccion Variaci6n de la profundidad en asociaciones genéticas y en el estilo de mineralizaci6n de depSsitos de ele- mentos raros. DEPOSITOS HIDROTERMALES Fig. 2 Aunque el Be es muy escaso en buena parte de los depési- tos hidrotermales, algunos de éstos (con contenido bajo en me- tales bésicos y preciosos) son ricos en Be y generalmente con- tienen fluorita, magnetite o hematita, carbonatos, minerales de zinc y, si son fluoriticos, uno o més metales que como el Be forman complejos de fluoruros solubles en agua, tales como estaiio, tungsteno, bismuto, tierras raras, manganeso, titanio 9 niobio, en forme de 6xidos; los sulfuros no son comunes (GRIFFITTS, 1973). De acuerdo con la clasificaci6n de Lindgren, los depési- tos hidrotermales de mayor interés como fuentes reales 0 po- tenciales de menas de Be, son los tipos hipoternales formados a alta temperatura y a profundidad por lo menos moderads, y los tipos epiternales formados a profundidades someres. Loa depésitos hipotermales son generalmente granitos con berilo y venas de textura moderadamente gruesa, ricos en cusrzo, que suelen estar asociados con greisens. Los depésitos epitermales se presentan en rocas con poca alteraci6n causadas por sulfu- ros y, ademés, contienen pequefas cantidades de fluorita. SITUACION MUNDIAL DEPOSITOS DE ESMERALDA EN EL MUNDO Los depésitos de esmeralda localizados en diversas partes del mundo son depésitos tipicos de berilo, es decir son depé- sitos pegmatiticos o hidrotermales, estos Gltimos encajados principalmente en rocas metamérficas. De ah{f la naturaleza PUB. GEOL. ESP, INGEOMINAS, No.1, +987 ESMERALDAS. 875 particular de los depésitos de Colombia encajados en roces se- dimentarias, los m&s estudiados 8 nivel mundial. A través de la historia se han explotado esmeraldas en diversos paises. En el pasado, se explotaron esmeraldas de muy mala calidad en Egipto, cerca del Mar Rojo, dentro de esquistos mic&ceos; no obstante, estas piedras abastecieron el mercado del Viejo Mun- do durante muchos siglos (WEBSTER, 1978). Se han obtenido esmeraldas de buena calidad en la Uni6én Soviética, en venas hidrotermales encajadas en rocas metamér- ficas de los Urales; en Transbaikalia se han extrafdo piedras de mala calidad dentro de pegmatitas; el desarrollo actual de estos depésitos es desconocido por falta de informacién (WEBSTER, 1978) En el continente africana se han explotado esmeraldas en Africa del Sur, Zambis, Tanzania y Rhodesia. Siempre se en- cuentran en diques pegmatiticos o venas hidrotermales encaja- dos en rocas metam6rficas que varfan en su textura y composi- cién mineralégica (esquistos biot{ticos, cloriticos, actinol{- ticos y tremoliticos; neises). En Tanzania, las esmeraldas, junto con alexandritas y coriadones, se presentan en lentes y capas de biotita dentro de esquistos y neises (AMSTUTZ y BANK, 1980). En Zambia, donde se producen esmeraldas casi tan coti-~ zadas como las colombianas (véase Tabla 5), éstas se hallan entre venas hidrotermales encajadas en esquistos que afloran en el rea de Lufuba del Copperbelt (PRESSLER, 1983). En Rho- desia, las esmeraldas m&s finas se han extraido de un esquisto tremolitico que bordea diques de pegmatita en el Valle de San- dawana, al sur de la Cordillera Nweza (WEBSTER, 1978). En Indoasia se han localizado yacimientos de esmeralda en terrenos metamSrficos ubicados en Jaipur y Ajmer, al norte de la India y en el Grea de Swat, Chitral, al norte de Pakistén, cerca a los Himalayas (KINNEY, 19853; PRESSLER, 1985; WEBSTER, 1978). En Europa se han hellado esmeraldas de mala calidad y es- casa importancia en Salzburgo, Austria, dentro de venas en un esquisto micéceo; y en el extremo sur del Lago Mjosa, Noruega, embebidas en granito (WOKITTEL, 1960; WEBSTER, 1978). En América, fuera de los depésitos de Colombie (véase si- guiente capitulo), también se han explotado esmeraldas en Es- tados Unidos, en la mina Big Crabtree, Little Switzerland (Ca- rolina del Norte), mediante miner{a de pozo (BASKIN, 1980). En el Brasil existen varios depésitos de esmeralda en Socoté/BA, Itabira/MG; ‘Carniba, Santa Terezinha/Goias y Parangatu entre otros (SCHWARZ y MENDES, 1985; BARROS, 1985). Las esmeraldas de Socoté y Carnaiba ocurren en venas de matriz carbonftica dentro de esquistos micdéceos; no obstante la proximidad geol6- gica entre estas ocurrencias, los tipos de inclusiones de las esmeraldas de cada lugar son totalmente diferentes, lo que permite suponer variaciones en las condiciones locales durante la cristalizacién (SCHWARZ y MENDES, 1985). Por su parte el depésito de esmeraldas de Porangatu contiene berilos de gene~ racignes mGltiples y asociaciones variadas, relacionadas a va- ios pulsos de mineralizacién. Los cristales de las pegmatitas graniticas en neis tonalitico son incoloros, amarillo p&lido y azul, mientras que aquellos en venas de cuarzo y masas de fel- despatos intruyendo un conjunto meta-ultraméfico son de color verde p4lido y claro. La esmeralda ocurre principalmente en la zona de flogopita ferrosa (1313 ppm de Cr) y con menor fre- cuencia en los esquistos talcosos. PUB, GEOL. ESP. INGEOMINAS, No.1, 1987 876 RECURSOS MINERALES DE COLOMBIA Sin embargo, en la misma zona de flogopita ferrosa se pre- sentan berilos que varian desde incoloros hasta gemas de color verde oscuro. Se considera que esta generacién mGltiple de be- rilos est& relacionada a un origen exomérfico (BARROS, 1985). En Australia se han encontrado esmeraldas en diversos lu- Parers, wunque, gv explotacién no es constante. En Enmaville New South Wales) se encontraron esmeraldas en la ramificacién de un granito greisen. En Poona (Australia Occidental) se ha- lleron esmeraldas no muy finas (de tonos p&lidos) en diques Pegmatiticos dentro de esquistos biotiticos, asociadas con cuarzo + albita + oligoclasa + topacio + turmalina + fluorita y con biotita, lepidolita y zinwaldita. En el distrito de Wod- gnia (Australia Occidental) se extrajeron cristeles pequefios de esmeralda que nunca fueron cortados. Finalmente, en Mt. Crawford, cerca de Williamstown (Austrelia del Sur) poces es- meraldas de mala calidad fueron halladas en una pegmatite, acompafiadas por aguamarina y heliodoros (WEBSTER, 1978). Aunque no se ha comprobado, Webster (op. cit.) menciona la posibilidad de la ocurrencia de minas de esmeralda al N de Mozambique, dande supuestamente se producen cristales de muy buena calidad. As{mismo, afirma, existen informes no comproba— dos sobre la ocurrencia de esmeraldas en los cfos Harrach y Bouma de Argelia; podrian ser cristales de turmalina. Por dl- timo, es probable que en los alrededores de Ghadames, Libia, haya ocurrencias de esmeraldas, pero aunque se ha hecho mucha prospeccién aGn no se han halledo los depésitos. RESERVAS Précticamente no se han evaluado los recursos mundiales pare las piedras preciosas y mucho menos para esmeraidas, de- bido a que, aunque las gemas se presentan en muchos de los am- bientes geoldgicos, no forman yacimientos en el sentido es- tricto de la palabra. Igualmente, las cifras sobre reservas mundiales calculadas no son confiables ya que los productores no dan a conocer datos fidedignos (BASKIN, 1980). PRODUCCION En la Tabla 3, obtenida s partir de la revisién de las estadisticas pais por pafs del Mineral Yearbook 1983 (BUREAU OF MINES, 1985b) se muestran los paises productores de esme- talda. Con respecto a Zambia, Gnica nacién que produce esmeral- das casi tan cotizadas como las colombianas (véase Tab. 5) desde 1974 1a produccién de estas gemas en el frea de Lufua del Copperbelt ha aumentado significativamente; en 1983 se llegaron a explotar aproximadamente 18 depésitos conocidos, por un valor estimado de produccién de US $100 millones (PRESSLER, 1985). Sin embargo, legalmente sélo se explotaron esmeraldas en dos minas: a. Nkuralu and cC.'s Kamakanga Mine, Privade. b. Fwayagwaya Mine, estatal, perteneciente a la Reserve Mine tals Corporations. De éstas, solamente llegé al mercado oficial una produc- cién de 17 kgm de esmeralda avaluados en US $ 204.785, lo que se ha estimado como el 10% de las esmeraldas extraidas de Zam- bia (GLOVER, 1985). £1 90% restante de la produccién fue ex- trafda ilegalmente y vendida fuera del pais (PRESSLER, 1985). PUB. GEOL. ESP. INGEOMINAS, No.1,1987 ESMERALDAS, 877 TAB. 3: Paises productores de esmeraldas 1979-1983. Segtn datos tomados del Minerals Yearbook 1983, Vol. III. Produceién Exportada Pais Unidad 1919 1980 1981 1982 1983 Brasil kgm 7.468 9.126) 10.538) 7.646] SD Colombia Guilet |1'228.488 | 275.111] 299.006] 395:980|1"011.345 India Quilat +760 6.600} 1,000) © =" = Africa del Sur (cristales de esneralda genas| semi-preciosas)| kgm 1.781 432| 502| 547 575) Zambia kgm 400% -- -- -- v7 e : estimado SD: sin datos Aunque no aparece en la Tabla 3, en Estados Unidos se ex- plota esmeralda en la mina Big Crabtree; entre 1982 y 1983, Carolina del Norte aporté US$100.000 a 1a industria minera sorteamericana por concepto de gemas (WHITE y CARPENTER, 1985). Igualmente en Pakistén, al menos en 1981 las export ciones de gemas, alcanzaron US$6.2 millones, principalmente de aguamarina, esmeralda, rub{ y topacio (CONNOR, 1985), PERSPECTIVAS PRECIO €1 valor de la esmeralda est& determinado por su demanda y Por su belleza, color, carencia de defectos e inclusiones y perfeccién en el tallado. En la Tabla 4 se muestran los valo. tes promedio por quilate declarados por los impartadores nor- tesnericanos para la esmeralda, entre 1970 y 1980 (BASKIN, 1980). Actualmente, la esmeralda, por su hermoso color verde ca- racter{stico y su transparencia, es una de las piedrae precio- sas mejor cotizadas en los mercados mundiales de gemaa y, cuando su calidad es excepcional, su precio por quilate llega Superar al del diamante. La frecuente presencia en su inte- rior de jardines o gasas (manchas, nubecillas, hojuelas o in- clusiones) hace que ninguna gema sea igual a otra, por lo que gu valor varia y en ocasiones el quilate alcanza un precio hasta de US $ 10.000; estas piedras més finas reciben ef nom- bre de “gota de aceite" por su semejanza fisica con ésta, Las relaciones tiempo-precio para las gemas no son apli- cables debido a la gran variedad de items involucrados. En ge- neral, durante el perfodo 1978-1980 hubo un aumento en el pre- cio de las piedras preciosas (BASKIN, 1980), aunque desde 1983 ha habido cierta estabilizacién (PRESSLER, 1985). £1 valor promedio por unidad de las esmeraldas colombianas y zambianas pa continuada en un precio de US $1.400 a 1500 por quilate (v6ase Tabla 5), SUSTITUTOS Esmeraldas Sintéticas.- Ya en 1848, mediante un proceso de reconstruccién m&s que una verdadera sintesis, J. Ebelmen, obtuvo cristales muy pequehos de esmeralda luego dé calentar 2 PUB. GEOL. ESP, INGEOMINAS, No,1,1987 878 RECURSOS MINERALES DE COLOMBIA esmeralda pulverizada con &cido bérico. En 1912, R. Nacken, inicié experimentos para sintetizar cristales de esmeralda hasta de un quilate, usando la técnica hidrotermal empleada para desarrollar cristales de cuarzo a partir de una "semi- lla", en este caso utilizando como materia prima una mezcla de 6xido de berilio, aldmina y sflica en las proporciones correc- tas. TAB. Valores promedio declarados por quilate de esmeralda importada para consumo en los Estados Unidos (BASKIN, 1980). Piedra: Esnerelda tallada, sin contar. Afio D6leres por quilate 1970 23.67 1971 22.02 1973 43.82 1974 39.09 1975 50.06 1976 47.46 1977 41.19 1978 50.05 1979 46.14 1980 24.95 No obstante lo anterior, sélo hasta 1934, le industria alemana 1.G. Farbenindustrie produjo exitosamente a partir del método por difusién de material fundido ("melt-diffusion") lo que se ha considerado como las primeras esmeraldas sintéticas verdaderas, denominadas "Igmeraldas". Simulténeamente, el nor- teamericano C.F. Chathan en su laboratorio de San Francisco, California, también obtuvo esmeraldas sintéticas mediante el método hidrotermal, empleando berilo pulverizado como materia prima y posiblemente un cristal natural pequefio como "semilla"™ (WEBSTER, 1978); desde esa época hasta ahora se han desarro- llado muchas metodologies que han mejorado ostensiblemente su calidad. Los cristales sintéticos sélo alcanzan pocos centimetros de longitud y dejan ver propiedades quimicas y fisicas muy se- mejantes a las de la esmeralda natural, tanto que actualmente resulta muy diffeil distinguir unas de otras (WOKITTEL, 19603; GARCIA y VARGAS, 1970); en la Tabla 6, madificada de Baskin (1980), se comparan las caracteristicas de una esmeralda natu- ral y una sintética. Las esmeraldas sintéticas poseen imper- fecciones, por ejemplo inclusiones esféricas caracter{sticas o pequefias ‘fracturas; predominan las inclusiones l{quidas, usualmente de dos fases y también presentan zonificacién asi como cristales relativamente grandes de fenaquita. Por su par- te, la esmeralda natural comGnmente muestra inclusiones de tres fases, agujas de anf{bol, léminas de mica y cristales de pirita (WEBSTER, 1978). Una observaci6n cuidadosa de éstas ca- Tacteristicas permite diferenciar la esmeralda natural de la sintética. cONSUMO Actualmente, y debido a su menor costo, muchas gemas sin- téticas, tales como el rubi, zafiro, espinela, rutilo y esme- talda, se est4n utilizando en lugar de las gemas naturales; de hecho, se espera que aumente su demanda tanto para consumo PUB. GEOL, ESP. INGEOMINAS, No.1,1 987 ESMERALDAS. 579 personal como industrial; consecuentemente, la produccién de gemas sintéticas aumentar& en cantidad, veriedad y perfeccién hacia el afio 2000 (BASKIN, 1980). No obstante, le piedra natu- tal sigue siendo muy apreciada y apetecida, su precio continga siendo muy slto y diffcilmente podr& ser substituida del todo por la sintética, particularmente para su empleo en joyeria, TAB. 5: Precio en US$ de esmeraldas por tamafio, en los Estados Unidos (PRESSLER, 1984). Rango de pre- | Precio pronedio Esneralda | Peso quilate | cio por qui- por quilate late Jun/83 | Jun/a4 Colombiana 1 900 - 1800 1500 1500 Zambiana 1 750 - 2200 1400 1400 Comercial 500 - 1500 N.D, 550 N.O. no hay datos, LAS ESMERALDAS EN COLOMBIA DEPOSITOS MARCO REGIONAL DE LOS DEPOSITOS ESMERALDIFEROS Las minas de esmeralda de Colombia definen dos cinturones estrechos de mineralizacién aproximadamente paralelos y sepa- rados entre s{ 110 km. = El Cinturén Esmeraldifero Occidental, donde se hallan los distritos mineros de Muzo, Coscuez y Peas Blancas, as{ como varias manifesteciones y prospectos, entre los que se destacan las manifestaciones de E1 Pefion, La Corona, La Calichona, Pén- jamo, Aposentos y La Mina (véase Fig. 3, Tab, 7). - E1 Cinturén Esmeraldifero Oriental, con las minas de Las Cruces, La Vega, de San Juan, Diamante, El Toro, Mundo Nuevo, Buenavista y Chivor, las manifestaciones de Pavarafiado, Sagra- da Familia, Achiote, Gul y Providencia, a m4s de numerosos prospectos (Fig. 3, Tab. 8). Los dos cinturones semi-paralelos se encuentran exacta- mente enfrentados entre s{ en lados opuestos de la Cordillera Oriental de Colombia, a partir de una linea perpendicular a la direcci6n estructural dominante (HALL, 1978). Por su parte, Renz, 1956 (en HALL, 1978) considera que Jas ocurrencias de esmeralda definen s610 un cinturén de 70 km de ancho con direccién N30°W desde el sector de Gachalé - Somondoco hasta el sector de Muzo-Pefas Blancas, pero hasta ahora no se han hallado depdsitos en el frea intermedia entre estos sectores, si bien se ha reportado el hallazgo de esme- taldas en las minas de sal de Nemocén (SCHEIBE, 1933b) y Zipa- quiré (MCLAUGHLIN y ARCE, 1971). CINTURON ESMERALDIFERO OCCIDENTAL £1 Cintur6én Esmeraldifero Occidental se localiza en el flanco oeste de la Cordillera Oriental a una altitud sobre el nivel del mar entre 850 a 1020 m; tiene una direccié6n N20°E. PUB. GEOL, ESP, INGEOMINAS, No.1, 1987 186 |" LON ‘SYNIWO39NI ‘eS3 “1039 "ang TAB. 6: Comparacién de las caracteristices de una esneralda natural y una esneralda sintética (modificada 1980). Nombre | Composicién en BASKIN, Caracter. Esmeralda] BesAl2(Si0s)6 Esmeralda| Sintética BesAl7(Si03)6 2.60 2.65 (WEBSTER, 1978) Esmeralda sin- tética, vidrio turmalina, pe tidoto, grane- te verde, Esmeralda ge- (WEBSTER! nuina. Filtro de esneralda dicroismo, Indice de refraccién Imper fec- ciones, in clusiones, fluorescen- cia en luz ultraviole- ta. oes viawo709 3a sa1vuaNIW sosunoa¥ ESMERALOAS 581 RECURSOS MINERALES DE COLOMBIA SEGUNDA EDICION BRASIL ECUADOR ESMERALDAS EN COLOMBIA’ Yasar © Prepete A Wetec 1 7 1° 7 1 co A. Cinturén Esmeraldifero Occidental: 1, Muzo, 2. Coscuez, 3. Pefias Blan cas, 4. La Corona, 5. La Calichona, 6. Pénjamo, 7. Aposentos, 8. La Mina, 9. El Pefién, B. Cinturén Esneraldifero Oriental: 1. Chivor, 2. Buenavista, 3. Mundo Nuevo, 4. El Diamante y Las Cruces, 5. Vega de San’ Juan, 6, Achio- te, 7. Sagrada Familia, 8. Paverafedo, 9. Guali,10. La Providencia FIG. 3f Esmeraldas en Colombia. PUB. GEOL, ESP, INGEOMINAS, No.1 ,1987 “y 10, 7: toeimtenter hanifetaclons de Emer en ol Cintar6nEmetaetfero Celdetel, é & [nore |) tim oe] toca] Wve onratigrifico | orn ge pression | Primipaleg Rieralon Tetarecios Biblogarices F wien oh coon mats 8 Pam Prenton Tas eee foteares | ry Popp Setites tate | > tee on sneitay Glow Ate, cunrn,golnite | Agere oka (imp), Avera (OG), Omipuer 8 saliierdenays | Hac Es ade Paneth ates RH _ Wn ol MW del Munici- | bonosos. = Er nidos, bolsedas y nbdu- igs (1953), Fabre y Delatoye (1983), Hall a Molto foycks ena Stahl SiS" ah dts” a) ean Cid ta 3 tegen SUR Eafe 9h Rac Cidehe oun y Rowe 3 Bath fpetind' Wetdne tude tah 2 ig eh foray Meno {1903 3 Fe alr deal SSRN” Ale Z rip {bah Saibe Cu58 «5 OF ie a {13h athe a}: QV acmcas | vossrons” ove apmosngote | ts Pup, tataico Te | = x gate yvonn go eicie | Fuipny abit coezei— | fo 7 Nonny (097), sural y Wome (7, 5 Saas tae? | atbna rss dae |= Gages ate fee" | Lente Hartt, | Reatdye el Pate leh arte Sintered ala | Sota: Silane o Santee SSW Gh aap Miaated 5 Mpa (5. 5 esata pect afeat ane 0 : oe, area Sees eke, 2 APS RD ES, = ES Uti saae, 3 1B Bas Senet © Ppa [racine Sip Sarat, | fy Romeo, reason | tr vows de ctbomtony | fuvity Saray falsgpe] Wt C8), allehy Ppa CD, lon 99H “| Blencas confluencia de los ior: intercalaciones: to, muscovite y dolomite 7 8 Sten Stet lust, | sireiaitennegeee oie 8 Hieron | ute ate y teen! Sat? Setheke Te Cova] Pontontcin] Reps dy Fmstg | Fy Foe, Setcice Soko Done 7 ai, Tela y gale Gate os C01, Fae y Gets 6 Ethan | Flat Sateen eae Soe aBI? Sulit Rniepta_| Sonuos (Re eck TT sins] vargo sree co Te [ Fos Pup, cratcice je) > a yates armen oon] Pusstitay foleny Tolan] Wlaien 7 gue CR). Sisco Sresltiee eat | Gaeta etsgear stn | $0 Us eo pata pte Sie’elnoae tele: | Eas: Beans Hat 5, Mnieovo e 5) abcd Panjmse” | vanes] 9, casero, fine Tee vetne an Guar, pita, aleia, | Wlalery tale CTe)> Baca ea Goes plait tt TINS Ale FoR] Wetec] ogee decor te Giang we. | Abit, sletay prot | ingenines» whens gel PE Satis Seraedta, | NEM snishtagie"™ | Seteeesy ay Meeatade SRS a dr oe ert sett Sse! a Sag tcelepie Erith, pessotos | osc] 0, Braham | Br ley am carston eicita, carte 7 pita] WHaiTE y Bila CATs fe Sut Mam | Haalestsoejeees hy erate ipaettt” | SE Raa lal taro UFinet MTSuttie. | Sotlaptegians eo! SAIS feieipfolte | Se. Lop, intnoeree Ka oe Pires 9 bp rs verte, | Willa To Plo Telaind 7 Palo COTE). zes viawo109 30 sa1vuaNIW sosunoay 186 1" L'ON ‘SYNIWORONI “dS3 1039 ‘and =— | ee) ein ie io | eee” | aaa a Bier | eee Tuue an | Bae mele SEP EEE | San PLES Sea Gave moar ee | Ruciammat | RUBS PRE aaa ate pss: EE snes KE Sr Gage omer i Erenns agin] masons [Come ~ gisaeetame a EAS ane nO, way = inser Sais mere : ‘en’ algunas vest iss, proba Se Siam, Sin] [gE eT, ‘Ss eras 2a a & eins Tea Oa ya OH a si z 2 eg aeetin. | Ma a ee 2 pee cecieniealae || aoe . - ESpcorirnaitts 5 ise esa Tama mataiman | Fale ee SEE] AS EP OOO Sen is mr meas Sane Ar ay eo mart my Bay aahae tows ai ae ET Seen see | Se Sa oO, cs Smee ttter| sewctehdee Bey eae Ua ait ra Tusa | Racker Raion OD. Rosana [ees oes Ges, | mma] taeda aae Bara 7. Sain Reed Es, sea RECURSOS MINERALES DE COLOMAIA El depésito conocido locslizado m&s al sur es el de Muzo ubi- cado aproximadamente 100 km al N de BogotS; las otras dos mi- nerslizaciones principales, Coscuez y Pefias Blancas, se en- cuentran a 12 y 20 km al N de la mina de Muzo respectivamente. Estas tres mineralizaciones dejan ver muchas similaridades cercanas en su marco gealégico, mineralogia y paragénesis, lo que permitié que Hall (1978) ‘dedujera un mismo origen para ellas. Sin embargo, todavia falta mucho por entender acerca de su estructura general y de control estructural de estas mine- talizaciones, No obstante se ha determinado que los depésitos yacen en la cresta de un anticlinorio con buzamiento axial ha- cia el SSW él cual es atravesado por tres sistemas de fallas que lo separan en segmentos, cada uno de los cuales ha sido desplazado hacia el NE; el anticlinorio cabecea inmediatamente al sur de la mina de Muzo (PACHON, com.orel, c.f. Hall, 1978). Se han reconocido tres sistemas de fallas con direcciones ge- nerales (a) N20°-30°E, (b) N20°E a N5SO°E y (c) NSO°W; las fa- las con direccién (a) estén cortadas por las fallas con di- teccién (b) y (c) y las mineralizaciones de esmeralda aparen- temente est&n relacionadas con las fallas con direcci6n (a) y (ce) (ULLOA, 1980). Igualmente, cada depésito en particular esté controlado por un fallamiento local. En Muzo, las principales excavacio- nes est4n cruzadas por varias fallas de desplazamiento peque- fio, con rumbo N y NE, @ las cuales se asocian pliegues irregu- lares de medians escela dentro de la arcillolita; a lo largo de estas fallas es frecuente observar zonas de brecha, algunas de ellas mineralizadas. En el depésito de Coscuez la minerali- zacién se encuentra en una zona de arcillolite intensamene plegada limitada por dos fallas con rumbo N. La esmeralda en estos depdsitos se extrae casi exclusivamente de venas de cal- cita blanca de 4 cm de espesor que cortan arcillolitas negras carbonosas bien estratificadas ricas en pirita, pertenecientes a la Formacién Paja, le cual fue depositada en un émbito mari- Mo somero durante el Cret&cico inferior (ULLOA, 1980). Local- mente se han encontrado dentro de venas en calizas, aunque en secuencias predominantemente arcillosas. En Pefas Blancas, las esmeraldas se-presentan en venas calcd4reas delgadas que corten unas intercalaciones de arcillolitas negras y grises de la Formacién Rosablance (ULLOA, 1980; HALL, 1978). En la Figura 4 se muestra le secuencia estratigrfica general del rea. En el depSsito de Muzo las esmeraldas se presentan en ve- nas ricas en,carbonatos y en brechas que cortan las arcilloli- tas negras. Las venas son de tonalidades claras, tienen un es— pesor de 5 a 30 cm y una extensién vertical hasta de 100 m; hacia arriba, las ve se extinguen o estén truncadas en la superficie; hacia abajo, pasan a una zona extensa (1-2 m de espesor) de brecha horizontal que contiene la misma mineralo- gia de las venas, pero que ha producido muy pocas esmeraldas. Debajo de le brecha no hay mineralizecién, aunque hay venas delgadas de cuarzo y albita por donde probablemente ascendie- ton los fluidos mineralizantes (véase Fig. 5) (HALL, 1978; HALL et al, 1978). Las esmeraldas de mejor cristalizacién se hallan en vetas angostas (6-10 cm) que normalmente atraviesan las capas en &ngulo recto uy oblicuo y que ascienden desde la zona de brecha hacia la arcillolita; raras veces se han halla- doen vetas paralelas a las capas (BARRIGA, 1948; HALL et al, 1978), Los autores consultados piensen que las vetas angostas permitieon mantener durante m&s tiempo las altas presiones lo que favorecié una cristalizacién més perfecta de las esmeral- das. Adicionalmente a las venas y a la zona de brecha de la PUB. GEOL. ESP, INGEOMINAS, No.1,1987 ESMERALDAS, 85 bese, es factible encontrar esmeraldas en zonas de brecha locales aparentemente relacionadas con la interseccién de fallas transversales con fallas longitudinales o a lo largo de fallas con rumbo N y NE (HALL et al, 1978). Las venas mineralizadas contienen calcita blanca, ocasio- nalmente con teazas de parisita anaranjada, pirita, codazzita gris (dolomita con Ce), rombos de dolomita gris y fluorita transparente; las esmgraldas se presentan dispersas en las ve- nas, 0 en nidos (drusas). En las zonas de brecha, cuando hay esmeraldas éstas se entuentran dispersas en la matriz granu- lar, asociadas con los mismos minerales. Entre los minerales reconocidos como inclusiones de las esmeraldas hay cuarzo, al- bita, pirita, biotita, muscovita, dolomita, calcita, fragmen- tos de la coca y material carbonoso (BERNAUER, 1933; NASSAU JACKSON, 1970, en HALL, 1978). Roedder 1970, (en HALL, 1978 hall6 inclusiones de tres fases en las esmeraldas de Muzo, una s6lida (cristales de halita), una liquida (solucién de NaCl) y una gaseosa (gas de C02). Aunque no se noté una zonificacién vertical u horizontal de la mineralogia en las venas, existe una secuencia ordenada de_minecalizacién la cual fue determinada por Hall (1973, 1978) y Hall et al, (1976, 1978) en diversos sitios de la mina de Muzo, En la Tabla 9, se sintetiza la paragénesis mineralé- gica de las venas principales mineralizadas en el dep6sito de Muzo. En Pefas Blancas se determiné le siguiente secuencia de cristalizaci6n: 1. Cuarzo més albitea en las paredes de las venas 2. Formacién de Cristales grandes (3-4 mm) de oligoclasa 3. Esmeralda, muscovita y helvita 4. Dolomita gris y pirita La historia general de la mineralizacién es similar a la observada en Muzo (véase Tab. 9) excepto por le ausencia nota- ble de la calcita de la generacién G-II. Esto sugiere que le calcita G-I1 tal vez no fue critica para le formacién de las esmeraldas de Muzo ( HALL, 1978). La paragénesis de las esmeraldas de Coscuez ada no ha si- do dilucidada, pero éstas est4n asociadas con calcita, pirita, fluorita, cuarzo y albita. En la arcillolita se presentan ve- nas de albita-muscovita sin carbonatos, muy similares a las de Muzo (HALL, 1978). En cuanto a fenémenos de alteracién de la roca encajante, en Muzo, segin Valdiri y Angulo (1978), cetca a las venas’ de calcita los shales negros han sido carbonatizados y albitiza- dos. Tentativamente, se han estimado las siguientes condicio- nes fisico-quimicas para la formacié6n de estos depésitos: a) Una temperatura entre 350°C y 400°C con base en la presencia de ciertos minerales metamérficos y de vena (HALL, et al, 1976); Beus y Mineev (1972) sugieren un intervalo de temperatura de cristalizaci6én de 280°C a 380°C a partir de in- vestigaciones sobre un cuarzo tomado de una zona mineralizada del banco Tequendama en la mina de Muzo. PUB. GEOL. ESP. INGEOMINAS, No.1,1987

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