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Cuando la piedra rueda de la cumbre a los llanos

O en las fluidas venas de los ríos

O si se quiebra al golpe que profieren las manos,

No es que la piedra se estremece,

Es que el estremecido es el espacio,

Es que los conmovidos son los ríos,

Es que se quiebra el golpe que le arrojan las manos.

Porque la piedra es equilibrio de su totalidad,

Equilibrio en la mole que se alumbra de nieve,

Como en el grano de arena

Que el viento se entretiene en transportar

Con la vana ilusión que lo posee.

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