Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Título: MASCULINIDADES
Grupo n° 3
Contenidos:
● Nuevas masculinidades
INTRODUCCIÓN
Creemos, tal como lo expresa el programa de la materia, el espacio curricular nos permite,
problematizar la realidad, a través de la desnaturalización de prácticas y escenarios sociales
reconociendo al sujeto, como socialmente construido; en este sentido, la revisión de la
propia biografía, permite la reflexión sobre la forma en que internalizamos determinados
modelos o representaciones sobre la socialización en género.
DESARROLLO
Nos gustaría comenzar esta parte del escrito retomando las ideas planteadas por Inda, N
(1996), quien nos dice que en todas las sociedades se hacen distinciones entre lo masculino
y lo femenino; “proporcionan también papeles sexuales aprobados para los hombres y
mujeres en edad adulta” (p.17)
En este sentido es que creemos que los seres humanos han construido sus propias ideas
internalizadas sobre las características atribuidas tradicionalmente a los géneros. Esas
representaciones son difíciles de modificar, y poner en tensión, frecuentemente aparecen en
determinadas situaciones de nuestra vida diaria.
Problematizar la forma en que hemos sido construidos/as sin dudas exige poner en tensión
aquellas construcciones sociales y mandatos, acerca de cómo debemos ser varones o
mujeres, entendiendo que tales representaciones generan relaciones desiguales, imposición
de poder y desigualdad entre las personas.
Práctica I, en este sentido, reconoce a las personas como socialmente construidas y genera
una propuesta de trabajo, a partir de la cual los estudiantes construyen sus biografías de
vida, reconocen en ellas hitos importantes, y se invita a problematizarlos con el grupo de
pares. Creemos que invitar al estudiantado a revisar esas biografías, a través de esta
propuesta, es importante para la formación de docentes. Es uno de los pasos fundamentales
para pensar en construir una sociedad, que garantice y permita el desarrollo integral de la
niñez y adolescentes.
Poder revisar estas cuestiones, implica asumir una mirada que promueva la igualdad de
oportunidades entre las personas, y en en este sentido, adherir a una perspectiva de los
derechos humanos.
La Ley N° 26.206 en el artículo 11° establece los fines y objetivos de la política educativa
nacional. Los lineamientos curriculares nacionales para ESI intentan responder a aquellos
propósitos generales que se relacionan más directamente con la temática: "asegurar
condiciones de igualdad, respetando las diferencias entre las personas, sin admitir
discriminación de género ni de ningún otro tipo"; "garantizar, en el ámbito educativo, el
respeto de los/as niños/as y adolescentes establecidos en la Ley 26.061" ; "brindar
conocimientos y promover valores que fortalezcan la formación integral de una sexualidad
responsable" , "promover en todos los niveles educativos y modalidades la comprensión del
concepto de eliminación de todas las formas de discriminación".
➔ MASCULINIDADES
Entendemos que así como la cultura hace que una variedad de cuerpos sea construida en
dos únicos sexos, diferentes y desiguales, esa misma cultura exalta un tipo de
masculinidad sobre muchas otras posibles.
“Esta masculinidad se impone como norma y produce socialmente lo que debe esperarse de
las personas que se identifican masculinas. Toda versión que no se corresponda con esa
norma o guión hegemónico, será colocada en un lugar de inferioridad” (Hernández, A. y
Reybet, C 2006 ; pág 10)
Así como dijimos que la cultura hace que una variedad de cuerpos sea construida en dos
únicos sexos, diferentes y desiguales, esa misma cultura exalta un tipo de masculinidad
sobre muchas otras posibles.
Así como hay normas de masculinidad y masculinidades normativas que son las que se
aproximan con mayor éxito a encarnar los mandatos de la sociedad, también hay
masculinidades subordinadas.
“La masculinidad no es una, ni es única, sino que está estructurada en una jerarquía
“interna” de poder”, esto quiere decir que los varones Cis género, heterosexuales, y blancos
se encuentran en una situación ventajosa respecto a otros hombres, como por ejemplo los
sujetos con alguna discapacidad, o los hombres de los sectores más vulnerables.
Algunos de los mandatos en el que son formados los varones, se terminan de configurar en
la adultez, a través del tiempo se va configurando el mandato de ser proveedor es decir,
salir del ámbito familiar, a lo público, recibiendo un salario.
Esta afirmación trae consigo una serie de cuestiones, está fuertemente relacionado con el
modelo de familia patriarcal donde el hombre es el sustento del hogar, y tal condición lo
coloca en una situación de superioridad y poder respecto de los otros miembros de la
familia. Es así que la mujer “que debe ser protegida” se ocupa de las tareas domésticas, y su
rol aparece fuertemente ligado a la maternidad.
Ser procreador, que se basa en la idea de que para ser un “verdadero varón” hay que tener
la capacidad de fecundar y tener hijos, esto está relacionado con los condicionamientos de
potencia, virilidad, heterosexualidad.
La heterosexualidad obligatoria es el mandato que indica que las personas se tienen que
sentir atraídas sexoafectivamente por personas del sexo “opuesto”. A los varones les tienen
que gustar las mujeres y si no es así, o parece no ser así, serán sancionados.
En este punto nos preguntamos ¿Qué sucede con las masculinidades que no representan los
mandatos sociales?, ¿es posible construir otras masculinidades?
➔ NUEVAS MASCULINIDADES
Los medios de comunicación han sido un vehículo clave para masificar el concepto de
nuevas masculinidades, pero no para la transformación de la masculinidad. En los medios,
la nueva masculinidad se convirtió en una cosa, en un producto deseable que muchos
hombres quieren, sienten que pueden y necesitan llegar, porque, entre otras cosas, enuncia
el “deseo” de las mujeres y de una sociedad contemporánea que promete reconocimiento,
prestigio y mayor valía. Los medios son uno de los principales agentes de socialización y
producción de masculinidades hegemónicas. Se carece de una visión societal que busque un
cambio radical en las relaciones de género, por lo que puede afirmarse que en la publicidad
sigue intacto el modelo patriarcal.
➔ CONCLUSIÓN
Como cierre de este trabajo, creemos que comenzar a cuestionar las masculinidades
socialmente construidas, es uno de los primeros pasos que como sociedad debemos iniciar.
Sin dudas esto nos permitirá poner en tensión aquellas prácticas que se han naturalizado a
través del tiempo y que generan un conjunto de relaciones desiguales, no sólo entre
hombres y mujeres, sino también respecto a cualquier otra persona que no forma parte, no
se siente representado por esta masculinidad dominante.
Creemos que es posible construir masculinidades libres y diversas que se reconozcan parte
de una multiplicidad de expresiones sexo-género semejantes en la diferencia.
➔ BIBLIOGRAFÍA: