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SEE ee eRe rea alma, Dale claridad sobre lo que puede hacer por si misma para liberarse en todas las partes. Ahora te llamo; tu la oscuridad, el diablo, has seducido a esta persona y Ia tienes bajo tu dominio. Tu has tapado su propia luz y con esto has destruido su propia calidad de vida. Ti eres el ser mas engario- 50 y despiadado que existe en esta Tierra. Ti eres e! profesor y revisor més fuerte. También tienes el permiso de Dios para esta tarea, pero quiero en el nombre del amor y de la luz que te apartes ahora de esta persona. Como no te puedo odiar, te en- vuelvo con la luz pura y divina del amor de color rosado rojo. El rayo rojo de luz del corazén de Cris to ene el lugar en tu cuerpo donde se encuentra el corazén. Ahora vete. Ti eres libre y esta alma humana también. Amado Padre, Dios y Salvador Jesuis Cristo, llena también ef coraz6n y el alma de esta persona con tu luz roja més pura del corazén. Aylidala y protégela de otros ataques de la oscuri- dad. Guiala durante las seducciones, fortalece su voluntad y el poder de su amor hacia Ti, Queridos 4ngeles, no permitan que [a oscuridad regrese y continie con su mala obra. Avisen a esta persona suficientemente temprano y apoyen su fuerza y su valentia, Te agradezco Dios del amor y de fa luz por todo lo bello y puro en esta vida. Amén Es muy importante que esta persona se libere también de jos patrones kérmicos antiquos y los 166 elementales que estos generaron. De lo contra- rio, puede ocurrir fécilmente un nuevo ataque, ya que todavia existen y estén activos los patrones basicos negatives creados. Contie en su luz divina dentro de si y viva el amor a si mismo y a todos los demés. 22. Energias e implantes extrate- rrestres Para muchos lectores, este tema significa probs- blemente el mayor reto. La mayoria de la gente esté convencida de que somos los tnicos en el universo y absolutamente lo maximo. Pero lamen- tablemente no es asi. Al preguntar a Jesus si éra- mos los Gnicos en el universo, El dijo que existen muchas tierras como la nuestra, incluso mucha més grandes, y que en todos existe vida en dife rentes formas, aunque en algunas la vida seré so- lamente posible en forma espiritual Nosotros, seres humanos, somos una semilla de las estrellas, y fuimos enviados de diferentes es- trellas. Por eso somos diferentes razas de estre- llas, lo que no debe ser algo despreciable. Por la diversidad, se nos exige extremadamente mucho. y nadie puede decir que est solamente reencar- nado en la Tierra, ya que también hemos sido fre- Cuentemente extrafios curiosos en otros planetas. 167

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