Es una estructura contemporánea de encuadernación muy utilizada por su
practicidad, además tiene muchas variaciones en su construcción. Alexander Pierre Bradel inventó el concepto de encuadernación temporaria a fines de 1800 e inicios de 1900. En aquella época las encuadernaciones eran fabricadas en pleno cuero, eso quiere decir que los bibliófilos tenían que invertir muchísimo dinero para encuadernar las obras que tenían en sus bibliotecas. Pero habían quienes no podían darse el lujo de enviar a encuadernar en pleno cuero, así que Bradel les trajo la solución a sus problemas: una encuadernación temporaria para que sus libros no se estropeen mientras juntaban su dinero. Esto significó una revolución en el mundo de la encuadernación, ya que hubo una alternativa económica al uso del cuero en las estructuras, además que dio pie a una experimentación tan variopinta que empezaron a surgir modificaciones de la propuesta original de Bradel, así como nuevas estructuras, tales como las de costura expuesta y otras más experimentales que hicieron que las encuadernaciones tengan incluso más protagonismo que el contenido de los libros. El Bradel que se presenta en las fotos es el modelo tradicional, la tapa consta de tres piezas: la portada, lomo y contraportada. Estas tres piezas se unen entre sí utilizando el lomo como nexo entre la portada y contraportada, finalmente la tapa es unida al cuadernillo a través de unas guardas de papel.