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DOCENTE:

Peña Escobar, Eduardo


ASIGNATURA:
Filosofía y Ética

TEMA:
Texto Argumentativo

INTEGRANTES:
Amaya Talledo, Ghessen Steward.
Camino Quinde, Marlon.
Julca Requejo, Lucy Roxana.
Maza Santos, Leydi Mabel.
Morales Oviedo, Kassandra Michelle.
Prado Ubillús, Ximena Alexandra.
Viera Cueva, Analucía Ivette.
LA FELICIDAD EN LA VIDA
DEL SER HUMANO
INTRODUCCIÓN
El tema de la felicidad es, en sí mismo, un tema complejo. Reconocida como una de las
inclinaciones básicas de la naturaleza humana, la cuestión que se plantea es la de responder a
la pregunta sobre cuál es o cuál tendría que ser el contenido de la felicidad. Si el primer
problema que divide a los filósofos contemporáneos es el de si hay que tratar o no del tema
de la felicidad dentro de la ética, el segundo es el de averiguar en qué debe consistir la
felicidad para poder hablar de verdadera felicidad. Quienes excluyen la felicidad del campo
de la moralidad creen que sólo podemos acercarnos al concepto descriptivamente, es decir, lo
único que cabe hacer es enumerar todo aquello en que los hombres cifran su felicidad, pero
no es lícito tratar de averiguar en qué debería ponerse la felicidad porque éste es un
planteamiento moral. El otro punto de vista, el de aquéllos que incluyen la felicidad dentro
de la Ética, sigue dos vías: primero, la descriptiva, y después, la prescriptiva. Esos autores
empiezan por analizar lo que suele hacer felices a los hombres para considerar a continuación
en qué debería consistir la felicidad y por qué.
El placer ha sido identificado con la felicidad o, al menos, ha sido considerado uno de sus
elementos principales, especialmente entre los filósofos de orientación empirista y
utilitarista. Los dos sistemas éticos clásicos que defienden la identificación de la felicidad
con el placer son el Epicureísmo y el Utilitarismo. Dejando a un lado las diferencias que
los separan, en los dos sistemas hay un interés por discernir la naturaleza del placer y
establecer clasificaciones. Así, es corriente distinguir los placeres de acuerdo con la
facultad en dónde se originan: hablamos, entonces, de placeres intelectuales y de placeres
físicos. Tanto en el Epicureísmo como en el Utilitarismo hay una identificación de la
felicidad con el placer cualitativamente más alto posible para el hombre, y este es el de
naturaleza intelectual.Que se incluya o no el concepto de ‘felicidad’ dentro de la
consideración filosófica de la dimensión moral de la vida humana depende de la
definición que se adopte y del contenido que se dé al término ‘felicidad’. Los autores que
defienden la inclusión del tema de la felicidad en la Filosofía moral lo hacen porque
entienden que la felicidad se relaciona con nuestra capacidad de pensar el mundo, de
pensarnos a nosotros mismos y de decidir a partir de estos conocimientos
En cambio, los filósofos que creen que la felicidad tiene que ver con la afectividad, los
sentimientos, o con la suerte, no incluyen la felicidad entre los temas de la Ética, dado
que, en ninguno de los casos, la felicidad está a nuestro alcance, bien sea porque nos
sentimos determinados por nuestros afectos o bien porque somos favorecidos por algo
que no acabamos de conocer ni dominar y que se nos impone desde el exterior.
DESARROLLO
La felicidad es un tema trascendental en la vida El concepto de felicidad depende de cada
del ser humano. Pese a que este tema tiene individuo, hay quienes para ser felices necesitan
autorrealizarse, alcanzar metas en la vida y
múltiples significados, la mayoría de ellos tener dinero. Por otro lado, hay quienes
coinciden en que la felicidad es un estado encuentran la felicidad en el amor, en el
emocional, un sentimiento que se produce acercamiento y la fe a Dios, en la salud física y
cuando un ser consciente llega a un estado mental, en la unión familiar, en un viaje, en una
mascota, en los amigos, en una vida plena y
emocional de alegría, satisfacción y plenitud en su
digna, en una estabilidad económica, un buen
vida. trabajo, etc.

Para Aristóteles, por ejemplo, la felicidad estaba


relacionada con el equilibrio y la armonía;
Epicuro, por otro lado, hallaba la felicidad en la
satisfacción de los deseos y los placeres; Leibniz,
consideraba que la felicidad es una adecuación de
la voluntad humana a la realidad; y Confucio,
opinaba que ser feliz implicaba la armonía entre
las personas.
DESARROLLO
El ser humano cree haber alcanzado la felicidad cuando llega a un momento
de conformación, se encuentra en un estado de bienestar muy elevado y ha
conseguido ciertos objetivos o deseos que lo conllevan a sentir satisfacción y
felicidad. Una persona feliz se siente a gusto, contento (a), complacido (a) y
es optimista.

Desde la perspectiva filosófica, y en particular de los filósofos pertenecientes


a la corriente hedonista, consideraban que la felicidad consistía en la
satisfacción inmediata de los deseos y en la suma de los momentos
placenteros; uno de los filósofos hedonistas más conocidos fue Epicuro. Para
los pensadores estoicos como Epícteto, la importancia trascendental debía
estar centrada en la razón; es decir, estar en control de nuestras reacciones
y emociones y aceptar lo que no podemos controlar. Con ello, no se enfocan
en la búsqueda del placer sino en la evitación del dolor.

En la tradición filosófica influenciada por Sócrates, Platón y Aristóteles, se


relaciona a la felicidad con las virtudes, de forma tal que la felicidad consistía
en el desarrollo armónico de una serie de capacidades con las que los seres
humanos enfrentan las circunstancias de sus vidas. Desde el campo de la
ciencia en el terreno científico, el interés por el estudio de la felicidad ha sido
relativamente tardío. A mediados del siglo XX se empezó a sistematizar un
creciente interés por el análisis científico del bienestar (Universidad
TecMilenio, 2014).
Teniendo conocimiento de que la felicidad
depende directamente de la perspectiva y
las necesidades de cada ser humano, cabe
resaltar que el estudio de la felicidad es
fundamental porque nos permite lograr
Las personas que son más felices, tienen más resistencia al
un equilibrio entre la salud corporal,
dolor y son en general más sanas. (Domínguez e Ibarra,
mental y social.
2017). De esto sostenemos que las emociones positivas como
la alegría y la felicidad favorecen y cuidan a las personas de
los efectos negativos del envejecimiento, pronosticando
quienes vivirán un poco más. Del mismo modo, no es
novedad mencionar que las personas felices y con una
actitud positiva tienden a enfermarse menos y tienen menor
riesgo de contraer resfriados. Cabe resaltar también que un
individuo puede poseer un gran nivel de felicidad, salud
mental y bienestar si experimenta satisfacción en su vida, si
su estado de ánimo es positivo y/o si llega a cumplir o
satisfacer sus objetivos y deseos; y; son mínimas las veces
que presenta emociones como enojo o tristeza.
Se llama la atención sobre el aspecto bifronte de la
felicidad, físico, por un lado, y espiritual por otro. Se
concluye que es muy difícil que podamos alcanzar el
grado máximo y permanente de felicidad o la felicidad
completa. Puede que asumamos el peso yla
responsabilidad de conseguir la máxima felicidad pero,
como Sísifo, cargando una y otra vez la gigantesca
piedra hacia la cumbre de la montaña, nunca podamos
mantenernos allí, en ese territorio ideal o emocional del
que poco conocemos y que se configura como una
asíntota.
El ser humano mueve las piezas de su propia vida
para llegar a conseguir su felicidad. En el trabajo se
cuestiona radicalmente la propia posibilidad de
consecución de la felicidad, partiendo de una especie
de agnosia sobre su concepción como estadio final.
Las ideas homologadas de la felicidad siguen vivas en
nuestros días, cada vez más y en más disciplinas,
sobre todo en las sociedades occidentales(Bueno,
2011).
CONCLUSIONES
Como grupo hemos concluido que, la felicidad es muy importante para cada ser humano, ya
que, nos permite vivir en paz, en armonía, tener una tranquilidad con las personas que nos
rodean y con nosotros mismos, tener felicidad es como recargarte de energía positiva,
aceptar lo malo y lo bueno que podamos vivir dia a dia, y de ello aprender y ganar
experiencias. Recalcar que siempre se debe tener la capacidad de tener una sonrisa ante
cualquier circunstancia, ahí es donde radica la importancia de este tema.

La felicidad en su totalidad no se completa, debido a que cada individuo normalmente,


estamos en búsqueda de nuevas finalidades. Generalmente, a medida que vamos
superándonos y alcanzando nuestros proyectos, sentimos la necesidad de seguir luchando y
esforzarnos cada día para poder alcanzar otros nuevos.

Recomendamos, que trates de tener y tengas muchos momentos de felicidad en tu vida,


cuantas veces sea posible, y que no solamente lo disfrutes, sino que también trae consigo
beneficios, los cuales te van a brindar bienestar a tu vida, algunos de ellos los pasamos a
mencionar a continuación: como una mejor salud, tanto mental como social y corporal,
asimismo ayuda a disminuir el estrés y el insomnio que puedas tener, mejorar la capacidad
respiratoria, disminuir el riesgo de enfermedades, etc.
REFERENCIAS

Rodríguez Huerta, S. M. (2020). ¿Puede el ser humano alcanzar la felicidad?. Revista INFAD De Psicología.
International Journal of Developmental and Educational Psychology., 2(1), 425–430.
https://revista.infad.eu/index.php/IJODAEP/article/view/1859
Bolaños, R. E. D., & Cruz, E. I. (2017). La psicología positiva: Un nuevo enfoque para el estudio de la felicidad.
Razón y palabra, 21(96), 660-679. Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/1995/199551160035.pdf
MARTIN E.P. SELIGMAN (2011) LA AUTENTICA FELICIDAD, concell de cent 425-427 - 08009 Barcelona (España)

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