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El avión sin pasajeros.

Autor : Daniel.

El avión sin pasajeros..?

En una noche tormentosa como las que suelen haber en los altos paramos andinos con rayos,
truenos y centellas, Miguel escuchaba un nuevo ruido como el ronroneo de un lejano motor pero
este se acercaba rápidamente.

En ese instante penso Miguel; a Dios caracha quien será el loco que esta volando ese avión por
estos lados. Cuando de improviso escucho un nuevo estruendo casi cerca de la casa, volvió a pesar
para su interior ¡Caramba se estrelló ese hombre...!

Resolvió levantarse de la hamaca y vestirse rápidamente, llamo a gritos a sus tres hijos varones
mientras María su esposa despertaba preguntado;

¿ Que pasa Miguel...?

¡ No oíste María, el avión...!

Se estrelló acá cerca dijo Miguel, saliendo hacia el zaguán de la pequeña casa donde habitaba, ya
afuera con sus tres muchachos a medio vestir le preguntaban papá hacia donde vamos, a ver dijo
Miguel azomandose al patio tras la torrencial lluvia vamos a subir hacia allá señalando un cerro
donde tenían un sembradío de ajos, y de ahí nos orientamos, traigan linternas, los charapos, y
algunos mecates vamos a ver que podemos ayudar, se colocaron sus ruanas y tomaron algunos
plásticos y salieron todos juntos hacia el cerro cercano

Ya en ese sitio mucho mas alto y despejado empezaron a mirar para todos lados cuando Julio el
menor de los hijos dijo papá es por allá, se ve un incendio y con esta lluvia dijo el pelado.
Ya ubicado el sitio todos corrieron hacia donde señalaba Julio el avión había caído en medio de
otro pequeño sembradío de ajos donde por cierto todos habían estado esa mañana abonando él
cultivo, y se conocían de memoria el camino por la cantidad de veces que habían subido sacos de
abono hacia esa pequeña parcela de siembra, al llegar todo era silencio tan solo se oía el chipotear
de las llamas el crujir del metal caliente de los motores y partes incendiadas de las alas que hacían
sonar cuando le caían las gotas de agua fría, producía un peculiar sonido como cuando cae agua en
aceite hirviendo en una sartén.

Todo el avión lucia desmembrado, desintegrado parcialmente, objetos, partes de metal, piezas de
plástico, butacas y maletas todo regado y oliendo a kerosina, mas no encontraban a nadie, ningún
cuerpo, por mas que se empeñaron en rescatar a una persona no localizaban ningún cuerpo, ni a
los miembros de la tripulación, ni a los pasajeros, se llegaron hasta lo que quedaba de la nariz del
avión se veían la cabina toda retorcía pero no encontraban nada.

Ante este misterio Miguel resolvió mandar a Julio hacia la casa para que llevara un mensaje hacia
el comisario del caserío al cual pertenecía su humilde casa, mas o menos unos 4 kilómetros mas
abajo donde unas 20 casitas de otros lugareños vivían, anda y dile al Don José "El Comisario" que
venga a ver lo que paso dile lo que viste, pero di el que antes de venir mande a alguien al pueblo a
buscar mas ayuda, el muchacho salió raudo y veloz con sus 14 años corría cerro abajo a través de
los caminos de la montaña hasta que llego jadeante a casa de Don José, tocando apresuradamente
la puerta de la casa, Doña Matilde se levanto y pregunto:

¿Quien es y que quiere...?

A lo que Julio contó todo lo que había pasado, dijo doña Matilde válgame Dios y ese sinvergüenza
no se quedo anoche en la casa, esta allá en el pueblo quien sabe con quien anda, ve y busca ayuda
al pueblo le dijo doña Matilde.

A lo que dijo a Julio pero queda muy lejos para ir rápidamente a pie, amarra la mula que esta
afuera ponle el bozal y ándate para ya pero rápido no pierdas tiempo, yo voy a avisar a los del
caserío y vamos a subir a casa de tu mamá a ver en que podemos ayudar.
Julio se monto en la mula vieja y salió por el camino hacia el pueblo, pensando en la oscuridad
menos mal que este animal se conoce este camino por que lo que soy yo no veo nada, y menos
con esta lluvia. La mula apretaba mas el paso sabía que iba hacia el pueblo y más rápido caminaba
porque cada vez que iba allá le daban buen pasto y melaza.

Julio no hacia nada mas que agarrarse de la crin de la mula que ya dejaba el pasi trote iba mas
trotando casi galopando cerro abajo, ya muy cerca del pueblo a la entrada estaba la bodega de
Don Lucio allá veía luz y gente allí.

Dirigió su cabalgadura hacia allá, cuando todos salían a ver quien era el loco que venia con esa
lluvia corriendo, pues en el silencio de la noche los cascos de la mula retumbaban como tambores
de guerra.

¿ Pero si es el pelao de Miguel que habrá pasado se pregunto Don Lucio...?

A ver mijito a ti quien te trae con esa mula a estas horas de la noche le preguntaron todos a Julio.

¡Epa! Dijo esa mula es mía, tu que haces con ella, dijo Don José.

A ver que pasa mijito, dijo todos de los concurrentes.

Dale un palo de mistela para que se caliente dijo otro.

Bueno Don José es que Doña Matilde me dijo que lo buscara por lo que paso.

Acaba de contar que fue lo que paso, dijo Don Lucio.

Es lo siguiente y les relato lo ocurrido en la siembra a ajos, revolucionándose el ambiente todos


salieron a despertar y dar la alarma al pueblo.
Otros a preparar las bestias para subir a la finquita de Miguel.

Bueno abra que enviar a alguien a la policía para avisar, dijo Don José.

Ya todos subían hacia la finca de Miguel preparados para socorrer a los ocupantes del avión.

Doña Matilde y otros del caserío ya habían llegado a casa de Miguel y con María preparaban un
fuerte café para paliar el frío del páramo, todos en la casa señalaban hacia donde se veían aun las
llamas del incendio.

A todas estas Miguel y sus otros dos muchachos revisaban y revisaban y no encontraban a nadie
por mas vueltas que dieron no habían gente, que extraño se decía para sus adentros seria que
saltaron en paracaídas se preguntaba, pero este avión no es militar es de pasajeros se ven ropas y
maletas por todos lados y la gente donde esta, continuaba preguntándose Miguel.

Ya casi amanecía cuando empezó a oír gritos entre la niebla.

Miguel, Miguel, Miguel, donde estas?

A lo que él respondió es ¡ Por acá!

Vio cuando Don José y los del pueblo llegaban presurosos todos nerviosos y agotados de tanto
subir, a ver que encontraste dijo Don José, mire por allá están los motores aun echan candela y
humo, por acá parte del avión y un ala, por este otro lado esta la trompa (nariz del avión) pero yo
no encuentro a la gente le dijo en tono bajito y casi al oído, será que no tenias luz para ver bueno
ya casi amanece con la luz del sol podamos ver mejor dijo Miguel bueno muchachos a buscar la
gente que venia en este avión dijo Don José, y todos empezaron a escarbar bajo los escombros del
avión volteando las piezas grande y pequeñas pero luego de pasar casi mas de dos horas buscando
en vano todos se acercaron a donde Don José y le dijeron que a pesar de ser ya de mañana y con
buena luz no habían encontrado a nadie.
Que extraño, muy extraño se decían todos y donde están empezaron a decir que se
desaparecieron ya entrada la mañana casi cerca del medio día llegaron los policías y bomberos de
la ciudad más cercana todos ellos presurosos preguntaban dónde están los heridos y muertos,
sobrevivió alguien preguntaban otros a los que Don José llamo a todos y le dijo bueno yo no se
que paso acá pero el avión esta ahí todo destrozado pero gente viva o muerta no hay, por mas que
buscamos no encontramos a nadie y ahora que vamos a hacer se preguntaban otros como
decimos que no encontramos a nadie quien nos va a creer, bueno yo solo se que de ese
mamonazo que se dieron con el cerro todos deberían estar muerto, y los muertos no caminan
donde están vaya a saber yo, para donde se fueron los muertos, otro dijo y si el avión venia solo,
bueno y quien lo piloteaba no sé pero por lo menos una persona pero no encontramos a nadie.

Y en ese instante otra vez los gritos, Daniel, Daniel, despiértate que se te hace tarde para ir a
clases, dijo mi mamá. Me desperté y me levante tan bueno, y tan bueno que estaba el sueño que
tenia que no supe en que termino lo del avión sin pasajeros.

Fin.

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