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- Historia General de América Latina Volumen F Las sociedades originarias Directora: Teresa Rojas Rabiela Codirector: John V. Murra Volumen 1 El primer contacto y la formacion de nuevas sociedades Director: Franklin Pease, GY. Codirector: Frank Moya Pons Volumen tL Consolidacin del orden colonial Director: Alfredo Castillero Calvo Coditector: Allan Kuethe Volumen 1¥ Procesos americanos hacia la redefinicidn colonial Director: Enrique Tandeter Codirector: Jorge Hidalgo Lehuedé Volumen V La erisis estructueal de las sociedades implantadas Director: German Caerera Damas Codirector: John V. Lombardi Volumen VI La construccién de las naciones latinoamericanas Directoras Josefina Z. Vazquez Codirector: Manuel Mino Grijalva Volumen VIL Los proyectos nacional latinoamericanos: sus instrumentos y articulacién, 1870-1930 Director: Enrique Ayala Mora Codirector: Eduardo Posada Carbé Volumen VII América Latina desde 1930 Director: Marco Palacios Codirectora: Esperanza Duran Volumen IX Teoria y metodologia en la Historia de América Latina Director: Herbert Klein Codirector: Estevao de Rezende Marcins | i i | HISTORIA GENERAL DE AMERICA LATINA Volumen IT DIRECTOR DEL VOLUMEN: FRANKLIN PEASE, G.Y. CODIRECTOR: FRANK MOYA PONS == is EDICIONES UNESCO EDITORIAL TROTTA @ 4 PROPOSITOS Y FINES DE LA EXPANSION Juan A. Ortega y Medina FL CERCO DE EUROPA: DE LA RUPTURA A LA EXPANSION El descubimiento encopeo de nuevas tiers y nuevas gentes, y la exigencia apremiante de dar razones sobre unas y ottas para aceptarlas dentro de la cos- movisin entonces vigente de acuerdo con el cuadko histérico ycientifico dela poca, para incluirlos, en suma, en el esquema jeraquico tradicional, no fue em pres fil ni de un di. ‘Alo lango de toda la Historia del mundo medieval de oovidente, los ctistianos twvieron que aceptaro rechazat la presencia de pueblos, r4zasy cuturas que pot todas ls fonteras del mundo civizado presionaban para saguear, conguista y drenar las siquezas de esa pequeiia porcign peninsular de Euroasa:galos patos, hhunos, mongoles,tirtaros, érabes y rurcos entre los mas audaces y destractores, Reyes y papas, jrstas y ceblogos,misioneros y eomerciantes, caballeos,sokdados ¥ mercenarios, mercaderes, atesanos ysiervos tuvieron que hacer frente al ald destructor incial,y durant siglos de trea, obstinada v dua lucha aleanzaron un diffi equlibrio de convivencia, de acepeacino de rechazo violent. Se trataba de Js oposicida tenazmenteperidica del desierto nomada frente al oasis fect, dic cho sea en los tétminos hstéreo-filosficos de Abenjaldum de la pugna dialect ene la barbarie y la cvilizaciin sedtaria, agricola e inteectualmente cutivada, [a acttad politica imperialista de la agresia Roma en los territories conquistados por ella en Europa, Africa y Oriente no fue Gnicamente para asegurat la perviven- «ia del pueblo faino mediante os tributos de los paises conquistados, sino también pata afimar las fronteras del Imperio. Recuérdese a este propésito que ls galos ‘stuvieron acampados a las puertas de Roma, ve victis romana; qu los partes de- rrotaron a los romanos en fos afios $3, 39 y 20 ame. y nunca fueron totalmente somctios, como rampoco pudo romanizarse completamente la Germania tras la derrota de Varo en la selva ee Teutoburgo (9 az.) y que Atla pencird en Italia en el afo 451 me, y al af siguiente se retird de Romia ante la presencia del papa Ldn el Grande. La derrota del guereero en los Campos Cataldunicos por las fer zasgermanorromanas mandadas por Aevo libra la cvilizacion occidental futur, La Europa cristiana inceato mas de una vex eomper el erco {Cruzadas: sete dle 1096 a 1270) y evitar la amenaza Frontera permanente o, cuando menos, % : JUAN A, ORTEGA ¥ MEDINA precaver o disminuit la constante pérdida de vidas humanas y restaftar la sangeta de metales preciosos con que los europeos pagaban, inclusive desde la época im- perial romana, los costosos productos y objetos de iujo del opulento Oriente. Al ireumpie los drabes en la cuenca del Mediterranco y descoyuntar la economia de esta regién, avanzar sobre la Peninsula ibérica (711} y ser detenidos, por stim, en Poitiers (732) por Carlos Martel, se puso de relieve una vex més la debilidad de Europa. 1a situacn econémiea émpeors seriamente por el gravamen tribur rio y los excesos de aranceles v portazgos, El comercio con Oriente casi se paralize ante la elevacion desmedida de las tasas impositivas en los puertos de Alejandria, Cesarea, Tiro, Antiogu‘a y Tarsus a principios del siglo 1x, ‘A comienzos del xm, siguiendo casi el mismo itinecario expansivo de los hu ttos, arribaron los terribles mongoles, los euales después de desteuie a las tropas polacas y alemanas que se oponian a's avance (Liegnitz, 1247) tenfan expedito ef camino hacia la cuenca del Danubio; pero tal vez los bosques y las montaiias earapeos impidiezon a las hordas de jnetes contiouar la eonguista emprendida por Jan Ogotai. Tras las oleadas mongolas siguieson las tureas, las cuales tom on Constantinopla en 1453, lo que conseituyé un enorme y ruinoso colapso para la cultura heléniea de Bizancio y para el comercio de las repablicas italianas {Venecia, Génova, Florencia, Pisa, ee.) con el Oriente Medio, al que siguié la suspensién del trfico de Italia con el Norte de Europa. ‘Sélo cuando los poreugueses logearon bojear el vemible eabo de Las Tormen- tas (1497), 0 de Buena Esperanza, comenzaton los earopeos a respirar comercial ¥ militarmente tanquilos gracias la heroicidad y el empeio de los marinos hi- sitanos, quienes lograron penetrar en el mero corazén del emporio levantino (In- dia, Indochina, Molucas, et). Lisboa se convietié en el centro exportador para toda Europa de las codiciadas riquezas orientales. A esta presion belicosa y mer- cantil por el flanco del Este responds por el Oeste otro reino ibérico. Las haza- fas portuguesas provocan las castellanas, porque como escribe cl historiador y marino Cesireo Femndnder Duro (Pereyra, 1986: 90), levaban necesariamente como consecuencia el descubrimiento del Nuevo Mundo y, hay que afadit, cl viaje de Magallanes-Fleano a las islas de las especias y a proeza de circunnat gar por primera vez el globo terriqueo (1519-1522). Hazatas todas ellas que permitieron la expedicidn y conquista pacifica de las isas Filipinas (1564) y el tornaviaje del fraile y marino Andrés de Urdaneta, que fonded en la bahia de ‘Acapulco el 3 de octubre de 1565, abriendo con ello la via de navegacién mis larga del mundo, la que enlazaba a Sevilla, La Habana, Veracruz-Acapalco {por tierra} con la isla de Guam, Manila y puettos de China y Japén (Bosch Garcia, 1979-1980: 343). Por el rumbo nérdico, y por primera ver en muchos sigs de historia, Ios rusos invadieron hacia el Este y hacia el Sur las estepas asiticas; ‘raspasaron los Urales al mando del conquistador Yermack (easi contemporsineo dde Heenan Cortés) y abrieron la ruta que los ilevaria através de Siberia alas pla- nicies del mar de Behring, de Oktotsk y del Japsn, tras areolar las turbas de 1. La Guerra de os Cien Atos (13361453), exacamnnte 117, omens justamente icin se posto aro. PROPOSITOS Y FINES DE LA EXPANSION a rmongoles y trtaros que hasta hacia poco habian saqueado en sorpeesivas raz zias el teritorio eslavo, Asia dejé de amagar el flanco meditereaneo oriental Cuando Tos urcos fueron deerotados por los espaales y sus aliados taianos en Lepanto (1571). LOS SUJETOS DE LA COLOSAL, EMPRESA EXFANSIONISTA Hombres de gran animo, marinos y soldados, proporcions el pequeto reino portugués para la épica empresa de subyogar gran parte del Oriente, ms alld de la India gangética, Los Vasco da Gama, Cabral, Alburquerque, iFrey, 1988: 155) mediante tan pactfica, rutinaria y grisicea exist cia, Mas aun, el carécter de combate espiritual contra el moro que tuvo la Reconquista como empresa mistica de recuperaci6n y expansion de la fe de Crise to, impregné de tal manera al pueblo espatiol, que al invadir América a partir de 1492 exgieriments el mismo espiritu de cruzada que habia heredado de sus ante- ppasados, Nada tiene de extrafio, por consiguiente, que anunciada la expedicién de Pedrarias Divila a la mitica Castilla de Oro (1514) casi se despoblasen la civ ‘dad de Sevilla y sus poblados aledafios de j6venes caballeros e hidalgos, herede- ros del espiritu combativo y religioso de los ancestros medievales, los citados ca~ balleros villanos, para correr a alistarse bajo la bandera del segoviano, pues coneluida la conguista de Granada (1492) a toda aquella generacion de conguis- tadores en para forzoso s6lo les quedé la esperanza de aleanzar rango y fortuna fen las guerras de Halia, Africa y América UNA VELA A DIOS Y OTRA AL DIABLO. LAESTAMENA FRANCISCANA POR LA ESPADA DEL GUERRERO Seria injusto que no se le dera la importancia que de suyo tiene el impulo eris- tiano que aninié a los conquistadores. Escribe el cronista Lopez de Géimara que los castellanos «Comenzaron las conquistas de indios acabada la de moros por- ‘que siempre guetreasen espafioles contra infieles [y] otorgé la Conquista y con- version el Papa» (Lopez de Gémara, 1941: 5), Estos soldados de la Conquista “obraban por su cuenta pot lo que tocaba a los riesgos y las costas si bien consi- ‘deraban que su actividad se ejerefaen servicio del Emperador, como leales vasa- llos y nobles caballeros que procuraban ademds de combatir a los indios paca ganar tierrasy riquezas, en efectos pero tambin pata liberarios, asi lo estimaban tllos, de las gartas de Satands. Cortés sostenia que estaba puguando contra los Drbaros por el aumento de la fe cristiana y Bernal Diaz se referta asus buenos servicios 4 Dios, a su Majestad y a coda la Cristiandad. Gémara consideraba ade- ‘nds que la causa principal por la que vino a estas partes fue por ensalzar y pre- dicar la fe de Cristo, aunque justamente con ella procuraba honra y provecho. ‘Nadie mejor que el soldado cronista Bernal Diaz para mostramos el drama vivido por los actores de In Conista, cuando escribe que s6lo quedaban ya [1588} en la Nueva Espaia, cinco de los viejos compatieros de armas y que los mas muriecon en las guersas y los restantes «murieron de sus muertess. Y a ma- nera de doliente epitafio escribe que, a lo que él se figuraba «com letras de oro hhabian de estar deseritos sus nombres, pues murieron aquella crudelisima muct- te [sacrfieados y comios de indios]y por servi a Dios ya Su Majestady dar la luz los que estaban en tinieblas: y también por haber riquezas, que todos los hombres comiinmente venimos a buscar» (Bernal del Castillo, 1982: 652), Hay que considerar que nunca se han expresado con mayor simpleza y verdad los maviles de una doble accion: codivia y eeligiosidad, De tenor parecido es lo que PROPOSITOS ¥ FINES DE LA exPANEION 2 ‘expresa ef viejo fraile, Aguilar, de la Orden de Predicadores, que arrepentido tal vez de sus acciones de conquistador, colg6 su espada para vestir el habito de la Orden Dominica, y a inscancias de sus hermanos testimonié lo que sigue: vel Emperador penitis ninguna cosa puso mi gast6 en esta armada, mas de que sus oficiales, en Cuba, metieron en ella (la de Cortés] espadas, puiales y otras ar- ‘mas, aceite, vinagre, camisas por manera que le hicieron metcader, y a los solda dos que iban en la dicha armada, si tenian necesidad de espadas, quesos, basti mentos y de lo dems que habian menester se les vendia por muy mayores precios que les habia costado, Y el Rey se hizo pago de los conquistadores al tiempo que ibari a fundir algin oro, por que se lo quitaban todo, por donde digo que el menor de los conquistadares mereci6 ser muy galatdonado, pues que a su aS rrr~—~r”—..:=—S—i—O™rsCS:«S:szaCOrSCSCss ie ellos merecié muy mucho y todos los mas quedaron perdidas» (Aguilar, 1980: 100). : u : : _ FUNDAMENTO JURIDICO DE LA EMPRESA AVENTURERA ‘Todo lo anterior es testimonio de un simple soldado conquistador que contibu- ye con su persona y sus bienes a la eneeada en teera de indios. Empero tatande se de presentar los pormenores de una empresa como la Conguista, a cuenta de las formalidades contractuales de la misma, nada mejor que recurris a a infor- macién de Bernal Diaz en su famosa Historia verdadera. El histriador Silvio Zavala llama clisica a la eempresa de raggos modestos y purezn contractual admirables, la de Francisco Hernindez de Crdoba, cuya estuctucajuridica es tune fain os nereses fos partisan (ava, 1964: 1) Ca soldado aporea sus armas y matalotaje (pan, casabe y tcino) todo lo que pue- Ge levar consign; no hay fondoo masa comin dea expedicon, pues cada quien conserva lo yo, aunque para esta empresa lo soldados compran dos navio. A ta hora del reparto, recibe mis el que mis apores. ¥ el que combate a caballo ‘obtendr mas que el simple pedn y mis aun que éste el escopetero yl ballestero. ‘Asimismo la apreciaciin de los meritos de cad soldado, que es tazea del capitén dela hueste,inflirs en la mayor © menor recompensa, en la diseibucion del bor tin, una vez apartado el guinto real o impuesto a pagar al rey, conten que ser villnda por un weedor elegido entre los propios soldados. El earsetermili- tar de la empresa exige una estrcta diseiplina y subordinacién a un eapitéa, seleccionado y concertado por los hidalgos de mayor experiencia combaciva. Se contrataba también un elerigo y un eseribano que daba fe de lo pactado, Era, por consiguiente, un «negocio aleatorio» en que rlos Socios sabian el costo y los trabajos por adelantado, pero ignoraban a ganancia especfica que obtendean Fn la segunda expedieién, la encomendada a Juan de Grijalva, aparecen nuevos rasgos [i asociacin de algunos vecinos con recursos, In intervencion de Diego Velizque7, pobernadar de Cuba, como empresatio, y el permiso de los frales j= rsnimos de Santo Domingo, gobernadores dela isla Mas no por esto —aitade Silvio Zavala— hay un cambio absolure en los rasgos. Se conservan los tcaz08 ‘senciales, y slo por el mayor volumen de la empresa entran nuevos intereses 94 . JUAN A. ORTEGA ¥ EDINA que se entrecruzan,con los ya estudiados. La tercera expedicién o “empresa defintivas, la resume Zavala de esta maneca: «Hubo un empresaio capitalist (Diego Velizquez) que aporcé navios e hizo la designacion del capitin, Cortés, como jele; tiene doble earéeter de autoridad y de mandatario o depositario de los intereses del socio capitalista. Ademas aporta de su cuenta cuantiosos cle- rmentos. Los soldados de diversas condiciones pecuniarias y desigual categoria riltar incorporan sus bienes y servicios a cambio de una parte de las utilidades anunciadas en el pregén: conservan la propiedad de sus aportaciones y atienden 4 su costa a st manutencidn, salvo los obsequios que les hace el eapitsn. Marine 10s, herretos y elérigos son ajustados por servicios. Cariz piiblico por os prego- nes, facutades cle justicia del eapitin y demas términos sefalados en la Instr uc- cidn, Van veedores cuidando el impuesto del Emperador. El nombre real se empla en las batallas, actos de justiciay tomas dle posesion de Ia tierra. La fn lidad econémica aparente de la expedicin es poblar y la secreta, sept las i trucciones, snicamente rescatar y volver a Cuba; se eliminan los fines de rapifa De ese andamiaie juridico desivan el pleito entre Cortés y Diego Velizauer, y cfectos importantes en los primeros pasos de la poblacin de la Nueva Espaia» (Zavala, 1964: 220, 221, 222 y 234), En términos generales, se adiite que estas empresas expedicionarias,foria das para descabrie, conquista y colonizar, siguieron pautas semejantes. Conso- lidacia la posesion del istmo de Panam y descubierta por Balboa la Mar del Sut {ovéano Pacifico, 25 de noviembre de 1515) la aecién espafola pudo, desde las recién fundadas ciudades de Panama (1519) y Naté (1520), disponer de dos ru- tas por donde avanzar: hacia Nicoya por el Nore, en la América Central, y ha~ cia Perit por el Sur. Guatro hombees entraron en asociacién para descubrir y conquistarel misteriosoy rico imperio del Tahuantinsuyo, del que los socios ha~ bin reciido vagas pero tentadoras noticias acerca de ls inmensas riquezas que atesoraba: el fabualoso Bie o Pers. Estos empresarios eran Franciseo Pizarro, si amigo Diego de Almagro, el clérigo y negociante Hernando Luque y el alcalde de Darién, Gaspar de Espinosa quien, aunque proporcioné la mayor parte de Jos fondos, no quiso que su nombre apareciera en el contrato. Por supuesto, et gobernador de Tierra Fiome, Pedrarias Davila, de quien dependia la licencia para emprender la aventura, debid haberse reservado algiin beneficio, pues de otra manera, como eseribe el soldado-cronista Pedro Pizasco, «no la aleanza- ran>, En efecto, en las estipulaciones se consigna que si bien el gobernador no cacerecontctnle Liner radon crtamere bata en lage melo oportaniades de anoremien etter cl per pice pend mantener conn de taj adnes ‘reacts ee apical pancpiocompulsono del tabsj, que aft tanto Tn ndows Clavel, 1984: 183) ‘Sua sigan de eos etc sea arr ef escldo del guerrero, se ata cba a pata amprender deve hs lfas plas dene nl SS soa seer de desc conguisan kant tos obiiaosy Stevan Seton facony agetson No abe dude de que ex cabal fs ns defogo'y aur oid Ts eros nastns expats, se cvrton se a ==—=CS—srsts—=S=SsSCSCCUiss "wuss esd ns pa coms de Mex acl Posy I .,Lr~r———.._C:=siCsisCiCiS. toa allaosc chs qe proveona fx empresas de las expediiones con ccerdos (mas importantes incluso que el caballo y el perro) y productos agricolas Sctopots eindanon. Ben promt el gaa y saves se aon ytproyeron en cantidades suficientes para atender las demandas de los soldados y oficiales Sipe - ‘cuanto a las armas y los bastimentos, se sabe por fray Francisco Aguilar a rt~—“—.CidzsMSCzCzsiCSC Srrr—r—...:CCiaC;sCNisCCizsK;s -r—r._—C«Cis‘

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