Se trata de fenómenos físicos (como el ruido ambiental), anatómicos (como la
sordera de uno de los interlocutores) o sociales (como el manejo deficiente del código de parte de uno o más de los interlocutores), que ponen en riesgo la efectividad de la comunicación.
La comunicación cumple con una serie de funciones dependiendo de
los objetivos propuestos:
Informativa. Compartir información objetiva.
Expresiva. Manifestar sentimientos o emociones. Formativa. Incidir en el otro y enseñarle cosas. Persuasiva. Convencer a otros de que hagan algo. Entretenimiento. Por el mero gusto de comunicarse.
Algunos ejemplos simples de comunicación son:
Dejar una nota de papel escrita en el refrigerador.
Las muchas y numerosas formas de la publicidad. Las Bellas Artes y todo espectáculo performático: danzas, bailes, recitales, conciertos, etc. La gestualidad que empleamos durante una cita romántica. Los debates que damos en un foro en Internet. El ladrido de un perro que alerta a su dueño de la presencia de un intruso.