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La región de América Latina y el Caribe está relativamente avanzada en sus políticas de fomento de la

educación inclusiva. En ella, la inclusión se suele considerar desde el punto de vista de la diversidad,

La interculturalidad y el multiculturalismo se incluyen cada vez más en las políticas educativas de la


región.

Las organizaciones indígenas de América Latina y el Caribe han instado a elaborar y aplicar sistemas de
educación bilingüe e intercultural que tengan en cuenta los conocimientos, las cosmovisiones y los
idiomas indígenas. La educación intercultural bilingüe y la etnoeducación tienen por objeto impartir
una educación cultural y lingüísticamente pertinente a las comunidades indígenas y afrodescendientes
marginadas

La región de América Latina y el Caribe está relativamente avanzada en sus políticas de fomento de la
educación inclusiva. En ella, la inclusión se suele considerar desde el punto de vista de la diversidad,

En más de la mitad de los países de América Latina, las políticas educativas se refieren a las minorías
indígenas, afrodescendientes y lingüísticas bajo los rubros de educación intercultural bilingüe,
autoeducación o etnoeducación

La gobernanza de la educación abarca una densa red de instituciones, reglas y normas que determinan
la formulación, aplicación y supervisión de las políticas. Al analizar los arreglos de la gobernanza en la
educación se deben tener en cuenta aspectos de los sistemas administrativos y de gestión oficiales,
como el grado de descentralización; la participación de los principales interesados en la formulación de
políticas educativas; los arreglos de financiación; y los mecanismos de rendición de cuentas (Vaillant,
2012). Asimismo, se deben plasmar los procesos informales que determinan la distribución del poder
en estos sistemas, así como la toma de decisiones en todos los niveles. Los regímenes de gobernanza
de la educación pueden ser más o menos inclusivos, dependiendo de qué actores y puntos de vista
están representados y son escuchados en la toma de decisiones. Una vez que se toman las decisiones,
la financiación de la educación permite aplicar los reglamentos, las políticas y los programas. La
inclusión en la educación puede promoverse u obstaculizarse mediante los mecanismos empleados
para asignar los recursos, los enfoques para llegar a los más necesitados y la eficacia con que se aplican
las políticas y programas financiados. Así pues, en este capítulo se abordan dos cuestiones. En primer
lugar, se examinan la colaboración, la cooperación y la coordinación a la luz de la necesidad de romper
los silos en la formulación y aplicación de políticas, que es la característica distintiva de la Agenda 2030
para el Desarrollo Sostenible, haciendo hincapié en la forma en que los ministerios de educación
establecen asociaciones entre los niveles de educación, los niveles gubernamentales, con otros
sectores y con actores no gubernamentales. En segundo lugar, se analiza la financiación de los servicios
de educación para la equidad y la inclusión, incluidos los mecanismos para asignar recursos del sector
de la educación a las regiones las escuelas y las y los alumnos que los necesiten, y recursos de
protección social que pueden repercutir en la educación al dirigirse a grupos marginados.

LA COORDINACIÓN Y LA COLABORACIÓN AYUDAN A CREAR SISTEMAS DE


EDUCACIÓN INCLUSIVALa colaboración, la cooperación y la coordinación entre diversos actores
son esenciales para aplicar eficazmente las normas y estrategias necesarias para lograr y asegurar la
inclusión en la educación, ya sea dentro del sistema educativo (desde la educación de la primera
infancia hasta la educación de adultos), entre sectores (por ejemplo, entre las entidades de educación,
salud y protección social), entre niveles gubernamentales (desde el central hasta el local) o entre las
instituciones gubernamentales y no gubernamentales (como la sociedad civil y el sector privado)

La colaboración horizontal es una condición previa para la educación


inclusivaLas estructuras de gobernanza que reúnen a los organismos públicos para coordinar la
prestación de servicios educativos y sociales fomentan la colaboración y una definición más completa
de los problemas y soluciones relativos a las poblaciones desfavorecidas. En el caso de la educación,
esas estructuras permiten tener más en cuenta todas las necesidades de la niñez, no solo en cuanto a
educación, sino también a nutrición y salud física y mental, entre otras cosas. Los servicios integrados,
al mejorar la definición de las necesidades y promover la accesibilidad, también pueden influir
positivamente en los resultados de las personas con necesidades compleja

Se necesita una colaboración horizontal entre agentes gubernamentales y no


gubernamentalesEn muchos países de América Latina y el Caribe, los gobiernos colaboran con
instituciones no gubernamentales para ampliar la cobertura de los servicios y atender a las necesidades
específicas de los grupos marginados. Las organizaciones no gubernamentales (ONG) pueden detectar
y poner de relieve las brechas y necesidades a las que el Estado no presta la debida atención. Una
capacidad eficaz de promoción del cambio puede ayudar a movilizar a la sociedad en favor de un
sistema educativo más inclusivo. Las ONG también aportan innovaciones, experimentando con
enfoques que pueden ser más difíciles de poner a prueba en las instituciones públicas debido a la
escala y las normas. Por otra parte, pueden responder de forma más dinámica a los desastres naturales
y colmar temporalmente las brechas durante las crisis y el período posterior a las mismas. Las alianzas
de este tipo entre los sectores público y privado pueden ser útiles y necesarias a corto y mediano plazo

CONCLUSIÓNEl fortalecimiento de los marcos de gobernanza de la educación es esencial para


promover la inclusión en la educación. Las normas que regulan los incentivos y las interacciones de
diversos actores en esta esfera determinan el grado de inclusión, en particular determinando los puntos
de vista que estarán representados y que se tendrán en cuenta en la formulación de políticas. Se necesitan
estructuras que faciliten la coordinación y colaboración horizontal (entre sectores) y vertical (entre
niveles). Las ONG pueden desempeñar un papel importante en la educación encontrando necesidades
que no hayan sido atendidas por los gobiernos, y abordándolas. Si bien las alianzas público-privadas
pueden ser útiles, los gobiernos deben evitar que se genere un alto nivel de dependencia a largo plazo, ya
que ello podría menoscabar el derecho a la educación inclusiva. En especial, la privatización parece
agravar en gran medida la segregación y la desigualdad en los sistemas escolares. Las intervenciones
para facilitar la transición entre los niveles de educación revisten importancia para el alumnado
desfavorecido, ya que las tasas de abandono escolar son altas en esos momentos críticos. A pesar de que
existen algunas políticas y programas para tratar de remediar este problema, aún no se han perfeccionado
lo suficiente.En lo que respecta a la financiación, la descentralización de la prestación de servicios
educativos mediante la desconcentración y la delegación puede ayudar a contextualizar las políticas
educativas e impulsar la participación local. Sin embargo, la desigualdad puede empeorar si la capacidad
local para atender al alumnado marginado es limitada, los programas de redistribución del Gobierno
central son insuficientes y los canales de comunicación no están bien desarrollados. Los métodos de los
países para aportar financiación a las regiones, las escuelas y el alumnado deberían hacer mucho más
hincapié en la equidad, empleando mejor los datos y reasignando una proporción mayor de recursos para
compensar las desventajas. Aunque los esfuerzos de financiación deben centrarse siempre en la
integración de las y los alumnos marginados, ese grupo necesita un enfoque de doble vía, ya que sus
necesidades de apoyo tienen un costo mucho mayor, especialmente en el caso del alumnado con
discapacidad. Los planificadores de la educación deben tener en cuenta las sinergias con los programas
de transferencia social en efectivo, que suelen ejercer fuertes repercusiones en la asistencia a la escuela y
el logro educativo. Estos programas deben complementarse con una rendición de cuentas sólida y
sistemas rigurosos de monitoreo orientados al logro de la inclusión.Guatemala puso en marcha
los programas Mi Bono Seguro y Bolsa Social, que prestan apoyo financiero a las
familias en situación de pobreza a condición de que las y los niños en edad
escolar estén matriculados y asistan regularmente a la escuela 52AMÉRICA LATINA Y EL
CARIBE

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