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EL ORIGEN DE LA HUMANIDAD CON LA RELACIÓN A LA

ANTROPOLOGÍA
La antropología estudia a la humanidad, sus sociedades del presente y del pasado, así
como las diversas culturas y formas de organización e interacción social que ha creado.
Conoce y analiza la diversidad étnica, los procesos de continuidad y cambio sociocultural,
las formas de organización social y, en general, todas las expresiones de la variabilidad
humana. Incursiona en el conocimiento del proceso de hominización y, en ese marco,
analiza la coevolución del Homo sapiens con otras especies animales y su relación con el
medio ambiente.

Desde el punto de vista fósil:

La hipótesis del origen africano de nuestra especie se ha sustentado principalmente en el


hallazgo en África de los restos más antiguos que pueden atribuirse a Homo sapiens. Entre
estos destacan los cráneos de Herto y Omo en Etiopía, datados entre 160 y 180.000 años
de antigüedad. Además, en el Oriente Próximo, los yacimientos de Qafzeh y Skhul han
proporcionado una colección importante de fósiles también atribuidos a nuestra especie que
datan entre 90 y 120.000 años. Sin embargo, según el Out of Africa, no era hasta hace unos
50.000 años, cuando nuestra especie era capaz de adentrarse en Europa y Asia por lo que
a la presencia de Homo sapiens en Israel no se le daba la categoría de dispersión o
«salida» propiamente dicha.

Los hallazgos fósiles del yacimiento de Jebel Irhoud, en Marruecos, con 300.000 años de
antigüedad, arrojan nueva luz (¿o más interrogantes?) sobre el origen de nuestra especie.
Aunque estos especímenes carecen de algunos de los rasgos que se consideran exclusivos
de Homo sapiens (como la barbilla, la frente vertical o el cráneo alto y abombado), muchos
investigadores los consideran los representantes más antiguos de nuestro linaje. La
novedad radica ya no tanto en su antigüedad como en su localización. La mayoría de los
fósiles africanos atribuidos a nuestra especie se habían registrado, hasta ahora, en regiones
del este o del sur de África, pero no del norte. A raíz de este y otros descubrimientos fósiles
en África, está cobrando peso la hipótesis de que nuestro origen no está en una sino en
varias poblaciones que llegaron a habitar en regiones muy dispares del extenso continente
africano y mantendrían intercambios genéticos intermitentes. Homo sapiens habría
evolucionado en un patrón más reticulado y menos lineal de lo que se había creído hasta
ahora. Esta teoría comienza a conocerse como el «Multirregionalismo africano» y apunta a
que, en sus raíces más profundas, Homo sapiens era ya una mezcla, un crisol de
poblaciones diversas, con una gran variabilidad física y cultural. Curiosamente, el término
«multirregionalismo» hace referencia a otra de las grandes teorías que durante el siglo XX
se ha esgrimido para explicar el origen de Homo sapiens. El «Multirregionalismo», en contra
del Out of Africa, mantenía que el origen de nuestra especie estaba en la evolución paralela
de varios linajes que, en diferentes partes del mundo, daban lugar a Homo sapiens. El
multirregionalismo también observaba el intercambio genético entre estos grupos paralelos.
Sorprendentemente, quién nos lo hubiera dicho, esta década ha sido testigo de cómo dos
polos opuestos (Out of Africa y Multirregionalismo) han aproximado posiciones.

Entre los siglos XV-XVI, la configuración espacial mundial cambió como consecuencia de la
nueva información aportada por parte de algunos viajeros europeos (Cristóbal Colón fue el
más reseñable) sobre la estructura territorial mundial, la sociedad europea comenzó
entonces a establecer contactos sistemáticos con otras culturas, de hecho, los orígenes del
actual proceso de globalización se remontan hasta el año 1492 cuando Colon llegó por
primera vez a América, Entonces comenzó el proceso de mundialización.

Como consecuencia de aquellos primeros contactos entre culturas, también se descubrió


que el origen del ser humano era mucho más antiguo de lo que se creía y junto con este
descubrimiento surgió el interés dentro de las disciplinas científicas por estudiar y descubrir
la verdadera genealogía de la especie humana, así se fueron gestando las primeras
especulaciones sobre el origen de los seres humanos más allá de las teorías divinas de la
Iglesia que lo relacionaba con un Dios creador, Se crearon las bases para el futuro
desarrollo de la teoría sobre la evolución formulada por el naturalista inglés, Charles Darwin
(1809-1882)

Posteriormente, en el siglo XVIII, el movimiento sociopolítico e ideológico de pensamiento


de la Ilustración se caracterizó por otorgar un lugar central al pensamiento racional,
influenciados por el peso de la razón, comenzaron a realizarse los primeros estudios
experimentales sobre la sociedad que consistían en determinar la influencia que el medio
natural y el contexto humano ejercían sobre los individuos, Así se gestó la orientación
sistémica en el estudio de la sociedad, según esta teoría, todas las personas formamos
parte de un sistema y las relaciones sociales sólo tienen lógica dentro de este contexto.

Los pensadores más significativos de esta época fueron Jean Jacques Rousseau (1712-
1778), Adam Smith (1723-1790) y el Barón Montesquieu (1689-1755).

Sus principales aportaciones teóricas se resumen de la siguiente manera:

 Reconocimiento de la evolución. La evolución es unilineal y las ciencias deben


descubrir las diferentes etapas o estadios que se han dado durante el proceso de
evolución social.
 Convicción profunda en la idea de progreso.
 Creencia en la unidad psíquica de las personas, todos los individuos somos guales.
 El poder del cambio (cultural) reside en las propias personas, no en Dios.

Con la Ilustración comenzaron a realizarse los primeros estudios empíricos sobre diversas
culturas. Aún no existía la antropología como disciplina científica, pero en esta época, el
interés de los filósofos y pensadores hacia el objeto de estudio de esta se hizo cada vez
mayor. Sin embargo, todos estos estudios se caracterizaban, sobre todo, por ser
absolutamente etnocéntricos, Este interés por las culturas lejanas proliferó en Europa y
Norte América durante el siglo XIX, la curiosidad se centró especialmente en aquellas
culturas que, como consecuencia del colonialismo, estaban en peligro de extinción. La
antropología como disciplina surgió, precisamente, como consecuencia de este deseo por
conocer y recoger los rasgos culturales de aquellos pueblos desaparecidos o que se
encontraban en peligro de extinción.

La Antropología segunda mitad del siglo XIX:

La profesión antropológica se gestó a partir de la segunda mitad del siglo XIX entre los
discursos evolucionistas y la hegemonía política de Europa. Los resultados de las Ciencias
Naturales fueron muy relevantes durante este siglo y éstos también ejercieron una notable
influencia en los primeros trabajos antropológicos, La teoría sobre la evolución de Darwin
fue decisiva para la creación y el desarrollo de la primera corriente teórica en antropología.

Desde su consolidación, se interesó por conocer a las otras culturas y la interrelación entre
el hombre y el medio ambiente. A lo largo de este tiempo, se ha nutrido del trabajo empírico
obtenido durante estancias prolongadas en pueblos y comunidades diferentes a la sociedad
y cultura del investigador, o bien, en el meticuloso trabajo de reconstrucción arqueológica a
partir de los restos materiales dejados por las culturas y civilizaciones ya desaparecidas. El
estudio de la alteridad y la obtención de información de manera directa y de primera mano,
ha sido una de sus características distintivas. Asimismo, ha contribuido al estudio de los
antepasados del género Homo y de otros primates vivos diferentes del humano.

La Antropología en la última década:

El análisis de ADN antiguo se revela como una investigación de frontera en cuanto ha


permitido utilizar metodologías (genética) y conceptos (hibridación) que no eran comunes en
el ámbito antropológico. Si bien en la actualidad somos la única especie humana sobre la
faz de la tierra, ahora sabemos que tuvimos descendencia con otras especies humanas que
ya no existen, pero de las que hemos heredado algunos genes. ¿Qué significa ser híbrido?
¿Qué implica tener en nuestra sangre material genético de otros homininos? ¿Tuvo que ver
esta hibridación en la extinción de los neandertales? ¿Aporta este hecho una perspectiva
diferente sobre la diversidad humana actual? Tanto la genética como la evidencia fósil
acumuladas durante esta década, nos proporcionan un retrato más diverso y dinámico
sobre nuestro origen. Es posible que muchas de las claves del éxito adaptativo de Homo
sapiens se encuentren en ese mestizaje que no solo no atentó contra nuestra identidad,
sino que probablemente es parte del sello y la idiosincrasia de nuestra especie.

La antropología social y cultural:

A diferencia de las otras especialidades reseñadas, centra su interés general en entender la


producción y reproducción de la gran diversidad de símbolos que se originan en las
relaciones grupales o sociales que establecen los humanos. Estos símbolos suelen
aparecer en diferentes relaciones: las familiares, las relaciones entre grupos o entre
distintas culturas, y las que se establecen entre el ser humano y la naturaleza. La forma
específica que adquiere esta producción y reproducción simbólica, que en lo fundamental
sólo aparece en la especie humana, se expresa por las relaciones de parentesco, las
prácticas religiosas, las relaciones de identidad, las formas conscientes de violencia, la
organización para todas las actividades humanas, incluidas la valoración ética y estética de
estas.

La antropología Proxémica:

Que estudia al hombre en el espacio en que se desarrolla y las diferentes interacciones


realiza en el sentido de territorialidad lo que nos ayuda a comprender mejor la evolución del
hombre dentro de la sociedad y el desarrollo de su cultura.

EL ORIGEN DE LA HUMANIDAD DE ACUERDO CON LA PALEOPROTEÓMICA

No cabe duda de que el avance tecnológico de los últimos años nos lleva al examen de lo
pequeño y lo molecular. A la revolución metodológica del análisis genético se suma el
nacimiento de la paleo proteómica (estudio de las proteínas antiguas), una disciplina que
dará mucho que hablar en la próxima década. Sin embargo, el núcleo duro de la
antropología, el corazón, ha sido y lo seguirán siendo los fósiles. Sin fósiles no habrá ADN,
ni proteínas, faltará la fuente de evidencia más duradera y completa de la que se alimenta la
paleoantropología. Surgen técnicas de análisis casi futuristas y sin embargo la realidad nos
recuerda, literal y figuradamente, que, para poder avanzar en este campo es necesario
«tener los pies en la tierra», esa tierra que hay que excavar y de la que saldrán, a golpe de
trabajo y caprichosa suerte, los huesos de nuestros antepasados.
CONCLUSIÓN

El presente trabajo realizado respecto a la Antropología nos hace conocer al ser humano
respecto de su origen y evolución a través del tiempo y las relaciones que desarrolló o
mantuvo con otras culturas con los diferentes grupos sociales así como sus motivaciones,
manifestaciones y su distinto comportamiento a través del tiempo para lo cual se apoya en
diferentes disciplinas como son la antropología social en el estudio del ser humano en
sociedad, teniendo además la antropología cultural con sus diversa manifestaciones y la
antropología proxémica que estudia y observa el comportamiento del ser humano en el
espacio tiempo en que se desarrolla.

La antropología ha recurrido al estudio de restos arqueológicos que son manifestaciones del


paso del ser humano a través de la historia para comprender su evolución a través del
tiempo con las distintas huellas que ha dejado a su paso en el transcurso desde la
antigüedad hasta nuestros días de lo que se tiene un gran registro de estos lo cual nos da
conocimiento de como el hombre ha desarrollado desde su origen.

También es de gran importancia las distintas relaciones que el hombre ha mantenido con
otras culturas y como estas han influido en su comportamiento y avance socio cultural para
el desarrollo de sus habilidades para un desarrollo continuo de la sociedad en su conjunto.

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