Igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres significa

garantizar que ambos puedan participar en diferentes esferas (económica,

política, participación social, de toma de decisiones…) y actividades
(educación, formación, empleo…) sobre bases de igualdad.
Con la entrada en vigor de diversas leyes de igualdad y violencia de
género en los ámbitos estatal, autonómico y provincial, además de los distintos
planes de igualdad se ha conseguido avanzar en derechos civiles y políticos de
las mujeres, pero aún es necesario que se potencie el avance al control de los
recursos productivos y el acceso a los puestos de poder en los que se toman
las decisiones más importantes que afectan al conjunto de la sociedad.
Los políticos que nos gobiernan y que dictan las normas lo hacen con
fines puramente electoralistas que lo único que consiguen es que dichas
normas se apliquen parcialmente y no lleguen nunca a cumplir sus objetivos.
Es por todo ello, que aún a pesar de los desarrollos legislativos, las
desigualdades entre hombres y mujeres aún siguen existiendo, y éstas
desigualdades están aún más patentes en el ámbito rural.
Por enumerar algunas desigualdades en el ámbito rural:
En la Agricultura nos encontramos con el Real Decreto 297/2009 de 6
de marzo sobre titularidad compartida de las explotaciones agrarias, que no
aún no se ha puesto en marcha y el cual recoje la relevancia de que la mujer
comparta con el hombre las tareas agrarias.
Otros ámbitos en los que también existen evidentes desigualdades en
las que se encuentran las mujeres rurales, como son las vinculadas al ámbito
de la Educación, el acceso a las Nuevas tecnologías y la Sanidad…
La Educación es un derecho y en los núcleos rurales no hay escuelas,
sería necesario aumentar los recursos educativos para las zonas rurales.
Los medios de comunicación son fundamentales en el proceso de
formación de identidades y por tanto pueden acentuar la subordinación de la
mujer o pueden ser un principal agente en pro de los derechos de la mujer.
En el ámbito de la salud, las zonas rurales suelen contar con menos
equipos técnicos y humanos que en las zonas urbanas, los profesionales que
atienden las zonas rurales son itinerantes, es decir que atienden varias
pequeñas localidades ello repercute en la calidad de la atención a la población
rural.