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MICHOACAN lagos azules y fuertes montafias Coleccion: Monografias Estatales Secretaria de Educacién Publica — ee, — pee "ar = "emer sto msec nae Tele, TalF eke (ETON ameter cava oat soit fae ly Pri: es eel este eo. hi ee ao q be i ef fi Te ay ys es i eet ie a arig pS Gelidere res — aritha aa reamed tee * (f-e - + ian ae ae 7 Lent less syllty Sou 0 Stem pt i ee ee aU ij vasatere pas h ater Ks = Barercrsin benzo us 4 ee i Popeyes cha 5 gaa eo 5 i Fs 7 ee a = 2 Lf oe se - oy Pant i | Esta primero edicién de la monograliade © Michoacén, se elaboré con base en los sugerencios y abservaciones que maestros, alumnos, padres de familia y autoridades peer hicieron a la edicién experimental de la mismo 1980. Texto original: Luis Gonzélez Revision: Consejo Nacional Técnico de la Educacién, Delegacién General de |a SEP en el Estado de Michoacén, Coordinacién y adaptacién: Direccién de Contenides y Métodos oe de la Direccién General de luacién y de Incorporacién Revalidacién. y Colaboracién Especial: |nstituto Nacional de Antopografia e Historia, Gobierno del Estado de Michoacdén, Casa de la Cultura de Morelia, Disefio Grafico: Unidad Disefio, SC. isabel Noriega, José Francisco Sanchez, Luis Mariano Acevez, Mario Lazo. Mustracion: Katy Karr, Javier de Leén, Javier Ortiz, Alvaro Rivero, Alberto Zimbrén. Fotografia: Carlos Hierro, Manvel Rivero. Formaci6n: Sergio Bautista, Eduardo Contreras, Alejandro Jiménez, Patricia Nifio y Ricardo Ruiz. © derechos Reservados SEP. 1980, Tada modificaci6n, odicién 0 reforma de eata obra debed llevarse 0 cabo con ol permiso previo y expreso de lo Secretario de Educocién Publica, ISBN 968-80-0310-7 Primera edicion Primero reimpresién, 1988 Segunda reimpresién, 1989 Tercera reimpresién, 1990 Cuarta reimpresién, 1991 Quinta reimpresi6n, 1992. Sexta reimpresién, 1993. DAB BBD HED HED ES El libro que tienes en tus manos habla de Michoacdn, de sus Paisajes y su gente, de sus pueblos y ciudades, de sus riauezas y carencias. Fue escrito pensando en ti y en tus maestros, para que lo puedan aprovechar intensamente en la escuela. También podra serle util a tus padres, familiares y vecinos, que seguramente querrdn recordar © conocer mds sobre esta tierra. A veces tus maestros te pedirdn que leas algunas partes de él; otras, podrds buscar entre sus paginas los campos, pueblos y personas que ya conoces. Pero también te llevard, si ti quieres, @ conocer otros paisajes y otra gente que estan muy lejos o que ya no existen. Leerds en este libro la historia de tu tierra, desde que llegaron aqui los primeros hombres, mujeres y nifios. Sabrés cémo ellos, y otros que vivieron después, fueron transformando poco a poco estos lugares. Conocerds sus planes, trabajos y batallas para aprovechar los recursos de la tierra y para organizar la sociedad. Conocerds también los juegos y fiestas y todas las cosas que caracterizan.a los michoacanes y los hacen distintas y a la vez semejantes a otros pueblos. Las palabras, imagenes y nimeros que contiene este libro, te |levaran a descubrir el hilo que enlaza lo que hicieron los michoacanos de antes, con lo que estén haciendo los de ahora, y con lo que hardn los que hoy son nifios como tu. Este libro adn no esta terminado. Le faltan muchas paginas, que le iran escribiendo los michoacanos con sus ideas y su trabajo, para lograr que este pedazo de México y de la humanidad llamado Michoacén tenga un futuro mds justo y préspero para todos. Esperamos que lo aproveches y disfrutes mucho. Oe 8 ee MICHOACAN lagos azules y fuertes montafias Coleccion: Monografias Estatales Secretaria de Educacién Publica T La tlerra michoacana Las Nueve Piezas de Michoacan ... El Pacifico y los Bajos ....... La Sierra Madre del Sur Plan de Tierra Caliente ... La Depresién del Balsas . .. Ladera Suro... 20. wasienale nee 8 Mil Cumbres RY Neer Las Montafias Occidentales .. Les Valles de Zamora ., La Regién Central o Moreliana 1. Las Culturas Prehispanices De los recolectores a los cazadores . Las aldeas de sembrodores. El maiz, el frijol y la calabaze . . La edad de los dicses La edad de los alfareros Toridcuri. El sefiorio michoaque Gobierno Tarasco . . Hombres y trabajos . Dioses y fiestos . . - 35 - 36 SStSsy 26 + @ 32 &E =15}) . 54 3 Provincia mayor de Michoacan La llegada de los conquistadores ... 78 Tata Vasco... La conquista espiritual. lo conquisia econémica la gran mortandad .. . Haciendas y comunidades Ciudade’s y villas . . Artes y letras... .. eegere Guevara. ©... ee eee eee 4 Michoacan on la Indopendencla do México, Gomarra y los errores del entendimiento..........--..+-+- 109 Crisis agricola y remedio OEM on cM Bet ety Se Las luces de la raz6n. Razones de la inconformidad . . Conspiracién de Valladolid... ..... Del grito de Dolores ¢ lo Junta de Zitacuaro Morelos, el siervo de la Na Sentimientos de la nacién...... lo Caria Magna de Apaizingan . Otro michoacano ayuda a consumar la Independencia, che 5 Michoacén en la Reforma Liberal La Constitucién de 1825.....-...... 140 Efemérides de veinte afos Miolentios. coi issue wales eae vee 14 Ocampo, edie de la Reforma - . a7 Lo Guerra de Tres Afios En el Segundo Imperio . . De don Justo Mendoza adon Aristeo Mercado... eevee yee es 155 Telégrafos, teléfonos y trenes . . . 158 Desagiles y regadios ..... Ro meatOr Templos, palacios y escuelas........ 164 Periédicos, poesias y pirecuas....... 167 6 Michoacén on Ia Revolucion Eldoctor Silva ... 174 Los fronterizos V7 El ingeniero Ortiz Rubio . 180 tos radicales y los fandticos......... 183 El. general Lazaro Cardenas . . Agrarismo: ejido y riego laberismo: sindicato y fabrica....... 192 Caminismo: carreterasy trocos...... 195 Alfabetismo: educacién pare el trabajo. 198 Poblacionismo: amtgeeleny salud. 201 7 Michoacan y su Economia Poblacion Agricultura Ganaderia. StviculWras wes kates sacra ss © Pesca. Mineria . Industria ‘Caminos'y transportes ... . Comercio Turismo... « 8 El disfrute de la vida Niveles de salud... ccc seep eee e nnn Distribucién'de lariqueza .......... Comida ... Casa y vestido Reparto del poder .... Educacién . Escritores Artistas plasticos . . Mosicos y danzontes ............. ‘ rT La tierra michoacana SUMARIO las Nueve Piezas de Michoacan El Pacifico y los Bajos La Sierra Madre del Sur Plan de Tierra Caliente 4a Depresién del Balsas Ladera Sur Mil Cumbres Las Montafias Occidentales Los Valles de Zamora La Regién Central o Moreliana Las Nueve Piezas de Michoacan Seguin decires, Michoacan tiene mucho de qué presumir, Es un corre- dor que introduce al oeste mexicano, vimiendo de la capital de lo Republi- ca. Por carretera, no dista mds de 170 kilémetros de ella. Colinda, por el es- te, con los céntricos estados de Méxi- co y de Querétaro; por el oeste, con Jalisco y Colima, por el norte, con Jo- lisco v con Guanajuato, y por el sur, con el estado de Guerrero y el océa- 10 Michoacan en la Republica no Pacifico, Aunque occidental, el territorio michoacano se relaciona con el centro y sur de la Republica. El territorio de Michoacan es mds exlenso que el de 52 paises. La terce- ra parte de las naciones del mundo tienen menos superficie que Michoa- can, Nuestro Estado supera en ex- tensién a Albania, Andorra, Baho- mas, Barbados, Bahrein, Bélgico, Bu- rundi, Butén, Cabo Verde, Comoras, Costa Rica, Chipre, Dinamarca, Djibu- ti, Dominica, El Salvador, Fiji, Gam- bia, Granada, Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial, Haiti, Paises Bajos, Israel, Jamaica, Qatar, Kuwait, Lesatha, Li- bano, Liechtenstein, Luxemburgo, la Republica de las Maldivas, Malta, Mauricio, Ménace, Nouri, Puerto Ri- co, la Republica Dominicana, Ruan- da, Salomén, Samoa Occidental, San Marino, Santa Lucia, Sac Tomé, Seychelles, Singapur, Suazilandia, Suiza, Togo, Tonga, Trinidad y Toba- go, Tuvalu y el Vaticano. La superficie michoacana mide 59 864 kilémetros cuadrados. Si alguien se pone a recorrer a pie el trayecto de Boca de Apiza a Puerto de Medi- na, y recorre cada dia 50 kilémetros, hard ese trayecto en ocho dias y frac- cién. Por el clima, la mayoria de las fierras michoacanas no merecen el calificativo de tropicales, no son calu- rosas, la altura sobre el nivel del mar las hace templadas y aun frias, Se trata de un paisaje de dificil cla- sificacién, © quizd de un repertorio de muestras de distintos ambientes. Sin salir de Michoacan se pueden ob- servar paisajes de casi todo e| mun- do, No tiene suelos y mares de tipo polar, pero de alli en fuera lo tiene todo. El oc&ano Pacifico le propor- ciona aguas tibias con olas que rara vez vienen blandamente a deshacer- se en la arena, que por lo comin mugen al estrellarse contra arrecifes. ‘$i entramos por via maritima, el pri- mer paisaje michoacano es una an- gosta cinta deniada; en su mayor par- te cerril, y en los extremos, lisa; aqui con palmeras y allé con bosque tropi- cal; dondequiera con mil atractivos. Después de los Bajos, que es el nombre popular de las playas y los acantilados costeros, viene, si se ca- mina hacia el norte, la Sierra Madre 12 del Sur, montafiosa, aspera y recéndi- ta. La Costa Sierra, como le dicen los de alli, siempre ha gozado de una doble fama: la de ser rica en metales preciosos y la de ser bella por sus montes y barrancas. En cambio, el Plan de Tierra Caliente (una especie de infierno fértil) es de una sola pieza, No asi e! paisaje que se le pa- rece, la Depresién del Balsas. Las dos regiones, torridas y deprimidas, lle- gan hasta la zona llamada Ladera Sur, una serie de salidas de la tierra caliente o una serie de balcones exhuberantes que permiten ver sin sudar las riquisimas Ilanuras caluro- sas. Ascendiendo por lo Ladera Sur se topa con las Montafias Occidentales constituida por enormes cUpulas y valles anchurosos y can el laberinto de cimas y simas, es decir, alturas y honduras, llamado Mil Cumbres. Ambas regiones hacen las delicias de trotamundos y rapamontes. Desde alli, si se mira hacia el norte, se co- lumbran dos bajfos: el de Zamora ha- cia el occidente y el de Morelia hacia el oriente. Ambos poseen valles ferti- lisimos por la bondad de los suelos y por la abundancia de manantiales, rlos, lagos y depésitos de agua. Co- mo se ha visto y se verd mds detalla- damente en otras lecciones, en | terriforio michoacano conviven nueve paisojes diferentes. HE roctico y soics Sierra Madre del Sur Plan de Tierra Caliente HEI eoresion det eatsox Lodera Sur Mil Cumbres FEBRI rontaitas Cccidentates [EI Valles de zamora Ragién Central 6 Moreliana El Pacifico y los Bajos Si es cierto que el Océano Pacifico sera en fecha préxima lo que hoy es el Océano Atlantico, el mar central del mundo, lo que le espera a las tierras bafadas por el Pacifico es muy halagéefo. Per su situacién sobre el océano del futuro, Michoacan puede desplegar un activo comercio ultra- marino. Por estar bafiado de aguas ti- bias, ya comienza a reunir turistas de- seoses de agua cdlida, y rayos bron- ceadores. Las aguas tibias no atraen tanta cantidad de peces como las aguas frias pero si una mayor va- riedad. Como las condiciones para la, nataciény el asoleamiento de la costa michoacana son tan buenas como las de Acapulco; como las potencialida- des de pesca, si no milagrosas, si son dignas de consideracién; y como Michoacén puede abrir puertos al tra- fico de altura, lo promisorio de su li- toral esté a la vista. La gente surefia les llama Los Bajos @ los lerrenos cercanos al gran océa- no. Los forman tres municipios: Cér- denas, Aquila y Coahuayana. Es una cinta de 200 kilémetros de longitud y 20 de anchura; es decir, de 4000 kilé- metros cuadrados. Comienza en lo desembocodura del Balsas, en la Bo- co de San Francisco, prosigue hacia la Boca de la Necesidad, donde se localiza el puerto Lazaro Cardenas y el centro siderdrgico Las Truchas, lo fértil planicie de La Orilla, la arenosa y suave Playa Azul, los esteros del Manglito, del Caiman y del Piche, va- rias desembocaduras de arroyos, el acantilado de Las Peas, otros salien- tes rocosos, y entre ellos, minUsculas bahias. Luego se aparta la Sierra y yuelven planicies, playas y palmeras. Los cantiles regresan una y otra vez antes de topar con la bahia del Bufa- dero y la playa, los palmares y la de- sembocadura del rio Nexpa. Surge enseguida el largo Plan de Me: quilla, al que cortan por el occidente nuevas penetraciones de la parte montafiosa, vistosos pefiascos, islotes de piedra y agresivas puntas. La sali- da del rio Cachan hace una apacible planicie que contrasta con los rudos acantilados interpuestos entre ella y la bellisima bahia de Maruata, prote- gida por siete isletas rocosas. Adelan- te surgen las puntas de Piedras Blan- cas y Cabeza Negra, los arenales de San Telmo, la ribera oriental del Coahuayana y la Boca de Apiza, Las planicies costeras de Michoacén son las mas angostas de todo México. la zona cosiera es una serie de pe- quefias llanuras apacibles y de vigo- rosos contrafuertes en la que se deshacen ritmicamente y sin mucho tuido 0 se rompen con rumor ronco las olas tan poco pacificas del Océa- no Pacifico, Aqui predominan lo va- riedad y las sorpresos. Cada planicie, bahia, caleta, playa, acantilade, pun- ta, pei, boca, cueva y terraza ofre- ce algo distinto e interesante. Esto es un largo desfile de cocoteros, arenas, apretada vegetacién tropical, rios y ‘arrayos, pantanos, suelos fertilisimos, yacimientos ferrosos y animales raros. En las Greas rocosas del litoral abun- dan almejas, lapas y ostiones; en los esteros y lagunas, langostinos, y en las aguas tibias de! océano, bagre, barrilete, mojarra, porgo y rebalo, La tortuga de carey desova en las pla- yas. El caiman fue una especie muy abundante en la desembocaduro de los rios. Delante de las costas michoacanas. corre wn sistema de fallas o sean fracturas del subsuelo que van desde las Islas Marios, cruzan Ia bahia de Banderas, se meten a Jalisco y pasan al sur por Colima y Michoacén. En esas fallas se producen muchos temblores. La costa de Michoacdn tiembla y se. adelgaza. Se le han hundido partes en la Fosa del Pacifico. El mar fa mar- tillea constantemente, dando lugar a las mindsculas planicies y los acanti- lados. El interior del Estado ofrece muchos sorpresas. Apresirate, pasa a la Costa Sierra, también llamada Sierra Madre del Sur, que como se verd a continuacién es muy interesan- te. Animales de lo costa La Sierra Madre del Sur Asi como la costa del Océano Pacifi- co, la Sierra Madre del Sur no es pri- yativa de Michoacan. También cruza por los estades de Jalisco, Colima, Guerrero y Oaxaca. La porcién michoa- cana mide aproximadamente de este 9 oeste 200 kilémetros y de norte a sur entre 60 y 100 kilémetros; su alti- tud es casi constante en sus partes més alias, con promedio de 2 000 m. Por el sur, colinda con la costa, al orienta topa con el rio Balsas, al po- niente con el rio Coahuayana y al norte con el Plan de Tierra Caliente. Los terracalentefios le dicen Ia Sierra Costa; los serranos la nombran de muchas maneras segin la subregién de que se trata, Es un macizo monta- fioso que comprende las serranias de Chinicuila, Coaleoman, Arteaga, Cachan, Maquili, Parota, Piedra Ver- de y Sierra del Cobre, Sobresalen por su altitud los cerros de Coalcomén (2 895 m) y Cantador (2 436 m). 7 La Sierra Madre del Sur surgié de las aguas hace aproximadamente 80 millones de afios, en el cretacico su- perior y se volvié tan quebrada en el cenozoico. Sigue moviéndose; es zo- na sismica, es una enorme suma de cerros y barrancas en constante cam- bio. Abundan en sus adentros, vetas de cvarzo portadoras de oro y plata y yacimientos de fierro. Lo accidentado del terreno lo hace impropio para tareas agricolas, Tiene unos cuantos valles, que vistos desde el avién, parecen pozes. Las tierras \lanas son pocas al lado de tantos mi- les de cuestas, quebraduras, subidas y bajadas. En Io Sierra Madre del Sur se pre sentan dos climos: en lo alto es templado; en los declives hacia el mar y hacia el plan, es tropical. Por el flanco sur, debido a los vientos hi- medos provenientes del mor, le caen abundantes y estruendosos chaparro- nes en-el verano; por la ladera norte recibe los corrientes de aire caliente que se levantan del Plan de Tierra ca- liente y con poca lluvia. Lo mas co- mtn es la lluvia veraniega que per- mite la formacién de algunas corrien- tes muy caudalosas en este tiempo. Los rios que nacen en la sierra, son entre otros muchos, el Cachd, el Chu- lo y el Nexpa. Los tres corren a toda prisa por profundas y hermosas cofia- das. Aunque es tierra de suelos delga- dos, y abundan los pedregales, no es una regién desnuda. Hay muchos suelos porosos de montafa. Se trata de suelos excelentes para la arbori- cultura en las cumbres y para sembradios y pastes en los valles, En los altos de la Sierra crecen muy bien los pings y los encinos; en la ladera norte, la vestidura vegetal es de ar- bustos espinosos; en la ladera sur lo sobresaliente es el bosque tropical donde abunda el zapote, el chirimo- yo, el plétano, la parota, el guaya- can, la ceiba, el cascalote, el guaje, el tamarindo y el mange. Aqui habito el puerco espin de habitos arbéreos y nocsturnes, que come yemas y casca- ras de drbol; el jaguar, una de las fieras mds robustas de América; el ocelote que suele cozar desde los ar- boles; el tigrillo, otro cazador noctur- No no mas grande que un gato do- méstico ni menos hermoso que un ocelote; la onza de movimientos agi- les y de figura esbelta y, el puma es tan fuerte y grande como el jaguar; el jabali que vive en manadas, es una especie de cerdo salvaje muy perseguido por su piel; por la misma raz6n se caza la nutria que se en- cuentra en los rios que descienden de la Sierra hacia el Océano Pacifico. Jaguer 20 - * aa a “Plan de Tierra Caliente we Plan de Tierra Caliente Alojado en el Suroeste de Michoacan, el Plan de Tierra Caliente, tiene una longitud aproximada de 200 kilé- metros y una anchura de 30; la super- ficie se distribuye entre los siguientes municipios: Apatzingan, Buenavista, Churumuco, Gabriel Zamora, Huaca- na, Mujica, Pardcuare y Tepalcate- pec. Como la mayoria del Suroeste michoacana, se ubica fuera de las zo- nas de abundante actividad humana. Ademdés de apartada, la hoya del Te- palcatepec era, hasta hace muy poco, casi inaccesible. Por el norte, por cause del Tancitoro y sierras que le acompanan,; por el sur debido a las serranias de Coalcoman y Arteaga; por el este, a causa de las sierras de la Cruces e Inguardn, y hacia el oes- te, por las infructuoses estribaciones de la Sierra del Tigre. Es una planicie hundida entre laberintos montafiosos a la que sélo se podia llegar por dos © tres rutas dificiles. la mas frecuen- toda fue la de Caracoles 0 Cerro de las Vueltas, una esirecha senda retor- cide por lo que se pasaba a caballo por cortaduras y precipicios muy profun- dos. En el pasaje mas estrecho, dicta- ba lo prudencia el-silbar o gritar para no encontrarse con otro y no verse en serios dificultades de pasar. La extensa llonura del Tepalcatepec varia en altitud de 300 4 600 metros, esté fuera de camino y rodeada de vericuetos y lierras quebradisimas. Es. muy célida, reseca y con vegetacién espinosa, Fue asiento de plagas y multiples enfermedades. Se le dice “tierra caliente” con mas mereci- mientos que a cualquiera otra de la Republica. La temperatura media en enero es de 25°C y la de mayo de 92°C, Ocasionalmente lo temperatura sube a 42°C. Las lluvias son escasas; pero torren- ciales. Rara vez llueve fuera del periodo junic-octubre, la humedad del aire es casi siempre baja, Como es valle, y de los hondos, recoge muchas aguas de las sierras que le rodean. El rio grande de Tepaleatepec atra- viesa teda la planicie. Recibe muchos afluentes antes de llegar al plan, donde ya es caudaloso y lento. Visto desde el aire parece una serpiente, En sus margenes se forman playas fértiles que invitan al arade, Corre hacia el oriente, por un 21 Calionte camino sinuoso, Desernboca en el rio Balsas, a la altura del Infiernillo. El Tepalcatepec tiene varios rios tribute rios, los de la Sierra Madre del Sur s6lo escurren durante el temporal Ilu- vioso y los que vienen de los manan- tiales del Tancitaro y cerros aledafios, jamds se secan, El plan es un enorme colector de aguas, puede decirse que el suelo de la planicie es gris oscuro, arcilloso, impermeable, agrietado, pedregoso, alcalino, pobre en fésforo y patasio, y rico en calcio asimilable, Ni el suelo ni las pocas Iluvias pro- pician una vegetacién exhuberante. La excepcién es una faja verde en la arilla norte donde hay espesas arbo- ledas. Fuera-de alli, la vegetacion natural es de poca altura, rala y espi- nosa. La forman mezquites, huizaches, cactus y brefios. 22 salamanquesa Tiene una fauna variada y numera- sa. Es una regién fecunda en toda clase de reptiles ponzofosos y abun- dante en sabandijas y mosquitos. Es cuna del zancudo trasmisor del palu- dismo; la turicata, chinche que produ- ce una llaga rebelde; la nigua que se incrusta en la carne; el alacrdn rubio, la salamanquesa, la conchuda, la bola de hilo, la tardntula y otros animales que movieron a decir a fray Diego de Basalenque: aquel “es un mundo pa- ra quien no ha nacido alli inhabi- table, y para sus nativos, insufrible”’. Las fiebres intermitentes, el mal de pinto, el bocio 0 buche y otros males endémicos hacen dificil lo vida en las tierras calientes. La Depresién del Balsas Seguimos nuestra viaje a través de Michoacan y encontramos la otra tierra caliente al oriente de la prime- ra, junto al Bolsas. Es una depresi6n a une altitud entre 300 y 1000 metros. Cubre la ladera sur de! Eje Volcani- co en-su parte Ilamada Mil Cumbres, hasta el rio. Balsas. Cruzando el rio son tierras del Esta- do de Guerrero, Al oriente colinda con los estados de Guerrero y de Mé- xico. Al poniente, le queda el Plan de Tierra Caliente. A la zona de la Depresién del Balsas la integran nueve municipios: Tacambaro, Turica- to, Caracuaro, Huetamo, Nocupétaro, San Lucas, Susupuato, Tiquicheo; Tu- zantla; municipios generalmente ex- tensos. En casi toda su extensién’ es rugosa y ondulada, Hacia Mil Cumbres es montanosa, Hacia el rio Balsas-es un lomeria con Ilanuras intercaladas. En la parte alta del norte se alternan in- mensos contrafuertes y valles tan an- gostos como profundos. Aqui el clima ‘eS tropical Iluvioso, parecido al de la Sierra Madre del Sur. Se siente calor todo el afio, un calor que sobrepasa en promedio los 31°C de abril a junio y 23°C en los meses de invierno. De junio a octubre caen chubascos sobre las imponentes sierras y los desfilade- ros. Enel lomerio seco, y calido, co- mo en la otra tierra caliente, las llu- vias son @scasas, pero seria exagera- do el llamar dridos a estas tierras. En donde mas llueve hay menos volumen de agua dispenible. Las llu- vias de Ia parte alta y montafiosa se vuelven rios y arroyos que bajan a to- do velocidad por el fondo de estrechos valles y gargantas. En don- de menos Ilueve hay rios caudalosos. En primer lugar los que bajan de las alturas que Ilegan al fondo de la depresién con mucha agua, Asi los rlos Cutzamala y Cardacuaro. En se- gundo lugar, uno de los ries mas im- portantes de la Republica, el caudalo- so Balsas, nativo de! valle de Puebla, que desciende de la altiplanicie central y asume el papel de eje de la depresién, donde recibe el caudal de los rios antes mencionados. EI Balsas sirve de limite o los estados de Guerrero y Michoacan entra en con- facto con Michoacan en el municipio de Son Lucas; por un buen trecho corre del oriente al poniente. En el punto del Infiernillo se junta con el rio Tepalcatepec y toma direccién sur, —s un anchuroso rio que transcurre entre tierras resecas, cerros pelones y Grboles de talo ramaje. La cubierta vegetal luce pobre en la porcién préxima al Balsas, es de cactus, diversos arbusios espinasos y yerbas. La parte escarpada del paisa- je luce una cubierta vegetal mas abundante, formada por drboles del frépico que se closifican segun su uso: curtientes (cascalote, pardcata y cuachalalate), frutales (mango, mo- mey, arrayan, tamarindo, capire, citricos y cuajilote) y maderobles (caoba, encino, cueramo y muchas mds). La tlora es variada y la fauna no lo es menos. Aparte de iguanas y lagartijas hay otros animales como: ‘onza, jaguar, tején, venado, conejo, liebre, ardilla, tlacuache, cacomixtle, ocelote, coyote y zorra, Como el Plan de Tierra Caliente, lo Depresion del Balsas tiene muchos animales ponzo- fiosos: vibora de cascabel, alacran, garrapata, pinolille, conchuda, cocén y ofras. Entre las aves: la garza, el zen- zontle, la golondrina, el gavildn, el tecolote, el zanate, Io huilota, el aguililla, la paloma y el martin pes- cador, Los rios y arroyos contienen mojarras, truchas y langostinos. En Spocos recientes se hablaba todavia de las grandes viboras como la boa constrictora y de los caimanes y ¢o- codrilos de la depresién de! Balsos, tan dejada de la mano del hombre, no obstonte sus riquezas ocultas y al- gunos de sus paisajes tan bellas como los famosos de la ladera sur, descritos en Ia siguiente leccidn. 5 En el lado occidental del municipio de Tacémbaro —perteneciente a la depresién del Balsas— da comienzo. el de Ario, uno de los diez que for- man la regién de los balcones 0 Lo- dera Sur, Los nueve municipios res- fantes que la forman son: Los Reyes, Peribén, Tancitaro, Nuevo Parangari- cutiro, Urvapan, Taretan, Urecho, Gabriel Zamora y Pardcyaro, al norte. Le dicen la regién de los baleones porque se contemplan los espléndidas. 26 llanuras de las tierras célidas, No- sotros nos limitaremos a decirle Lade- ra Sur de la Sierra Voleanica Trans- versal. Es una pendiente de casi 300 kilémetros de longitud que limita al norte con las Montafas Occidentales, ‘al este y sur'con la depresién del Bal- sas y ol este con e! estado de Jalis- co, Es tierra muy quebrada y & muchos niveles, tiene altitudes a casi cuatro, mil metros y otras a sélo 600 metros. El terreno presenta formas va- riadas: montafas, mesetas y Ilanuras. ‘Ofrece también climas diversos: Cf templado con lluvias todo el afio; Cw templado con lluvias en verano; Aw iropical con Hluvias en verano y BS se- co estepario. El predominante es el Aw. En casi toda lo ladera priva una temperatura media que varia entre 18°C y 26°C, sin fuertes oscilaciones. En gran parte recibe abundantes Ilu- vias principalmente en el verano. En la regién de los balcones rara vez fal- ta la cubierta de nubes que, proce- dentes del Pacifico al chocar contra los salientes de la ladera se precipi- tan en forma de Iluvia. Si se pudiera juntar lo lluvia que cae en un af, se formaria una l4mino con una altura entre uno y dos metros. Allé brota e! rio Cupatitzio, las aguas que un poco mas adelante caena chorros en la Tzardracua, chorros que se desprenden de enor- mes rocas y resbalan por grandes pe- fas. Toda la Ladera Sur es una mara- villa de hermosos paisajes: sierras cu- biertas con drboles frondosos, tierras fértiles y clima acogedor. Chatifa vamos. Uruapan, verds que bonito es; muchos ros, muchas frutas, muchas huertas de café. Poltaje en lo Ladero Sur Mil Cumbres Aunque mil cumbres es s6lo una par- te de esta regién michoacana, toda la regién merece el nombre de Mil Cumbres. Decirle Oriente de Michoo- ¢6n 0 Techo Tarasco-Nahua o Maci. zo Central del Eje Volcdnico es de- cirle muy poco. Estd al este del Esta- do, es uno de los mas hermosos techos del mundo; constituye la parte central del Eje Volcdnico transversal, una filo'de altos volcanes iniciada en la parte sur del estado de Nayarit, y que se extiende hasta el Volcan San Martin, préximo a Veracruz. La parte del Eje que chora nos ocupa pasa por los municipios de Tlalpujahua, Sen- guio, Irimbo, Aporo, Angangueo, Tuxpan, Hidalgo, Ocampo, Zitdcuaro, Juarez, Jungapeo, Tzitzio, Acuitzio, Madero y Huiramba, ademds de al- gunas tierras de Queréndaro, Indapa- rapeo y Charo. Tiene una superficie aproximada de 6000 kilémetros cuadrados. Le distingue una historia que los géologos resumen asi: en el periodo cretacico surgié de! mar, en forma de |lanura. En el mioceno y el plioceno se producen los pliegues que son la base o estructura de las dos grandes sierras de Michoacén: la 29 Madre del Sur y el Eje. En el periodo pleistoceno, hubo efusiones volcanicas, se formaron muchos valcanes, unos enormes y otros minusculos, que le dieron el re- lieve aciual a Mil Cumbres y le entre- garon a las serranias de la porcién oriental, o las sierras de Tlalpujahua y Angangueo yacimientos de oro y plata. Mil Cumbres es quizd la porcién més montafiosa del Eje Volcdnice. Se entrelazan en un corto espacio las quebradisimas sierras de Tlalpujahua, Angangueo, Zitécuaro, San Andrés, Otzumailén, Curucupaseo y Acuitzio. Sobresalen algunas cumbres que pa- san de los 3000 metros de altura sobre el nivel del mar: San Miguel, Picacho, Guadalupe, Concha, Rincén, Huajumbaro, Cabeza, Santa Catarina, Cacique y Los Azufres. Las cadenos montafiosas Unicamente dan lugar a pocos y estrechos valles: Zitéevaro, Tuxpan, Tajimaroa. Lo montafioso contribuye @ formar diferentes condi- ciones climéticas; las cumbres son mds frias que las laderas y los pro- fundes barrancos; !a Iluvia abundante del verano es un buen moderador de los climas de la zona. En Mil Cumbres llueve mucho y hay numerosos ojos de agua y riachuelos. Hay manan- tiales frios y calientes; de los rios, al- gunos corren hacia el Lerma y otros son afluentes del rio Balsas. ‘Ademds de por sus minas y sus cumbres, la ragién es muy famosa por las aguas termales de San José Purda, Tular, Tepetongo, Albores, Ci- matario, Agua Caliente, Agua Tibia, Aguacate y Los Azufres, Estos ultimos ecupan una zona alta y cubierta de pinos. Por Ciudad Hidalgo o por Uca- reo se puede subir a los cerros de En- medio y del Gallo y a los lagos Gran- de, Verde y Largo. Laguna Larga es 30 una presa con un borbollén de agua termal. Es una-amplia poza de lodos de azufre, y por lo mismo, medicina- les. Como si eso fuera poco, al lado del cuenco ecupado por los lodos me- dicinales, numerosas fisuras en el terreno, llamadas chifladores por el ryido que hacen, dejan escapar vo- por. Los espesos lodos en perenne ebullicién, los rios, las cascadas, los chifladores, las formaciones péireas, los pinares, e| bosque mixto, la selva semitropical, las lagunas ya citadas y la de Zirahuato, junto con las presas Mate de Pinos, Pucuato y Sabaneta, entre otras, han dado lugar a muchos escritos posticos. Todos los montes del rumbo estan cubiertos de pinos y oyameles o de pinos y encinos. Las lagunas de la empinada sierra estan bordeadas de pinares. Desde la Cortina de Zité- cuaro hasta la presa de Caintzio es la misma cosa, Los escenas se repiten sin ser nunca las mismas. Es incesante el cambio de matices en la vegeta- cién, matices que von del bosque de pinos y oyameles a selvas de vestidu- ta tropical con érboles de tupido follaje, y con matas de platano y de flores. Aqui las cireunstancias de alti- tud, humedad y suelo propician la existencia de una notable variedad de hongos. No menos asombrosa es la variedad de orquideas: flor de muerto, azucena amarilla, lirio de San Antonio, lirio de San Francisco y otros mas. Los lirios y las aves han si- do los mas asiduos pobladores de la zona. Algunas de las ayes son el guajolote silvestre, la codorniz pinta, la gallareta, la paloma de collar, la tértola de alas blancas, el canario, la golondrina, la cerceta azul, el dguila, el loro de memoria excepcional, el halcén, el bUho, la gallina del mon- te, y la huilota de velo veloz. Paizaje tfpico de lo region Las Montafas Occidentales Es la prolongacién hacia el occidente de mil cumbres. Ocupa tierras de los siguientes mu- nicipios: Charapan, Paracho, Uruapan, Tzintzuntzan, Castellanos, Jiquilpan, Villamar, Cotija, Tocumbo, Cheran, Chilchota, Erongaricuaro, Nahuatzen; Nuevo Parangaricutiro, Pdtzcuaro, Quiroga, Santa Clara, Tan- gamandapio, Ziracuarétiro, Tanganci- cuaro, Tingamboto y TingUindin, Lo extension de la region se acerca a los 5000 kilaémetros cuadrados, la mayo- ria son cerros entre los que destacan por su altitud: Patamban, 3 525 m en Tangoncicuaro; El Pilén, 3 385 men Nahuaizen; Paracho, 3 347 m en Pa- racho; Del Burro, 3 310 m en Patz- cuaro; Nahvatzen, 3 310 m en Nahuaizen; y el Sevina, 3 305 m en Nahuaizen. Esta parte del Eje Volcan ca esié bien guarnecido, rodeado de montes altos y cubierlo con muchos picos. Cientos de cones voleanicos anti- quos y redondos 0 nuevos y puntiagu: dos le dan una fisonomia Unica. Como se repite en todos los libros de geografia, dos series de erup- ciones volednicas esculpierona la z0- na, Todavia surgen voleanes. En una fecha tan cercana como 1943, broté el Paricuti. Alrededor de las cinco de la tarde del 7.de febrero se sintio un temblor y se escuchdé un fuerte ruido. A las 9 de la noche aparecié Ia |umi- naria muy cerca del pueblo de Pari- cuti, Al dia siguiente fueron las pri- meras explosiones. De un cone de 7 metros de altura comenzaron a salir rocas encendidas y chorros de lava, £n diez dias e| cono crecié hasta al- canzar una altura de 165 metros. Para entonces las continuas descargas de pedruzcos encendidos conseguian elevaciones de mil metros. Las nubes cargadas de arena se descargaban sobre una zona de miles de kilo- metros cuadrados. La lava comenz6 a cubrir la zona contigua al edificio vol- cdnico. En nueve afios el volcan al- canz6 440 metros de altura. El 25 de febrero de 1952 disminuyd repentina- mente su actividad, la que continda con emanaciones de gases. Toda la regién abunda en monta- fas enormes y en valles floridos. Enire los cerros de Paracho y Mari- juata se extiende el valle de Paracho; entre los cerros de San Marcos, Pilén y los Cuates la hondonada de Nahuatzen; entre las eminencias To- riaqueri, Ziruta, El Bosque, El Frijol y otras, el plan y la laguna de Patz- cuaro. El clima de las Montanas de Occi- dente se califica templade y |luvioso, Una mitad del.afio primavera y verano brinda la temperatura me- dia que mejor le cae al cuerpo del hombre, una tibieza de 20°C. En Ia otra mitad, y sobre todo durante el! invierno, se sufren frios, acompana- MICH.—2 dos de nieblos. Ninguna de las cumbres se viste de nieve crénica, pero aun en los valles caen més de cien heladas prieias al afio. Llueve mucho en la estacién veraniega. Si se quedara en la superficie lo llovido ‘anualmente formaria un espejo de agua de un metro de espesor, pero el suelo serrano permite la infillracian del agua. Las granizadas y las tor- menias del temporal hacen destrozos. El liquido se infilira antes de formar riachuelos y lagunetas. Por eso esca- sea Ianto en el largo periodo de se- cas. La excepcién es la cuenca de Patzcuaro. En los alrededores del lago no se padecen sequias. Tampoco los vecinos del lago de Zirahuen, uno de Jos més bellos de! pais. La breve ca- fade de Chilchota también posee'la riqueza del agua. Los tarascos de la sierra distinguen tres clases de suelos: tupuri, charanda y malpais. Para ellos no cventan la tierra amarilla de las cumbres donde hay coniferas (pinos hasta de 25 metros y cedros y oyameles hasta de 40) en todo tiempo verdes. Para los jarascos si importa mucho Ia tierra de tupuri que crio pinos, encinos y pra- deras en declives y valles. No menos 33 apreciado es el suelo rojo |lamado sharanda, Lo que ne sirve para lo agricultura son las llanuras de piedra, Ilamadas malpaises, que producen los volcanes recientes como el Paricu- fi. El antiguo valle de Parangaricutiro es ahora de piedre. Aqui no se da ca- si nada. De hecho, la moyoria de las tierras del rumbo no.son agricolas; tienen valor como pastizales, y sdlo son realmente buenas pare Ia arbori- cultura. Los talamontes las tienen en mucho; asi también los cazadores, pues siempre han abundado los ani- males de caza. En la porcidn lacustre hay peseade, abundantes peces como para justificar el nombre de Micho- acén, que significa lugar de peces, sobre todo charales y pescado blan- co, los bagres de agua dulce y las mojarras, aunque éstas son mds pro- pias del paisaje que viene. Lo pesca se practica en los logos de la region Los Valles de Zamora La regién michoacana més fértil des- de el punto de vista del agricultor re- cibe los nombres de Noroeste Micho- acano, Distrito Lerma-Chapala, Tierra de Valles, Regién de Ciénega y Bajio Zamorano. Cubre el 12% de la super- ficie de’ Michoacan, A sus 7 500 kilé- metros cuadrados colaboran partes de 26 municipios: Brisefias, Chavinda, Chilchota, Churintzio, Ecuandureo, Ixtlan, Jacona, Jiquilpan, La Piedad, Marcos Castellanos, Nicolés de Régu- les, Numardn, Pajacuardn, Penja- millo, Purépero, Sahvayo, Tangaman- dapio, Tangancicuaro, Tanuato, Tlaza- zalca, Venustiano Carranza, Vista Hermosa, Yurécuaro, Zacapu, Zamora y Zindparo. La componen valles separados entre st por cadenas de montafas que tienen mds de 2000 metros de al- titud. La mayoria de los valles esté ‘entre 1500 y 1800 metros de altitud. No todos son de las mismas dimen- siones. El Bajfo de Zamora es une combi- nacién de llanos y cerros. Como en las otras regiones de Michoacdn sus limites no estén bien definidos, pero le coracteriza un relieve menos mon- tafioso y mas tierras planas. Desde el punto de vista geolégico Pertenece a una etapa de pujante volcanismo en la que se produjo la porcién montafiosa. A intensos cha- parrones atribuyen la formacién de las lagunas de los diversos bajios (guanajuatense, moreliano y de Za- mora), de las ciénegas y lagos que: hubo © que todavia hay en el sur de Guanajuato y en el norte de Micho- acén, Hasta épocas recientes el Bajio de Zamora era un salo lago con lar- gas islas 0 muchos lagos que inter- cambiaban aguas. Gracias a los lagos y especialmente al lago de Chapala, limite occidental Ki} del Bajio Zamorano, el clima de éste es templado. Nunca se tienen aqui los calores de Ia Tierra Coliente ni los frios de la Sierra Volcdnica, la tempe- fatura es suave, con pocas oscila- ciones diorias y estacionales. Casi nunca hiela. Los dias de sol y trans- parencia superan en numero o los de nubes, viento y Iluvias. Un promedio de cincuenta dias se nublon en el lar- go temporal de sequia. Sélo de junio @ septiembre hoy mds dias nublados que soleados. A comienzos del verano empieza la temporada de lluvias, que dura cuatro meses y no es abundanie, $i Ia re- gién se atuviera a los chubascos vera- iniegos no tendria fama de pantano- so. La fama la conquisté gracias a los tios y depédsitos de agua con que cuenta, a rios tan caudalosos como el El Bojio Zamorano es rona de pontanos Lerma y el Duero, y a depésitos tan vastos como el de Chapala. Al Bajio Zamorano vienen a confluir aguas de muchas sierras. Por regia general el suelo de los valles de Zamora es de tipo vertisol. Los vertisoles son suelos de textura arcillosa y color negro. Se hinchan. con la humedad y se agrietan cuando estan secos. En estas tierras destaca la montmorillonita que en tiempo de lluvias se expande, cierra poros y produce chicles. En cambio, en el temporal seco se endurece y se llena de grietas si no recibe el beneficio del riego. En realidad, antes de la llegada del hombre, el suelo de| valle zamorano era cenagoso y esto- ba cubierto de agua, tules y carrizos. Unicamente en las laderas de los montes, de las filas de conos volcani- ee ee coca) Proeetney cos, habia en abundancia arbustos. como el mezquite, cactus como el no- pal y multitud de yerbas. En lo punta de los cerros lucian encinos vigoro- sos. No podia ser mayor el contraste: entre la flora y la fauna de las cumbres de Pajacuardn, la Beata, Guaracha, San Francisco, la sierra de Purépero y olras eminencias con e| del fondo de valles pantanosos y yer- bos de poco utilidad. En tiempos en que Ja técnica era deficiente, los valles de Zamora se veian casi siempre inundados, sin mas vegeto- cién que la tipica de las ciénegas, repletos de roedores, con nubes de insectos insufribles con los gérmenes de muchas enfermedades, muy lejos ain de estar cubierta de trigales, maiz, sorgo, cebolla, papa, jitomate y fresa. 7 La Regién Central © Moreliana Lo Hamada Regién Central esta al norte y no al centro del territorio michoacano. Se le dice asi porque en ella se ubica la capital del Estado. También se le dan otros nombres: Re- gidn del Lerma, Noreste de Micho- acdén y Bajio Moreliano. Por el sur lin- da con el Eje Volcdnico. Por el norte llega hasta ta linea limitrofe conveni- da entre Guanajuato y Michoacan; por el Este hasta la linea divisoria con los estados de México y de Queréta- ro. Por el Oeste la sierra de Zirate se- para el Bajio de Morelia del Bajio de Zamora. La Regién Central es un po- co mds extensa que la zamorana; mi- de 8 000 kilémetros cuadrados; apro- ximadamente ocupa el 14% de la su- perficie total del Estado; comprende tierras de 24 municipios: Alvaro Obre- gon, Angamacutiro, Coeneo, Conte- pec, Copdndaro, Cuitzeo, Charo, Chu- candiro, Epitacio Huerta, Huandaca- reo, Huaniqueo, Indaparapeo, José Maria Morelos, Lagunillas, Maravatio, Morelia, Panindicuaro, Purudndiro, Sixto Verduzco, Queréndaro, Santa Ana Maya, Tarimbaro, Villa Jiménez y Zinapécuaro, Hay notables parecidos entre la Re- gién Central y el Bajio Zamorano. La evolucién geolégica de ambas re- giones es muy porecida: las dos ere fueron llanuras, se llenaron de mon- tafias volcdnicas, y durante el periodo Iluvioso tuvieron més lagos de los que ain tienen. El relieve de una y otra regién lo determinan cadenas montafosas y valles. De los cerros morelianos son dignos de mencién por su enormidad los que lo separan de Mil Cumbres y del Bajio Zamora: San Miguel, Altamirano, Cabeza, Le- onera, Zirate, El Aguila, Zacatén,, Nieve, Quinceo, Varal, Candelero, Gallo y Brinco del Diablo. De los valles conviene retener los nombres de los elevados de Tepuxtepec y Ma- ravatio; los més accesibles de Queréndaro y Morelia, y los bajos de Purudndiro y Angamacutiro, Cada una de las dos regiones tiene un lago extenso. El de la regién de Morelia se. nombra Cuitzeo y es casi tan grande como el de Chapala, normalmente poco profundo y de aguas turbias y salitrosas. la Regién Central tiene menos re- cursos que la de Zamora pero con mejor clima. El barén de Humboldt, gedgrafo aleman que visité México a principios del siglo XIX, se deshizo en elogios del clima de los valles de Mo- telia. Lo llamé “suave, templado y sumamente beneficioso a la salud”. ‘Ya dos siglos antes fray Diego de Ba- salenque habia dicho: La regién de Valladolid cuenta con un “lindo temple, que ni es caliente ni frio, si- no una medianio muy suave y salu- dable a los cuerpos humanos”. Quizd Sea una comarca aun mas transparen- te que la de Zamora. Lo normal es que la atmésfera se vista de azul in- tenso; sélo.se pone gris o blanca en la temporada de Iluvias. Como en la zona gemela, las Iuvias no son abun- dantes pero esté bien abastecida de manantiales, rios y lagos. La mayorio de los ojos de agua, unos frescos y otros calientes, al juntarse entre si forman rios. Por fondos pedregosos corren rios de alguna consideracién: el Angulo que desemboca en el Ler- ma, el Lerma mismo en el norte de la regién, y los rios Queréndara y Gran- de que desembocan en el lago de Cuitzeo, que en la temporada seca descubre extensas flonuras llenas de tequesquite donde sdlo crecen rome- ritos, chacames y otras yerbas. En el extremo del noroeste, el suelo de la zona es blanquizco, silico- so y delgado, pero no carece ni de manantiales ni de pastos de bueno calidad. En el subsuelo hay estario, y en las cumbres drboles corpulentos y maderables: Las tierros del valle de Queréndaro contienen mucha materia orgdnica, y desde el punto de vista del agricultor son muy valiosas, Son suelos profundos, que permiten la in- filtracién. Asi son también algunos de los terrenos de Purudndira y Angama- cutiro. La flores silvestre es chaparra; la componen mezquites y huizaches, magueyes y sabilas, tepozanes y yedras, buenamozas y retamas. Sélo las eminencias del terreno son capa- ces de alimentar bosques mixtos, en- cinares y pinares de gran tamano. Una regién con predominio de arbus- tos y yerbas ha atraido en todo tiem- po mamiferos corpulentos, manadas de animales de gran tamaho. El pro- fesor José Corona Nifiez dice en uno de sus libros: “En 1931 encontré es- queletos fésiles... de elefantes, frag- mentos de caparazones de tortuga, grandes cuernos de una especie de venado 0 alce’’. De acabar con esa fauna primitiva se encargaron muchas generaciones de seres huma- nos que anduvieron aqui de caza ha- ce milenos. De esa gente de los anti- guos pobladores de los distintos paisajes de Michoacan, se contaré en la segunda parte de este libro. El agrodable clime de le regién ha favorecide los asentamientos humanos PY Las culturas prehispdnicas SUMARIO De los recolectores a los cazadores Las aldeas de sembradores El maiz, el frijol y la calabaza La edad de los dioses La edad de los alfareros Tariéeuri El sefiorio michoaque Gobierno Tarasco Hombres y trabajos Dioses y fiestas a2 N race ta Phun i De los recolectores a los cazadores Los antropélogos suponen que hombres del Asia aprovecharen el periodo en que se podia pasar a pie por el ahora estrecho de Behring para llegar a tierras de América. El transito del hombre hacia un nuevo continente fue muy poco a poco y en pequefias oleadas; quiza la mds anti- gua se produjo hace treinta mil afios. Los primeros amerindios no eran co- mo los de ahora sino muy bajcs, de cabeza alargada, con una especie de marquesina de hueso a la altura de las cejas, y nariz ganchuda. Alaska, por donde entraron, y todo el norte de América, por donde se distribuye- Fon, son muy frios a la intemperie, por lo cual tenian que vivir gran par- te del tiempo encuevados, No sabian hacer chozas ni vestidos. Andaban desnudos cuando el frio se los tolera- ba, salian de su escondite a preparar yerbas, frutas y semillas para comer. Poco a poco, muy lentamente,-sin, alejarse del mar, se desplazaron ho- cia el sur, quizé hasta Suramérica, desde |uego hasfa el territorio mexi- cano donde se han descubierto huellas de los pepenadores en seis si- tios diferentes. Hasta ahora no se ha encontrado ninguna en Michoacsn, lo que no quiere decir que no haya ha- bido aqui gente de la edad de la pe- pena o recoleccién. Se han hecho muy pocas exploraciones de indole. arqueolégica en tierras michoacanas. Estos hombres desnudos de piel cobri- Za, en grupitos de dos 0 tres, en gru- pos familiares, no tenian ni siquiera con qué matar animales grandotes, por lo cual sélo eran vegetarianos e insectivoros. Iban de aqui para alld sin cosa alguna, y si anduvieron por Michoacan y dejaron huellas de sus correrias seguramente fueron pocas, débiles y dificiles de ser encontradas. Se conjetura que hace unos 15 000 aiies el hombre cazador pasé al con- tinente americano procedente de Asia, armado, capaz de herir a otros hombres y de comerse los animales de gran alzada, Como es facil de en- tender, el cazador se dispers6 mucho més répidamente por toda América que los recoleciores. El cazador quizd andaba vestido de pisles, pero vivia en cuevas. Cuando podia se daba muy buenas comilonas de mamut y de peces. Con sus rusti- cos proyectiles podia cazar Tee empantanados y con sus redes de cuerdas podia pescar en rios, lagunas y mares. Se dice que ademas de vivir en familia, formaba pequefios grupos multifamiliores, con lo cual se fortale- cla para el ataque y la defensa. Tal vez también utilizé artefactos de hueso, pero lo llegado hasta nosotros son puntas de proyectiles, los cuales, segun su forma y el lugar donde pri- mero se encontraron, llevan los nombres de puntas Lerma, Clovis y Folsom. En veinte lugares de México, ninguno en Michoacan, se han descu- bierto proyectiles, cadaveres y huellas del segundo poblador ameri- cano. Entre 9 000 y 7 000 afies antes de ahora vivid en México otro cazador Menos pobre y mds numerose que el descrito, El nuevo hombre de caza us6 puntas de proyectil, raspadores, buriles, navajas, cuchillos, metales, morteros y otros instrumentos de piedra. Sabia hacer canastas y colla- res de caracolillo, Su ajuar fue mucho mds complejo que el del cazador pri- mitivo, entre otras cosas porque no era nada mds cazador. Recolectaba, pescaba y promoyia el crecimiento de algunos vegetales. Intenté desarrollar la agricultura, y segtin José Luis Lorenzo “es razonable suponer que ya disponia de un calendario lunar... Ademds la proteccién de las plantas productoras lo obligé a un se- dentarismo temporal”. De este hombre a medio camino entre la flecha y la coa se han encontrado abundanies restos en territorio mexi- cano, incluso en Michoacan. En In- fiernillo, Tierra Caliente, uno de los pocos lugares michoacanos vistos por los arquedlogos, fueron encontradas huellas del hombre transicional. A esta gente, llamada del cenolitico superior, le tocd vivir duramente un gran cambio de clima que trans- formé fértiles llanuras en desierios casi desnudos de yerbas. Los anima- les de que vivian los cazadores se murieron en gran numero, y con ellos los hombres que se alimentaban basi- camente de piezas de caza. Los ya heches a la comida vegetal sobrewi- vieron, mdxime quienes empezaban @ interferir en la plantacién, creci- nio y-cosecha de las plantas sil- vesires. Ellos y los pescadores gana- ron la batalla de la supervivencia, Los pescodores prosperaron en las re- giones costeras occidentales. En lo costa del Pacifico subsisten amonto- hamientos de conchas marinas, resi- duos de hogares y artefactos de piedra con una antigbedad mayor de seis mil afios. a 4B Las aldeas de sembradores Los estudiosos del pasado remoto de América hablan de una triple revolu- cién sucedida hace seis o siete mil Gitos. Entonces cambid del todo la manera de conseguir el sustento. Le mas de la comida comenzé a obte- nerse del cultivo de yerbas en luga- res himedas. Una de las plantas ele- gidas para el cultivo fue lo alegria, que es lo mismo que amarante, ble- doo huauhtli, Otra de las primeras yerbas observadas y cultivadas fue el epazote, también llamado genopo- dio, Enseguida vinieran las cultivos del maiz y la calabaza, y mas tarde los del frijol y el chile. Como conse- cuencia del nuevo modo de agenciar- se el sustento, los hombres crecen en némero, Se sustituyen como habita- cién las cuevas naturales con las cuevas artificiales denominadas cho- zas. Los primitives agricultores, consiruyeron sus habitaciones de modo. de formar aldeas, En tales congrega- ciones se desarrollé una industria in: iente de hachas de piedra, coas, vasijas, telas y adornos. Por otra pa te, esos antiguos pueblecitos de gen- te vive dieron en desdoblarse en pueblecitos de gente muerta. Por en- cima de la superficie se construyeron chozas y por debajo se excavaron fumbas. De las construcciones sobre Ja tierra nada sobrevivid, de los pueblos subterraneos quedan testimo- nios de subido interés; uno de ellos, en el norceste de Michoacan, en uno de los valles de Zamora, en el rancho Lopefio, junto a tierras empantana- das. En Lopeno, el arquedlogo Eduardo Noguera encontré fosas excavadas en el tepetate donde yacian cadaveres de hombres y ofrendas de barro y piedra. A la tumba numero uno se llegaba a través de tres escalones cortados en el tepetate, por un pasillo de casi un metro de anchura. En ella s€ encontraron los huesos de un di- funto en compania de algunos reci- pientes ya con forma de hombres, yo con apariencia de animales; orejeras de jadeita, una hoz con incisiones y dibyjas como culebras, punias de pro- yectil, estatuitas de piedra verde y Olros testimonios del paso de la bar- barie a la civilizacién, del transito de la caza y la recoleccién a lo agricul- tura y la artesania, de la vida en fa- milia.a lo vida en tribu, y de nose sabe qué al culto a los antepasados. En el mismo sitio, en tumbas descu- biertas y exploradas por el arquedlo- go Arturo Oliveros, en tumbas con una antigdedad de 3 500 afios, se en- contraren variadas ofrendas: adornos ‘@ imagenes de barro, Algunas image- nes eran de jugadores de pelota. En una de las tumbas se dio con figu- rillas de barro de color crema, de modelado muy fino y tan extraordina- riamente pulimentadas que parecian esculturas de marfil. En Lopeno ya hubo entierros multiples. Quiza ya habia personas importantes a. quienes les sacrificaban personas del comon para que lo acompafasen en |a otra vida. Seguin el arquedlogo Otto Schéndu- be, Lopefio fue aldea de un grupo 49 ‘Coramica de El Lopefie que vivia fundamentalmente de la agricultura y de la caza; que producia una alfareria desarrollada y tenia co- nocimiento del tejido. Otra manera de su avanzada cullura era el culto a los ancestros manifestado en la exca- vacién de “tumbas en el tepetate, dentro de las cuales depositaban o sus muertos sobre plataformas o ban- quetas interiores, acompanados de ofrendas para la atra vida. También, jugaban a la pelota y mantenian al- gunas relaciones comerciales con ‘otros grupos”, quiza con otras aldeas de parecide desarrollo cultural que han sido vislumbradas,en el mismo Bajio Zamorano, en los valles de Mo- relia 0 Region Central y adn en la plonicie de Tierra Caliente. Con todo, los hallazgos en la Re- gién Central (Chupicuaro, Zinapé- cuaro, Cuitzeo y Queréndaro), en el Plan de Tierra Caliente (Apatzingdn) y en la Depresién del Balsas (alrededo- res de Huetamo) y en el mismo Bajio de Zamora, parecen posteriores al Lo- pefio. En Chupicuaro, lugar muy pré- ximo al noreste michoacana, se en- contré ceramica con decoraciones a manera de cruces, tridngulos y lineas verticales; figurillas humanas cabezo- nas, y sobre todo figuras de mujeres o medio vestir o desnudas del todo; cuentas de barro y abundantes instru- mentos para tocar: silbatos, sonajas, tambores, ocarinas, En los sitios explorades hasta ahora llaman parti- cularmente la atencién las aldeas de los muertos formadas por fosas de ti- ro. Estas acabarian por ser lo mds es- pecifico de aquellos hombres. A dife- rencio de las del Lopeno, en las fa- mosas tumbas de tiro de Michoacan y todo ¢] Occidente, el conductor'a la camara funeraria no tiene escalones como en Lopefio; es un simple pozo vertical. Uno vez enterrado el difunto y sus ofrendas, se cubria la camara con losas de piedra o con el metate o con una olla, Como la del Lopefo, las aldeas de entonces estaban proxi- mas a rios y valles pontanasos, no en el fondo de los valles. Los cultivos 56- lo se podian hacer en las laderas. Junto a los valles aparecieron los tres cultivos del indio mesoamericano; el maiz, el frijol y la calabaza que bien merecen capitulo aparte. Cultive de motx en Ie époco prahispanica El maiz, el frijol y !a calabaza Desde antes de Cristo los aborigenes de Mesoamérica en general y de Michoacan en particular dejaron de ser carnivoros, se convirtieron en con- sumidores de plantas, en vegeta- rianos, Al revés de los europeos adic- tos a lo carne ya Io leche, los anti- guos pobladores de Michoacdn deja- fon de consumir productos animales fuera de guajolotes y peces. Desapa- recieron los numerosos animales co- mestibles o para el transporte de car- ga, usados en el Viejo Mundo en la vida cotidiana y en la guerra, Acd to- do se transporté a lomo de hombre y toda guerra se hizo a pie. Desde an- tes de la edad cristiana, desde hace tres mil afios, los indios de Michoa- can hicieron su vida despreocupados de los mamiferos y muy preocupados en la domesticacién de vegetales, de tres plantas inexistentes en Europa y Asia, de un trio agricola muy del Nuevo Mundo, de una flora que se produce por granos y produce las co- midas propias de aca, Wolf cuenta la siguiente historia: “en alguna parte de Mesoamérica, aunque no sabemos dénde, un grupo de plantadores de granos debe haber domesticado Ja planta de! maiz. Esta planta posee una gran capacidad pa- ra producir nuevas variedades y se adapta extraordinariamente o medios ambientes distintos. Crece en diferen- tes alturas que van desde el nivel del mar hasta 3970 metros, en regiones de veranos cortos y de climas frescos, asi como en el desierto.., En Meso- américa los granos de maiz son asa- dos y molidos. Se pueden ingerir tan- fo secos como en una especie de ato- le, pero también se pueden revolver 51 52 con una solucién de cal donde se les dejo en reposo y finalmente son mo- lides, aplastados y puestos a cocer sobre un comal, Las tortillas pueden ser ingeridas solas o bien en forma de tacos. Con los granos de maiz co- cides en agua se puede hacer pozale; con masa de maiz hervida en agua y con un condimento se hace el atole”. El mismo arquedlogo, con respecto a otra semilla muy del agrado de los antiguos pobladores, dice: “E| segun- do elemento de la trinidad de plantas y granos de Mesoamérica es el frijol, rico en vilaminas y grasas, que gene- ralmente se come hervido. El princi- pol centro de distribucién de frijol fue Mesoameérica, pero las diferentes es- pecies se adaplaron a condiciones cli- mdticas muy distintas. El frijol co- mun... es caracteristico de las tierras altas, pero no prospero en lerrenos muy elevades. El frijol tépari es una planta adaptada al desierto. El frijol lima es un producto de las regiones cdlidas y generalmente tropicales, de clima netamente seco, Casi no se en- cuentra a uno altura mayor de | 220 metros. La primera huella del frijol en Mesoamérica se hallé al sureste de Tamoulipas y se remonta al afto 2 500 A.C... Ralph Linton sostiene, no sin raz6n, que todo grupo humano ha de disponer de una fuente adecuada de proteinas si quiere mantener una vida regular. Los cazadores y los recolecto- res pueden obtener las protefnas de los animales, de los pdjaros o del producto de la pesca, Pero a los cam- pesinos les es cada vez més dificil variedades silvestres no tenian pulpa, pero el ingenio del hombre produjo una gran cantidad de voriedades ri- cas en almidén y en azicar.”” la gente fundadora del Lopenio y demés sitios de las primeras edades de la civilizacién michoacana tam- bién tuvieron un trio menor de vege- tales alimenticios formade por el chi- le, el moguey y la alegria. El chile crudo o en salsa constituyé desde en- tonces una fuente apreciable de vita- minas y un buen digestivo para cuan- do se consumian alimentos ricos en Trinidad menor: chile. maguey y alegrie procurarse una racién adecuada de protefnas si ne poseen animales do- mésticos”, Los antiguos michoacanos convertides a Ja agricultura no retu- vieron animales y comian pocos pe- ces, por lo mismo el frijol fue el en- cargado de surtirles proteinos, de darles una dieta adecuada a la salud. lo tercera especie de plantas im- portantes fue la calabaza. Al principio se le cullivé “por sus semillas aceito- sas, ricas en proteinas”. Después por su pulpa, sus flores y sus hojas. “Las celulosa. Desde los primeros tiempos de la agricultura los jugos del ma- guey aportaron “notables cantidades diarias de rninerales y de vitaminas C y Ba los pobladores de muchas re- giones”. El uso de la alegria o huauhili fue incluso anterior al del maiz. Es mds dificil establecer el con- sumo de animales (peces y corucos) de los michoacanos después del des- cubrimiento de lo agricultura. Las huellas orqueolégicas hacen pensar que se volvieron vegetarianos. 53 Pe CCM Reet Ly La edad de los dioses Se decia que hubo ya antes cuatro, vidas, y asi lo sabian, que cuando se cimenté la tierra y el cielo habian existido ya cuatro clases de hombres, cuatro clases de vidas. Sabian igual- mente que cada una de ellas habia existido en una edad. Y decian que o los primeros hombres su dios los hizo, las forjé de ceniza. Se cimenté luego el segundo sol o edad. Se llamaba sol de tigre. Se cimenté luego el ter- cer sal. Sucedié que durante él llovié fuego. Se cimenté luego el cuarto sol, se decia sol de viento. $4 Durante él todo fue Ilevado por el viento, Teotihuacan florecié en el cuarto sol. En palabras de Ignacio Bernal, un par de siglos antes de la era cris- tiana, en un valle préxima al de Mé- xico, nacié una urbe que llegaria a tener 200 000 habitantes, donde "se construyeron la piramide del Sol,,. la pirdmide de la Luna... el lemplo de Quetzaleéatl y el Gran Conjunto... Aquel, uno de los monumentos més ficamente decorados y suntuosos del antiguo México... El Gran Conjunto, cuya importancia y tamafo sugieren que alli estoria el centro administrati- vo, comercial y politico de la ciudad... Todos sus habitantes de- bieron quedar fuertemente impre- sionades por aquellos dioses tan po- derosos que permitian esa grandeza, Creemos que llegaban numerosos pe- regrinos a pedir favores a los dioses... De sus manos brotan los do- nes que el hombre desea... De las manos de Tidloc salen muchos obje- tos de jade que simbolizan la lluvia; es el resultado de las oraciones que los fieles han elevado al dios de las Aguas” Durante los siete primeros siglos de nuestra era Teotihuacan fue la metré- poli de la mayor parte de lo que aho- ra es la Republica Mexicano, En muchos sitios se hallan imagenes reli- giosos muy parecidas a las de la ciudad de los Dieses. Aunque no es facil saber hasta qué punto y hasta qué puntos Teotihuacan exports sus creencias, sus hdbitos sacerdotales, su teocracia y. sus dotes artisticas, cabe asegurar que fue muy influyente sobre todo del meridiano cien hacia Yucatén, y desde el paralelo veinte hasta Centroamérica inclusive. El occidente de México es una zona en donde las muestras de cultura teotihyacana son escasas y en su mayoria indican mds bien un co- nocimiento indirecto de lo que pasa- ba en la metrépoli’’, Como dice Otto Schéndube, mientras Teotihuacan marcaba el! paso a muchos pueblos, los pueblos del occidente vivieron “una existencia aldeana y sencilla, sin llegar a constituir estados fuertes como las formados por Teotihuacan y algunos grupos moyas’’. Tampoce tu- vieron un arte monumental, Se quedaron con su arquitectura sub- terranea, con sus tumbas de tiro. Im- pulsaron grandemente la alfarerla pero no la escultura mayor, Quizé tampoco fueron muy religiosos. Se mantuvieron adictos al culto a los an- tepasados y a la fertilidad. Se han encontrado testimonios de la era clésica © teotihvacana en las regiones lacustres de Zamora y Moré- 55 lia y en las regiones resecas de Tierra Caliente y del Balsas. En Santiago Os- tio de la Depresién del Balsas se en- contro una estela monolitica de dos metros de altura, de filiacién teo- tihvacano. En el Plan de Tierra Caliente, la doctora Isabel Kelly des- cubrié vasijas, adornes de concha, mosaics de turquesa, metates, figu- ras humanas, espejos de pirita y otros objetos coracteristicos de la edad de fos dioses, aunque no tan refinados como. los de Teotihuacan, Es digna de nota la inexistencia de objetos que parezcan deidades, salvo algunas es- tatuas de piedra probablemente ima- genes del dios del fuego. Las luces teotihuacanas no brillaron mayermen- fe en Michoacan. En Zinapécuaro, uno de los valles morelianos, se ha descubierto una serie de monticulos sobre plataformas; aqui y alld, se descubren muros de adobe, reforza- dos con piedra en el exterior, y pisos. 56 de lodo endurecidos con fuego. De acuerdo con Bernal, “‘las ollas al fresco'de Jiquilpan y de otros sitios de Michoacdn, que son teotihuacanos en cuanto a la idea y el empleo de ciertas técnicas, no reproducen final- mente el espiritu feotihuacano ni fueron copiadas alli de un modelo teo- tihuacano”, Las influencias que reci- bid de Teotihuacan el Bajio Zamora- no fueron débiles e indirectas. Asi parece atestiguarlo el Otero, junto a Jiquilpan, donde se hallan ruinas de edificios, plataformas, juego de pelo- ta, plazas, escalinatas, muros con lo- sos cuatrapeadas, muros con piedras. redondas, muros construidos con me- totes y otros vestigios de débil aroma teotihuacano, de la época eje de la antigvedad mexicana, dal periodo que serviré de inspiracién en muchas cosas a los periodos posteriores, co- mo el de los alfareros al que acudi- mos enseguida. Teotihuacan, la metrépoli irradiadora de cultura durante ocho siglos, pierde tal funcién hacia el afio 650. La temprana caida de la metrépoli, se- guin Ignacio Bernal, causé “hondas conmocienes y cambios importantes. Una serie de otros estados conti- nuaron viviendo y aun desarrollando- se dentro de una cultura que podriamas !lamar teotihuacana modi- ficada,.. Durante los alos de 650 a 900... esos estados.., se van alejando cada vez més del estilo puro que en parte los inspiré, elaborando formas. importantes, pero cada vez més loca- les‘*, Cortada la intercomunicocién continua, cada pueblo pierde contac- fo con los dems, hasta con sus veci- nos mds cercanos; se encierra en si mismo, se vuelve autosuficiente y de- bilita asi la posibilidad de progresor y aun la de conservar tos adelantes logrades antafio”. Hasta ahora se han explorado en Michoacan seis 0 siete sitios con huellas de la era postcldsica. Los lu- gores explorados son Apaizingan, Ji- quilpan, Zinapécuare, Zacapu, Los Ga- tos y Cojumailan. En la metrépoli de Tierra Caliente, préspera desde los dias de Teotihuacan, los arqueéloges han descubierto incensarios, molcaje- tes, figurillas moldeadas y utensilios de cobre. En la proximidad de Jiquil- pan, en el ya maduro Otero, han sido desenterrados molcajetes de formas animales, hachas, orejeras, diversos adarnos, diversa ceramica, decora- cién al fresco y otras manifestaciones de la edad posteolihvacana, En Zinapecuaro han sido descubier- tas cerdmica policroma, pintura al fresco, decoracién esgrafiada, molca- jetes y vasijas con soporte de asa, Za- capu fue quizds mas importante. Pa- rece que tuvo una poblacién cuan- tiosa. Quedan huellas de plazas a di- versos niveles, calles angostas y con graderias, basamentos de forma pira- midal, fortalezas, terrazas, habita- ciones y adoratorios. Dondequiera hay vestigios de construcciones; las principales son de piedra tallada, En Zacapu y en el cerro de Los Gatos, Noguera encontré abundante cerami- ca, vasijas de alabastro, ornamentos de cobre, concha y pirita. Quizé los vestigios arqueolégicos zacapuenses sean los mas abundantes de Micho- acén, pero tal vez sean también los mas saqueados. Muchos perjuicios fueron hechos en la zona por Ia ero- 57 sién natural, pero nunca como los que hicieron traficantes en piezas arqueolégicas, arquedlogos aficiona- dos y buscadores de tesoros. En Cojumatian, en el extremo oeste del Bajio Zamorano, Robert Lister comprobé con métodos fieles, la exis- fencia, hacia el ano mil, de una sengregacién humana valiosa a orillas de la laguna de Chapala. Co- mo pruebas de su existencia e impor- tancia presenté cajetes tripodes de apoyos multiformes, ornamentos de conche, cuentas de collar y brazale- tes; comales, agujas, arpones.de viejo Cojumatlan. Seguramente no eran terascos. Quiz hayan sido nahuaheblantes. Segin Wigberto Ji- ménez Moreno, la zona explorada por Lister fue de indios tecos; es de- cir, de indios de origen tolteca, de los que salieron huyendo después de la caida de Tula. Alli, en el magnifico marco de la laguna de Chapala quizé vivieron sin mayores molestias hasta mediados del siglo XIV en que fueron atacados por los purépecha. Haste ahora sigue ignorandose el origen de los que llegarian a ser en los siglos XIV y XV los amos de hueso y otros utensilios. De lo descu- bierto en Cojumatlan, Lister infiere que los cojumatlecos practicabon la agricultura en tierras de humedad; extraian peces de Chapala con arpo- nes, fisgas, redes y mazas; comian venados y aves; eran habilisimos ha- cedores de instrumentos de terracota y de piedra; curtian pieles de mami- fero; tejian tule y palma; levantaban chozas desgraciadamente con mate- tiales de escasa duracién, y usaban metales en la hechura de diversos ar- tefactos. Se discute aun la estirpe de los multiocupades habitantes del 58 Michoacan: los tarascos, también lla- mados michuaques o purépecha. Exis- ten varias teorias sobre su origen: hay quien dice que es un grupo desprendido de! Jap6n, otros piensan que son originarios de Sudamérica; exhiben para probar esta tesis una carta escrita en 1524 por el capitan Rodrigo de Albornoz. Este asegura haber oido de los purépecha historias de la venida, a las costas de Micho- acan, de mercaderes de la regién su- ramericana. Sin embargo, la mayoria de los historiadores creen que los ta- rascos como los mexicas y ofras tribus llegaron del Noroeste; se estable- cieron en la Meseta Tarasca; se civili- zaron al ponerse en comunicacién con los pueblos de los valles de Zaca- pu, Queréndaro y Zinapécuaro, pero no perdieron sus costumbres guerre- Objetes prohispinicos ras. Por ser mds broncos que los arti- fices, los que hacian cosas, se trans- formaron en sefiores de la poblacién previamente establecida, por obra de un rey legendario cuya leyenda se resume a continuaci6n. Tariacuri Segiin la Relacién de Michoacan, la obra clésica de la cultura phoré, los forascos vinieron de las Siete Cuevas. Los guiaba Ticatame, el mismo que los asenté en un monte junto a Zaca- pu. Durante dos siglos tuvieron un se- forio sin territorio fijo, con capital movediza antes de establecerla defi- nitivamente a orillas de la laguna, en una ladera “toda cerrada con drboles y con encinas muy grandes“, en Patz- cuaro, sitio obscuro de tan boscoso. Aqui construyeron tres templos para los dioses y muchas casas pora los hombres, pues segin pensaban los tarascos, era la puerta del cielo, por donde descendian y subian los dioses. En Patzcuaro reiné el mds fa- moso de sus reyes: Taridcuri, hijo de un sefior muerto por los de Curin- guaro, educado por los sacerdotes de Curicaueri. Estos le decian a Taridcuri desde que qued6 huérfano: “Harta de lefia a cuantos dioses son. Mira que es muy liberal Curicaveri que hace las casas a los suyos, y hace te- ner familia y mujeres en las casas, y viejas que hacen fuego, y hace tener joyas y esclavos y esclavas, y hace poner en las orejas orejeras de oro y en los brazos brazaletes de oro y en 6 la garganta collares de turquesas plumajes verdes en lo cabeza“. Con- forme a los consejos de sus maestros, Taridcuri desde nifo Ilevé lefa y ra- mes a los adoratorios. También por consejo de los sacerdotes, Taridcuri, apenas adolescente, dio en perseguir a los asesinos de su papa. A comienzos de su campafia de venganza se dirigié contra los habi- fantes de Xardcuaro y Curinguaro; es decir, contra los islefos de la laguna. Al poco andor, uno de sus peores. enemigos cayé en una emboscada, El prisionero fue Ilevado al templo, con- vertido en difunto, asado, dividido en pedacitos que se repartieron a nume- rosos comensales. A continuacién del banquete se fue de Pdizcuaro, andu- vo errante, hizo uno entrada hacia occidente y trajo muchos plumajes verdes y penachos blancos, Collares de turquesa, de oro y de plata y collares de pescados del mar y otras muchas cosas, entre ellas, mujer. De alla trajo todo eso; de alla volvié por- que los indios de la isla de Pacandan fe ron que volviese a Pétzcuaro y porque esos indios cumplieron con Tarideurl recibiendo consejos do sus mosstros las condiciones puestas por Tarideuri para volver: que se le permitiera destruir a los de la isla de Xardcuaro y sacrificar a las viejas y a los viejos a los dioses. Ya en Pétzcuaro, Taridcuri dispuso la muerte de su hijo Curatame por- que contrajo la costumbre de la embriaguez. Por razones religiosas, mandé mater a otro hijo suyo. Con distintos pretextos, fue disponiendo la desaparicién de varios sefores y aspi- rantes a serio, Como quiera, a su hijo Hiquingare le dio el oficio'de saerifi- cador, lo puso en aptitud de ser jefe. a Toriéeurl regress & Pétrevaro Hizo otro tante con sus jévenes pa- rientes Hiripan y Tangdxoan. Conven- cide de las cualidades de mando de. los tres, los junté para decirles: “No habré ya mds sefores en los pueblos. Por el poco servicio que hacen a las divinidades y por los agteros, no habra mds de tres sefiores”. Los tres elegidos por Taridcuri para sucederle fueron Hiripan, Tangaxoan e Hiquin- gare. Entre los tres construyeron un -gran cu o adoratorio, Los tres capita- néaron la guerra florida ordenada por Taridcuri para conseguir prisione- ros que serion sacrificados por moti- vos religiosos en el estreno del cu re- cién construide. Apenas hecha la con- sagracién del cu con el sacrificio de veinte prisioneros, el anciano Tariécu- ri se dispuso a morir, y su. sucesores se pusieron a conquistar. En una ma- flana sujetaron o tres sefiorios. Al re- vés, Huaniqueo requirié de tres aco- metidas para caer en poder de los tres sefiores: Hiripan, sefior de Hivat- 62 —— zio; Tangaxoan, sefior de Tzintzun- tzan, e Hiquingare, senor de Patzcuaro. En una segunda campaiia, los tres sefiores extienden su sefiorio hacia el norte hasta Zacapu, y hacia el po- niente hasta Cheran, En una tercera camparia hacia el sur, conquistaron muchos pueblos de lengua nahuall, ¢ hicleronhule“aliedataceniedeles pueblos a los montes”. ¥ “cuando ellos andaban conquistando estos dichos pueblos murié Taridcuri y fue enterrado” en Pdtzcuaro, la sede de Hiquingare. A su muerte tenia 90 afios. Con su muerte, el dominio total de los tres sefores fue indiscutible. “\lamé Hiripan ao Tangaxoan y a Hiquingare y dijoles: Hermanos ya es muerto Taridcuri, nuestro tio. Tu, Tangdxoon vete a Tzintzuntzan y yo me iré-a Hivatzio e Hiquingare estara aqui en Palzcuaro, que aqui es su ca- sa y asiento. Y tomé, segin dice la Relacién de Michoacan, cada uno su seforio” a orillas del lago. El sefiorio michoaque Cada uno de los sefiores tarascos se habian instalado en su trona como sefior absoluto, cuando Hiripan con- voc a sus colegas para decirles: “Hermanos, vamos a conquistar’’. Aceptada la invitaci6n por Tangdxoan e@ Higuingare, los tres fueron a redu- cir a los sefiorios tarascos mds distan- tes: Arar6, en la regién moreliana; Tacdémbaoro, en fa ladera sur de la Meseta Tarasca; Paracho, en el occi- dente de la Meseta, y ofros sefiorios. Estas conquistas se hicieron tristemen- te célebres por su ferocidad, por el pavor infundide en los pueblos con- quistades y por las fugas de la gente con sus dioses, plumajes y joyas. A fal punto quedaron las poblaciones desiertas que Hiripan dispuso: Id, to- mad vuestros pueblos, morad en ellos como antes, y tornad a wuestros rbo- les de fruta y vuestras tierras y se- menteros. Basta ya, Ya nuestro dios Curicuaueri ha usado de liberalidad. Al requerimiento de Hiripan, los pueblos conquistados respondieron con un si mientras lloraban todas las viejas, los viejos y os muchachos. ¥ otra vez establecidos en sus lugares de origen, los tres sefores dijeron: Hagamos caciques en los pueblos que placeré a los dioses que se sosieque la gente, y asi sosegaron a todos, e iban poniendo caciques en todos los pueblos e incluso casicas. A mediados del siglo XV, por 1450, el Sefiorio Tarasco en vez de tres se- fiores tuvo un solo monarca, El sefior de Pétzcuaro fue el primero en. extinguirse. Hiquingare tuvo numerosos hijos pero como les dio “por ser malos, emborracharse y ma- tar a la gente con unas navajas que

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