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Universidad Nacional de La Pampa

Facultad de Ciencias Humanas – Sede General Pico

Actividad curricular Opcional: Educación Sexual Integral

Título: MASCULINIDADES

Apellido y Nombre: Becerra, Joana; Cruz Dámaris Magalí y Turme Cecilia

Grupo n° 3

Contenidos:

● La masculinidad como práctica de socialización destinada a la educación de los


varones.
● La masculinidad como construcción social-histórica que produce y reproduce
relaciones desiguales de poder.
● Pluralidad de masculinidades.

● Nuevas masculinidades
INTRODUCCIÓN

A partir de la siguiente propuesta pretendemos problematizar la construcción social de las


masculinidades hegemónicas, es decir las formas de comportarse, de pensar, de expresarse
que responden a mandatos y roles que los varones, incorporan a través de los distintos
procesos de socialización y que buscan mantener los privilegios masculinos.

Está pensada a partir de la propuesta de trabajo de la cátedra de Práctica I, de la


Licenciatura en Ciencias de la Educación.

Creemos, tal como lo expresa el programa de la materia, el espacio curricular nos permite,
problematizar la realidad, a través de la desnaturalización de prácticas y escenarios sociales
reconociendo al sujeto, como socialmente construido; en este sentido, la revisión de la
propia biografía, permite la reflexión sobre la forma en que internalizamos determinados
modelos o representaciones sobre la socialización en género.

Se pretende, desde este lugar, acompañar a les estudiantes en este proceso de


desnaturalización de lo social, a través de la consideración del “género” como una categoría
teórica, que ha denunciado, las relaciones sociales desiguales e injustas entre las personas.
Poder poner en tensión, habilitar la pregunta, sobre aquellos comportamientos que
históricamente se han atribuido a los varones, y que han suscitado todo tipo de violencia,
hacia las mujeres, lesbianas, gays, trans, travestis, bisexuales, no binaries, que se presentan
en nuestra sociedad.

Si decíamos que el género es un dispositivo de poder, un guión para la socialización de


varones y mujeres, la masculinidad es esa dimensión del dispositivo y del guión destinada a
la educación de los varones en ciertos mandatos y prácticas.(A Hernández y C Reybet,
2006)

Es importante poder cuestionarse sobre la construcción de las masculinidades hegemónicas,


en las carreras de formación docente, en tanto se trata de garantizar el derecho de la niñez y
adolescentes, a vivir una sexualidad plena, entendiendo, a ésta como una dimensión
inherente al ser humano, que implica la interacción entre diversas dimensiones como la
biológica, la ético-política, la social, la jurídica, espiritual. La sexualidad, como
constituyente de la subjetividad, que se desarrolla desde los primeros años de la infancia.
Siendo un término que se transforma en función de los tiempos y espacios históricos,
sociales, culturales etc.

DESARROLLO

Nos gustaría comenzar esta parte del escrito retomando las ideas planteadas por Inda, N
(1996), quien nos dice que en todas las sociedades se hacen distinciones entre lo masculino
y lo femenino; “proporcionan también papeles sexuales aprobados para los hombres y
mujeres en edad adulta” (p.17)

Se construyen ideas, representaciones, estereotipos, acerca de la masculinidad y la


feminidad, a partir de la cual las personas son juzgadas, evaluadas como miembros
“dignos” de uno u otro sexo.

Desde el nacimiento la gente es socializada en un determinado género, asignado en función


de ciertas características biológicas, es decir aquellos cuerpos que poseen pene se los
considera como masculinos, mientras que si poseen vagina en femeninos.

La clasificación de los seres humanos como mujeres/hombres, es una interpretación cultural


que hace que toda la variedad de cuerpos sea reducida a dos únicos sexos, generando la
negación o exclusión de aquello que no entra dentro de esos parámetros.

En este sentido es que creemos que los seres humanos han construido sus propias ideas
internalizadas sobre las características atribuidas tradicionalmente a los géneros. Esas
representaciones son difíciles de modificar, y poner en tensión, frecuentemente aparecen en
determinadas situaciones de nuestra vida diaria.

Problematizar la forma en que hemos sido construidos/as sin dudas exige poner en tensión
aquellas construcciones sociales y mandatos, acerca de cómo debemos ser varones o
mujeres, entendiendo que tales representaciones generan relaciones desiguales, imposición
de poder y desigualdad entre las personas.

Práctica I, en este sentido, reconoce a las personas como socialmente construidas y genera
una propuesta de trabajo, a partir de la cual los estudiantes construyen sus biografías de
vida, reconocen en ellas hitos importantes, y se invita a problematizarlos con el grupo de
pares. Creemos que invitar al estudiantado a revisar esas biografías, a través de esta
propuesta, es importante para la formación de docentes. Es uno de los pasos fundamentales
para pensar en construir una sociedad, que garantice y permita el desarrollo integral de la
niñez y adolescentes.

Poder revisar estas cuestiones, implica asumir una mirada que promueva la igualdad de
oportunidades entre las personas, y en en este sentido, adherir a una perspectiva de los
derechos humanos.

La Ley N° 26.206 en el artículo 11° establece los fines y objetivos de la política educativa
nacional. Los lineamientos curriculares nacionales para ESI intentan responder a aquellos
propósitos generales que se relacionan más directamente con la temática: "asegurar
condiciones de igualdad, respetando las diferencias entre las personas, sin admitir
discriminación de género ni de ningún otro tipo"; "garantizar, en el ámbito educativo, el
respeto de los/as niños/as y adolescentes establecidos en la Ley 26.061" ; "brindar
conocimientos y promover valores que fortalezcan la formación integral de una sexualidad
responsable" , "promover en todos los niveles educativos y modalidades la comprensión del
concepto de eliminación de todas las formas de discriminación".

Con respecto a los lineamientos curriculares de la educación secundaria, el área de


Formación Ética y Ciudadana aporta aprendizajes de gran relevancia para la Educación
Sexual Integral. Teniendo en cuenta los propósitos formativos de la misma, la escuela
ofrecerá situaciones de enseñanza que promuevan en el grupo de estudiantes:

➔ El abordaje y análisis crítico de la masculinidad.


➔ La reflexión sobre las representaciones dominantes: fuerza, agresividad, violencia.
➔ La identificación de representaciones estereotipadas en la construcción de la
masculinidad en los varones.
➔ El abordaje, análisis y comprensión de la masculinidad en otras culturas.

➔ MASCULINIDADES

Entendemos que así como la cultura hace que una variedad de cuerpos sea construida en
dos únicos sexos, diferentes y desiguales, esa misma cultura exalta un tipo de
masculinidad sobre muchas otras posibles.

Como dijimos, en su sentido normativo y dominante, la masculinidad es un conjunto de


discursos y de prácticas en los que es socializada la mayoría de los varones cisgénero y,
entre ellos, fundamentalmente varones heterosexuales. Es sexista, en tanto produce y
reproduce jerarquías sociales en base a la discriminación de género, suponiendo un lugar
inferior y subordinado para las identidades o expresiones de género.

“Esta masculinidad se impone como norma y produce socialmente lo que debe esperarse de
las personas que se identifican masculinas. Toda versión que no se corresponda con esa
norma o guión hegemónico, será colocada en un lugar de inferioridad” (Hernández, A. y
Reybet, C 2006 ; pág 10)

Así como dijimos que la cultura hace que una variedad de cuerpos sea construida en dos
únicos sexos, diferentes y desiguales, esa misma cultura exalta un tipo de masculinidad
sobre muchas otras posibles.

Así como hay normas de masculinidad y masculinidades normativas que son las que se
aproximan con mayor éxito a encarnar los mandatos de la sociedad, también hay
masculinidades subordinadas.

“La masculinidad no es una, ni es única, sino que está estructurada en una jerarquía
“interna” de poder”, esto quiere decir que los varones Cis género, heterosexuales, y blancos
se encuentran en una situación ventajosa respecto a otros hombres, como por ejemplo los
sujetos con alguna discapacidad, o los hombres de los sectores más vulnerables.

La masculinidad como tal se construye a partir del proceso mismo de socialización en la


primera infancia, por ejemplo desde los juegos, los juguetes, las prácticas en las que se
inscribe a la infancia.

También se consolida en la interacción con el grupo de pares, donde las masculinidades y


sus rasgos son puestas a prueba y juzgadas todo el tiempo por el grupo de iguales, eso
conlleva a su consolidación y reproducción en las mentalidades de los sujetos.

➔ MANDATOS SOCIALES VINCULADOS A LAS MASCULINIDADES

Algunos de los mandatos en el que son formados los varones, se terminan de configurar en
la adultez, a través del tiempo se va configurando el mandato de ser proveedor es decir,
salir del ámbito familiar, a lo público, recibiendo un salario.

Esta afirmación trae consigo una serie de cuestiones, está fuertemente relacionado con el
modelo de familia patriarcal donde el hombre es el sustento del hogar, y tal condición lo
coloca en una situación de superioridad y poder respecto de los otros miembros de la
familia. Es así que la mujer “que debe ser protegida” se ocupa de las tareas domésticas, y su
rol aparece fuertemente ligado a la maternidad.

Otro mandato fuerte que mencionan Hernández, A. y Reybet, es la autosuficiencia, es


decir, el valerse por sí mismos, hacer todo solos, imponer las propias reglas sobre los
demás. La fuerza física y/o la violencia aparecen, entonces, como atributos de la
masculinidad “deseada”

Ser procreador, que se basa en la idea de que para ser un “verdadero varón” hay que tener
la capacidad de fecundar y tener hijos, esto está relacionado con los condicionamientos de
potencia, virilidad, heterosexualidad.

“La idea de que la verdadera virilidad es diferente de la simple masculinidad anatómica, de


que no es una condición natural que se produce espontáneamente por una maduración
biológica, sino un estado precario o artificial que los muchachos deben conquistar con
mucha dificultad.. (El rompecabezas de la masculinidad, p. 20)

La heterosexualidad obligatoria es el mandato que indica que las personas se tienen que
sentir atraídas sexoafectivamente por personas del sexo “opuesto”. A los varones les tienen
que gustar las mujeres y si no es así, o parece no ser así, serán sancionados.

En este punto nos preguntamos ¿Qué sucede con las masculinidades que no representan los
mandatos sociales?, ¿es posible construir otras masculinidades?

➔ NUEVAS MASCULINIDADES

Como mencionamos anteriormente, durante siglos se ha construido una idea de


masculinidad hegemónica: ese hombre que todo lo puede, el hombre fuerte, protector y
proveedor. Pero esa masculinidad tradicional tiene varios problemas, no se ajusta a la
realidad, conduce a identidades insanas y frena el desarrollo de la igualdad.

Las nuevas masculinidades o masculinidades alternativas proponen replantear la idea de


masculinidad y desaprender los roles de género adquiridos durante toda la vida. Es decir,
buscan una alternativa a ese modelo hegemónico que incorpore la perspectiva de género.

Por ello, es que también hablamos de masculinidades en plural, entendiendo


que hay otros cuerpos y sujetos con expresiones de género masculinas que no son
varones (como es el caso de las lesbianas masculinas o personas no binarias), no son
varones cisgénero (como los varones y masculinidades trans), o no son
heterosexuales (y se nombran homosexuales, gays, bisexuales, maricas, etc)
(Agostina Chiodi, Luciano Fabbri y Ariel Sánchez, p.36)

Los medios de comunicación han sido un vehículo clave para masificar el concepto de
nuevas masculinidades, pero no para la transformación de la masculinidad. En los medios,
la nueva masculinidad se convirtió en una cosa, en un producto deseable que muchos
hombres quieren, sienten que pueden y necesitan llegar, porque, entre otras cosas, enuncia
el “deseo” de las mujeres y de una sociedad contemporánea que promete reconocimiento,
prestigio y mayor valía. Los medios son uno de los principales agentes de socialización y
producción de masculinidades hegemónicas. Se carece de una visión societal que busque un
cambio radical en las relaciones de género, por lo que puede afirmarse que en la publicidad
sigue intacto el modelo patriarcal.

➔ CONCLUSIÓN

Como cierre de este trabajo, creemos que comenzar a cuestionar las masculinidades
socialmente construidas, es uno de los primeros pasos que como sociedad debemos iniciar.
Sin dudas esto nos permitirá poner en tensión aquellas prácticas que se han naturalizado a
través del tiempo y que generan un conjunto de relaciones desiguales, no sólo entre
hombres y mujeres, sino también respecto a cualquier otra persona que no forma parte, no
se siente representado por esta masculinidad dominante.

Así se producen desigualdades, exclusión, violencia, sufrimiento, en todas aquellas


victimas de esta socialización en género, de la que participamos.

Creemos que es posible construir masculinidades libres y diversas que se reconozcan parte
de una multiplicidad de expresiones sexo-género semejantes en la diferencia.

➔ BIBLIOGRAFÍA:

❖ Hernández, A. y Reybet, C 2006 “Acerca de masculinidades, feminidades y poder


en las escuelas”. Anales de la educación común / Tercer siglo / año 2 / número 4 /
Disponible en : http://servicios.abc.gov.ar/lainstitucion/revistacomponents/revista/
archivos/anales/numero04/ArchivosParaImprimir/13_hernandez_reybet_st.pdf

❖ Inda, N.: «Género masculino, número singular», en BURÍN, M. y E. Dio


BLEICHMAR (comp.): Género, psicoanálisis, subjetividad. Buenos Aires: Paidós,
1996.

❖ Agostina Chiodi, 2019 “Varones y Nuevas Masculinidad(es)”. Herramientas


pedagógicas para facilitar talleres con adolescentes y jóvenes.
Fuente:https://nuso.org/articulo/nuevas-masculinidades-para-vencer-al-patriarcado/

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