Está en la página 1de 48

Tussel Caballero Iglesias

LA LUNA DE
PUEBLO HUNDIDO

Poemas

Cuarta Edición
LA LUNA DE PUEBLO HUNDIDO
© Tussel Caballero Iglesias, 1983
Registro de Propiedad Intelectual N° 56.729
Cuarta Edición: ….. ejemplares. Abril 2020
Portada: …….
Impresión: ……..
Las fotografías incluidas en el presente trabajo pertenecen a la
colección particular de Tussel Caballero Iglesias y fueron
autorizadas para su publicación.

Proyecto financiado por


……..

“Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por


cualquier medio o procedimiento, sin el previo y expreso
consentimiento por escrito del autor”.
ÍNDICE
***

PRESENTACIÓN ……………………………….…………….………. vii


TUSSEL CABALLERO IGLESIAS ………………….……………… ix
PALABRAS PREVIAS SOBRE ESTA OBRA ……………………. 19
CATORCE DE JULIO …………………………………….…………
A UNA CRUZ EN EL CAMINO ………………………………....
PUEBLO AMIGO ……………………………………………………..
EL OTRO BESO ………………………………..……………………..
LOS TRENES ………………………………………….……………….
MI INFANCIA ……………………………………….…………………
LA LUNA DE PUEBLO HUNDIDO ……………………………
RÍO COPIAPÓ …………………………………………..……………
CHAÑARAL …………………………………………..……………
VOLANTINES …………………………………………..……………
EL ROMANCE DE DOMINGO ALARCÓN ………..……………
A MI PADRE
Don Emiliano Caballero que todavía pervive en las calles
de Pueblo Hundido
.
Tussel Caballero Iglesias | vii

PRESENTACIÓN
***

Estimados miembros del Club Copiapó, Lectores y mi muy


admirado Tussel:

Las siguientes páginas escritas por don Luis Soto Provoste,


vienen a relatar parte de la vida y obra de nuestro Tussel, las
que seguramente abrirán una ventana para quienes lo
conocen y también para las futuras generaciones, quienes
podrán profundizar en la obra de tan importante poeta,
cuentista e historiador, amante de lo sencillo y de Atacama.
Para quienes tenemos la posibilidad de conversar semana
a semana con Tussel, podemos contarles que su generosidad,
nobleza y humildad, sus historias de trenes, de leyendas y por
cierto su admiración a cada rincón de estas valientes tierras
laicas penetran poderosamente en nuestra conciencia.
Al igual que otros tantos viejos robles, Tussel nos impulsa
a seguir adelante, preparándonos para que el camino que
viii | L a L u n a d e P u e b l o H u n d i d o

escojamos nos lleve a la plena realización humana,


practicando la libertad y la igualdad, las cuales enlazamos
con fraternidad para mantener su vigencia.
Este libro es un reconocimiento a la importancia de la
figura de Tussel Caballero Iglesias y para “Club Copiapó” es
un honor poder realizar este homenaje.

IVAN CONTRERAS AHUMADA


Presidente
Corporación Cultural Club Copiapó
Tussel Caballero Iglesias | ix

TUSSEL CABALLERO IGLESIAS

***

Tussel Caballero Iglesias es un destacado escritor


atacameño. Poseedor de un talento innato para retratar a la
mujer, al hombre y al paisaje de estas tierras nortinas, su
obra ha quedado plasmada en diversos libros y antologías.
Tussel Caballero nació en la Mina Vieja de Potrerillos el 14
de julio de 1928. Años más tarde en Pueblo Hundido, hoy
Diego de Almagro, se dedicó de forma independiente a la
fotografía para posteriormente trasladarse a Chañaral, puerto
que conoció de sus primeras columnas periodísticas. Su
trabajo de fotógrafo y de redactor continuó en Copiapó,
ciudad en la que se radicó en 1972. Aquí fue columnista para
el Diario Atacama y corresponsal de Las Noticias de Chañaral
y La Nación de Santiago. Además, tuvo importantes cargos en
el Gobierno Regional y en la Universidad de Atacama.
Tussel Caballero escribía poesía desde muy joven, pero
sólo fue en 1979 cuando algunos de sus poemas se incluyeron
por primera vez en una publicación literaria, Primera
x|La Luna de Pueblo Hundido

Antología del Copayapu. Su obra también apareció en las


antologías Cantos de cobre y niebla (1980) y Chañaral y sus
poetas (1983). Una de sus creaciones más sobresalientes es
su poema La Luna de Pueblo Hundido, el que da nombre a su
primer libro en 1983. En 1991, publicó Raimunda, su primera
colección de cuentos. Al año siguiente, Tussel Caballero
apareció en Geografía Poética de Chile, Volumen 2: Norte
Chico, editado por la Biblioteca Nacional y el Banco del
Estado de Chile. En 1998, publicó Señora María, libro que
contiene 19 poemas dedicados a la mujer. Durante ese mismo
año, su nombre apareció mencionado en Antología Poética
del Norte. En 1999, lanzó Dos Siglos de Fe. Crónicas de la
Fiesta de la Candelaria, investigación histórica que recrea
una de las actividades religiosas más importante de la zona
norte. En 2005, aparece El Padre Negro, un Cura de alma
blanca, una biografía del sacerdote franciscano Crisógono
Sierra y Velásquez. Un año más tarde, Tussel Caballero
publicó La Poza de los Patos donde muestra nuevamente sus
dotes de cuentista. En 2009, vino el turno de El andén de la
nostalgia, libro que reconstruye parte de la historia de Pueblo
Hundido. En 2010, se hizo cargo del Archivo Histórico
Municipal, labor que le permitió investigar y publicar
Crónicas Copiapinas del Siglo XIX y XX, Tomos I y II. En
2014, escribió el libro El As de Espada y otros cuentos, el que
formó parte del proyecto “Seis Escritores en busca de
lectores”.
El Diccionario Bio-bibliográfico de Escritores de Atacama
de Eduardo Aramburu (2016) señala que las obras de Tussel
Caballero han sido además antologadas en Por Norte la
Tussel Caballero Iglesias | xi

Esperanza, El Hombre y el Paisaje de Atacama, Figuras


Señeras de Atacama. Literatura e Historia, Tomo I y
Antología: cuentos y poesía de Atacama.
La labor literaria de Tussel Caballero, y su trabajo en
beneficio de la literatura como socio fundador y presidente de
la Sociedad de Escritores de Atacama y activo charlista en
innumerables encuentros literarios a lo largo del país, ha sido
reconocida por autoridades, escritores y diversos sectores de
la comunidad de Atacama. Entre las distinciones recibidas
figuran la Declaración de Hijo Ilustre de Diego de Almagro en
1978, Distinción como fiel exponente de la literatura de
Atacama en 2002 y Premio Alicanto en 2007. En 2018,
recibió un sentido homenaje de la comunidad copiapina el
día de su cumpleaños número noventa, ocasión que sirvió
para lanzar un libro sobre su vida. Un año más tarde fue
reconocido como patrimonio vivo por la Ilustre
Municipalidad de Copiapó.
xii | L a L u n a d e P u e b l o H u n d i d o
Tussel Caballero Iglesias | xiii

PALABRAS PREVIAS SOBRE ESTA OBRA

***

Impreso por el Taller Gráfico de la Universidad de


Atacama, en 1983 se publica La Luna de Pueblo Hundido, un
libro que recogía la creación poética de Tussel Caballero. La
portada fue realizada por Roberto Guardia, dibujante en un
diario de Potrerillos y en ella se pueden apreciar los
estanques de agua de la estación de ferrocarriles de Pueblo
Hundido, verdaderos íconos del lugar y postal indiscutida de
la historia de Diego de Almagro.

Esta publicación trajo una serie de buenas críticas. En un


artículo de un periódico de San Fernando1 firmado con el
nombre de Sonia Angélica se relata que “con calma había
leído y saboreado sus versos, plenos de sol, arena, recuerdos,
vivencias”. En el artículo se comenta que cada palabra de
Tussel “es como él: sencillo, cordial, ameno y caballeroso:
que no olvida su suelo, sus cariños, sus ancestros”. Además,
señala que “al leer sus versos conocemos algo más de sus
desérticos paisajes; con facilidad nos traslada en el tiempo de
1
Diario La Región, 10 de marzo de 1988.
xiv | L a L u n a d e P u e b l o H u n d i d o

sus emotivos poemas”. Sonia Angélica concluye diciendo que


afloraba “toda la sensibilidad del poeta cuando dedica este
libro a su progenitor”. Tussel había expresado: “A mi padre
que enjugó más de una gota de sudor, por estas calles de lo
que se llamó Pueblo Hundido”.

El escritor Sergio Gaytán2 señalaba que Tussel Caballero,


“como buen captador de imágenes, canta a la luminosidad y
su contrapartida” y cita parte del poema La Luna de Pueblo
Hundido, una de sus más bellas y conocidas creaciones:
“Cuando sus ojos cerraba la Luna de Pueblo Hundido, toda la
pampa nortina era una pampa sin vida”.

En otro artículo, el profesor Oscar Paineán 3 señaló que


este “poema genera un ritmo lento, pero acompasado, que se
corresponde con el leit motiv de la luna, imagen cósmica de
la mujer del minero con sus rasgos de esposa amante, madre
protectora y celosa enamorada”.

Tanta ha sido la fuerza inspiradora de este poema que


llevó a su musicalización por parte del grupo Los Llacos
convirtiéndola en un huayno. Tussel cuenta como anécdota
que cuando trabajaba en el Departamento de Extensión de la
Universidad de Atacama compartía labores con el director de
este grupo, quien conocía de cerca su poesía. En una
oportunidad Tussel manifestó su deseo de musicalizar uno de
sus poemas. Le gustaba la idea de que fuera un poema con
fuerza y nuestro como “Flora Normilla” pero Los Llacos

2
Diario Atacama, 29 de enero de 1979, p. 3
3
Diario Atacama, 31 de marzo de 1987, p. 2
Tussel Caballero Iglesias | xv

optaron por “La Luna de Pueblo Hundido”. Sin duda, dicha


elección ha hecho que la trayectoria musical del grupo haya
ganado realce. Más adelante, una chilena residente en
Europa grabaría también la canción.

Marcos Parada Escobar, sociólogo de profesión y autor de


un libro sobre la historia de Pueblo Hundido junto con el
profesor Gabriel Márquez Vicencio (Mánquez & Parada,
2001), presentó en un homenaje a Tussel Caballero 4 un
trabajo pronto a publicarse sobre la identidad cultural de
Pueblo Hundido-Diego de Almagro. Marcos Parada analiza
las imágenes y metáforas que Tussel Caballero ha usado en
sus escritos, donde, según él, se trabaja con una visión de la
realidad local matriohistórica; la que se escribe desde la
tierra, desde las raíces, desde la madre, desde el vientre y nos
conecta con el alma.

Según Marcos Parada “encontramos al maestro Tussel


hablando como alquimista que transforma la plata en
quesillo; la Luna de Pueblo Hundido sale, vuela, camina, se
conjuga con los seres humanos”. Se plasma en la obra algo
similar a la mitología griega donde los dioses desde el Olimpo
bajaban y jugaban con los seres humanos. No eran dioses
lejanos. En opinión de Parada, fue la intuición de Tussel la
que lo llevó a escribir esto. Hay realismo mágico. Está dando
cuenta de una realidad. En el realismo mágico se piensa que
“los escritores describen mejor la realidad que las

4
Ceremonia de Homenaje a Tussel Caballero con motivo de sus noventa años, en
el marco del Mes del Libro. Corporación Cultural “Club Copiapó”. 12 de abril de
2018.
xvi | L a L u n a d e P u e b l o H u n d i d o

investigaciones sociológicas o antropológicas. No sólo la


describen mejor, sino que son más entretenidas que un
trabajo de investigación”.

En palabras de Tussel Caballero:

La luna es una magia que acompaña al hombre


en su aventura por la Tierra; contemplarla en
esta parte del mundo es un privilegio y ella bien
se merece que los poetas le cantemos, porque ella
en cierta medida refleja la mujer en nuestros
sueños.

El libro La Luna de Pueblo Hundido incluye el poema


“Pueblo Amigo”, que fue parte de la exposición nacional con
motivo de la Sexta Cumbre Iberoamericana de Jefes de
Estado y de Gobierno realizada en 19965. En este poema,
Tussel clarifica lo que es para él el significado del nombre del
pueblo que lo acogió en su niñez y juventud:

No es que estés hundido


Es que la tierra ahuecó su mano
para protegerte del viento nortino.

Según Marcos Parada, Tussel personifica al pueblo,


calificándolo de amigo, “de modo que lo hace equivalente a
una persona con quien traba amistad y que viene a rescatar
de esa imagen de hundido. Lo invita a “asomarse con él”, de
su mano, con su amor de amigo y el recuerdo que piel
adentro le camina”. El poeta le canta al pueblo, lo defiende y
5
Santiago de Chile, 10 y 11 de noviembre de 1996.
Tussel Caballero Iglesias | xvii

lo levanta. Le dice: “No es que estés hundido, amigo; es que


estás fundido con los cerros y la pampa; con el que sí conoce
del (frío) viento nortino. Entonces, amigo y pampa se
confunden; desaparece el pueblo…emerge el amigo”.

En opinión de Parada, la pluma de Tussel “despierta el


alma de la tierra y la anima a ahuecar su mano para refugiar
a su pueblo amigo que, en un día cualquiera, sin acta de
nacimiento, una tímida, desafiante y anónima mano lo
empieza a dibujar en algún lugar de la pampa”. Las ciudades
se planifican; en cambio, los pueblos nacen de la tierra. A su
vez, el poeta también vive en la memoria del “amigo”: en el
sol, en la cruz del cerro, en las calles abiertas, en las esquinas,
en las minas pequeñas, en la luz azul del carburo, en el Río
Salado, en las plegarias del domingo, en el palabrón obsceno
pasada la medianoche, en el andén y en el tren que traquetea
por la pampa.

“¿De dónde escribe hoy el poeta?, ¿cuál es su anhelo


matriolocal?”- se pregunta Marcos Parada. A juicio de él,
para Tussel su Pueblo Amigo “se hace grande, como grande
es la distancia en que le escribe”. En palabras de Tussel:
“Todo eso está conmigo ahora en la memoria del corazón y en
el corazón de la memoria, debajo de la piel”.

Para Marcos Parada, Tussel “escribe simultáneamente


sentado en el Andén de la Nostalgia y desde dentro de la piel
del niño/adulto que es hoy”. Tussel es “la mano que dibuja y
moldea la tierra”. Su Pueblo Amigo no está hundido en el
tiempo. Por el contrario, se espera que florezca “como lo hará
xviii | L a L u n a d e P u e b l o H u n d i d o

el poeta. Mientras la pluma del poeta florezca, florecerá


Pueblo Hundido. Esta es la proposición confesional del vate,
el propósito final de sus metáforas y de su auto-
representación: está embrujado por su propia creación”.
Tussel Caballero Iglesias | xix

PREFACIO A LA TERCERA EDICIÓN


***

Más que presentar esta luna llena, me permito agradecer


la buena acogida brindada a este poemario el año 1983.
Luna señera que, al decir de entonces de nuestro poeta
mayor, Andrés Sabella, la coloqué por sobre Atacama,
agradecimientos que hago público a muchas personas, a las
autoridades, especialmente al alcalde de Diego de Almagro,
mi coterráneo, don Hernán Páez Cerda, a la comunidad de
Diego, a la Universidad de Atacama y a los amantes de la
Poesía.
No puedo negar que la Luna de Pueblo Hundido me ha
dado enormes satisfacciones a nivel regional y nacional; su
incorporación junto a los más destacados intelectuales de
Atacama de ayer y de hoy, en la Antología Poética de Chile,
editada por la Biblioteca Nacional en 1993, ha sido quizás el
más importante.
xx | L a L u n a d e P u e b l o H u n d i d o

Por otra parte, La Luna de Pueblo Hundido fue el único


poema regional en la exposición montada con motivo de la
Cumbre de Presidentes, realizada en Chile.
Por esto y por muchas otras razones, es que he decidido
esta tercera edición plenilunar, con la esperanza que un
nuevo grupo de lectores puedan maniatase a su paso por el
cielo de Atacaran.
La luna es una magia que acompaña al hombre en su
aventura por la tierra, contemplarla en esta parte del mundo
es un privilegio y ella bien se merece que los poetas le
cantemos, porque ella en cierta medida refleja la mujer de
nuestros sueños.

Tussel Caballero Iglesias


Tussel Caballero Iglesias | 19

CATORCE DE JULIO

No sé si nevaba
o habría nevado.
Catorce de julio
allá en Mina Vieja.
Mi padre estaría
atizando el fuego
para el invierno
se quedara afuera,
golpeando obstinado
puertas y ventanas,
o tal vez que estaba
pensando en mi madre,
arreglando viandas
o atendiendo el llanto
de aquellos hermanos
que llegaron antes.
Afuera vivía
el frío inclemente,
la puna tenía
cuchillos ocultos.
Puntual la sirena
20 | L a L u n a d e P u e b l o H u n d i d o

rebanaba el día
desvelando el sueño
del recién nacido,
mientras en la calle
de la Mina Vieja
y sobre los cerros
y sobre los hombres
no sé si nevaba
o habría nevado.
Tussel Caballero Iglesias | 21

A UNA CRUZ EN EL CAMINO

¿Quién eras? ¿Qué hacías?

¿Eras albañil, tahúr, o pescador?

¿tendero, jubilado o motorista,

remendón, minero o sin oficio?

¿Qué hacías? ¿Ibas o venías?

¿Te ibas al trabajo o a tu hogar?

¿O venías de la mesa siempre abierta

de un compadre, de un amo, de un hermano?

¿O venías del lecho de una amante

relamiéndote los besos que te diera?

¿O venías de pagar el alquiler,

o venias simplemente por venir?

¿Caminabas, transitando pensativo,

o venías agarrado del volante,

displicente, soñoliento, sobrador?

¿O arriba en la carga encaramado?

¿Y tus padres, tus hijos, tus hermanos?


22 | L a L u n a d e P u e b l o H u n d i d o

Cuando vieron que quedaste en el camino,

Te lloraron por la pena.

¿O sin pena,

se encogieron de los hombros simplemente?

¿Quién eras, qué hacías?

Son preguntas que te hago

Mientras dejo mis palabras

En la berma de tu casa.
Tussel Caballero Iglesias | 23

PUEBLO AMIGO

No es que estés hundido.


Es que la tierra ahuecó su mano
para protegerte del viento nortino
que como río
corre a contramano,
golpeando sus alas
en las filudas
esquinas de los cerros.

Primero fue una casa


dibujada con prisa
desafiando la pampa.

Después vinieron otras


con carretas y durmientes,
con perros y chiquillos,
cuando Potrerillos tronaba
su primer disparo
y ahuyentaba a mis hermanos coyas.

Pese a la distancia
tu recuerdo no ha dormido.
24 | L a L u n a d e P u e b l o H u n d i d o

Piel adentro me camina


en la suela andariega del minero
en la hombría bonachona de mi padre.

Tu recuerdo se hace grande


como grande es la distancia
en que te escribo.

Todo lo tuyo está conmigo


ahora y siempre.

Tus mañanas de trenes.


Tus tardes de viento.
Tus noches de vino.

Piel adentro tengo una ventana


donde tu aliento golpea
noche y día
y el sol que acompañó mi infancia
también por ella entra.
Y el tropel alocado
de todos mis hermanos
que dejaron el trompo
Tussel Caballero Iglesias | 25

para empuñar la pala.


Y tus calles abiertas
a lo largo del río,
y tus trenes que iban
traqueteando en la pampa,
y la cruz que en el cerro rasguñaba la luna,
y las minas pequeñas
repartidas en los cerros,
inventando las casas
al resguardo del viento.

Todo eso que estuvo


está conmigo ahora.

Pueblo Amigo,
soy una raíz tuya,
pero una raíz que canta
y cuando mi canto florezca
tú florecerás conmigo.

Soy una raíz tuya


pero antes fui una rama
que pululó en tus calles:
26 | L a L u n a d e P u e b l o H u n d i d o

Desde entonces es mi recuerdo.


Desde entonces mi cariño.

Cuando eras un andén


donde el minero venía
a despedir su hastío.

Cuando eras vino altivo.


Y el pisco viajaba
como oscuro polizonte.

Cuando eras música y baile


y hombría desatada
en las noches de pleito.

Cuando eras plegaria blanca


en los domingos de misa
y un palabrón obsceno
pasada la medianoche.

Cuando el surtidor de agua


vivía en las esquinas.
Y en las esquinas vivía
Tussel Caballero Iglesias | 27

en su casa de cristal
la luz azul del carburo.

Desde entonces te amo.


Desde siempre te amo.

Pueblo Amigo (al que nunca


pude decir hundido).
Si el norte soleado
es la cabeza de Chile;
En ti está el corazón.

Por eso nunca puedo decirte


Hundido,
Porque como yo
Hay muchas ramas tuyas
Y ramas de tus ramas
Que juntos a la tierra
Que ahuecó su mano:
juntaremos las nuestras
para protegerte.

Nunca estarás hundido.


28 | L a L u n a d e P u e b l o H u n d i d o

Nunca lo estarás.
Nunca. Nunca. Nunca.
Tussel Caballero Iglesias | 29

EL OTRO BESO

Y estaban tus ojos


cerca de mis ojos.
Lejos de tu infancia:
Tan lejanamente lejos
que tus trenzas negras
eran un recuerdo
vagamente claro
tendido al olvido.

El hálito del vino


perforaba el beso
del amor comprado.
Pero yo buscaba
en tus labios fríos
tus trenzas atadas
y el beso furtivo
que a tu luz de nadie
file bebí una noche,
lejos de tu infancia
tan lejanamente lejos,
que este beso adulto
30 | L a L u n a d e P u e b l o H u n d i d o

saturado a vino
derriba ese sueño
mientras la lujuria
se lee en mis ojos.
Tussel Caballero Iglesias | 31

LOS TRENES

Para mí los trenes


tienen la distancia
de la juventud.

Su largo bramido
despertaba al pueblo
sumido en tinieblas.

Yo siempre le abría
las puertas al tren.
Mi farol tenía
el brazo tan largo
que enmendaba el rumbo
hacia donde yo quería.

Pese a que la vida


me dio vía libre.
Nunca me fui en ellos.
Tal vez mi destino
era ser andén.
32 | L a L u n a d e P u e b l o H u n d i d o

MI INFANCIA

Yo digo mi infancia
y digo ternura.

Y digo unas calles abiertas al viento


por donde la pampa feliz se metía
para descansar.

Donde un cura negro con palabras claras


hablaba de Dios.
Donde las guitarras de noche vivían
y el vino ponía rudeza de hombre
y el amor comprado, ternura de sol.

Yo digo mi infancia
y veo a mi padre rigiendo la mesa.
Como la sopera emanaba vida,
como la panera se multiplicó
hasta lo infinito.

Yo digo mi infancia
y digo estas cosas.
Tussel Caballero Iglesias | 33

Palabras sacadas de quien sabe donde,


Palabras que ahora se suenan extrañas
Pero que entonces, eran como el pan.

Yo digo mi infancia, y digo carburo,


Chusca, pirita, ponchera o barril,
remesa, desmonte, barreta o salón,
jote, lonchero, adobe o apir.

Yo digo estas cosas y muchos me entienden.

Yo digo mi infancia y digo loa hombres


bajando los cerros, subiendo los cerros,
buscando, sudando, bebiendo, soñando.
Saltar de alegría frente a un reventón
o morir de pena solitario y pobre
en cualquier rincón.

Yo dije mi infancia, y dije estas cosas.


Tal vez nada dije, o lo dije todo.
34 | L a L u n a d e P u e b l o H u n d i d o

LA LUNA DE PUEBLO HUNDIDO

Grande como un quesillo de plata recién fundida


la luna de Pueblo Hundido de noche a catear venía.
Amante de los mineros, la luna de Pueblo Hundido
en las grietas de los cerros sembraba plata nativa.

Por no ensuciar sus enaguas, la luna de Pueblo Hundido


no bajaba con los hombres hasta el fondo de los cerros,
pero quedaba su alma rondando la bocamina
como madre y como esposa o como hembra enamorada.

Y era celosa la luna, la luna de Pueblo Hundido,


cuando los hombres bajaban buscando vino y amor
se montaba silenciosa en su canoa viajera
y llorando o no llorando, se iba rondando cielos.

Noctámbula de tantos años, la luna de Pueblo Hundido


se retrataba desnuda en los ojos de las norias.
Los niños iban a verla: Velero quieto en el fondo;
las aguas sucias del pique como reflejo relucían.

Nodriza la luna llena se cogía de las manos


Tussel Caballero Iglesias | 35

cuando los niños cantaban sus simples rondas de niños.


Cuando sus ojos cerraba, la luna de Pueblo Hundido
toda la pampa nortina era pampa sin vida.

Grande como un quesillo de plata recién fundida


la luna de Pueblo Hundido de noche a catear venía.
36 | L a L u n a d e P u e b l o H u n d i d o

RÍO COPIAPÓ

Fina
serpentina
que va
extendida
por todo
el valle.
Río Nortino
filón de plata
que reverbera
sobre
el desierto,
Río pequeño,
domesticado,
inanimado
sin canto
alguno
te vas
viajando
tal vez
cansado
de haber
Tussel Caballero Iglesias | 37

bebido
tanta aridez.
Barco
de agua
donde navegan
trozos de cielo,
flotas de estrellas.
Donde
la luna
a la deriva
va naufragando.
Chingana
alegre
de la grillada.
Viaje
en puntillas.
El canto brioso
que antes
tenías
se habrá
quedado
en algún
sembrado.
38 | L a L u n a d e P u e b l o H u n d i d o

Río pequeño,
lágrima coya
que
viaja al mar.
Río obstinado.
Cada mañana
vuelves
al valle
en las
pupilas
de la neblina.
Tussel Caballero Iglesias | 39

CHAÑARAL

Como si tuviere el corazón


atado a un boyarín,
no logro zafarlo de tu imagen.
Tu imagen de calles retorcidas
trepándose a los cerros,
como quien tiende su vivir
en lo alto de una cofa.

En vano los charlares le guiñan su cariño,


en vano los gorriones, en vano los claveles,
mi corazón está apresado
como un simple róbalo a tus redes.

En vano los pimientos,


en vano el valle entero.
El ancla que echáramos un día
no quiere recogerla.
Porfiado como es,
noche y día,
todo el tiempo
te viene a visitar.
40 | L a L u n a d e P u e b l o H u n d i d o

No puedes serio.
Pero si escuchas, si pones atención
verás cómo te besa
cada vez que el impulso de la brisa
derriba en tus arenas
las olas cotidianas.
Tussel Caballero Iglesias | 41

VOLANTINES

Gaviota que te recuestas


en la pizarra del cielo.
Primo hermano del cóndor
con su misma sed de altura.
En la ruta de las aves
te vas abriendo camino,
a falta de mano, agitas
gozoso tu cola al viento.
Paloma grácil que escapas
de las manos infantiles;
para que nunca te pierdas
por otros cielos extraños,
te tiene atado a tierra.
La mano del niño tiembla
cuando te siente escapar.
Septiembre agita pañuelos
y tricolores banderas,
gaviota de mil colores,
estrella anclada en el pecho
de una madeja de hilo.
En tu armadura de caña
42 | L a L u n a d e P u e b l o H u n d i d o

Y en tu alma de papel,
el hombre que te remonta
vuelve a ser niño otra vez.
Tussel Caballero Iglesias | 43

ROMANCE DE DOMINGO ALARCÓN

Domingo Alarcón venía


cabalgando de Tres Cruces
por el sendero de piedras
que bordea el Río Claro.
En los costados del mulo
sus espuelas dormitaban.
Serenos sus ojos grises
viajaban bajo el sombrero.

Las botas de mi padrino


hollaron los mil caminos.

Por los senderos abruptos


que tiene la cabra esquiva,
por los caminos trazados
que llegan a las estrellas,
por pueblos que no son pueblos,
mi padrino cabalgaba
en el valle de Gabriela
"de cien montañas o más".
44 | L a L u n a d e P u e b l o H u n d i d o

Su casa estaba en el pueblo,


su cama en cualquier lugar.

En los surcos de su rostro


el campo talló su historia.
El padrino no ha sido hombre
de estarse quieto jamás.
Un día estaba en Paihuano,
En Huanta al amanecer.
El Porongo era su casa,
Rivadavia era su hogar.

En los ojos del padrino


lie retrato el valle entero.

Hilvanando caseríos,
Uniendo un punto con otro,
arriando un piño de polvo
yo recuerdo a mi padrino.
Suyo eran los caminos
Trazados por todo el valle,
suyo eran los dulzores
de los ojos de mi tía.
Tussel Caballero Iglesias | 45

Los cascos de su mular


tienen su eco en mi alma.

Arriando, arriando recuerdos,


recuerdos de la niñez.
Padrino no estarás quieto
allá en tuca en La Serena.
Te hacen falta los vientos
que azotan en la Puntilla
y tus arreos de guaso
colgados en el recuerdo.

Por los surcos de mi verso


Domingo Alarcón Regresa.
46 | L a L u n a d e P u e b l o H u n d i d o

Tussel nació con el sol del mediodía.


Conoció de desierto, costa y chañares.
Y en las noches a la luna le escribía
versos de nostalgia desde nuestro valle.
- L. S. P.

También podría gustarte