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CASO 1

CASO CLINICO: Una mujer casada de 38 años de edad, acudió a una clínica mental quejándose de
que durante el último mes se había sentido con un bajo estado de ánimo, padecía de insomnio,
lloraba con frecuencia y se había dado cuenta de que su nivel de concentración y de interés en
diversas actividades había disminuido.
La paciente refería que había sido una niña enfermiza y que había estado muy triste desde que su
padre abandonó a la familia, cuando ella tenía aproximadamente 11 años de edad. Aparentemente
fue llevada al médico de cabecera y éste recomendó a su madre que diera a la paciente un poco de
vino antes de cada comida. Su adolescencia no presentaba datos de interés, aunque se describía a
sí misma como una muchacha tímida. Se graduó en el colegio a los 17 años de edad y empezó a
trabajar como secretaría y contadora en unos grandes almacenes. Se casó cuando contaba
aproximadamente la misma edad, pero su matrimonio fracasó: mantenía riñas frecuentes con su
marido, debido en parte a la indiferencia y quejas de dolor de ella durante las relaciones sexuales.

A la edad de 19 años empezó a beber en grandes cantidades, se emborrachaba y tenía temblores


matutinos, que aliviaba ingiriendo alcohol tan pronto como se levantaba por la mañana. Se sentía
culpable por no cuidar adecuadamente a sus hijos a causa de la bebida. A los 21 años fue
ingresada al hospital mental donde se le diagnosticó alcoholismo y depresión, y donde recibió
tratamiento con antidepresivos. Después de salir del hospital seguía bebiendo casi
continuamente. A la edad de 29 años fue ingresada de nuevo, esta vez en una unidad de
tratamiento de alcohólicos. Desde entonces se ha mantenido abstemia. Posteriormente fue
ingresada en diversos hospitales psiquiátricos por una mezcla de síntomas físicos y de baja estado
de ánimo, y, en una ocasión, recibió varias sesiones de terapia electro convulsiva, que le reporto
escasos beneficios.

La paciente describe nerviosismo desde la infancia. Asimismo, reconoce espontáneamente haber


estado enferma desde su juventud con una sucesión de problemas físicos que, según los médicos,
eran, debidos al nerviosismo o muy triste. No obstante, consulta al médico, quien la remite al
psicólogo, descartando problemas de origen orgánico, porque la paciente, cree que padece de un
problema físico que los médicos aún no han podido descubrir. Además de nerviosismo, presenta
dolor torácico, y una serie de especialistas le han diagnosticado “un corazón nervioso”. Acudió al
médico con frecuencia para buscar soluciones a su dolor abdominal y ha sido diagnosticada de
“colon espástico”. Ha visitado quiromasajistas y osteópatas debido a su dolor de espalda y
extremidades, y para consultar sobre una sensación de anestesia en las puntas de los dedos y de
las manos. Hace tres meses sufrió vómitos y dolores en el tórax y abdomen, e ingresó a un hospital
para llevarse a cabo un histerectomía.

Desde la histerectomía le fue practicada, ha padecido repetidos ataques de ansiedad desmayos(los


cuales, según la paciente, están relacionado con estado de inconsciencia que se prolonga más de
30 min.) vómitos, intolerancia a los alimentos, debilidad y cansancio. Asimismo, ha sido operada de
un absceso en la garganta.
La paciente pertenece a una familia de cinco hijos. Fue criada por su madre después que su padre
les abandonara. Se decía que su padre había sido un alcohólico y murió a los 53 años de edad, a
causa de un cáncer de hígado. A pesar de una niñez económicamente difícil, la paciente se graduó
en el bachillerato y posteriormente trabajó durante dos años. Se vio obligada a dejar su empleo
debido a su propensión a la enfermedad. Tienen cinco hijos, de edades comprendidas entre los 2 y
los 20 años.
Actualmente, la paciente confiesa que se siente muy mal y que ha notado que sus achaques se dan
posterior a situaciones que no puede controlar, pero piensa que se deben a que “sus hormonas no
se han puesto en orden”. Continúa buscando una explicación médica para sus problemas físicos y
psicológicos. La última crisis que la llevo a consultar fue posterior a una discusión con su
exconyugue en donde éste le dijo “que era una enfermiza que no valía nada”.77

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