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Análisis de fuerzas en las cascadas

No se puede suponer que los ángulos del flujo son precisamente iguales a los ángulos de los álabes
porque la inercia del fluido impide que su trayectoria se adapte perfectamente a las superficies
curvas de las partes sólidas. En base a esto en los siguientes párrafos se hará un análisis de las
fuerzas originadas por la interacción del fluido con las superficies sólidas de los álabes. Aunque el
análisis se realizará para una cascada genérica, los resultados a los que se llegará serán igualmente
válidos para la cascada de las turbinas de gas.

La figura 2.13 indica una distribución de presión típica alrededor de un álabe en una cascada de
turbina, las curvas P y S corresponden al lado de presión (o cóncavo) y al lado de succión (o
convexo), respectivamente. Las presiones son proyectadas paralelamente al frente de la cascada
tal que el área encerrada entre las curvas S y P representan carga tangencial del álabe por unidad
de extensión.

Tomando en cuenta la ecuación (2.10) y despreciando los efectos de la fuerza de arrastre, la


expresión anterior puede ser escrita como:
Donde los ángulos de flujo relativos se han reemplazado por los ángulos de flujo absolutos y
debido a que estamos analizando los álabes de una turbina, el signo negativo de la ecuación (2.10)
se ha cambiado por positivo.

Hipótesis de la teoría bidimensional de turbomáquinas axiales Una máquina axial típica, como la
que se muestra de forma esquemática en la Figura 7.1, tiene la estructura de un eje central, cuya
dirección es la que sigue principalmente la corriente al atravesar la máquina, y de una o varias
cascadas de álabes, algunas fijas (estátores) como las correspondientes al distribuidor de entrada
o al difusor de salida en la figura, y otras móviles (rotores), que giran solidariamente con el eje. La
complejidad de este esquema puede variar desde un único rotor, sin ningún estátor, hasta varias
etapas o escalones de conjuntos rotor-estátor.

El movimiento del fluido en turbomáquinas axiales puede simplificarse si se considera que las
partículas fluidas se mueven en superficies de corriente cilíndricas y que no modifican por lo tanto
su distancia al eje. El campo de velocidades se reduce a las componentes axial y circunferencial,
pues la componente radial se supone nula en cualquier punto. Esta hipótesis es suficientemente
aproximada siempre que la máquina esté funcionando cerca de su punto de diseño, habiéndose
realizado este diseño tratando de obtener normalmente un intercambio de energía mecánica
específica uniforme para todas las superficies de corriente.

Flujo ideal en una cascada de álabes fija

Si el flujo atraviesa una cascada fija, el movimiento en el plano obtenido al desarrollar la superficie
de corriente cilíndrica tiene unos triángulos de velocidad como los que se representan
esquemáticamente en la Figura 7.2.32 Se supone que el flujo está completamente guiado por los
álabes, de modo que como se ha indicado más arriba, los triángulos de velocidades serían, para
cada superficie cilíndrica de corriente, unidimensionales. Por continuidad vx1 = vx2 = va, siendo va
la velocidad axial. La circulación de la velocidad,

a lo largo de la línea cerrada L formada por las líneas de corriente medias y los tramos
circunferenciales por delante y por detrás del álabe (véase la Figura 7.2) resulta
donde t es el espaciado o paso entre los álabes, y r el radio de la superficie de corriente
considerada. Si al volumen definido por la línea cerrada L se aplica la ecuación de conservación de
la cantidad del movimiento en forma integral, se obtiene la fuerza que sobre el álabe ejerce el
fluido contenido en esta superficie de corriente de espesor diferencial,

Manteniendo la hipótesis de fluido ideal, puede utilizarse la ecuación de Bernoulli; esta ecuación
relaciona el salto de presiones con el de velocidades,

luego se tiene que

Las componentes axial y circunferencial de la fuerza sobre el álabe se obtienen combinando las
Ecuaciones (7.3) y (7.5),

donde:

Flujo ideal a través de una cascada de álabes móvil Se desea analizar ahora el movimiento relativo
entre los álabes de una cascada móvil, por lo que es necesario formar los triángulos de velocidades
añadiendo a la velocidad acimutal, la de arrastre, como se muestra en la Figura 7.7, en el caso del
elemento móvil, el rotor.
Figura 7.7: Triángulos de velocidades en una cascada de álabes móvil (rotor) y en una cascada de
álabes fija (estátor). En esta figura se ha dibujado una componente FD de la fuerza F, que
aparecería en el caso de considerar flujo con pérdidas. En este capítulo se considera flujo ideal, de
modo que FD = 0, y F = FL, resultando esta fuerza perpendicular a la dirección de la velocidad
incidente desde el infinito. Se considerará el flujo real, con FD  0, en el Capítulo 9. Como ya se ha
explicado anteriormente, el hecho de plantear el problema en un sistema relativo no modifica las
ecuaciones, ya que las fuerzas de inercia no afectan al movimiento bidimensional. Serán válidas
todas las relaciones obtenidas hasta ahora, sustituyendo por supuesto la velocidad absoluta por la
relativa, a excepción de la componente axial, que no es necesario modificar. La circulación de la
velocidad relativa en torno al álabe puede ponerse como sigue:

https://repositorio.upct.es/bitstream/handle/10317/5476/isbn9788416325191.pdf

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