23 de mar.

2020
escrito por Ulbrinox

¿Los aceros
inoxidables son
magnéticos o
deben ser no
magnéticos?

La pregunta anterior es un tema de discusión

frecuente entre los usuarios del acero
inoxidable y pocos en realidad contestan
adecuadamente con argumentos sólidos, y a
falta de un adecuado conocimiento sobre el
tema surgen mitos alrededor de este.

Este articulo tiene la intensión de despejar

algunas de las dudas más frecuentes que
seguramente ayudaran a los usuarios a pensar
y tomar algunas decisiones favorables.

Los aceros inoxidables son aleaciones basadas

principalmente en una composición química
de tres metales: Hierro (Fe), Cromo (Cr) y Níquel
(Ni); los cuales proporcionan las características
particulares para ser resistentes a la corrosión.

Algunos elementos extra son agregados

intencionalmente para modificar alguna
propiedad particular, otros elementos
simplemente son residuales propios del
proceso de fabricación del acero que son
innocuos o neutros a las propiedades del
acero; algunos de estos elementos pueden ser
Manganeso (Mn), Carbono (C), Nitrógeno (N),
Molibdeno (Mo), Silicio (Si), Aluminio (Al) y
Niobio (Nb).

El tipo de elementos aleantes y sobre todo la

cantidad de estos definirán el tipo de acero
inoxidable y por consecuencia sus
características químicas, físicas y mecánicas, en
la tabla 1 observamos la composición química
típica de algunos de los aceros inoxidables más
comerciales y algunas características
relevantes.

Características típicas de los

aceros inoxidables
comerciales

Tabla 1. Características típicas de los aceros

inoxidables comerciales

Es común que muchos de los usuarios digan

que el acero inoxidable ES NO Magnético, o al
menos que así DEBE SER, y que cuando SI es
magnético, entonces la resistencia a la
corrosión está comprometida y que esta será
menor que un acero que no presenta
magnetismo, inclusive hay quienes dicen que si
es magnético entonces ¡¡no será inoxidable!!,
sin embargo, lo anterior no es correcto, pues la
resistencia a la corrosión de un acero
inoxidable no está relacionado con el hecho de
que sea o no sea magnético.

La discusión anterior es típico en la compra-

venta de chatarra o scrap de acero inoxidable,
donde una prueba simple con imán pudiera
llegar a determinar el precio de un lote de
chatarra a conveniencia de quien está más
informado.

Lo anterior requiere de una explicación más

profunda; de acuerdo con la composición
química del acero inoxidable pueden formarse
las estructuras metalúrgicas: Ferrita, Martensita
y Austenita, las dos primeras son magnéticas, o
sea que son atraídas por el imán, mientras que
la Austenita es no magnética y no será atraída
por el imán. Con base en lo anterior los aceros
inoxidables son clasificados en Aceros
inoxidables: Ferríticos, Martensíticos,
Austeníticos y Dúplex.

Los Ferríticos y Martensíticos serán atraídos por

el imán fuertemente, los Austeníticos no serán
atraídos por el imán y los Dúplex serán atraídos
por el imán débilmente. El Cromo, promotor de
ferrita, es en parte el responsable del
magnetismo del acero inoxidable, mientras que
el Níquel, promotor de austenita, provoca que
el acero inoxidable sea no magnético.

Resistencia ante la corrosión

Por otra parte, la resistencia a corrosión de

cada acero inoxidable está relacionada con la
presencia de los elementos aleantes
promotores de la Capa Pasiva que protege la
superficie del acero contra un medio o
atmosfera corrosiva, esta es la razón del porqué
llamarlos inoxidables. Un contenido de Cromo
(Cr) mínimo de 10.5% es necesario para crear
esta protección en el acero, este elemento es el
principal responsable de la resistencia a la
corrosión de los aceros inoxidables; el índice
mas usado para comparar la resistencia a la
corrosión de los aceros inoxidables es el PRE
por sus siglas en ingles de Resistencia
Equivalente a la Picadura (Pitting Resistance
Equivalent):

Resistencia Equivalente a la Picadura

Entre mayor sea el PRE mayor será la

resistencia a la corrosión del acero, la tabla 1
muestra los valores típicos del PRE.

Con base en la información anterior podremos

entender que las propiedades magnéticas no
están relacionadas con la resistencia a la
corrosión, el magnetismo depende de la
estructura metalúrgica y la resistencia a la
corrosión es función principal de la cantidad de
Cr en la aleación; podemos tomar como
ejemplo el acero 304 y compararlo contra el
441, ambos aceros tienen el mismo PRE=18,
por lo que tendrán la misma resistencia a la
corrosión, pero el 304 es No Magnético por ser
austenítico (Cr+Ni), mientras que el 441 es
Magnético por ser Ferrítico (Cr).

Otro fenómeno necesario de comentar es el

siguiente, los aceros Austeníticos, de la serie
300, como el 301, 304, 305 o 316 son no
magnéticos, o al menos su atracción por el
imán es imperceptible, sin embargo, de manera
natural estos aceros contienen pequeñas
cantidades de ferrita y martensita debido a la
composición química, por lo que pudiera
detectarse un muy ligero magnetismo.

Así mismo, cuando los aceros inoxidables

austeníticos de la serie 300 son sometidos a
procesos de deformación en frío, como rolado,
trefilado, embutido, doblez etc., entonces
ocurrirá el fenómeno conocido como
Endurecimiento por Deformación (Work
Hardening), donde ocurre una transformación
parcial de la Austenita en Martensita, la cual es
magnética, este fenómeno producirá un
endurecimiento en el acero, incrementando la
resistencia mecánica y también el magnetismo
del acero inoxidable. Como ejemplo, no es raro
observar que el acero 304 o 301 con Temper ½
Hard tiene un magnetismo superior al mismo
material en condición totalmente blanda
(Annealed), aun cuando la composición
química no ha variado.

Clasificación de los aceros

Por último, podemos clasificar los aceros en

función del magnetismo que presentan:

El acero al carbono de uso común, los

aceros inoxidables Ferríticos,
Martensíticos y dúplex son nombrados
Ferromagnéticos, Permeabilidad
Magnética Relativa (µr) superior a la
unidad (2 o más…), serán atraídos
“fuertemente” por un imán.
Los aceros Inoxidables Austeníticos en
condición totalmente blanda (Annealed)
son Paramagnéticos, con permeabilidad
magnética relativa (µr) próxima a la
unidad (1.01), atraídos “ligeramente” por
un imán.
La mayoría de los metales no ferrosos,
como cobre o aluminio, son materiales
Diamagnéticos, que “no son atraídos”
por el imán.

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