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BOHEMIO

Bueno: ya es la hora,
la misma de otras noches,
el bohemio y sus derroches:
ahoga su quimera embriagadora.

Palidece ya la tarde,
asómase a la ventana
y el amor que fue un fraude:
lo dejó esperando la mañana.

El humo blanquecino
de cigarros encendidos,
acompañan al bohemio
en sus fallidos desvaríos.

Un trago amargo y dulce


de extraños componentes,
sedúcele el subconsciente:
lo enaltece, lo niega y lo induce.

Sus ojos han copiado


el rojizo atardecer
y el viento ha secado
las últimas lágrimas de su ser.

Hasta aquellos pensamientos


que a todos nos animan,
le han negado los cimientos
del mundo en que camina.
Su amada lo abandonó,
se sonríe al mirarlo;
sin saber que su hipocresía
ha de matarlo algún día.

Entre risas y quebrantos


de asiduos concurrentes,
eleva su copa en temblorosa mano:
para brindar con quien dice ser su hermano.

Así termina esta triste historia,


quizá alguien pudiera comprender,
porque ni de sí mismo se apiada
y ya empieza a atardecer.

Autor: Alejandro Eneleo Cordova Peña (APCORP)


Ayabaca- Piura- Perú
07-10-2022
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Imagen tomada de la red

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