Está en la página 1de 5

El síndrome de Klinefelter está muy infradiagnosticado y el

diagnóstico a menudo se retrasa. Con la introducción del cribado


prenatal no invasivo, el patrón diagnóstico requerirá una descripción
actualizada de la presentación clínica y bioquímica de los lactantes
con síndrome de Klinefelter. En los primeros meses de vida, el eje
hipotálamo-pituitario-gonadal (HPG) se activa transitoriamente en
varones sanos durante la llamada minipubertad. Este período
representa una “ventana de oportunidad” para la evaluación del eje
HPG antes de la pubertad y sin pruebas de estimulación. Los bebés
con síndrome de Klinefelter presentan un aumento hormonal
durante la minipubertad. Sin embargo, solo existe un número
limitado de estudios y los resultados son contradictorios. Se
necesitan más estudios para aclarar si los bebés con síndrome de
Klinefelter presentan una producción deficiente de testosterona
durante la minipubertad. El objetivo de esta revisión es describir las
características clínicas y bioquímicas del recién nacido y lactante
con síndrome de Klinefelter con especial énfasis en la minipubertad
y actualizar las recomendaciones clínicas para el síndrome de
Klinefelter durante la infancia.
El síndrome de Klinefelter (KS) es un trastorno bastante común con
una incidencia de 1-2 en 1000 varones recién nacidos. La mayoría
de los pacientes son diagnosticados a la luz de un chequeo clínico
al consultar una clínica de fertilidad con un deseo de tener un hijo
no cumplido. La infertilidad en pacientes con KS es causada por
una pérdida masiva de células germinales, lo que lleva a
azoospermia en más del 90% de los pacientes adultos. La mayoría
de los túbulos seminíferos en los testículos adultos con KS están
degenerados o hialinizados y se puede observar fibrosis testicular a
partir de la pubertad. Sin embargo, se puede encontrar
espermatogénesis focal en los testículos de algunos pacientes. Esto
ofrece la oportunidad de extraer espermatozoides de los testículos
mediante extracción testicular de espermatozoides (TESE). Sin
embargo, TESE solo tiene éxito en aproximadamente la mitad de
los adultos con KS que buscan engendrar hijos. La razón de la
pérdida de células germinales sigue sin estar clara. Hasta la fecha,
todavía se debate si los cambios en el tejido testicular y la pérdida
de células germinales que se observan en el KS son causados
directamente por una expresión alterada del gen ligado al
cromosoma X, el entorno somático alterado o una deficiencia en las
células germinales. En esta revisión, brindamos una descripción
general del conocimiento actual sobre la pérdida de células
germinales en pacientes con KS.
En 1942, Klinefelter et al. delinearon un síndrome en el que los
varones pospúberes mostraban genitales externos normales,
ginecomastia y falta de virilización puberal; testículos pequeños y
firmes con hialinización tubular con disminución del número de
células de Leydig; azoospermia; niveles elevados de gonadotropina;
y disminución de los niveles de 17-cetosteroides. No fue hasta 1959
que se demostró la constitución cromosómica 47,XXY. La incidencia
del síndrome de Klinefelter es de 1,2 por 1000 varones nacidos
vivos. Ahora se acepta que los criterios de diagnóstico mínimos son
la presencia de al menos un cromosoma Y y dos cromosomas X.
Las variantes con tres o cuatro cromosomas X son menos
comunes. El síndrome de Klinefelter explica quizás 5 a 15% de la
infertilidad en los hombres, en particular, el grupo con oligospermia
o azoospermia.

Diferentes mecanismos en el síndrome de Klinefelter contribuyen a


la reducción de la masa ósea y la osteoporosis, que tienen un inicio
precoz y se detectan hasta en el 40% de los pacientes,
independientemente de los niveles de testosterona. Se supone que
el receptor de andrógenos, la inactivación del cromosoma X y los
niveles de INSL3 cooperan y modulan el efecto de la testosterona
en el hueso.
El síndrome de Klinefelter (KS; 47,XXY) es la anomalía
cromosómica sexual más común en los hombres (150 por cada 100
000 hombres). La afección conduce al hipogonadismo
hipergonadotrópico y desde que se describió la afección hace
aproximadamente 80 años, el tratamiento con testosterona ha sido
la piedra angular en el cuidado de las personas con KS. Sin
embargo, el KS está asociado con una variedad de desafíos
socioeconómicos y relacionados con la salud, y cada vez está más
claro que la atención adecuada para niños y hombres con KS va
mucho más allá de la simple suplementación con testosterona. No
existen pautas ampliamente implementadas para el cuidado del KS,
y los estudios que investigan aspectos cruciales del tratamiento con
testosterona en personas con KS, incluidos los efectos beneficiosos
y potencialmente adversos, solo han comenzado a surgir durante
las últimas décadas. Para esta revisión descriptiva, presentamos
una descripción general de la literatura que describe los resultados
relacionados con la salud del tratamiento con testosterona en el KS
y describimos las aplicaciones clínicas del tratamiento con
testosterona en el KS. En conjunto, los efectos beneficiosos del
tratamiento con testosterona en la salud general del KS se
describen con pocos efectos adversos aparentes. Sin embargo, se
justifican estudios aleatorizados más grandes en pacientes adultos
y pediátricos para dilucidar los aspectos clave del tratamiento.
Hacemos hincapié en la implementación de clínicas
multidisciplinarias centralizadas y la necesidad de una guía
internacional dedicada para garantizar la atención óptima de niños y
hombres con KS.

Conclusión: Nuevas perspectivas sobre temas genéticos están


abriendo interesantes áreas de investigación sobre la fisiopatología
de la masa ósea reducida en pacientes con Klinefelter.

También podría gustarte