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La Psicología Popular y El Materialismo Eliminativista
La Psicología Popular y El Materialismo Eliminativista
Docente:
Universidad de Antioquia
Departamento de Psicología
El Carmen de Viboral
2021
Introducción
La mente humana ha sido un objeto de interés desde mucho tiempo atrás, siendo uno
antaño estudiaron este problema desde una perspectiva esencialmente especulativa, sin
embargo, hace alrededor de un siglo y medio, con la creación del laboratorio de psicología
esta década de los 50’s se realizaron varias reuniones entre pensadores y teóricos de diversas
disciplinas como la lingüística, filosofía, psicología, entre otras, allí tuvieron lugar
y output.
Con el surgimiento de las ciencias cognitivas, se revivieron viejas dicotomías sobre el cuerpo
y la mente, comenzaron a aparecer diversos puntos de vista que buscaban entender cómo
funcionaba la mente, algunos de ellos opuestos entre sí. En este escrito nos interesamos por
dos de esos puntos de vista contrarios, por un lado se propone el enfoque de la psicología
popular o psicología del sentido común (Folk psychology) cuyos principales exponentes son
Fodor y Dretske, que plantean una explicación de la conducta a partir de los estados mentales
como las creencias, los deseos, los afectos, las emociones y las intenciones, siempre
eliminativista, cuyos principales exponentes son Churchland y Stich, quienes consideran que
las creencias y deseos no pueden explicar la mente, ya que no son entidades físicas, teniendo
como principal postulado que nada que no sea físico, puede ser explicación de las conductas
y acciones.
radicalismo y reduccionismo que hace que los términos mentalistas y las explicaciones
existencia de la mente en tanto no es una entidad física objetivable. Por lo que el estudio de
la mente, ya que al ser la psicología del sentido común, permite a cualquier persona dar
cuenta de sus estados mentales y es capaz de atribuir intenciones, creencias y deseos a los
concepción bajo la cual se tome a la psicología como disciplina, es decir, si se propende por
humano, la propuesta eliminativista será la más acorde a este propósito, sin embargo, si lo
psicología popular resulta ser la salida más aceptada, en tanto se trabaja directamente con el
conocimiento común que da sentido a la vida cotidiana de las personas. Igualmente, ambas
concepciones pueden coexistir en tanto se deja el trabajo investigativo, analitico y
popular para el funcionamiento social de los grupos humanos como forma de explicación de
su comportamiento.
Desde la década de los 80, se comienza a hablar del eliminativismo como la sucesión
de la doctrina materialista que inició Demócrito y la continuó Hobbes, desde esta perspectiva
se promovía una visión naturalista del ser humano, en la cual lo único que importaba era la
substancia física y se eliminaban los conceptos de alma y espíritu (Braun, 2008). Los autores
más destacados del eliminativismo del siglo XX fueron Sellars, Quine, Feyerabend y Rorty,
para Quine todos los términos asociados a las creencias, deberían ser eliminados y cambiados
por otros que tengan un claro correlato fisiológico; por su parte, Feyerabend tiene una postura
más radical, considerando que la psicología popular es metafísica y por lo tanto sus conceptos
no son válidos, lo cual implica que no hay procesos o fenómenos mentales como los entiende
una perspectiva mentalista, que supone las relaciones causales entre las creencias y los
deseos, para así proponer una visión materialista, dando paso a una explicación de
premisas en contra de la Psicología Popular, la primera es que los conceptos mentales son
inexistentes, y la segunda, según la cual los estados mentales si existen, pero están
2008).
El materialismo eliminativista ha generado una nueva atención en los filósofos,
eliminación radical de los postulados de la psicología popular. Son los aportes de los
Son constantes los ataques por parte de estos autores en contra de la psicología
popular, exponiendo que esta teoría parte de unas formas inadecuadas de investigación,
necesidad de que se elimine tanto del lenguaje como de la ontología de la mente esas
demostrando así que las respuestas conductuales que propone la psicología popular no son
más que procesos fisicos que involucran factores externos y órganos internos del cuerpo
humano que son propiamente físicos y están bajo el dominio del cerebro (Del Valle, 2014).
Toda su argumentación tiene el objetivo de demostrar los siguientes errores sin solución que
los fenómenos psicológicos, la incongruencia con otras disciplinas que estudian la mente y el
inteligencia de los individuos; también ignoran las funciones psicológicas y temas mucho
más complejos como la construcción interna de una imagen 3D por parte del ojo humano,
además, las explicaciones se quedan cortas para entender la memoria, las ilusiones
perceptivas, el aprendizaje, entre otros. Sin embargo, estos autores no afirman que la
psicología popular es una teoría falsa o que no sirva para que los individuos expliquen su
realidad, sino que, es una teoría vacía, incompleta e incapaz de construir un sistema
teoría que explique suficientemente el funcionamiento la mente humana, es por ello que no se
considera una ciencia sino una simple teoría corta, de allí las críticas que caen sobre ella por
parte de los autores eliminativistas, los cuales resaltan el valor del materialismo en tanto que
las reacciones y conductas de las personas se pueden explicar por medio de estudios
interrelacionados que usan las personas ordinarias para comprender, explicar y predecir el
comportamiento y los estados mentales propios y ajenos” (p. 78). La principal manifestación
estados mentales (deseos, creencias, intenciones, sensaciones y afectos). Los seres humanos
somos seres sociables y participamos cotidianamente en una serie de prácticas para las cuales
necesitamos un vocabulario común que nos permita interactuar con nuestros estados
psicológicos y con los de los demás. La psicología popular es ese marco teórico, red
conceptual o de principios para entender, explicar y predecir las conductas propias y de otros
(Braun, 2006).
La psicología popular estuvo excluida del ámbito científico durante mucho tiempo, ya
que el conductismo no daba lugar a esos estados internos de la mente, por ejemplo, Skinner
llamaba a estos estados internos como “Ficciones explicativas”, las únicas explicaciones que
se daban o eran permitidas, eran las propuestas por los principios de la teoría conductista. La
psicología cognitiva abrió de nuevo la necesidad de análisis de estas teorías, por la incursión
popular, siendo esos estados internos los causantes del comportamiento, y las
inscribió el término “teoría” para explicar el manejo que tenemos los seres humanos de todos
los objetos cotidianos, una teoría interna que proporciona ese entendimiento. Un ejemplo
actual de que la ciencia cognitiva busca entender el procesamiento mental desde los términos
del sentido común es que utiliza un término acuñado por la psicología popular que es el de las
Crítica al eliminativismo
Churchland menciona que la psicología popular reúne en gran parte a los fenómenos
que han sido motivo de estudio y preocupación para la filosofía de la mente es un marco
conceptual que unifica la mayoría de los fenómenos que han preocupado entre ellos se
autor, la psicología popular constituye todo un marco conceptual y merece ser entendida
como una teoría que integra y le da funcionalidad a los temas complejos de la mente. Las
personas que utilizan la psicología popular utilizan el vocabulario, las generalizaciones y el
marco conceptual de esta teoría, de la misma manera a cómo lo hacemos comúnmente con
otras teorías científicas. Según Churchland, las personas no seríamos capaces de explicar y
predecir el comportamiento de otras personas con facilidad si no existiera una teoría (Braun,
2006).
Es por ello que vemos cierta debilidad en lo que plantea este autor, porque a la vez
que ataca a la psicología popular, también le da un valor como teoría; bajo esta misma línea,
puede pensar en esta como una teoría que se refuta a sí misma, ya que si el eliminativismo es
la verdad, dado que para afirmar algo uno debe creerlo. En síntesis, para que el materialismo
eliminativista se afirme como una tesis, el eliminativista debe creer que es verdad, y si ese es
Conclusión
humano, ofreciendo cada uno explicaciones que se adecuan a nivel contextual del cual surgen
y cumpliendo un papel satisfactorio para los actores involucrados, siendo así que el
científicos experimentales que someten sus hipótesis a comprobaciones empíricas, y por otro
lado, las nociones de la psicología popular que manejan las personas del común y que apelan
Ante la revisión de estas dos posturas surgen preguntas tales como ¿Qué pasaría si se
elimina de tajo la terminología propuesta por la psicología popular que aún utilizan
profesionales y personas del común? ¿Será posible llegar a una terminología en común, que
satisfaga las demandas científicas, sea práctico desde el lenguaje popular y de cuenta de los
con el estudio y la concepción de la mente que tienen algunas ciencias cognitivas? o ¿Habrá
en el que den lugar a la creación de nuevo conocimiento? Jerry Fodor gran defensor de la
psicología popular encontró además de los avances científicos en los que se ha visto la
utilidad de esta, una de las mejores evidencias argumentativas a favor de la postura del
sentido común, Fodor dice que es algo que usamos constantemente, no queremos dejarla,
puesto que no tenemos otra alternativa para la explicación de la acción humana, está
Por último vale resaltar que la psicología popular tiene una forma pertinente de
entendernos cómo humanos, nos presupone como sujetos que actuamos por razones que
propiedades de explicación causal, esto supondría una anulación de la concepción del ser
https://www.redalyc.org/pdf/1471/147112814003.pdf
https://repositorio.unicartagena.edu.co/bitstream/handle/11227/1659/TESIS
%20ENTREGADA.pdf?sequence=1&isAllowed=y
de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2669688. -