Está en la página 1de 2

Ministerios Cash Luna

http://www.cashluna.org

Cada oveja escoge a su pareja II


ay tres decisiones muy delicadas en la vida. La primera es definir a qué me voy a dedicar. La segunda
decisión es con quién pasaré el resto de mi vida. Y la tercera decisión es a dónde iré después de morir.
Si hemos confiado en el Señor y le hemos entregado nuestras otras decisiones, tendremos una vida
exitosa porque cumplimos nuestros objetivos y podremos morir tranquilos, seguros que ocuparemos un
lugar junto a Él.
El Señor puede ayudarnos a tomar buenas decisiones si lo buscamos y le pedimos sabiduría, no
solamente escuchando Su Palabra, sino acogiéndola con un corazón atento para ponerla en práctica1.
La sabiduría de Dios, especialmente, nos ayuda a escoger a la pareja. Por eso la Palabra nos dice que si
perseveramos en buscarlo la discreción y la prudencia nos guardarán de tomar la decisión de unirnos
con una persona que podría hacernos daño. También habla de ser librado de la mujer extraña que no
respeta pactos y que puede conducirnos a la muerte. Lo que significa que nuestra pareja puede darnos
vida o quitárnosla con ansiedad, contienda y falta de paz 2. ¡Por eso es tan importante aprender a
escoger!
En la decisión de encontrar pareja, se debe involucrar a Dios, a los padres y por supuesto, al candidato.
Pero si lo analizamos, es la mujer quien finalmente escoge porque es ella quien dice “sí” o “no”. Por
supuesto que el hombre prepara todo y corteja, pero es la mujer quien asume la responsabilidad de
iniciar la relación cuyo objetivo es el matrimonio, aunque es posible que nos equivoquemos y termine en
ruptura, pero la intención es perdurar, porque nadie se involucra sentimentalmente con otra persona
esperando separarse.
La Palabra dice que los padres dan herencia material a los hijos y la pareja perfecta la da Dios, por eso
debemos involucrar al Señor y a nuestra familia en el proceso de decidir con quién nos casaremos3.
Además, son ellos, tus padres terrenales y tu Padre Celestial quienes te apoyan si la relación prospera o
si fracasa, así que demuestra que honras a quienes te dan herencia material y espiritual.
A los solteros, hombres y mujeres, les digo que Dios trabaja en las personas para conseguirles pareja.
Hace de los varones personas responsables y comprometidas; y de las mujeres ayuda idónea, prudentes
y dedicadas. Mujer, ¿te has dejado formar para ser prudente y que te vean como buena herencia de Dios
para tu pareja? El Señor desea bendecir a las familias compartiendo Su sabiduría, especialmente a las
mujeres que inician una relación duradera al dar el “sí”. No significa que de ellas dependa todo, porque
formar una familia es cuestión de pareja, pero el Señor le ha dado a la mujer la capacidad de decidir y
también de ser formadora, así que dale gracias y asume tu papel pidiéndole siempre sabiduría y un
corazón dispuesto a dar amor.
Abraham fue un hombre que se involucró mucho en el proceso de buscar esposa para su hijo. Y su
prioridad fue encontrar una mujer que procediera de su misma familia, es decir, que tuviera los mismos
principios y valores. Por eso no quería una extranjera 4.
Ese siervo de Abraham es figura del Espíritu Santo quien sabe lo que necesitas y te ayuda a buscar,
además, te da sabiduría para elegir, porque no solamente hay una persona en el mundo con quien
puedes vivir, pero debes ver dónde buscar.
Cuando el enviado de Abraham llegó a la región indicada, trazó un plan, y decidió ir al pozo porque una
buena señal era ver la disposición atenta y servicial de las doncellas. Él sabría quién podría ser buena
esposa si le daba de beber agua a él y a sus diez camellos. La señal que buscaba era la prudencia y la
humildad5. Ahora buscamos señales equivocadas, el aspecto físico, el automóvil que maneja, cuando
deberíamos buscar cuál es su interés por el Señor, cómo trata a su familia, si estudia en la universidad y
tiene deseo de superarse. Pídele al Señor que te ayude a buscar las señales correctas para escoger a tu
pareja. Que presente a su familia con orgullo y sea feliz, no una persona llena de amargura para quien
tengas que ser un psicólogo personal. Debemos aprender a escoger para que la conexión en la familia
sea fuerte y perdure a pesar de las dificultades.
Dale gracias a Dios porque te ayudará a apoyar a tus hijos al momento de escoger a la persona con
quien formarán una familia. Sostenlos si se han equivocado, abrázalos y dales consuelo, enséñales a
tomar buenas decisiones, razonen y oren juntos. Ámalos a pesar de sus errores, porque tú también los
cometes y eres vulnerable, por eso buscas al Señor quien siempre te recibe con los brazos abiertos. Dios
bendecirá a tu familia si le permites tomar el control de toda situación y en todo momento.
Versículos de referencia
1 Proverbios 2:1-7 dice: Hijo mío, si recibieres mis palabras,?y mis mandamientos guardares dentro de ti,
haciendo estar atento tu oído a la sabiduría;?si inclinares tu corazón a la prudencia, si clamares a la
inteligencia,?y a la prudencia dieres tu voz; Si como a la plata la buscares,?Y la escudriñares como a
tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová,?Y hallarás el conocimiento de Dios. Porque Jehová da
la sabiduría,?Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. El provee de sana sabiduría a los
rectos;?Es escudo a los que caminan rectamente.
2 Proverbios 2:10-19 sugiere: Cuando la sabiduría entrare en tu corazón,?Y la ciencia fuere grata a tu
alma, la discreción te guardará;?Te preservará la inteligencia, para librarte del mal camino,?De los
hombres que hablan perversidades, que dejan los caminos derechos,?Para andar por sendas
tenebrosas; que se alegran haciendo el mal,?que se huelgan en las perversidades del vicio; cuyas
veredas son torcidas,?y torcidos sus caminos. Serás librado de la mujer extraña,?De la ajena que halaga
con sus palabras, la cual abandona al compañero de su juventud,?Y se olvida del pacto de su Dios. Por
lo cual su casa está inclinada a la muerte,?Y sus veredas hacia los muertos; todos los que a ella se
lleguen, no volverán,?ni seguirán otra vez los senderos de la vida.
3 Proverbios 19:14 comparte: La casa y las riquezas son herencia de los padres;?mas de Jehová la
mujer prudente.
4 Génesis 24:1-8 relata: Era Abraham ya viejo, y bien avanzado en años; y Jehová había bendecido a
Abraham en todo. Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba
en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo, y te juramentaré por Jehová, Dios de los
cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales
yo habito; sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac. El criado le
respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra. ¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de
donde saliste? Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá. Jehová, Dios de los cielos, que
me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu
descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo. Y
si la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá
a mi hijo.
5 Génesis 24: 9-14 continúa el relato: Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham su
señor, y le juró sobre este negocio. Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y se fue,
tomando toda clase de regalos escogidos de su señor; y puesto en camino, llegó a Mesopotamia, a la
ciudad de Nacor. E hizo arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto a un pozo de agua, a la hora de la
tarde, la hora en que salen las doncellas por agua. Y dijo: Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame,
te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham. He aquí yo estoy junto
a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua. Sea, pues, que la doncella
a quien yo dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré
de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré
que habrás hecho misericordia con mi señor.

También podría gustarte