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la diplomacia por HAROLD NICOLSON. FONDO_DE CULTURA. ECONOMICA tour QRIGENES DE LA DIPLOMACIA ORGANIZADA Tesde 1918 Ja opisiée piles so ha venido intersando cid 77a ke por loa asunton exterizee, Su comprensfn del pki Floss be ids disminuyendo, sin eubango, debido a In confs- ‘Eon entre "politica extsior” y “negosiacide”, Tal confasién ‘Giase del eapleo faditinto de Ia palabra “diplomeci” coms fdenino que sigiilcd muches coses diferentes, El sigaillosdo de “diglomecie”, tel como oo emplea en ol presente estudio ‘Ouigon dele priction ciplométicn. Orfgenes rchlstérioos 1. ashés, El hereldo y Hermes, su patrons, La transiela del Aiplométicoberaldo el diplomiticoabogeds. El congress ds Baparth do 432 a, ¢, ejemplo Hustrativo de Ie diplosaacia tal ‘como estaba organizada on Tos estador-ciudades griogoa, Les fomanos ¥ el concepto de fag naturals, Diplomacia bizantins. Los nds clentiicos do la “diplomacie™ tel como #¢ Geduoen de Ie palabra “diploma” y sus ezociacionss, Apa Glia del exc y In profesién de le diplomacia en Talia. Le trankiclén'de les embajadas temporcles enentes tia ‘consigo el cambio del tipo del diglomition “oreder” st del “Gbecevadoravezsds", Confaslés que exists ea Te prictice, iplomética antes, del siglo xx Les reglas establecidas en ee Congresoe de Viens: y Aquisgréo, cousideredas como los ‘Gavlentoo de In diplomecia profesional. Con ollas ao confirma 'y consolida 1a priectiea de In. diplomacis I Nos serd til defitix, desde un principio, la materi « que se refiere el presente Libro. “Antes de la guerra de 1914-18, el oiudadano oo- rrieute solo de ‘modo accidental se interesaba en Ins Telaciones, internacionales. Hubo, como es natural, Poniodos durante los que ia politica exterior oo, erigié an motive de controversia partidista ¢ incluso de pro- * greme, Sin embargo, la mayor parte del piblico s+ + 9 j 1 4 i 1 ORIGENES DE LA DIPLOMACIA ORGANIZARA onde 3938 Ie opin piblion ve I venidointrcamade olde De ee Mat ammtn exterren Su eampreston del We Meee Filo diamiauyendn, sin exberge, debido a is conte Ue ene “poUiien cxtacor” 7 “negodini in do “diplomacts" Guigen de la peictica diplomética, Origenes prcbleicions 7° canbis, EL heralds y Hermes, st Ta teansiciin del plondtiooberalds. al diglonitioosbogado, EL cunereso “ie peete ds 422 ey ejomala strato de le dipemcis St eps be orgunioada en los ectadorcindades arioges, Lot see ey al eoneapto do ius naturelo, Diplomacta bizantina, Los aspectos ins oi ‘do Ie “iplomacta! tal como #6 ven de In, pelabra “diploma” y sus esociselonen, Apert iba. ‘in’ profecign do le Gplomacis en Tinlis. La ce gba do Tes embajtdas temporales « Iso permanentes tise seein al cambio del tipo del diplomético “oredoc” ol del cree sdovaveado", Confaciéa que existia ea Je priction, ‘Gplomice antes, dol igo sax Lan regiee esablosides ee Genprece do Viens: y Aqulszrin, cousderadas como los ” wee seaton de Ia diglomecia profesional, Con lias s0 confirma 'y consolida Ie prfctica de le diplomacie 1 Noo seri fil definite, desde un principio, le materia s que se refiere ol presente libro. “Antes de le guerra de 1914-18, el ciudadano ¢o- miatit slo de ‘modo accidental se interesabe en Ins Trent es internacionsles, Hubo, como es natural, Teltodos Aurante loa que ia politica exterior se, erigi> Percotyo de controversia partidista © Inclusy. de pro; Grama. Sin- embargo, le mayor parte del pibliog #81. 9 10 oniceNes DE LA DIPLOMACIA ‘onicEnts NEA DIFLOMAGIA, n dosinteresaba tanto de los principios de la politicn =, ‘exterior como de los métodos y agentes mediante los | nes so ejooutabe eau altos. Se pertia dl axiom Jes armas por su libre voluntad, sino que traen consi: Ms mou ung de los udadinos comunes, proces Regen, dures alisiones y polignos expantosos, de que los fundamentos de le politics exterior se basa- Tecomprobucidn de es0s dos hechos, pasada In ib Jam on nocesidades nacionsles inmutables y que, como guorza, animé al elector corvients de los potses demo: fee neteban fuera del campo de it lucha los Sridoos « adoptar frente « los problemas internaci ‘ ‘Hartidos, Se tenie Ja idea do que los asuntos exteriores Tilo especializad nales une sted de agnor for complacienty ae Enstitufan un estudio especislizado 7 osotérico cuyos tica mojor i a7 de vigilancia més continua, onsite Uy eat Sconce de la gaperiensia o del grtice mmeitanto vellogos Sin embargo, le mente del juicio del lego en la materia, Se tendia, en consecuen- yablico en general se” desconcerté al iniciarse cn 80 inna dejar la direocién de ln politics exterior al ga- pabee igre, aatrincado y oonfnso. Su vigilancis Vinete 7 als auxlisres téenices y a confierles ol men- estudio “Touma de ensiedad su critica go manifest6, Saar sf ee eae intereses” nacionales con demesiada emcuencin, ‘en formas de aoe Snediante los métodos y remedios que en cada miomen- ex way atencién co mantavo expectante. alien dessa lootibles y oportanos. : agence Ye caunas principales de ost, perplejided 1 En ee sea de pao indiferencis. tbe iy licita ta fu el erzor en que ncurié el pO oo ‘confianza en que los sucesivos gobicrnos harian fundir poliice con. negociacién con. bode ouanto pudieren por conservar el mayor de todos fun poli oon eoabre “diploma ea las dos Bases de sa materia, No acortd a distinguir f@ surgir una situacién én la cual las Lbertades vitales, [ogee podria, amnrse, el agpecto, “legislative” del Jos derechos, posesiones o intéreses del pafs cayesen robleme 16” que podria. denominarge 2. sere bajo le amensza de cualquier fuerza, exterior, Ia ma- ecutive”, porque mientras que la “politica oxte- pe dee naién spoyara al gblero 3s “ocisia 2ioer en los paises desaocxdtions, habrie de ser asunto fe resistir tal amenaze ompleando para ello el poder Tow rdeida del gabineto, con le sprobasién de los r= militar y naval. fpresentanins olegides por el pueblo, le, jeoucién de "La guerra de 1914-18 contribuyé mucho'a cambiar arecatitica, Hmesele “diplomacia” o “negociacién”, ede ectitud negetiva o sumisa. Por una parte se cay6 far fo general deberia dejaree en manos de profesio: fn le cuenta de que tn pais puede ser Ievado (sin au Pejeo detados de experiencia y discrecién, 3 conocimiento ges, consol y eproesin) a pole Hee distincién os, en efecto, vital para culquier tics que. implican’ compromisos definides con po- .* control democratico y sano de la politica exteriors. En tences extzanjerag de. gue, sf urge une esis de [or Geuntos dateriores, en los que el pueblo dispone de Simportancia capital, el pueblo puede verse enfrentado, Le experiencia acuraatade de muchas generaciones, tel noche a la mafians, con ln altornativa de tener istucién no ofrece dificultades. Un presupuesto 0 ighe sepadiar promesas que st formularon en su nom- ‘inn ley sobre ensesenze se proyecten por el ministro Ble, e bien de precipitarco on las hostilidades. Por gs intetesce nacionales, es decir, Ta pez. Y si legare responsable con el asesoramiento de los técnicos de ‘otro Tado se comprobé que los efectos de le guerra’ ~ Jevdepertamento, se discute después pot el gebinate moderna no quedan limitados 2 aquellos eoldados en pleno 7. se somete Inego al Parlamento pare su ds \!, marinos profesionaies que han elegido la carrere’ oo Bem oben; cuiiplidos esos trnaites,se de- 2 onicENEhDE 24 pIOMACIA— ==" ‘yuelve al Ejeoutive para su aplicacién, El interés pit bblico se concentra justamente en las primeras etapas deliberatives, durante Ins oueles de estructura y decide a “politica”; 1a “etapa efecutiva” subsiguiente, du- ante Ia oual se eva aquélla a la préctica, le -afecta de modo menos directo. En los asuntos extriores, sin ‘embargo, el cuerpo elovioral no ha adquirido aiin le ostumbre de establener esa conveniente distinciéa y ‘su fracaso en la adquisioiéu de ese hébito se debe, on {gram parte, l uso indebido y constanto de le palabra ‘diplomecia” para significar con ella tanto la estruc- turacién de Ia politica exterior como su ejecucién. ‘Es esencial, por lo tanto, que a} iniciar este estudio Aefinamos Jo’ que la palabra “diplemacia” significa en realidad y en qué sentido o sentidos la empleere- ‘mos en las paginas que siguen. u En al Ienguaje corziente se usa indistintamente Ia pe- Jabra “diplomecia” pare designer varies cosas por complato diferentes. Unas veces se la emplea como sitdnimo de “politica exterior”, como cuando deci- mos: “la diplomacia britinica en el Cercano Oriente sha veaido cerecionds de vigor”. Otras significa “ne- gociseién”, como cuando decimos: “el problema es amo de los que puede resolver bien Je diplomacia”. ‘Mis estrictamente, la palabre desi el_mecanismo med ‘nggociacién. Un cuaro sentido es aguel en oploa pari’ designer una razoa del Servicio Exte- ‘oy como guano ap de: ns ie trabaja en la iplomacia”. La quinte interpretacién de esta infor- fuse palabra es que Je iention oon una coalc dad o don abstracto que en su sentido més favorable implica habilidad en la conduccién de la negociacién internacional y en su peor sentido supone los. aspec ‘tos més insidiosos del tacto:"" = * onigENes DE TA DIPLOMAGKA Esas cinco interpretaciones se usan sin discrimina- i ceiém, y de ello resulta que hay pocas rames do lavpo-}j | Titiea Gue hayan estado expusstas @ tal confusiéa de! |: i | ideas. Si, por ejemplo, Ie palabra “ejército” soiem-') | please pera signiticar el ejercicio del poder, el arte de! | Ta estratogit, la ciencia de la tactica, Ia profesién' mi! | Titar y los instintos combatives del hombre, seri de esperar que la discusién piblice sobre materias mili! | tares condajese a una gren confusién. i ‘Esta monogre ‘se propone describir, en forma. | sencilla pero precise, lo gue es y lo que no es Ini die: Fe er Te, caislon eipstes ebeesemcs Frovemente los orfgenes y le evolucién de la préc- tic y de la teorie diplomaticas. Esta resefia hist6rica Ht oo gue Ja diplomecis no ¢s . 7 i esopt ie gin satame poco deensinede, | doe nega icc et cnlerrelgta as | cional_entre res 0 entre, i Examine-: ¢, Femos después las modificacionss recientes introdu-; / a (A médias diplom aan con ire ada toe protlgnan de a diploma “pole y oecrete” ye Ja dificultad de combinar 1a diplo- ‘macia eficaz con el control democratico, Otros capi- | tulos tratarn del funcionamiento real de la diploma: cin moderna, de la relacién entre le diplomacia y, ‘el comercio, de Is organizaciém y administrecién del Servicio Exterior, de la diplomacia en Jas conferen: ciss internacionales y en la Sociedad de Naciones * como instrumento de negociacién. En Gltimo lugar” daremos un repertorio razonado del vocabulario di- Plomético corriente que puede ayudar a comprender. el longuaje tienico (se trata de algo mis que uns, vogzs erga) ae Ie diplomecis be dado origet. | ‘Sin embargo, antes de embarcarnos en un campo, de examen ten emplio ea necesaric, como ya hemos | dicho, definir en qué sentido o sentidos usaremos, a palabra “diplomacia” én el presente estudio,. Propon- i | it | | | i | onicewss DE LA DIPLOMACIA scepter Ia definicién que da el diccionario inglés Gidea, que'es como sigue -Dintomebia es el munsjo de Jes relacioves interne “4 cious ita Te uegocclbny of tblodo mod (| Suey ajutnn 7 fen st Ze ajuslan ¥ manofen esas relaciones por me- ‘sdio de ombajadores y envindos; dl fle a ate dat “Adoptando esa definicién, precisa aunque, smplia, ‘como término de referencia, espero evitar al descarrio ‘que Ueveria a perdere de um lado entre Ins arenas 3a politica exterior y del otro en Jos pantanos del Ndecesho internacional. Expondré les diverses politi caso sistemas de las diferentes naciones, tan s6lo en “Guanto afectan 2 los métodos por medio de los cua Jes eo practican dichas politices ¥ 2 las normas scor ‘des con ellos. Sélo me referiré al derecho internaci fal en cuanto contiene tora diplomética o afecta @ ay pelgion, tomate, 7 ‘accionse de os en- Hndon diplomaitics, Bn ean forma copero poder eon. ‘contzarme sobre el “sjecutivo oblema SSatiion que sobre daspeto ne ae tivo” del mismo. m .e considerar o6mo y por qué sur “gid le priction diglomética ea la sosiedad humana. “Me doy cuenta de que la expresion “practice div plomitice” puede originar, en si, misma, ese ambi- Bledad que’ coabo de deplorar, Algunos entenderén for ella las costumbres de di Ante todo hay de dizeccion de Tos asuntos Enternacionales que los diplométicos, con su experien- cia secular, creen més ‘otros pueden tomazla " Como definicin de aquellos principios de nogociacién Que son communes 2 todo trato internscional y en tal Tiksdo Sndopendientes de log cembios eventtales en Jorsistemas de gobierno o ea la politia exterior. ‘Seri conveniente, por lo tanto, anantener’ esos dos 1) mmatices de interpretacién distinguiéndolos uno de otto, onicENES DE IA DIPLOMAGIA 15, in este capitilo examinaré las etapas por las’ cua Be ge cael eae inventee 7 desercellar ean eee ual do un servicio diplométicn prof sional, Ea el proximo examinaré el origen del cohcepto: general y las roplas del arte de le negociaciin como algo diferente por esencie. (aunque siempre suplementa- Ho y beste subordinedo) del arte de goberner, de un Hiae 5 de te politica, de otzo. Comeuzaré, pues, por Woden rll 0 ei Sloe: ‘MSc en cuanto ceca, ordeneda de laz telaafones entre tn grupo de sexes humenos olzo Gisado al primero, es saucho més vieje quo Ia his Torte. Los torleos tel siglo x1 sostenfan, que Tos pri- “iblowieds fueron Soeoes-que-garvins- como a Jame ene el clo y la Herre, Los ptisdores modsmos no. defenderian on esi, Tncuso en le prehistoria debi haber momentos en Jos que un geapo de salvajes desease negocier con ee lgrupo de salvaje, aunque sélo fuera con el pro- CBee ae indicarls’ ue esl hartos con Ta bate- Firdel dia y que lop agradarie une tregue durante la cual recoger sus heros enterrar m sos muertos. Desde el primer momento, incluso a nuestros entepa- fados de Cromagnon 0 Neanderthal debe. habérseles Tridensiado que tales negosieciones se compliaxian Scriemento aie! emiserio de uno de los contendientes Fier auto 7 devorado yor les el a mle, de que hublese padido entregar su measae. Ast, incluso Se Sidon inéaremoton, debio.esablocerse. Iu costumbre de conceder a esos_negociadores ciettos, rivlogos ¢ insunidedee cue #2 sepaban-a fot gu Freros: Las persones de esos enviados o mensajeros Gebieron considererse desde el pri “se gradas” en cierto modo, y de ese costumbre so de- Fivan soguramente les inmunidades y privilegios eb- pocigies de que hoy gozan los diplumitions. ‘Debe recordarse que en le sociedad primitive a to-- dot og exuanfron.ce lex Sosidenehn peligtosns ei cet 16 soon icENES.DE PIPEQMACTA onigmns'pscx‘pwromxce’ = 171 pures. Cuando Basilio TI envié_embajadores « el aesinato de Argos. Los. griegos considersben “2 lar_con Tos Hermes_oo nor aniente pore tarents de ox! i ‘exoroizer toda s Regimes ca iaron comerclantesy Tadroses, BI iceros de la tribu danzaron en torno de ellos fon posefdos de un frenes{ de éxtasis, quemando incienso, Jemerfa y el engafio. De él obtuvieron los heraldos el tocando sas panderos y tratando mediante todas las vigor de su yor y la retentiva de su memoria, Se le ngias conocidas de intigar los peligros de infeccién. + "Ing a considera como el intermediario . ‘A los enviados cetca de los kanes tértaros también se do suporie y el infariar_y, sin embargo, con toda, st Jes obligaba a poser a través de hogueras antes de ad- gan populci, 20 2 respetaba demasiado, Los gnitirlos en Ja corte hasta Tos regalos que Tlevaban fométicos de époces posteriores hai Jementado con’ raiare gun estariizados en Tonne eemciauta Todavie frecuencia que no so Jes ligiese una deidad tutelar ‘glo xv, Ja republion de Venecia amenazabe con ‘menos brillente pero mas digna de confienza, 7 ro y hasta con la musrie.s Jos venecianos que —fuentnviesen Sato a iebe ae ae ro de una Tega W g Se ees ey andar dboarvarse cass ee de ass taba en Mosca y en Teheréin. HeLon | ots 2 Pandore, Ia primera mujer, coa Cuando pesemos de Io mitolégico a lo histérico nos Trey en otes capiteles mndn edelaatades, el proceso. encontramos ea um terreno mis seguro 7 devoreso, Ge puriffcacion 2 que. estin-wajetos los embajadores {| _ Los_haraldos del rerfodo homérico no eran tan s6lo extuanjeros es inds gradual y menos ostensible. | agentes sorediados para nexociar sino. que fe ‘Tn la Antigiiedad, ese tabi contra los extranjeros y cee eye es funciones de mdsimistrar a eal fen especial contra los enviados extranjeros era muy — Somer eL orden en las asambless y dirigit-de- sie y poderoso. Con el fin de mitigar su_severi. | Fee edie Git a fae A ‘aol eer ccga y que las relaciones arrolland? fenton estadoscinades 20 Bicicron, a Is Wem, inf fotimas y pugnaces, se cayé en la cuenta de cole pee cata idee See earee dle es oie posela el Died : a nl ple leat pe ee loos er slaglente-repuiscién_del-serjeo-diplomtts vinculads & {anilas la cualidad principal que se je recordaré quo el dios Hermes simbolizaba pare ea a an heraldo elicez. era que poseyese une me" tos ntsguos Ins cufidaden. el encanto, a sgl Ce a er cope uy sonar. Coa oree- fe 08 Ine Sade a eas te pad dels eect pe sale ria_y le, te is y politicas Eincuenta cebesas do ganado e su hermano Apolo entre los diversos estados-ciudades = bizn_nevenaxio Tego, (después de esconder les yacas en una cosy) is Sein diplamits io. fe voli o dormir tranguilamente en su, cums, Zeus tplandié con calor esx prusba de'habilidad de Her | ther y Te emplo6 desde entonoes on el, deseinpetio de jas wisiones. diplométicas -mis delicadas,- entre: elles 18 OniGENES DE’ LA -DIPEOMACTA de esos enviados consistia en_abor Ja causa de oe Glotad ante lu asamblees populares de fee con fe cio ‘9 ante les cindades extranjeras. No se ‘eaeragOU Gras queeiquiiccss noticias ecaros de foe patses qe visitban ni que redactasen informe algun a st regreso; todo lo que se les pedia era que prohunciasen un'‘magnifico discurso. ‘Los que hayan lefdo a Tucidides recordarén cuén smagniticos y largos erea esos discursos. Habrén ob- servado también que en el purso del siglo V a. c. esas imisiones especiales entre los estados-ciudades griegos ‘habfan Hegado a ser ten frecuentes que ya existia mo oe aproximabs # nuesiro propio sistema de Teato losico rege, Jos primeros capitulo de su historia. Tuoidides. ‘ofzece una completa ¢ instructive zelacién de In ata iimienk onferencia. Ae ae Beonbe chao law esparianog conve: aro une conferencia de sus alizdos con el propé- sito de decidir si Atenas habia violedo, en efecto, sus tratados y ai dcbfa eer castigadescon 1s guerra. Diche conferencia tuvo lugar en Esparta en el aiio 492 a. c. Le relacién de Tucidides nos suministra abundante y valiose informacion sobre Ie préctica diplométice izes [Bt primér Aéino etabe Ia cuttin del posed jniento. Las delegaciones de into pro- san tage ta RLS Tale moni, yen ellos formularon sus cargos contra ‘Atenas. Se les pidié luogo que ep xetirasen y Je ‘Asamblea discutié la acoién que deberfa tomarse. Se, paso a votacién una propuesta en favor de la guerra Fito eprobads, primero por aclamacién y después or restenta munfico de suagion segundo punto que se deataca en le relacién di ‘Toctdidle oh due une deloguciOn atenteuse se ballabe presente en Esperta a la sezén. Dicha delegucién no Fhe invitade a la conferencia, que sélo estaba com ‘OniCENES DE 1 DIPLOMAGIA a9 puesta por miembros de la Confederacién del Pelo- 0. Se encontraba alli “para tatar do otros sstin- tos”, probablemente en relacién con alg tratado co- mercial. Sin embargo; no eélo se ies permitié.asistir {las discusiones de sus inminentes enemigos, sino que gs les autoriz6 asimismo para intervenir en el debate © incluso cuando la “Confederacién habia votado en gro de le guerta contra Atzons, esa delegacién comer, Fiat steniense Jue autorizada para contiauar permac Seciendo en Exparta baste que hubo iado_ sus ‘propios deuntes, Eso nos muestra que la préctica diplo- Fiation general de los extados-ciudades st halleba mis ftdelentada de lo que fuera de euponer. Le relacifn que hace “Tuctdides do Ia. conférencia ae Reparta indica que em el siglo v los gricgos hebfan ra an Gere stems de Tel clones ciplo- mitices pérmanentess Se aaellas wos mem fa isiones ciplométices eiertas inmunids- dea y-ane gran considereoiGn; que se habia ogado 2 retonocer que, les, zelaciones entre los estados no puede tratadas y ajustadas simplements spelerido ‘ela astucia ye la violencia, y que existia arta "ey" implicita, eiwada por encima de los intereses nacions- lee inmediatos o de les convenlencias del momento. v Los griegos legaron esas tradiciones y preceptos # He nests. Eetoe no etabun expesilmente dotados para el arte de la, negoci durante Tos milti- fles siglos de su supremacie, sus métodos fueron, los Gel legionario y al constructor de carretares més bien tque Tos del diplomético, En el peor de los easos eran Gaplacables en_sus_cbictives y_brutales_en tedos. Ea cl inejor, doserrellaban, el principle de tates ig contueantsg mie bettados per donde © logsstmisos. be. coatribusign romana a Te 20 onicENOSIDE LA DIPLONACIA @iplomacia no debe buscarse en el campo de Je ne- gociacién sino en el terreno del derecho int ional. ‘Excederia mucho de la finalided de esta monagra- fia el entrar en una discusién acerca de le diferencia entre ol ius ciuile (el derecho tal como so aplicabs entre’ los ciudadatios roinatios), “el_i it (al Gate or ieee care eludedauos J e=emnfors) el ius {el derecho comin a todo ggnero frumeno). La doctsina romana de Ia valides de los eoatratos implicabs, naturalmente, une-de, firme, op Ja santidad de los tratados la fama alcanzada por la leyenda de Régulo "le historia del hombre que sacri- ficé su vida antes que quebrentar su promesa a los cartagineses) muestra que ese concepto esteha_pro~ findemene enaizado-an Ta cages nae rai, De vvaga idea de un ius naturale ‘a mayor abun- damicnto, una nocién de ciertos principios de lo que hoy lameriamos conducte intemacional, Sugiere una jdea fundamental de “derecho” aplicable a todas las razas 7 en todas,les circunstancias. Hace bincapié 20 bre el, de fidelidad a los compromisos, y ensefia i jos tratados no lo fueron mAs feisots site Tomo, come verona jante, cred Ia profesién de _archiveros averadc 1€. eran sore cs adie poem de cx presadnien 7 prosediminto dr EE asta, eas rela ee a ros valees we dinigian BORER fr aclaconee con otros palees se dirs sade el punto de vista colorial ‘Gaara a Won que dead opto de vita poten, Ea finds Hiseron poco para crear_ua cuerpo tZeaico negociadores experimentados. “Piette las tltimns esiapée del Inperio Romano fme- cuando se hizo sentir la necesided del arte de Ta negociacién o de.una diplomacia idénea, Los empe- : onicinies ni 2A Bipcondicit radores ‘bizantinos_ejercieron_ese_artz_con_ingenio redone es Ss atdog pecan Con ‘métodos principales, Consis- . Xia primero ilitar eos bérbaros fomentanido pinto oo de Saeeae comedian com | Ja xive ais ‘wibus y pueblos, fiante subsidios 1g oe tered ti ‘ada Je cristiana. Medianto el empleo Sn ie tice tee mnbtodos, Tastind guid. * | sina. x yoantener a. are. a Ies tribus del Mar Negro y del Ciucsso. Métodos sit res 8C taron en wha | ‘etapa posterior de la historia bizantine, cuando la smenaza procedia do los balgaros, los magiares y los sos. ‘Los esfuerzos constantes de los siguientes empere- dores para acrecentar su decadente ‘fuerza material mediante arreglos diplométicos y los métodos espe- isles que adoptaroa, introdujeron un elemento nac- vo en la prattica de la diplomacia. El método de ¢ poner en oposicién « los déspotas vecinos, unos contta otros, hizo esencial que el gobierno de Constant opla Gstuviese plenamente informado de las ambiciones, Asbilidades y recursos de aquellos con quienes es perabe treer. Sucedié asf que lot onvindna. detonate «#4 peredoxes_hizentinos Jlevaban_instrueciones_no_sélo_:.. | ‘de representar los interesca del io en las cortes de 1 Se auc op aman drbaros, sino también de suministrar | | informes completos aceroa de Je situaciép interna en —:- ) Jos_pafses extranjeros y de las relaciones mutuas en- tra Holes paises A tales fines se requsrian cualidades. | diferentes de Jas dal haraldo-o ol orador. Se necesi ‘taban hombres dotados de facultades de observacién do se deserrollo paulatinamente el tipo ola passouulis dad del diplomético profesional. Asf como el tipo del «| uadoeseplnaé al prmitiva del: heldo, agu8 ca > su lugar al observadar axezada. | ‘se establecieron el status y las reglas a acuerdo internacional. tre tanto, sin embargo —y al mismo tiempo Ja evolucién del heraldo #l orador y de éste ade plomitico profesional, bakin surgido gradualmen- te un factor mis. Ese factor ser curigse con el oxigen de Ja-palabra ; {guar otros documentos pficiales y no metélicos, en especial aquellos que con- ferian pri ‘0 contenfan arreglos con comuni- dades o tribus extranjeras, A medida que se acumu- Jaron esos tstados, los archives imperiales so fueron ‘tborrando de insumerables documentos pequefios Plegados y rotulados en forme particular. Se bizo necesario émplear 2 funcionarios experimentados pare (os cuenta de la importencia jotada de. un cuadro de funcionarios completo y colocada a cargo de un oficial conocido con el nombre de “canciller’. Fao titulo (que en-la historia posterior alomena 7 esstene logs aihniny Spormass a resonant se deriva def nombre del nodlarius, aplicada. fpoca romene al houbrs ardabi ios Exum cia, Si an forma precise, sus reglas, convenclones y pres- cxipeiones propias, "Ast pues, 1a palabra “iplomscia” esturo asociada dinen mich ets, of la meste Himes, ala com SSR oy aettiven eT tris de antios ta tadog y of studio ce Tes neqosisionss intezapions Jes. Ese elemento clentifico y erudito ea aim vital pare. ‘ei funcionamiento de cualquier Servicio Extcrior eficaz. EY britinico, por ejemplo, po- see un owe: lstas-en procedimiento diplo- onloENESWDE La: DIeLOMACIA } y_juridicos, podrfan i asarse por olto precedentes e inourrix.en faltas ‘precisién. Es importante, en consecuencia, poner de } -maanifiesto Jo que pudiera llamaree oxigenes eruditos } 0 téenicos de In précticn diplométion- ; ! EL concepto del horaldo como diplomético decay’ al. caerse en Ja cuente'de que precisaba de algo mis queitna vor estentérea; el concepto del orador de- * cay cuando s2 comprobé que no basteba enviar a ‘un ebogado hébil, sino que eran’ ecenciales los, ser- Visiow dem observador avezado de Ine condiciones Ta exacta ovaluncién de Ie politica. En Te época de Te gupersticion y ce x ignorancia yen eapetidl en a Europe feudal bubo poca opor- Yonided pera Ie existencia de nin ai feudal principal; estaban conectados mutuzmente por Snnumerables infereses comunes, del mismo mado que los separaban feroces vivalidades; se hallaban empe- ados.en una constante pugna por el poder y preo- cupados por concertar todas.aquellas combiniaciones onigaNes DE LA~DIPKOMACIC Y aliauzas que pudiesen hacer der. Ast fus com oy dénde ise dio el paso vital entre la misiGn temporal y la emba- | jada o logaclOn permanente. Los etuitos fan identi Hondo ol primer enmsyo, de tne representaciin pér- manente con Je constitucién de los del Salio | Pontificio, Ninguna prueba convincente puede adu- cirse en pro de ese origen Londres, como submbasciatores, fandandose en que! “ol camo hag Ie Tle Belson os muy lrg 7 e 0". Pocos shos més tarde habia ya. ex Bajadas permanontes, da los Estados itlianos aytable- ja_¢l_embajador, : juien, como pasa { shore, eon leila ol represeatinis personal dal iofe i \ | i 126 onicENES DE LA. DIPLOMAGTA ronio Estado, Esa calidad reprgentativa dba ‘rae SonEigo wok or la precedencis y debs lugex a mil | ples dispatas, empajones 7 ‘pinchazos indevorosos em {ep antechmaras reales. Aun hoy se da el caso de que los representantes de oiertes potencias de menor st=- sap zvedtren profundaments seuss con 1 ecto al Jager que se les asigna en los actos socieles pre siantan ultrajedos en casos extremados do desple Yiento, como ocurré en Londres con, frecuencia. ‘Riemés, a0 aélo eo experaba de los desdichados embe- jadores de los silos 201 y XV que se expefidees en Rigubete personal en defensa do su propia preceden- Cir cino gue esimfemo se esperabe de ellos que diesen {nvarey con el detroche de etntnién, dele wamuitad y poderio de sus propios soberanos, y como ra que dicks soberanos, en genertl, no les page o, con frecuencia incurrian ea, Getic siquiricron en los servicios diplométicos de todos: > {By paives no reduada precisemente en favor dsl com. junto de de las poten: saber: 1).¢mba:. Bapales; 2) ‘enviados dituess oe juesio, ae-convertiria en el do Siptomitice, y Tos domis exh emlion To, dems ee Fefectos de procedencia, detrés de al y siguiendo un ‘orden eronolégico estricto, Em ose forma so evitabia toda dispute encoaada sceica de le precedensie, gh MDS, Ho aa, cis Diplomitions cag nacfoats qundaron raconecidos como aa Tama especial del servicio piblico de cada pais. Se creo ‘une profesiin especial, dota rare re gles. propia, y destinada, como veremos més adelan- fe, a deserrollar su espoote de miasoneria y sus propias conveaciones. En les cepftulos que siguen descri tomes ol fimclonamiento de esa maquinaris en le re5- Hide Ei prepnte sto so propone dar idea dete proceso por virtud del cual se fue desenvolviendo ese fuecenismo. Tn el préximo trataremds de sefialar, el desarrollo de la teorfa diploinitica como ad latere'de In prictica diplométic ‘DESARROLLO DE LA TEORIA DIPLOMATICA ‘Las tres ctapas del profesor Mowat. No iassten bastante so: bre la continsidad de Ia tooria diplomitice. La influencia del dereshe internacional, Definieién de To que oo entiends por Mprogresd” ea teorla aiplaméties. Le aportacién erioge m exe ‘progreso, El exbitraje 7 loa consejoo entGetiénicos, Razanes d= fea-fzacaso, La aportacién romans, prissipelmente legal y oo Tonle, Le teoria biemtina y la consiguicnts italiena, somo ‘reavelGa coutra el deserrollo do In sta teoria diplométice. Plectos de elle. Six Henry Wotton y Maculavelo, 2Fs inse: Derakle ie diplomacie “moral” del poderio fisico aplastunte? {La influeneis del sentido comin, Surge de los contnctosco- mevvialee, El peligro de considerar a Ye tooria diplomities ilo desde ol punto de vista ético: Le Snmense influencis del trifloo y del comercio sobre el arte de la negociscién. El ooa ‘cepto feudal 0 del guerrero ex contrasts eon ct concepte busy fguds o del tendero, Peligros ¢ ilusiones a que esté eujeto cadn fun de esos conceptes, Neturaleza do la diferencia entre ello. aberea le época de la supersticién y ls ignorance, Gurante la cial la diplomacia, estuvo desorganizada por completo. El segundo va desde 1473 hasta 1914 F representa ia fase do lg historia en le que la teoris Yglbmatia gui al sistema politico conocido eon al ‘numbre de sistema de los Estados curopeor”. I Yerocr perfodo lo inicié ol presidente Wilson y do él hm surgido la que a veoes s¢ lems “diplomacia de- smocratica’, c + -veonfa“precomdea tan, opsinista con respecto a teroera onegnra, >udiere parecer entonces que el nuevo evangelio pre- | dicado por el presidente Wis eae on no es ni “Al examiner la sparicién y ol desarrollo dela teovin Splonitin (Eao cope nacre, qiero slgntoar uns {don gencrelmente accptada de los Prinaipios y mélo- dos del procedor y dela negociaciOn intemacioneles), tvitaré In division de mi objeto en feces 0 categories Gitintes y me concentraré sobre la continuidad de su desenyolvimiento mas bien que sobre los sibitos bro- te_y Tasos reuasss ue le jalan, 3 presiso, desde el principio, advertir al lector de que a factor principal en el decarzollo de 1a teoria diplomética se encuentra en gran parte fuera del tema general de ail atgumentac : a . De ture bellé ac pacis ("Derecho de ls guerra y de la pax”) atrajo Ia aten- (Borate ae i ewer 7 ae Be pe) eal no existifan ciertos principfos comunes a todo el, g&- zero hunano, cuya suma coustitula un verdadero ‘eédigo” de conducts internacional. Los juristas ax- i | Dues. SOLMEE ecameo reonia orevosmica * _. Bepsia revokes 3h ven desde hece sighs que, 2 falta do algin tribue nido ka sido un progreso polities y no un progieso Sf capes de imponer eso cbdigo, los términos dere” fn los mediog con los cusles se ojecute ese poles, oy “ley” no son aplicables con oxactitad s Lo [eee A més que sugestiones de iin prinsipis deseable- Sin embi Ta-materia dol derecho internacional constituye por - 7 Sarin eubasgo, el estudio de tode una vida En En al capitulo anterior indicamos que la préctica dic sso nogratia de la naturalezn de ta puedo espe" lomftica so elov6 graduelmente Gola otepe del eral. se ae odlo, rozar los limites del esunto y, como es0s i.o "perlamentatio” ala del orador o “abogado”. Se Tacit se cmedarian sin duda con.mai efamen de los fexpuso que en el siglo v los gricgos hubtan organiza: apestos menos juridicos de la diplomacie, prefiero Gerya sige que so acoroabe un sistome regalar de jaro de Inco. AL’ hacorla as, sin emburgos debo: coutunioacién interestatal, Su progreso en teovia di- SBNonir-al lector una vor més de-que prescindo d¢ Plométios fue igual Pye los principales elementos constructivos de 1a Susle suponer mnateria que estoy exponiendo. "Si, en consecuencie, ee concentrs Ja continu Sehte eu discantinaidad, ae sionte uno, b in astuca, edmiraban més adm Ie inteligeneta. Ensle Sige por el hecho de que, a pesar de las variss tmisma Couferencia de sparta que se cité en el capt “Hcrentos que rows y ese a los porfodos dram fulo enterior, el rey Arquidemo pronuncié un discur- cerrrante Tos cuales 1a violencia se hizo, momen 0 que puode celificarse de casi excepeional por su ; SEinente, ‘més perentoria que Ja razén,, es realismo: ‘Bear una evidente curva ascendente, de Progreso; “No be Wegado a le edad que tengo, lacedemonios, + Gil es Ta 0? La sin haber genedo la expericocia de muchas guerres. 7 Hay entre vosotros algunos de la misme telad us Yo, que no incarrirdn en el funesto error de imaginar~ {e, en st ignorancia, que la guerra es une cose Ses ble y que tras consigo ventajas o seguridad. que al sontar est de “Ho quiere esto docir que vaya a Snstaros para que vyiclando mi propio principio de no confundir demostris tan poco sentido del derecho como, para Ta con taegociasién” y que ol progreso esi defi- pemmitir que-Atsuas indlija’dafios-a nuestros, aliedos, sea 32 eon DieLoMeAnIcA..— ‘ni tampoce dudaré en desenmascarer sus intrigas, pero Sb estimulo @ no lnnzaros inmedistamente, a lee hos- tides, spo = euvins primero ‘Atenas algim emba- Jador que les hega presente musstre protesta en un Hono que no sugiera demasiado ni la guerra ni Ia st saisi6n. enado en perfeccionar musstzos 20 de dos o tres afios, muet mucho” mejor y podemos atacarl Tncluso es posible que cua nitid de nuestro rearme, jgonlmene podecsos, © mostrarin dispuestos & co re ‘Wfempoco debemos, en un solo dia de discusién de festa indole, adoptar tna decisiéa que puede efectar les vides, 7 fortunes, de succtros cotmpatriotes ¥ tn la onal “2 involucrado hondamente nuestro h Giconal. Debercos adopter nuestra decision tras se- rena, deliberacié jo. debomos olvidar taxpoco «que Tos atenienses ban oftecido, en esta, crisis pot Faken, darnos satistaociOn logal. Es contvario a la Tey el fhatar como criminal a 1m pals que esti dispuesto a so ‘moterse al exbitraje.” embargo, su referen- ‘nota diferente. 2Cémo fudo darse el caso de que un estadists eapartano, on GL atte de dirigirse a una asambles ffies antes del presidente Wilson, ‘pu {en un momeato do aguda tersién) al procedimiento dy arbitraje como co de, de sa auditorio y que ste deberta.aceptar? jes haste In idea El derrumbamiento de la inds- ‘Mientras tanto podemos emplear el tempo y ‘sponia-pirvomimicas- ~~ 188% pendencia griega se debié el hecho do‘que este iitimo | Soncepto no era bestonte fuerte como para apegar. ‘| Ja vieja teoria tribal. Sin embargo, a, y_en los consejos antefictiénicos se fa en reuniones periédicas que eran algo | termedio entre un congreso eclestéstico, un Histed~ |) dod y san rounita da ia asamblea de la Sociedad;de |) En qeado por Aten, l pres Delos of tesadé a Delfos, Aunque le Hnalidad Tniembros de ln lige 0 consejo no ix tentaron jamés destrair la ciadad de ningiin asociado fo cortar au conduccién de agues ni en la guerra ni.en Ja gas. St alguso {fos miembros hubicra osado vviolar eso articulo de su pacto, se hubiera convertido ; ‘autométicaments en enomigo do todos los desafs mi bbros, que estaban comprotietidos a ir ln guorra con: tra aly es lo cierto que se recuerden muchos casos fen que los constjos anfictignicos impusieron sencio- nes a los violadores del pacto. achat Himes, esttuctones fracasaron al fibal « do a dos razones principales, En primer. lugar; ne func in sak? muon etadce imper Tanies quedaron fuera de ellas. En segundo lugar 20 2 er Foor colestiva pars hacesas care Bip de impoter cus fellos a los potencies més podero-| i i 4 | \ | | | -reonta: pipLoMkstca con aes mponia: DrRLOMATICA + gap, Sin embargo, su misms existeacia sirv | sino, una resrudescensia de 1a, diplomacia en su for- sss. Si Senay escilizadora y conteibuyé mucho 2 | mun asp ‘constructiva. La diplomacia se convirlié en _ me ieijereser oe conceptoa de intoresesinternncior = = * Ueeaulente mas bien que en el antidoto de le code nnales comunes y de derecho internaci i | GESRED He vesnnia de la especie bumena. En ver, de t Shoperasi6n, habia desintegraci6n; en lugar de nk: mm | Gaus dosunidn; en ver de razin, tues, 7 en Ingen Go otinelpion anoreles, ingoniosidad. EL concepto bizan ‘Deapués de uber alcanzado ese primér punto méxime eee de la diplomacia sp transmitié directamente a Ve> Desprsmnarea xscendente, Id teoria diplomética retro” Resta y de sus fétidas lagunas « todos los ébit cats, Log estados-ciudedes griegos fueron ineapaces cette ig de acuerdo con las normas de aquel comi €2 ae Gaclones que ellos mismos hebfan inventado. EL Goder trun’ Alejandro, Magno no estaba, animedo 9} He Gepfritu anfictiOnico ni colectivo alguno. La pape, oe pe cedio ou lugar a le subordinacién. Las liber- cia, que es en esencia sentido comin y comprensiGn ._ tades se hubian perdido. Gitichdoo a Ine relaciones internacionales, una repute, opr tan dudose. Quizés no sea demasiado slambicado eplicarexg desdichado prejuiig por et hecho de que age a le Burope feudal procedente do Bizancio Por at gamina ds los estedos-ciudades italienos. Ja peninsula italiana, ‘Interese examiner obmo ‘pudo adguirir la diplome- ‘eontribi te inmensa; sustituyeron etre ae los beneficios Tivalidades de tibu 0 se amplieron haste 3 dad ‘ban acreditados en Ja forma més s espieban y robsban. Min embajeder ce considerebe e si mismo, en esos tiompos, como “un honorable expla". Estabe sincera: core tonvencido de que la moralidad privade ere monte into de la moralidad piblica, Muchos de je finelidad de um’ estudio sobre cleo dietTimgacben que “lz. mentire oficial” sélo O8 She uneparentesco muy ligero con le mendaci- Cuando, en el sltime Jo del Imperio, dediing SER personel, y nf por vn, momento edvirtieron due 4 “Ja paliten de poder, se-produjo, hajo ef orden bizer: "~ sta ne 7 ineaks indecérdeo, sino realmente wersiva, mentien, Heficio juridico y pn ese, sontide 36 eof DIPLOMAT. fica, para un hombre integro y de honor, el engaSar 4 los gobiernos extranjeros falseendo deliberadaments os hechos. Fue un embajadér briténico, Sir Wotton, contra de Ia diplomacie inglesa, Lo que no se dice es que Sir Henry garrapate6 esa observacién, por brome, éo un élbum, en Avsburgo. La nota en cuestién fue - descubierta por tno de sus cnemigos quo dio cuenta de ella a Jacobo I. El monarca sc ofendié mucho por el ciniemo de su envindo; Wotton alegd en vano que Hahig exerito eg apotdgma.senclarnate “pars diver tirse”. El rey Jacobo se neg6 a volver a utilizer cus servicios. ‘Le mala fama de que gozaban fos diplométicos en- tue pablico ex genstel Ho.co dein tan alo 8c esporédieos como el de Sir Henry Wotton. rincipe de Niccold Machiavelli fue escrito en 1513, su traduccién-inglesa no vio Ja luz hhesta 1640. Entre tanto, una versién adulterada de sus ideas se habia filtrado en Gren Bretafia y habia Gado naciiniento a la palabra “maquiavélico”. Ya en 1579 y 1592, nos encontramos con que Stubbes y [Nass asta el adjetivo “maquiavéioa” y el sustantivo : 5 “Debéis seber —escribo— que hay dos mitodos lyin, eae gon derecho el go con fe sn tl primero es el método de los hombres, el segundo Gating beatin, Pero como el primero ea con frecuencia {nouficieat, se haco-preciso recurs: al gogaido”. suosia Dipcomirca “> ST Todo eso, tenicndo en,cuenta-Ia fecha en que fue escrito, podr& parecer realiste, pero no es cinico. Ft Ja distorsion mis qué del texto de la teorfa de Mequis- velo lo que caus6 el dafio y cred el epiteto, y. debit Teconocelse que eu El Principe hay pérrefos que dai is pere le falea impresion deducids. f odo el mundo sabe —excribe— exin lone pera un principe conservar la buena fe y vivir con Fntegrided no.con astucia. Sin embargo, 1a oxpe- renee de aestra época nos muestra que los princi- per quo'hen hecho grande cosas han tenido: muy Poca consideracin por‘ia buene fe, y han sido capa ces, mediante la estuéia, de desconcertar la mente de Jos hombres y han terminado por sojuzgar a aquellos ae abn eo de a eed vo fleet Ue craavte pradeace uo debetie, por lo tanto cumopix Siipalabra Quando el hacerlo fuede contrario’a sts ize teravea y cuando les razones que le hicieron obligarse 3 Iiubiesen dejado do existir. Si todos los hombres fue- « sen buenos, esis precepto no lo serfe, pero como son alos 7 no cbrarin de buena fe con vosotros, tampoco vosotras estiis obligedos « cumplir vuestra palabrit para con ellos.” Frases como éas, quo en reelidad se encuentran con muy poca freauencia en Tos memorables escrites de Maquiarelo, fueron profusamente i oe ft 9 w | He bosquejado el desarrollo de Ia teorin diplométicn ‘desde los tiempos:primitivos hasta el momento en-qué; hacie mediados delisiglo xvi, comienza a edquirir un qponia peLomirica atin modemo. He mostrado oémo los griegos inter ‘am logrerlo, implantar el concepto de waa co- read de aaciones cuyos interesee solidarios eran {Bis importantes, y Yeliosos que los perticnlares, 2 Wade uno de los estados. He puesto, de manifiesto 1 Fear etn que los romanos iptrodujeron el concepto Har derecho internacional y omo fueron. spaces, seeyced a Ie 2nisma inmensidad de su Lmperio, de im Foner le fema de un estado universal. Kn los siglos Eto siguieron, la Tglosia de Rome y el Sacro Romano gungue con éxito menor fen de perpetuar esa fame. He indicado cémo ‘incite, om a docadencin de le paspon, dorencia imperial, se convizti6 en bizanting, é Sfaneea Constentinopla leg & los esiados Tdkanos ie caer ye que la diplomacia, era més bien abiads que nemiga de 1a fuerza y el desorden. Zxito en su experimento cuando se veian ‘ameiazados por Persia 7 pestdo el peligro reasyoroy sree implacables luchas intestinas. Los elevedos Sheds de gus anfictioniss fracasaron porque ningono idealss niembros era suficlentements poderoso Pert Og poner el deintarés los demés, Los romance, & st ‘mapemplo fueron capeces do eatableoer Lo vigencia det Werecto internacionel y de “le costumbre dels pe2” sereey tlegeron a sex los doefios absolutos del mun- quod cig. Anilggauuente, una vez qque decayé a SReainio, Ia teorfa diplométick, degeneré, pertiendo de Tversel, 7 con los izantinos y los ita- tape, disolvente y mexquina- BPS cmmenmos en cousiderucién, sin embargo, In com = ++ rronia pemonekrick, 39 inuided de ld teoria diplomitice y exomisiamos le frdtion de gu desarrollo, yeremos qu ese eréfice, (fot weeitfus en cada una ce les etapas do lu historia del mals fb kaye lisbido momentos en los que, como ahora ict i jest una Tinea as- a oouparnos, ex este Tages, ret ‘tne Groritares anglosajones sobre teoria diplomé- teorfa dip adelanto en el concept seg humanos, cia al que todos los buenos diplométcos deben o=ien- tar sus esfuerzos, Ha existido siempre, ‘sin embargo, Y existe sin, wy eopinre a tentacion, como es natural, de deseartar Gil heria por innoble y zeaccionasia y ponerla en Pa: vehogon com in brillante pureze desu antagénica, Y> Taneirjargo, en realidad; In doctrina de “mal patria # sae ery oe devechas™ ejezce tn atractivo poderoso s6- BeOS Ghos millones de gontes perfectamente civilizs dea; puede, incluso, estimular Virkudes tales como Guojte suurfico, ln dienipline y Te enerei i Pere iplomecia directrices que son, a tin tiempo, Be porenies. 7. més-precisas que las vagts espiracio- tes de Tos iustrados. reonid-preoniaica.— fa exporiencia personal ¥ los afios de estu- de le. negociacién, en atribuir ‘a los impulsds éticos. Esos im- fante, al glosar el arto su desarrollo tan, Slo faz Ins propotciones ver llevarnos 2 considerar a un sistema de “bueno” y al otro como “melo” y ppeusamiento como j, exponemnos & los terribles podria, en. consecuencit dal ‘Los diplométions de Ia peor especie guleyos; los de Is me- jor son les escépticos, xezonables y humanos. Se sale fuera del grefia el cxaminar les Sreergié el eifico intern fiompos de Je ignorancie y eeguein ul hasta jap de 1a Yerinfluoncia ejercida 6 zadas, el monopolio de, Oriente, Bastaré con un Hansedtice e@ fund6’en feck: alcance y finalidad de esta mono- fetapas a través de las cuales acional desde el caos de los "ia superaticin y de Ta or- acer sas agus mds ane No mo proponge exponer ebro ol comercio por las Tunas coantes fechas. La fa tan temprana como ef ~ aRonti BIBLOMEATIEL iio 1241."Lag Islas Canaries fueron desoubiertis-eu! 1380, Vasco de Game leg’ a la India, doblendoseli | Cabo, en 1497. Los portgueses fondaron Macdo ex 1537. Los estados-cindades itallsnos establecieron’ ‘ednsules en Levante ya en 1196. : ‘De igual manera so desarrollé la feorfa de 1a diplo: saacia siguiendo varias lineas paralelas. AI estaba el derecho romano y el prestigio de un estado univer: Sel, capaz de erigitlo en internacional, Alli estaba lavtradicin bizantina de la ingeniosided. All es. taba la herencia imperial de la politica de poder que Tevebs al concepto de la diplorsacia como un asocia, do de la casta militar feudal. AUS estaba la idea papal de ume discipline mundial basada en sanciones religio- sas, ¥ ontretejigndose con esas hebras xelucientes del desarrollo, corzia la hilaza del concepto mercantil de tuna diplomacia regida por el trato equitativo entré Joe hombres. La diplomacia sane fue invento de los ciudadanos de la clase media. fen el capitulo siguiente) pueden distinguirse dos cor i Gnsipalcs do teorie diplométics. La primere le de le casta militar y politica, que sobre- vivid al sistema feudal, La segunda fue un concepto mais burgués, que surgio de los contactos comer La primera tendin hecia In politica de poder'y se ‘cupaba inucho de idoes tales como el prestigio m1 nal, la condicién social, li precedencie y el atra personel. La éitima: se inclinaia hacia la politica Uilttmim y ae prgooupaba sobre todo por el apacigus, miento, 1g vonciliaeion, Ia transaccion y el crédi Cierto es que dichas tendencias se superponian la‘una fa Je offa con frecuencia. Hubo perfodos durante log cuales el concepto feudal se-hizo pacifista en extremo} 2 ‘reonia pretostirica Ibubo épocas en que el concepto burgués se tomé vio- rovocativo. En conjunto, sin embargo, la as dos tendencias, la feudel y la bur- Meena primera Ia teorfa “heroica o del gue- gong 7 «la sogune Je woris “merci 0 del ten- Gero”. La primera considera a ia diplomacia como Mana guar expleando tos medos” en nto quo la ‘itima In considera como un auxiliar del comercio pacifico. ‘No sélo son rapaces los fines de la escuela del gue- sero. Los métados por vistud de los cules ee ponen tn ojeoucién eses téctices son concebidos y dingides this Dien deed ol punta tar que desde el ne aa: = con Ja tactica militar ‘con el toma y daca del co- rnereio cfvil ae ifsiay id incesante tivo. La estrategia de le negociacign se convierte | asfen um empetio por flanquear el adversario, ocupar eso eee, aet toe mea mee odes © Inmoglaas 2 on elven Ea tictica empleade en-la realided por-esos negociadores ‘pponia preLoxATIcs cera también de cardottr militar. Empleaban, Ia sorbre sry con Secuencia el ataque nocturne; useban el gol. ae mano 0 Krajeprobe, destinado & comprobet le fortaleza de la posicion del to determinado; reoursian en of enemigo en cualquier pure ‘momentos la Reade estratépioa y a le ocupacién por sorpresa. de gica por sc pposiciones clave; hacia uso de le 6m, la Poveldad y. le foerz, y realizaben complicadas scoio- Tes de contencién mientras Tas fuerzas Edversario habien sido acumulades en recsién. “fs evidente que bejo tal sistema Ia ‘no son any bilidad y re! triunfos. wincipoles del lguna otra conciliaci aparontes, Una wacluide son muy & Pro- part que se Jes considere no como ol srreglo piste, Pome dispute aiclada, sino como pracbas de dex sSeaka, como una ventaja. que debe ser ex apo, come Uoopurant6n, do. uoriores ‘Tn contraposicién a ese concopto gusrrero de Te di- plomacia se. alze el tendero. a a muETIe, ‘a concepta comercial, mereantil o je que Ia negociaciéa no es ‘sino tm intento, TRediante mutuas concasiones, de legar a alga enten- Gimiento duradero; de gus, ¢l “honor nacional” debe fer interpretado como la “honradez nacional” y no Sebe permitirse que les cuestiones de ‘prostigio se ine ferfiewan indehidaments en una tansaosién mercantil Juste; de que es probeble le existsncia de elgin punto ue puede concilir sus intereses en conflicte, y de que ee haar eee punto medio no hace Salta més que wna nousibn frinea, colocar gs carlas sobre le mesa y el fproceler smoal de le ezén, lo eonfianza y el ato Jasto de loa hombres. ‘Cadi unc’'de edés' dos’ teérfas tiene sus peligros © at, ‘reonia. pirLomarica:-~ . ilusiones peculiares. Sin embargo, el peligro mayor de todos ea le incapacidad de la esoucle militar para somprender Ie sincerided de Ja civil y el fracaso de los tenderos para darse cuenta de que los guerreros estén inspirados por una idea completamente diferente do los medion 7 fines de la negociacién. Aquéllos creen demasiado en la capactdad de le fuerza pera producir intimidacién; éstos oreen demasiado en In suspicacia desdefiose. Por mi insistencia en esas dos tendencias divergen- tes se habra observado que Tay @ I ver ideslinno y realismo, Lo que ex realidad las separa es que la primera constituye, por esencia, uma teorin dindmica, mientras que In segunda es esté- "aaa wimiento para ou expresién yla a 'TRANSICION DE LA VIEJA A LA NUEVA ‘DIPLOMACIA Bite algune diferdacta entre In “vieja” y Ia rmacla? Opinlones de Jules Cambon. Ejemplo tomedo dole diplomacia soviétien, Trensictia més que oposioién. La ‘dl plomacia om oxtnte refloje los cambios cbservados en los Sie temas de gobiemo, Le diplomacia bajo la monarquis.abec- Tate, Zn alplomacia de Boudoir. El ejemplo de Catalina! Tt yy Malmecbury, Apscioiin de le monarquia constituclonal. La internacional de las monareas, Guillermo IL y el Zar. Hl Tre- tado de Byévkce, Eduardo VIL La reina Victoria, EI hocks feemaial do que el negociador debe representar Js antoridad ‘scborane ea sx propio pile, Fl presidente Wilson mo era bas- texto reproeantatira, Do la autocrucis a la demaoeracia, Los twos factores principales de deservllo: 1) El concepto de les Smtaresen europoss comunes, Camning y Motteralch. El “con- cierto eurmpeo". 2) La fe en In opinién. piblica Canning y Palmerston. 3) Progreso ‘do Tes ‘comunfeacionea. Efecto del teléfouo ea la prictca diplomitica, Impo:tencia csencial dl cerécter personal ea un embsjador. El viejo diplomitica. Le matoueria de la diplomacia profesional. Valor de tel 1 ‘Todas las personas de auténtica buena fe hablan de le “vieja diplomacie” —esf como también de wu desacre- ditado af lacer, In “diplomacia secreta”— en un tone de censura moral. Se deduce de ello que allé por el ao 1918 la diplomacia vio ante si Ia luz, se convirti6, enconiré ls selvacién y desde entouces Ueg6 a ser uns mujer completamente distinta, reilided, exsten arendas diferenciss entre la diplomacia de los siglos xvrt y xvi y Ia de hoy. Seria | 46 ‘VIBSA ¥ NUEVA DIPLOMACIA ‘um error, sin embargo, examinar eses diferencias como Sl fuesen bondos contrastes entre su osouridad y nues- ‘Ga luz. No be tenido lugar ainguna modanca sikitas mo pueden apreciarse contrastes de prine todo; todo lo que he ocurrido es arte de Ia ogotiacién oo ha ido ajustando, paulatinamente, «los caimbios operades on las condiciones politicas. Monsieur Jules Cembon (uno de los diplomticos profecionales mis inteligentes y dotados de miras més Hlovedas) 1a legado hasta defender que le supueste iferencia entre Ie vieja y In nueva diplomasie es-una ‘0 de mé- fablay —escribe— de diplomacia nueva y de di- fcja equivele ber una distincién ain age ota une diferente. Fs i apienci extern oy ase prefiere, el maquillaje de ls diplomacia lo que 3 Pecdtamcntar La sntencl subs 3 Stor luger porque ln uaturaleca humena no’ cambia jemés, on cogando término porque sblo hey un modo - Giferencias internacionales y, final- ‘ent, porque elméiode més pemuasvo de qué depe, Ze un gobierno es la palabra de un hombre horyado.” Bs certo que le diplomacia es un proceso continuo y.que sus prinipios bisicon representan le expericn” Ya ncumulada de generacioncs de hombres sensttos y rezonables. Y témbién lo es que aquellos que se bur- Ten de Jac normas y {6riaulas de la diplomacia estan expuestos e comprobar en la préctica que esos Precep- for no sou tan vanos o tan heres como en un princi “ip se supuso. Si M. Cambon lo hubiese deseado, ha- wie podido flustrar su opinién mediante un examen Ge los métodos empleados por Is diplomesia soviética f partir de 1917. Esos métodes se prodameroa al Frmeipfo con todo el eparato de una nusva, revela: Bon Los discursos que los representantes del Soviet Pronunciaron en 1a Corifereacia da BrestLitovak 9¢ icvon tal como 7 cuando se dijeron_amenes 2 wulicién, perplejidad y iastidio se-ocasionaron con ria y funya prrsoacna a allo a log millones do pacientes ciudedanos de le U.R'S. Sy cuando se relleciona sobre los términos ‘Baclea de ese diktas, se llega a Ta conseouencia de que tas acuerdo franco no fue mejor por el hecho de haber fiegado #] mismo en une Jorma tan franca. El zango J tile de “embejador” so borraron del vocebulario Joeiétice, y durante cierto tiempo los representantes Screditadas por ln U. RS. S, recibieron al desafortu “ado nombre de poipreds. Y los modales que adop- {atom esos, insioneros de wn nuevo sistems, cout: Pinsben a principio Ia fobusta asperere de un proletariado triunfante con esa sonrisn celestial de Bogsciente superiorided moral que asocia a todos Tos eoién convertidos a une nusva religién, ‘Sin embargo, conferme fueron pasando los afios, 18 U.K, §. S. feray6, no sin clegencia, en Tos modales Qa visjo convencioualismo, Sus polpreds en ol, Trén orem China fucron nombrados de pronto embajadores, 3 Stjue adlo por ese medio podin adguiri le embajeda Tivtien prosodencia sobre las legnciones de las demés otnuies, Lt negpleconss qe conden al To Poti loan evaroa en cl serato de ane acaba de ipal yal eouerdo que se firm cayd como, una {Sma sobre un mundo sobrecaltado. Y- con ln decli magién Ge su herimoso aspect descuidado, ol estilo, el comportamiento, la apariencia externa y la ‘urbanidad Ge oe repiesentantes' de la Rusia sovigticn se aproxi- Sharon cade vez méa a los de los diplométicos baled loos de antes de ln guerra, Sin enbwngo @ err del loge de M. Canton ny olzes ches ejemplos qus pudieran aduciree x spoys eda oa pie el Tet ds qe a dere: fio de le prdctica y a6 In teorfa diplomitices esti Tnaresdo por cierias transiciones. Me propongo Miter envel presente edpitulo les etapas a través de pumeclee In vieja diplomacia se sumié ea le xuevs. ee. 48 NIEJASY-NUEVA-DIPLOMACEA, n Seria agradable, aunque inexacto, defender Ie tesis de que la linea de avance de le vieja e Is nueva diploma Ga ha ido desde el absolutismo hasta cl control demo- erético pasando por un gobierno de clase, Cierto, os que el asta do Ia diplomacin «In politica ha soguide en la Gran Bretafie, en efocto, una linea semojante en clara modo, pero oe ssgrernin no cra ext jacién a otros paises. Herr Hitler, por ejemplo, era sae tc abeclutta quo lo iuerou Guillermo TL 0 Bismarck: ol Signor Museolin em mache mis ext cético que lo fueron Crispi o Cavour. Durante los itimos veinte afics, la diplomacia se ba hecho més pesonal mis secrla y ms ‘oculta incluso de lo que je 2 fines del siglo xmx.-En ose tentido, la vieja di plomacia, aunque muriess en 1918, es hoy més dint nice positiva que la nueva ‘Es posible, no obstante, climinar exe hecho incon- yeniente consideréndélo como Je reversién temporal jung tooria gasteda y desacreditada, Puede que sea fai, Sin embargo, es mis sencillo y preciso defender Ja esis de que wn determinado sistema politico = yefleja inevitablemente on un tipo determinado de prictica y teoria diplométicss. Esos cambios, cuando bourren, no se deben tanto ¢ una alteracién en los hormas éices como a un desplazamiento del centro Gel poder. Al examinar las transiciones de le vie} Giplomecia pondré de mexifiesto y explicaré este alert. "Ea los dias de la monarquia absoluta se consideraba aftpais, juntamente con sus habitantes, como propic- Sid absolute del soberano reinante. Asi, Luis Yodevia més Catalina II y Federico el Grande, retur Meron en sus propias manos la direesién de la poli- tica exterior y ln decisign de la pas o la Eran Je “autoridad soberana” no's6lo dewombire, sino taxr ‘exacta con \yieyh YNGEVADIPLOMACIL 49 bién de ‘hecho. Bajo tal sistema-fue inevitable que la diploma ja politica estuviesen inextriceblemente mezeladas; la negociscin se convirtié en un proble- ma intimo de personalidedes y ers de la mayor impor- tancia que un embejador se asegurase la confianza y, de sex Potible, el afecto del scberano cerca del cual gs Poet. ‘Esa necesided Ievé al empleo de muchos reoursos de mala indole. Los diplomaticos de esa época no silo ‘sobornaban con largueza alos fancionarios de la cor- fe, no .sélo se enzs an en interminables disputes ‘sobre: cuestiones de precedencia y ‘calidad, no: sdlo yobsban documentos oficiales, sino que Iuchaban, em- pleande’ todos los medios @ su alcance, para ganarse el epoyo del favorito reinante y, si eso era ‘imposible, para asegurer su sustitucin por-algim sucesor 0 suce sora més asequible a su influéncia. ‘La misiin de Sir James Harris (Lord Malmesbury) ‘en Sen Potersburgo, en 1779, nos ofrece um ejemplo ‘admirable de esa “diplomacia de boudoir”. Que He- ris’ era Se como a de los mis diestros exponentes de la diplomacie lo XVI, es patente por el clogio que. merecié' de Tis and? “Le tengo —dicé— por el ministro mas eapa% de su Epoca..« Fue imposible superarle y todo lo més-que podis cerse era seguirle tan de cerca como fuese posit a ‘Queda en pis, sin embargo, el hecho de Harris no ‘consiguié mucho ni en Rusia ni en Holanda. ‘Sus métodos en Sen Petersburgo fueron tipi Ja épocs. EI objeto de su misién era inducir z la em- peratriz Catalina a aliarse ia. La cmpe ralriz coqueted con Ta ic re ae ae abions general de leap a ee tet pura de i dinlome tia de boudoir: a Zo “E] junes —escribe—, en Ia’ mescarada celebrada con motive del cumpleatios de le Gran. Duquess, al- gin tiempo después de que la pertida de naipes de t 50 ‘vieja ¥ NUEVA DIPLOMAGIA, Su Majestad Lnperial, a le cual assist, terminase, M. Korsskoff se me scereé y, rogéndome que le siguiese, sme lievd hasta el vestidor privado de le Emperatriz, y fen cuanto me aninei6, so retiré, inmediatamente, Le ‘Emaperatriz, después de haberme hecho sentar, comen- 28 a decirme que después de sus propios asuntos eran Jos nuestros los que més cordialmente Ja efectaban ¥ que sevie feliz ct padiera obviar los abstéculos que se We presentaban siempre en Ia mente en cada plan que formulaba para sernos “til” ‘Ante esas plabres de 6nimo, el cmbajador sugi que la Emporatriz podria efectuar una demostracién Zuvel contra Francia y Espafis, La Emperatriz hizo hhoter que la flota inglesa ere, sin doda alguna, un diguo sve de as de nusiras enemigos y que Sle (que quoriamos realmente cra la paz, deberlanios der a is coloniag americanes su libertad. Harris le progun- te que ai; de ser olla Ie Reina’ de Inglaterre, estaria Sispueste e hecer un secrificio semojante. La Empe- gateiz le replicé que antes preferiria que le cortaren In ceboza, pustuslizande nego, con razén, que no se trataba de una oueatién rasa 7 que no vela motivo pera que bubiera de arricsger In flota rusa en aguas beeidentales, Harris le hizo noter que slquiviria gran mediante tal ada, “Parecia ice mauy complacid cox Ie ides” Sin embargo, ‘dudié. comprometerse. “Después de haber durado ‘suestra conversicién —afiads Sir Jemes— més de uns hhora, me despidid, y como ye era corpletamente de rnocke, me cost bastante trabajo encontrar el cemi- ‘no Ge vuclta al salén de baile @ través de intrincados ‘pesillos.” “Harris no cejé en gus esfuerzos, Se hizo intimo de Potembin. Dio grandes cantidedes de dinero a los jgoo dal fevorito, Hizo quanto, estivo en sn poder por azul Ie Tfivencia dl pximer mintates de Cota: Fine, Panin, Taimpoco dej6 de galantear a le Empers- trix’ insistentemente, "Si fuese une "miujer ms, joven ‘yoaJA Y NUEVA DIPLOMAGIA su le decia éta— no serfa tan prudente.” Harris era ‘un hombre guapo y Ix Emperatriz asequible; fue une plomacia personal de lo més embriagente, ¥, sin embargo, al final, Harris volvié a Londres sin haber onsegaido apenas mada y con veinte mil bras os terlinas menos en st propio bolaille. Sid Las memorias de James Harris, Conde de Melmesbu- 1y, nos muestran realmente Ie diplomecia monérquica Bh Boe ecole, Sus ectoaciooen ebigueten en ‘Folanda fueron, a la luz de nuestras ideas presentes, Henne ie onorables, Dabo rezardacee, x0 obetan- te, que el diplomatico esta obligado « acepter Tas con diciones que imperan eri los paises extranjeros, tal cerns Mousnira Es postle'y hasta probeble que $ Hlerris Te Tesultase engorroso worse obligado a co- (Quetear con una emperstriz que pasabe de los cincuen- WSfos de eded al par que tenfa que serle desagrade- He ver a so ceposa nvitada a cenar por Potemkin; 1a vieja, diplomaca, sin embargo, imponis un gravoso Teibuto sobre las predilecciones personales y au hov, tn embejador que deje trasiucir [a antipatia que le Invpiran persenalidades o condiciones extranjeras, no seritia eu realidad los fines pera loa que ha Sido Toubrede, “Con la implantactén de la monerqufe constituctonsl, Ja diplomacia de boudoir comenzé a Vanguidecer. Sin embargo, 2 través de todo el siglo xmx y en realided fiste 1918, persistié la teoria de que Ta diplomacia tetuba identificade cn cierto modo con Ia persona del monerea reinante. El emperador Guillermo Il, por Templo, se ‘mostraba con frecuencia propicio = ima- Ehnarse que eva, hasta cierto pusto, su propio minis- BG°GE Regosiog-ontanferes, Holcuaby misutus do despachos, hacia nombramientos, dictaba instruccio- es. Su comespondencis con l-emperador de Rusis, que fue publicada por el gobierno soviétion, constituye Gn si misma una prueba de le gran responsabilidad qué esumié al dirigit In diplomacia. Lleg6 ain més Tejos. En 1905 concert uma entreviste secreta con el Zar ca Bjdkoe, Finlandia. Alf, en el camarote del Yate imperial rue0, obligé a st complaciente primo 2 firmar un tratado personal de alienza entre Alema- nia y Rusia. Los monarcas estaben locos de alegria, perd cuando cada uno de ellos volvi6 a'su capital, sus Inidistros se negeron a refrendar el tratado en cucs- Hén. Para mayor humillaciéa de ambos emperadores, fl aeuerde de Bjékor fue declarado ntl y sin valor, porque en Jos primeros afios del siglo xxx se conside- Fabs ain impropio el que los antojcs, emociones © ‘bfectos de individuos pudieron determinar Je politica de sus paises. ‘No ere sélo en los pafses autocriticos 0 semi-auto exéticas donde los monéreas, hasta 1918, se conside- abun af mlamoe como clades en et relacign epecial con especto a la diplomeia, El pepel que Eduardo VII representS en los esuntos internacionales hhasado tauy exagerado, Ee cierto, sin embargo, que consideraba « los embajadores como sus representan- tes potéomales ert algo més que un sentido téenico, y cca también exacto que‘hasta su muerte exigié que s¢ Je consultase minuciosamente acerea de Ie politics ex: terior. Los gobiernos de su époce en modo alguno se mostraban Opuestos « reconocerle esa situacién espe- ‘lel, Su experiencia era inmensa, su erudicién grande ‘sa taclo insuperable. Era, personalmente, un embs- de primera fuerza ¥, sus visitas de estado « ca Jitales extranjeras, asf coino’ les conversaciones que Taenlena con estedisias extinjeros en belnatis dl ConGnente, ejeroien indiscutiblemente un efecto im- ortante, Fen conjunto Ati, sobse la negociacisa: Se Fhourriria’ en,error, sin embergo, suposiendo que el Jey Eduardo VII hays actuedo jamis inconstitucional- Tnente 9 que acometiese sus actividades diplomitioas viega’ ¥ NUEVA ‘DIEVOMIGEA 53° a de sus sin el conocimiento y Ja calurosa aprob rainistros responsables. ‘La politica exterior (y con ella Te diplomacia) no dej6 de verse afectida, por otra parte, durante el s- glo xax y los primeros catdred afios del xx por lo que ge ha Uemado “la ‘internacional de los monescas”. ‘Las testas coronadas crearon entre ellas, como no po- ia por menos de suceder, una especie de masoneria; por Huy leales que fueran, en su mayoria, a su cerée- Ter constitucionel y a sus propios ministros y stibditos, fe eontian ligedos unos # otros no aélo por ua princ pio monirguico comin, sino por ese misma soledad que reina en torno 4 un ‘trono. Y¥ no era eso todo. Una Mittnrea como la seine Victor, un patrierce com> Cristién IX de Dinemaroa eran, en realidad, parientes préximos de la mayorfa de las cases teinantes de Ei Fope. Le reina Victoria era hogarefa por temperamett- Tore TS Zatleentog femuliaree gue y, a veces, Do deroron, Dominabe e-su cosmopolita familia modiante {ine red de correspondencia privada que, aunque de pariencia inocente y sentimental, en realidad estaba animada de un sano sentido comin. Apenas puede Gadarse do que sus prédioas Zamilieres «In Emperatria Ge Alemeaia 7 a Alejandro Tl contribuyeron a evitar ge i declarase la guerra ad en. a rode mi vasta correspoatiencia Bay pocos, oem Te devlecad para con hus propios mduisttos 0 dz in: seen He Me Glade, que foe on tg so°demnade. percal,testimonsa el valor do sus T= Inciones familiares: “Les relaciones personales y domésticas con Jas fa miliss reinentes extranjeras ofrecen. oportunidades, en casos delieados, para decir més y ala ve para decitlo Goa mayor suevided y eCicecis de To que. pudiera faventurarse en una correspondencia més oficisl y @ base de contactos entre gobiernos.” VIETA Y NUEVA DIPLOMAGIA WV embargo, aunque la influencia monarquica per- tid daraute largo tempo ena prictioe y en la tovia do le diplomacie, el centzo real de la maquina so des- plazé, de 1815 en adelante, de Ts corte al gabinete, Ese cambio en el foco del poder fue lo que alteré poco a poco los métodos diplomiticos. Es evidente que si la ne otro he de obtener un resultado préctica, el negoci dor debe represents Ie gutoridd eoberana, real y no-teérica, de su propio regla se aplica 2 todas yotda tune to las formes de nogosiecion, Ash, tun representante enviado por el Midland Bank’ para Seponer un emprlsio can J.P. Morgan y Compete debe ester seguro no sélo de hallarse apoyado por ss propiog rectors, cio tarién de quo ag peto- nas con quisnes negosie investidos de Is’ plena sutoridad del niimero 23 de Wall Street. ‘Muchos de los desestres de la diplomacta se debic- yon al hecho de que est cualided plenamente repro- ‘entativa no fue garastizade do une u otra pa gobiemos caen y les sustituyer sus adversari négociador, por ejemplo, quo ha sido enviado por uns ‘administraciOn republicana puede encontraise con que 2 la mitad de eu negociaciin esa administracién ‘sido sucedida por otra de demécratas, que le, com- sidera o no la misma confiaza que sus predecesores. En anéloga forma, las autoridades con las cuales ba feelado negociando’ pueden encontrarce, a ot ved, al horde de tina derrota electoral o revolucionaria y pue- dea no representar en realided @ los anténtions centros de-poder de sus propios paises. ‘Ast, el Tratado de Bjércoe ao zedujo 4 nada porque (a pesar de su soberania teérica) los dos negociado- res de ese acuerdo, ea chimo extremo, no representa jacién entre un pais y ‘ban en sus persouas 2 Ig suprema autorided.de.sus.. VIESA Y NOBVA DIPLOMACIA 55 ropios paises. Un ejemplo todavia més doloroso y eiaharezeso de representacién incomplets es el que Gfrecid In posicidn del presidente Wilson en le Canfe tenia de Paz de Paris, De un lado ora ol jefe del eje- ‘cutivo de los Estados Unidos y sus credenciales eran Ghsclutamente indiseutibles. De oto, todo el mundo sabia que no representaba plenamente la autorided central de su propio pals ex dein ot Clectorado nox- teamericano. Se creé, en consecuencia, un dilema di- Fllfsimo para quienes tenian que negociar con, el residents, No podian nogar que representase a los itador Unidos, puesto que, en teoria, af los represer- tabe; no podian decir que representase a le autoridad Heoleiva ens propio pals, porque sabien que en la pricties no era asi. En consecuencia, legaron a ups fransacién entre los idesles del presidente y sus pro- pag necesidedes més urgentes. Si los tratados de paz Eubioran sido totelmente Wilson o totelmente Clemen- teat; en euslquiera de los dos casos hubiese podido dar alguna posibilidad de supervivencia; ol intento EeSsasiSer Ade uniagoaisnos hizo que no fuoten at reales ni ideales, y esa desafortunada combinacién de Tngoniatnos se Gebio en buena parte al hecho de que ai prssidente uo ore en 1919 ua representente pleno de an propio soberano. No sélo he citado esos ejemplos para mostrar Ja situacign tan perjudiciel que se erea euandorel repre- Seotante acreditade por un pafs no est en posesion Hel mandato moral y tSonico de aquellos en cuyo nom bre habla, sino con el fin do iniciar también eum seustble og la diplomacia o la negociacién a cualquier luca, "en Ta personfca in Ae la soberanin, La ‘deja diglomcia fo yela cbligade a adoptr Ig idege Fe ceetyee de los storie que represoatabe, Cuando Tctbiaban esos sistemas, también cambiaba la diglo- aaa a nets cow an wiuaso percopable, Ea wn gre ve error suponer. que ninguna diplomacia seré eficaz ei deje de gozar. de la confianza.y el epoyo. del poder 56 vara VHUEVA,DIPEDMAGA. soberano de su propio pais, o imagisiarse que la “vieja diplomecia” poscfa algiin génoro do existancia orgini- ‘ca: propia, independicate de Ja autoridad soherana de Ja que obtenfa su savia vital. , cuando en ol transeurso del siglo xox las vieja teories dele diplomacia so manifestaron mostr formas nuevas, en realidad no fueron los diplo quienes experimentaron un cambio de corazén, sino los, sistemas politicos que representaban. Una exposicién de la transicién entre la “*vieje” y la “nueva” diplo- ‘apie, implicarfa, en consecuencia, una descripcién de Ia'totalidad de les tendenoias democritices de los alti- mos cien afios, lo que quedaria menificatamonte fuera Gel alcance do_esta monografia, Es posible distinguir, sin embargo, entre las inmumerables influenoias que moldsaron lis moderaas democracias, tres factores es- peciales que ejercicron un efecto especifico sobre los métodos y Ia teorfa de la negociacién internacional. Esos tres factores fueron: primero, ua creciente sen- ido de In comunidad de Tas naciones; segundo, tuna reciente apreciacién de la importancia de le opinién piblice, y-tercero, el répido progreso de las comuni- eaziones. v Hee hecho constar ya quo el destrollo de la teotie diplomatica en los catados democriticos ha avanzado desde el concepto de los derechos nacionales exclusi- vos: hasta la idea de los intereses internacionales co- ‘munes. Ese, inovimiento, si ha See ‘sobre el egofamo o los prejuicios regionales, requiere el im- pul de un pagr exterior comin, Tue a niedo « erga lo ques durante algiin tempo, lig6 a los eatados roots lac datorsinge forms de eilaged Fee P'Rivolucién Frencese y el peligro nepolebnico lo gee Suminirs un pun andlogo ex el ilo ans w historiadores-asignan-esa primera ‘msnifestacién ‘VIEJA % NUBVA DiPLoEACLA: st del interés europeo comfin a Ia cizcular del conde de Kaunits del 17 de julio de 1701: Ex dicha circular | insteba. a las potsacias a uniroe para “‘presorvar le | a piblica, Ie txangquilidad de los estados, la invio- °, ilidad de las posesiones y la fe en los rratados™. , Goro os que depute de 1835, cuando ol Ihubo apertedo, ese hermoso concepto degener en una alinnza de Tes potencias victoriosas y- que, bajo Te:in- fluencia de Alejandro I, se convirtis en una espe- cie de pacto antrcomintorn, Clerto es, también, qu le Tnglaterra de Canning sé rebel6 coutra al Sistema del Congreso, Iz Santa Alianza y el eoncepto de Metter- |. | ‘rich do una fedorecién europea, Sin embargo, a tra” | ‘Yés de todo el sigh xm, frases tales como “dl sistema — | | general de Europa”, “el concierto europeo” o, en for- smn mais familiar, “el concierto", perpetuaron In teorfa de una comunided do nacionas europens. El propio Mr. Gladstone se vié obligado en 1879 a colocar el con- cierto euzopeo entre los principios de politice exterior «| que predied durints In cempaia de Midlothian 1 “Gin mi opinidn —deoia— el tercer principio just, | es el siguiente: luchar por cultivar y mantenér siem- pre, hasta el fin, lo que se llama el concierto europeo para mestener unidas a las potencias de Europa. 2 qué? Porque manteniéndolas a todas unidas se nei- tralizan, encadenan y sajetan los fines egofstes de cada | una de elas.” Es sriono rominls don ee Gel concierto euto- | | peo-como de un tépico diplomitico puramente inope- Yante o dé una frase destinada a justificar ef dominio do las grandes potonoias. Era algo més, Representa- ‘ba al entendimiento ticito entre las cinco grandes po- lenin de a nisteacn de eran norm semua te jad, humant wuena fe que debfan regir la Sigua, Jupasad 7 boe fe gua debian roi It Yen sus tratos con las comunidedes menos poderotss.; © civiizadss, Cuando, en 1914, todo eso concepto-se:* ‘conmovis, algo de gran valor estabilizador, algo do! piblica: Para-un diplomét ‘Metternich, 58 ‘yieya ¥ NUGVA DIPEOMACIA perenne y general reputacién deeaparesi6 de la polt- Hoa do Europa. HL segundo factor fundamental en el desarrollo de 1a torn diglgmiton Gosante ol sgl fue le ce ciente comprobacién de.la importencia de le.opinién ade le vsja estos, tl como ich, In sola idea de que el péblico debie- Je teaer algin conocimiento u-opinién sobre le poli- fea exterior, pareccria piligrosa y fentéstica a lz ver. < Ganning, en cambio, considersba a la opinién ‘piblica como PReipalmedte por eas raxén, Metternich Ia definis Thue Mun meteore melévolo lanztdo sobre Europa for a Divina Providencia.” Bray pr, ering. ein, one joles toda fremende que quizi haye sido jemés pues- oder mis temeti Stork del genero human a Fea Riscton fae de le misma ‘opinion. “Las, opiniones ‘elgtie— con ands poderotas que los eféreitos.” “Les pinion, of = fn la verdad ya justice, erevalecctén, al Sin conte Tes buyouelas Ge ln infan- Tinsel fuego de le arilleia y Ins cargns de In eaba- fants" La fuerge ‘de eon, conviceién Uev6 en ocasio- este Yard Palmerston fra dsl camino retto, La 25 toa de loa ganeses sobre la questa del Soblex bein nce ndsenet Yn Hein: juaicia™, pero no Jogré, com: gran desaz6n eee Palierston, teunlar sobre los grannderos do Bimharck, A mayor abundemiento, Pelmerston, como Te ayotia de las ectadistas britiaices, estaba dom Sedo or el etzor de quo ls opinign publicn extranjera oy solloge am uns ena ati ie eB SiGe ale opinibn péblica del Continent manifes Mes yor af tiome, remlteria inevtsblemente In pez Mites Pere debe cnenta de que Ia emoci6y popular rucde' en oeasignes, uaa ver que so lo ha -dejado en Bbertad, ser més peligrosa que ningune maquinacién diploméica. : xo que, lejos de evitarse, se deberfa. invocar. T , NIBIA-Y NOTE, DinLoMEaCEA 59 El problema de la diplomacia y Ia opinién pablica es niuy complejo y lo expondremos en toda st,exton aién en el proximo capitulo. Baste indicar shota que Hurente el siglo xux el respeto (y @ veces, como hizo Bismarck, la preconcebida explotacién) de Ja opiniéa ine en un ‘recta in 288, lice, ee cre la wisja 7 ia neve aiplomacia. “Un tercer factor en ests transiciém fue ol progres obeervado a las. ee iprencene ‘La méquir ae ‘vapor, telégrafo, el seroplano y el tel éfono hen contribuide mucho a modificar las pricticas de Te vie- fa diplomscia, Ea los siglos xvm y xvii se mandabe ‘a un embajador con instrucciones-esoritas que le mar- Saber lag Linees generales que babria de seguir y-los principales objetivos que debia, esforzarse por comse- Tui, Al liggar's su puesto guedaba casi incomunicado ‘con su gobierno y se vela obligado @ orienter cu rota Sthiéndése de ex propia brajula y bajo un ciclo coms- Vado de estrellas extzatias. Hoy un emibajador, si duda lo més mfnimo acerca del menor detalle de su fuivaciéa, puede telefouear a mu ministerio en pocos SRinatos y' sa propio ministro de relaciones exterio- see hedta el jefe del gobierno estén en condiciones de descender ex cvalquier momento sobre él desde el 1. Es evidente, por lo tanto, que las oualidades de siya pereondl, energia y vesposabilidad sevven jmonog sometides # dura prueba en la nueva diploma- cia que en le vieja. No por ello dejaria de ser une extgeracién defen- der la'tesis de que el embajador moderno no es, es eshaperaoiéa com sus predeoesores gel siglo xvi, ids que un oficial de secretarie colocedo al extremo qe a lines telefSnice. En primer lugar, la mayorfa de Joe cuviados del siglo xvmr vivien tan aterrados, ante Te ccin idee de compromeler a sus gobiernos o de que Insel ide voycoFoosen desatoraaos, que prota ino hacer nada. Recordemos a los sensacionsles embe- adores de"los dias anteriores al telégrafo, tales: como

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