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Resumen 3 Trim
Resumen 3 Trim
Terminada la Guerra Civil, se produce un vacío artístico y literario en España. La mayoría de los poetas de la Generación
del 27 marchan al exilio. Por otra parte, antes de la contienda habían comenzado a publicar y adquirir notoriedad algunos
poetas más jóvenes como Miguel Hernández o Luis Rosales que con el tiempo serían denominados Generación de 1936.
Miguel Hernández (1910-1942)
Tuvo una formación autodidacta, compaginando la lectura de los clásicos del Siglo de Oro con las innovaciones de Lorca,
Alberti... Su primer libro, Perito en lunas imita precisamente ese afán por la metáfora vanguardista. Comenzada la Guerra
Civil, Hernández se involucra de lleno en la causa republicana: ofrece lecturas poéticas, conferencias y mítines en primera
línea del frente de batalla; fruto de esa actividad sería Viento del pueblo. Tras la guerra, se produjo su encarcelamiento
por sus ideas políticas y murió en prisión. No pudo publicar en vida la que debemos considerar su mejor obra: Cancionero
y romancero de ausencias, en ella alcanza su voz más personal y un pleno dominio de la emoción artística utilizando los
cauces de la lírica popular.
Los Años 40
En 1944 aparecen dos libros fundamentales: Sombra del paraíso de Aleixandre, recreación surrealista y nostálgica del
mundo perdido tras la guerra; y, Hijos de la ira, de Dámaso Alonso, expresión de la angustia del vivir cotidiano en un
mundo asolado por la miseria, el desamparo y la crueldad de la posguerra en España y la guerra de Europa. En Hijos de
la ira hay un conflicto espiritual, donde el hombre con creencias religiosas pide respuestas a un dios a menudo ausente.
Pero 1944 es también aparece en el exilio Las ilusiones, de Gil-Albert, un excelente conjunto de poemas que destaca por
su tono elegíaco. Asimismo, debemos mencionar el Grupo Cántico, poetas que cultivan una línea esteticista, insólita en
ese momento, y en el que destaca García Baena. Otra rareza fue el Postismo, movimiento de vanguardia de influencia
futurista y surrealista.
Poesía desarraigada y Poesía arraigada
Dámaso Alonso, al analizar la poesía realizada en España durante los años 40 y primeros 50, quien estableció una
distinción: la de «Poesía desarraigada» y «Poesía arraigada». Por «Poesía desarraigada» entendió la expresión de una
angustiosa queja, la visión del mundo como un caos… Hijos de la ira es el libro que inicia este modo poético, pero habría
que citar como mayor ejemplo de desarraigo la obra de Blas de Otero, con dos libros, Ángel fieramente humano y Redoble
de conciencia. Con posterioridad, Blas de Otero evolucionó hacia una poesía menos existencial y de mayor compromiso
político. Salieron los mejores libros de la tendencia llamada Poesía social. Blas de Otero dirigió poemas de claridad
expresiva, pero de gran acierto estilístico y sin renunciar nunca a la calidad poética. Estimable también es la obra de José
Hierro, cuyos libros oscilan de las preocupaciones sociales, como Quinta del 42, a un lenguaje imaginativo y muchas veces
irracional, tal es el caso de Cuaderno de Nueva York.
Lo que se conoció como «Poesía arraigada» es un tipo de escritura donde el poeta busca un centro vital ante el dolor, el
paso del tiempo… y lo encuentra en poemas que cantan a la familia, la patria, la fe y el sentimiento. Dentro de esta
denominación se encuentran poetas menores complacientes con el franquismo. Pero también hallamos libros y autores
verdaderamente apreciables. Destacan dos, por encima de todos: Panero con Escrito a cada instante (1949) y Rosales
con La casa encendida.
La generación del 50
Los poetas pertenecientes a esta generación ocupan un lugar de privilegio junto a los autores del 27 en la historia de la
literatura española del siglo XX. Entre los rasgos literarios que los distinguen, encontramos el uso de un lenguaje que se
acerca a lo conversacional y la confesionalidad, lo que se denominó poesía de la experiencia. Gracias a ello, y a su
profundo conocimiento de la tradición literaria, supieron conjugar las obligaciones éticas del compromiso histórico y
político con una poesía que expresa las adversidades sentimentales, eróticas, vitales... Los nombres más destacados
serían: Ángel González, autor de Tratado de urbanismo; Claudio Rodríguez, con Alianza y condena… El poeta con mayor
reconocimiento es Jaime Gil de Biedma, cuyos libros Moralidades y Poemas póstumos ejercieron una gran influencia en
poetas más jóvenes. Con un mayor grado de experimentación respecto a la poética generacional se muestran José Ángel
Valente, con Fragmentos de un libro futuro y Gamoneda con Libro del frío.
LA POESÍA ESPAÑOLA DESDE 1970