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DIPLOMADO DE MISIONOLOGÍA

EL ESPÍRITU SANTO PROTAGONISTA DE LA EVANGELIZACIÓN Y


EVANGELIZADORES CON ESPÍRITU
JOSÉ GREGORIO LÓPEZ RAMÍREZ

Redemptoris Missio 

La misión de la Iglesia tiene como agente principal al Espíritu Santo, es uno


de los protagonistas en el misterio pascual, es el que alienta y da fuerza para
que los apóstoles salgan a anunciar la obra de la salvación. El Espíritu Santo
es en verdad el protagonista de toda la misión eclesial, su obra resplandece
con más fuerza en el corazón de los hombres y de la historia.

Los evangelistas narran el encuentro de los apóstoles con el Señor resucitado,


cerrando el discurso con el mandato misionero « Me ha sido dado todo poder
en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes. Sabed
que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo » (Mt 28, 18-
20; cf. Mc 16, 15-18; Lc 24, 46-49; Jn 20, 21-23). Es una misión ad gentes,
este envió en el Espíritu Santo presenta dos elementos relevantes en la acción
1) la universalidad del envió, no se cierra a un grupo selectivo, abre su compas
incluyendo y no excluyendo a todo aquel que desea conocer y testimoniar al
Señor resucitado; 2) la promesa de la asistencia permanente el Espíritu Santo,
como la fuerza transformadora para impregnar el mundo del Evangelio.

Ya en pentecostés los apóstoles tienen una experiencia transformadora en el


Espíritu Santo, capacitándolos para que sean testigos y profetas, llegando a
transmitir con facilidad su experiencia con Jesús, acompañado con el
testimonio de vida, son hombres nuevos.

El Espíritu Santo juega un papel importante en la guía de la naciente


comunidad, eligiendo personas para la misión. Él es el protagonista principal e
inspirador en la solución de los problemas que se iban presentando, incluso
ilumina a los apóstoles en la determinada decisiones del primer concilio de la
Iglesia como fue el de Jerusalén (Hch 15,5-11) la Iglesia se convierte en una
casa donde todos pueden entrar y no ser rechazados por su condición.

Bajo la fuerza del Espíritu Santo impulsa a abrir el anuncio más lejos, siendo
consciente que su acción es universal, rompe fronteras, incluso él mueve a los
creyentes a construir comunidad, Iglesia; a ser Iglesia misionera, teniendo
claro que la misión es un compromiso comunitario y responsabilidad de
misioneros, lanzándose hacia la misión “ad gentes”

En el corazón de los hombres actúa el Espíritu Santo mediante la semilla del


Verbo, manifestándose en la verdad, el bien y a Dios. La presencia de la
tercera persona de la Santísima Trinidad se manifiesta no solo en los
corazones de los hombres a nivel individual; sino que actúa en la sociedad, en
la historia, los pueblos, culturas, religiones. Podemos estar convencidos que el
Espíritu Santo es el protagonista de la misión.

Ahora bien, en cuanto a Evangelii Gaudium el Papa Francisco habla de


evangelizadores con espíritu, haciendo un énfasis en sentido pneumatológico a
la acción evangelizadora de la Iglesia, el santo Padre tiene como referencia el
documento de Medellín donde la forma de ver la evangelización es como no la
viene presentado él en su magisterio. Sin duda alguna el Espíritu Santo
infunde fuerza al anunciar la novedad del Evangelio.

La nueva etapa de la evangelización exige que sea más fervorosa, alegre,


generosa, audaz llena de amor entre otros. El espíritu es quien mueve a la
Iglesia a salir fuera de sí misma para evangelizar a los pueblos.

El evangelizador debe ser consiente que debe tener el ardor del Espíritu Santo
en su vida, para contagiar a otros de esa fuerza inexplicable, esto si es así es
porque tiene una confianza de invocarlo a cada instante de su vida. En otras
palabras el misionero se debe dejar llevar por el Espíritu Santo, dejar de ser
calculador en todo, y permitir que él lo ilumine. Él sabe bien lo que hace falta
en cada época y en cada momento de la Historia.

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