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Hacia el Encuentro
Diocesano de Diálogo
ENCUENTRO DE DIÁLOGO EN LA DIÓCESIS DE CUAUTITLÁN
Objetivo General
Encontrar soluciones comunes a los problemas emergentes de nuestro país, a través del encuentro y el
diálogo comunitario, inspirados por el Proyecto Global de Pastoral 2031+2033 de los Obispos
mexicanos.
Objetivos Específicos
1. Generar un espacio diocesano de cercanía, diálogo y trabajo de las personas y comunidades.
2. Compartir las preocupaciones y esperanzas respecto de la situación que vivimos en nuestro país y
nuestras diócesis en lo que respecta a la salud, la economía, la pobreza, la falta de empleo, la cultura
democrática, la juventud, la construcción de paz, la violencia, entre otras.
3. Conocer la respuesta pastoral y social de la Iglesia a los problemas comunes del país.
4. Proponer juntos nuevos caminos de solución de los problemas emergentes de nuestro país.
Responsables y participantes
Responsables Participantes
No hay una cantidad mínima o máxima de
participantes. Cada Obispo Diocesano (vicarios,
decanos) podrá definir en libertad el número de
convocados, sin embargo, es deseable que, de entre
ellos, se privilegie la presencia de mujeres y jóvenes y
pueda invitarse:
II. Segundo momento (20 minutos). “Como Iglesia en México nos hemos puesto en camino
desde el Evangelio, con el Papa Francisco y el PGP”.
Reflexión 2. “El PGP El Encuentro Diocesano de Diálogo que nos disponemos a vivir, se encuentra en el camino de
nace del diálogo y difusión y apropiación del PGP, que los Obispos se plantearon en el inicio del 2018 y quiere ser
para el diálogo” una expresión de sinodalidad que brota de la unidad y colegialidad de los Obispos.
1. Al encontrarnos para dialogar, queremos compartir lo que vemos, sentimos, pensamos,
soñamos, esperamos y hacemos. Mirando la realidad queremos compartir nuestras
perspectivas de tal modo que, a través de un discernimiento comunitario, podamos seguir
adelante asumiendo nuestra responsabilidad como Iglesia en esta etapa en la vida de las
personas.
2. Este Encuentro Diocesano de Diálogo es un paso más en el camino de implementación
del PGP, y aunque los Obispos sean los sujetos del Proyecto en general, todos estamos
convocados a formar parte de este sueño, como dicen ellos mismos en el No. 189: “El
sueño de Dios está tejido de los mejores sueños de todos los hombres y mujeres: la paz,
la justicia, la unidad. Los Obispos, involucrando en todas las fases de la elaboración a
los fieles laicos, a los consagrados y consagradas, a los diáconos y a todos los presbíteros
de nuestra amada nación, respondieron al Papa en mayo de 2018 con el Proyecto Global
de Pastoral 2031+2033 (PGP) que ha puesto en camino a toda la Iglesia que peregrina
en el país hacia la celebración de los 500 años del Acontecimiento Guadalupano (2031)
y los 2000 años del Acontecimiento Redentor de Jesucristo (2033).
3. El PGP presenta el sueño de Iglesia y país que queremos ser y construir juntos, y depende
de cada uno de nosotros que no termine en sólo un documento o en páginas llenas de
recomendaciones y buenas intenciones, sino que, como proyecto. Estos son también los
sueños de nosotros los Obispos y de toda la Iglesia de México ¡No dejemos de soñar y
trabajar para que estos sueños se hagan realidad!”.
4. Este Encuentro Diocesano de Diálogo, está íntimamente relacionado con la Opción
Pastoral de “ser una Iglesia que anuncia y construye la dignidad humana” (PGP 172) y
un camino en la implementación del Compromiso Pastoral que se encuentra en el No.
173b del mismo PGP, a través del cual los Obispos se comprometen a: “Generar espacios
de encuentro, diálogo y trabajo con otros actores de la sociedad, para colaborar en la
reconstrucción de la dignidad de las personas y el tejido social de nuestro país”.
5. Al dialogar no queremos hacer un análisis de la realidad u otro PGP, sino más bien
actualizarlo, profundizarlo y contextualizarlo en medio de la pandemia que vivimos y
que nos reta a ir diseñando una nueva aproximación pastoral a lo que siempre hemos
tenido y a avanzar por nuevos caminos.
6. Como afirman los obispos en el PGP, el Señor los llama y a cada uno de nosotros “a
poner atención en los signos de los tiempos, en la vida de las comunidades y en el sentir
de cada persona, porque el pueblo mexicano está herido por una guerra fratricida, ajena
al deseo materno que el Padre de Cristo ha manifestado en el mensaje de Guadalupe”
(PGP 13). Es por eso por lo que, todos como Iglesia, debemos dejar nuestras zonas de
confort y acercarnos a las periferias geográficas y existenciales.
7. Es importante no olvidar el Objetivo General y los Objetivos Específicos que se nos han
planteado.
III. Tercer momento (30 min). “Hablemos de lo que vivimos, de lo que pensamos, sentimos,
hacemos y lo que esperamos”.
Hablemos de lo que vivimos, de lo que pensamos, sentimos, hacemos y lo que esperamos De ahí que
surjan cuestionamientos como estos:
¿Qué Iglesia tenemos? ¿Qué Iglesia queremos? ¿Cuál es la misión de la Iglesia? ¿Qué
Iglesia necesitamos en la cultura actual? ¿Será necesaria la Iglesia en la era digital? ¿Cómo
podemos seguir presentando una Iglesia de esperanza?
Luego del tiempo para el diálogo abierto, no te trata de concluir algo en específico, sino como ya
se ha dicho, hablar de lo que vivimos, pensamos, sentimos, hacemos y esperamos.
Una vez concluido el Video Documental sobre la acción de la Iglesia en México ante la pandemia
y otros problemas sociales, se abrirá un tiempo de diálogo abierto tiene el propósito de provocar la
participación y la reflexión comunitaria. Luego de ver el Video-Documental y ser conscientes que no
partimos de cero ante los problemas emergentes que tenemos, quien modera el diálogo presenta las
siguientes preguntas detonantes y provocadoras de reflexión. No se trata de contestarlas una por una,
sino más bien de presentarlas de acuerdo al párrafo siguiente, dando tiempo para el compartir.
IV. Cuarto momento (60 minutos). “Busquemos juntos nuevos caminos para seguir
respondiendo como Iglesia a los desafíos que tenemos”.
1. Para este momento se harán Grupos temáticos, de tal modo que pueda enfocarse el diálogo a una
situación en particular, sin que eso signifique que no estén conectados, pues, vivimos una sola y
compleja crisis (cf. LS 139). Dichos grupos responderán al tema que le corresponde a cada
comisión pastoral (todos ellos miembros de los Consejos de Pastoral Parroquial [CPP]). En
este sentido se buscará que los grupos respondan a la realidad de la Diócesis de Cuautitlán, de tal
modo que las opciones se complementen con las comisiones pastorales que existen en la viven
en nuestra diócesis, considerando la transvesalidad emergente que hay entre las opciones-
compromisos pastorales con la estructura diocesana.
A cada grupo, además, se le añadirá un integrante por parroquia del EPAP (modelo operativo
ocupado en las diócesis de la Provincia de Tlalnepantla, que surge de la metodología prospectiva para
dinamizar la pastoral dentro de las Iglesias particulares), con la finalidad de que puedan aportar, desde
una visión descentralizada, global e integrante, a la respuesta y den luces para su síntesis y posterior
ejecución.
Cabe resaltar que los grupos temáticos se realizarán agrupando a los agentes de cada comisión
pastoral en un tema concreto, de tal modo, que las comisiones se equiparan a las opciones de la forma
siguiente:
2. Debe nombrarse previamente un coordinador o moderador para el diálogo y un secretario para tomar
nota de las respuestas. Uno de ellos podría ayudar a compartir las conclusiones durante el plenario.
Es importante mencionar, que el formato de los 6 grupos y sus moderadores se realizará por
decanato, con la finalidad de que las respuestas sean más concretas y contextualizadas a la situación de
cada comunidad y región. De tal modo, que una vez contestados cada formulario por el grupo
correspondiente, se hará llegar a la Vicaria de Pastoral, para que junto con el EDAP, realizarán la síntesis
final.
3. Al momento de comenzar el grupo de diálogo y dependiendo de la cantidad de personas que lo
integran, podría darse un momento de presentación. Aquí se mostrará como se integra cada comisión en
la opción y cuales son los compromisos pastorales que propone el PGP (Se han considerado las 6
Opciones Pastorales del PGP, así como los compromisos pastorales, abreviados en temas, para dar un
marco de referencia y reflexión a las situaciones que se presentan). Después, en cada grupo de describirá
muy brevemente uno de los problemas emergentes a nivel nacional.
5. Las preguntas que se plantean son las mismas para todos los temas, independientemente del
problema sobre el que se dialogará. Para esto se expondrá brevemente la opción y compromisos
pastorales que corresponden a cada Grupo temático. El formulario base es el siguiente:
Desde esta Opción Pastoral, tengamos presentes en nuestra mente y corazón a nuestros hermanos que
no tienen trabajo porque queremos seguir apoyándolos. Como Iglesia, hemos estado apoyando a
nuestros hermanos que no tienen trabajo y dado el desempleo que existe en México, reconocemos que
necesitamos proponer nuevos caminos para seguir apoyando a estos hermanos nuestros. Por eso, desde
nuestra realidad diocesana, nos preguntamos:
• ¿Qué más podemos hacer y cómo podríamos ponerlo en práctica? Propongamos una o dos acciones
y la forma en cómo podríamos ponerlas en práctica.
• ¿Con quién o quiénes podríamos organizarnos o coordinarnos para hacerlo pronto? Para cada una
de las dos acciones, mencionemos con quién o quiénes podríamos llevarlo a cabo lo más pronto
posible.
Una vez que se haya terminado el diálogo en los grupos, podrá volverse a la reunión general para el
último momento de nuestro Encuentro.
5. Las respuestas serán las conclusiones de este Encuentro Diocesano de Diálogo
V. Quinto momento (30 minutos). “Sigamos en camino como Iglesia en México hacia el
Encuentro con Jesucristo, bajo la mirada amorosa de Santa María de Guadalupe”.
a) Plenario (25 minutos). Una vez terminados los Grupos de Diálogo, los coordinadores o
secretarios podrán presentar las conclusiones de forma muy concreta. Estas se agruparán, de
tal modo, que la Vicaria de Pastoral en conjunto con el EDAP, generen una síntesis general
que se pueda entregar a la Provincia y que, a su vez, puedan buscarse formas operativas dentro
de los EPAP en cada comunidad.
b) Mensaje de Despedida y Agradecimiento a cargo del Obispo Diocesano, en nuestro caso
vicario de pastoral, territorial o decano. (3 minutos).
c) Oración Final (2 minutos).
– Sínodo y Sinodalidad en la Iglesia del tercer milenio–
A. EL PAPA FRANCISCO:
Entonces decimos que el SÍNODO es una acción del Espíritu que requiere una respuesta
adecuada; es el acontecimiento más grande de la Iglesia después del Concilio Vaticano II que
involucra a todos a través de la SINODALIDAD como sinónimo de PARTICIPACIÓN (el
Espíritu Santo te necesita a ti – laico / consagrado / sacerdote).
De esta experiencia nace el ideal de una IGLESIA SINODAL, que tiene consecuencias muy
profundas para toda la Iglesia y para cada cristiano porque se presenta como:
• Un proceso RENOVADOR.
• Un proceso REVITALIZADOR.
• Un proceso REFORMADOR.
Nos invita a movernos en la esperanza del cambio, que hoy es una necesidad en la Iglesia.
B. LOS ANTECEDENTES DE UNA IGLESIA SINODAL.
En los primeros siglos la Iglesia era sinodal, basta preguntarnos de dónde fueron llamados los
Apóstoles, quiénes formaban las primeras comunidades cristiana (– de ahí la moción de ¿los
laicos también son cristianos?).
La condición sinodal de la Iglesia tiene sus orígenes en las primeras comunidades cristianas,
el nombramiento de los primeros presbíteros de los viajes de Pablo se da en el contexto
sinodal, es la asamblea la que prepara, elige, orienta y reafirma la obra del Espíritu.
Se trata de recuperar la tradición más antigua de la Iglesia naciente, no tengamos miedo, esto
ya lo hacían los primeros cristianos.
La Iglesia está enriquecida por muchos carismas, en los que cada miembro tiene un papel
único en cada comunidad, todos somos independientes y compartimos la misma dignidad de
pueblo de Dios; somos imagen de Cristo, el verdadero poder no lo tiene el que lleva más cosas
puestas, sino el que más sirve, por eso la sinodalidad pide que se escuche atentamente al
rebaño, también pide que los laicos expresen libre y honestamente sus opiniones, sin miedo.
Cada uno debe escuchar con amor.
Por eso, este capítulo es un tiempo de escucha y misericordia (sentir con el corazón del otro)
no como elementos fundamentales, sino como valores irremplazables (¿por qué no estoy feliz
en esta Iglesia, en esta institución, en este instituto/congregación?)
Tenemos que dar el paso de los ordenados / consagrados al de bautizados, todo pasa, el
sacerdote en una comunidad, el obispo en una diócesis, el superior en un instituto de vida
consagrada, el papa en la Iglesia universal, pero lo que no pasa es el Pueblo de Dios, todo en
su conjunto.
En la Iglesia no hay papeles (nadie tiene un papel o un rol), cada uno tiene su lugar. El SÍNODO
se construye desde el lugar de cada persona de acuerdo con su vocación, es participación en
toda la vida de la Iglesia.
C. SÍNODO Y SINODALIDAD EN LA IGLESIA.
Qué no es el sínodo:
• Una moda vacía: hoy parece que el apellido de cada acción es sinodalidad, procuremos
no hacer un choteo de tan profunda acción.
• Una repartición de poder: sin escucha, sin responsabilidad, sin comunión.
• Un peligro que hay que evitar: darles voz a todos.
Qué es:
• Es un evento del Espíritu que se orienta a la misión, por eso no es democracia ni
socialismo, sino acción del Espíritu.
• Sínodo: es la referencia del camino que recorremos juntos, todo el pueblo de Dios.
• Sinodalidad: es la categoría que designa el estilo de trabajo en común; que califica la
vida y la misión de la Iglesia como un caminar juntos, reunirse en asamblea como pueblo
de Dios convocado por Jesús por la fuerza del Espíritu Santo para anunciar la Buena
Nueva. La sinodalidad se debe expresar en el modo ordinario de vivir y obrar de la
Iglesia, porque permite a todo el pueblo de Dios caminar juntos, participar en comunión.
D. HACÍA UNA IGLESIA SINODAL.
Hay tres imágenes de la Iglesia que deben iluminar nuestro concepto de Iglesia Sinodal:
1. Iglesia – CUERPO DE CRISTO: Cristo es la cabeza y todos unidos somos hijos de Dios, la
unidad hace la fuerza (cada uno hace camino, pero llegamos al mismo fin) .
2. Iglesia – PUEBLO DE DIOS EN MARCHA: nos ayuda a entender que la Iglesia es dinámica,
todos somos pueblo en movimiento.
3. Iglesia – TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO: somos una Iglesia viva, tenemos a un Dios vivo,
Cristo ha resucitado (lo siento en las manos, lo siento en los pies, lo siento en el alma y en
todo mi ser), es una Iglesia animada y vivificada con carismas y dones.
Todo está puesto al servicio de la misión, este estilo de Iglesia nos llama a caminar juntos,
todos implicados en la obra de la salvación, incorporados a Cristo por el bautismo, todos
colaboramos activamente, es un caminar dinámico hacia la plenitud, no podemos hacerlo solos
sino en familia, pasar del yo, al nosotros, no es un ejercicio de egoísmo, sino una vivencia de
amor en la que todos somos responsables.
• Involucra a todos.
• Nos hace ir a los orígenes.
• No es una consulta, es una escucha.
• Nos hace reflexionar y discernir el lugar del laico, el consagrado y el sacerdote.
• Hay participación.
• Hay consenso.
• Estamos movidos bajo la acción del Espíritu Santo.
• No es la suma de las opiniones para llegar a una determinación.
• Es discernimiento para escuchar qué dice el Señor para nosotros.
• Se escucha el Espíritu en un proceso de maduración.
• Que cada uno ponga su carisma.
• Lo que afecta a todos, debe ser tratado por todos.
• Escucha amplia y verdadera.
Es un proceso dinámico:
• Comunión: caminar juntos.
• Participación: caminar con mucha gente, sentirnos todos llamados.
• Misión: es la que marca el horizonte, es dinámica.
Se trata de repensar la herencia recibida, no se trata de romper, sino de actualizar, dar sentido
a los diversos contextos en los cuales están surgiendo nuevos desafíos y problemas.
Es actuar en la Iglesia en términos de comunidad, para que desde los comunitario podamos
enfrentar y luchar contra o a favor de tantas causas, transformar estructuras, acompañar vidas,
crear comunidad, hacer realidad el Reino. Vivir de otra manera no solo de cumplimientos, de
sacramentos, de obras vacías, dejar el individualismo y buscar la pluralidad.
INVITACIÓN:
Acoger el sínodo como un regalo del Espíritu, caminar como hermanos uno a lado del otro, ser
oídos que realmente escuchen, abiertos a escuchar sin prejuicios a los que piensan distinto,
que nuestro camino se base en la escucha profunda de la Palabra de Dios, de la celebración
de la Eucaristía y en la comunión del Pueblo de Dios. Ahondar en lo que significa ser cristiano,
tener claro que Jesús no dejo normas, ni estructuras, sino una forma de vida con la que
debemos construir una IGLESIA – HOGAR, no una Iglesia en la que ni siquiera nos miramos,
fría, indiferente; que sea un refugio para todos.
UN RETO
Que se escuche bien lo que todos dicen, participar todos. Vincular la reforma de la Iglesia
(estructuras a veces caducas) a la reforma de las mentalidades (conversión pastoral) y de las
estructuras. Vincular la REFORMA (volver a la forma primitiva o hacerla mejor) . Teniendo en
cuenta que la forma de la Iglesia es Cristo – la reforma es volver a Cristo / querer ser como
Jesús en el mundo de hoy. Trabajar una reforma a la legislación de nuestra estructura
congregacional.
RETO GENERAL:
H. EN RESUMEN, LA SINODALIDAD:
• Es el camino que Dios espera de la Iglesia en el tercer milenio,
• Es seguir la senda de renovación de la Iglesia propuesta por el Concilio Vaticano II como
camino común,
• Es a la vez un don / regalo del Espíritu (trascendente), pero también es tarea del
cristiano (inmanente).
• No es producir documentos, sino inspirar a la gente a soñar con la Iglesia que estamos
llamados a ser.
• Es estimular la confianza, construir puentes para que otros pasen. Vigorizar nuestro ser
para evangelizar a la Iglesia.