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fer uno mismo"? “Ser uno mismo" es hoy en dia una brdjula dela que se intenta echar mano ante distinto tipo de dificultades en la vida. Ante ‘momentos de depresién, de desinimo, de dudas, de desorientacién, tanto en el Smbito de las relaciones personales, como en el del trabajo, 0 en los estudlos no es dificl encontramas con articles, consejas de personas bienintencionadas, incluso de profesionales expertos que nos incitan dejarnas orientar por “ser nosotros mismos", por “ser auténticos", por *no delaras Nevar por caminos ajenos a la esencia de nuestro ser" Sin embargo, “ser uno mismo” né es un cometida en absoluto sencilo, quizés incluse haya mucho de impesbilidad en él, por ello, se puede convertir en una exigencia que confunde més que ayuda Esta méxima presupone que hay una esencia de uno mismo que puede llegar a conocerse con facildad con solo mirarse en el interior, y ademas apuesta por que lo que vamos 3 encontrar en ese interior va a ser de nuestco agrado yque, por lio, vamos a desear que se realce en toda su extension Sin embargo, desde el psicoandlisis, se sabe que no es féclllegar a saber qulén es uno mismo, cémo es uno imo, qué se quiere, Ms bien las personas se encuentran con dudas y con una clerta falta de respucstas: “no sé qué quiero”, “no s6 quién soy". De hecho, hay siempre una parte de nosotros que se nos escapa: el inconsclente. En este sentido, el encuentro gon un pslcoanalista da ia posibilidad de experimentar nuestro inconsciente. Nos ayuda a reconocer que, quizés, cuando tenemos un lapsus 0 un acto fallido, estamos més cerca de lo que realmente somos que cuando decimas o hacemos lo que conscientemente queriamos: cuando lamamos @ una persona por otro nombre, cuando marcamos el teléfono equivocado y no era tan ‘equlvocado, cuando nos elvidamos de hacer aigo que realmente no queriamas hacer, etc. Tener la experiencia del inconsclente permite estar prevenide respecto a lo que es “uno mismo” y abre la posibilidad de descubrir cosas de nasotros mismos que desconocemes. ‘A menudo, se invoca el principio “sé ti mismo” cuando el sujeto esta enfrentado @ una decisién, cuando tiene que escoger, ‘cuando tiene la libertad de elegir. ¥ cuando esto ocurre, no es raro quedarse perplejo ante tal exhortaciin: “Debo y puedo elegir lo que deseo, pero iqué deseo?". Es fécll para las personas desear a la contra, cuando hay un obstéculo 9 una prohibiciin que impide alcanzar lo deseado. Sin embargo, cuando se abre ante nosotros la posibilidad de elegie las dudas nos fembargan y el ilamado a “ser nosotros mismos" como guia fundamental de nuestra decisién no hace mas que redoblar nuestra ansiedad, blen porque no logramos hacernos una idea de cudl es realmente nuestro deseo o bien perque lo que cencontramos desear es algo que nos avergiienze. Porque ademiés sabernos por experiencia que cuando miramos en nuestro interior no siempre hallamos cosas que nos gustan, Mis bien es una experiencia familiar encontrar en nuestro interiar un “uno mismo” que queda siempre por debajo de tun cierto ideal que esperébamos (“no me gusta como soy", “no consigo ser fo que deberia ser") 0 que desea y goza de cosas que le resultan inadmisibles ante sf misma y ante los ojos de ios dems, ‘Tanto cuando Uno insiste en encontrar un “yo mismo” con el que identificarse y noe logra, como cuando lo que encuentra en la introspecciin es algo que se aeja de sus ideale; la tristeza, el desdnime, la angustia no dejan de realimentarse. Freud supo localizar una instancia de Ja subjetivided 2 fa que llamé superyé que ubica precisamente esta funcién de retroalimentacin negativa contra uno mismo por no estar a la altura de los ideales. Y supo también Identificar una suerte de Inmposibilidad a la que todos nos enfrentamos cuands pretendemos guiarnos solo por ls ideale: sempre hay un mas allé que no logramos alcanzar. De hecho, cuanto més nos esforzamos por intentar alcanzar ese ideal que se nos propone, mis féciiments aparecen en nuestro horizonte detalles de ese ideal que nos hacen quedar en falta,

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