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Tarea Evaluativa de Economía Política

Estudiante: Dianny Esther Pérez Rodríguez

Grupo#1 BBM

El capitalismo es, irremediablemente un monstruo hambriento de dinero. Tal


padecimiento define su surgimiento, y constante desarrollo desmesurado. La
esencia de la crisis de nuestro tiempo se refiere a la relación del individuo con
la sociedad capitalista. Su dependencia de sociedad se muestra hoy altamente
potenciada.
Los medios de producción, es decir, la capacidad productiva entera que es
necesaria para producir bienes de consumo tanto como capital adicional, puede
legalmente ser, y en su mayor parte es, propiedad privada de particulares. No
interesa al capitalista hacia donde se dirijan sus esfuerzos monetarios, si al
final de la jornada su inversión genera ganancias. Sobre estos fundamentos, el
nuevo sistema social sepultó el romántico y necesario apego del ciudadano por
la labor social que le corresponde, como máxima expresión de su vocación
profesional. La humanidad, en general, precisa hoy en día hacer oídos sordos a
sus aspiraciones intelectuales y acoger la opción que salarialmente amplie sus
posibilidades de supervivencia social. El trabajador está constantemente
atemorizado con perder su trabajo. El progreso tecnológico, como amplia
capacidad del sistema capitalista, produce con frecuencia más desempleo en
vez de facilitar la carga del trabajo para todos. La motivación del beneficio,
conjuntamente con la competencia entre capitalistas, es responsable de una
inestabilidad en la acumulación y en la utilización del capital que conduce a
depresiones cada vez más severas. La competencia ilimitada conduce a un
desperdicio enorme de trabajo, y a la supresión de la conciencia social e
intelectual de los individuos.

Un profesional intelectual emplea sabiamente su ingenio en función de


coolaborar mínimamente a su especialidad de formación. Enfoca sus
potencialidades en la realización especializada de una actividad. Pretende
crear herramientas materiales o intelectuales sobre la base de conocimientos
previamente adquiridos. El capitalismo es, de los profesionales intelectuales, un
enemigo de considerable fuerza. Está el presente siglo, destinado al
reconocimiento de las grandes empresas capitalistas, y al minoritario crédito a
los hombres como padres del pensamiento racional. El capitalismo monopoliza
el área de producción del conocimiento, y como si de una fábrica de mecánica
producción se tratase, esclaviza al ciudadano y minimiza su tarea.

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