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1 Origenes Reforma Procesal Penal
1 Origenes Reforma Procesal Penal
Es posible afirmar que el nuevo Código Procesal Penal debe su existencia en gran medida a
las numerosas críticas formuladas con serio fundamento desde diversos sectores en contra
del sistema de enjuiciamiento criminal vigente en la Región Metropolitana hasta Junio de
2005 y del modo inquisitivo que encarnaba.
Se ha llegado a sostener que dicho sistema se encontraba francamente colapsado, toda vez
que no era capaz de ofrecer una solución adecuada, eficiente y oportuna a los problemas
que planteaba la investigación criminal en la actualidad y de ofrecer, al mismo tiempo,
instancias y mecanismos que se inserten dentro de las normas de un justo y debido proceso.
PRINCIPALES CRÍTICAS
A) El modelo vigente en la Región Metropolitana hasta Junio de 2005 se encontraba
impregnado por el modelo inquisitivo , tomado de la legislación española en boga en
Europa a partir del siglo XIII.
En virtud de dicho modelo, el juez debía asumir diversos roles que lo conducían a dirigir la
investigación del hecho supuestamente punible, a reunir las pruebas o evidencias, sin
intervención ni contradicción del inculpado, a acusarlo y luego condenarlo, si adquiría el
convencimiento necesario a través de la sustanciación del proceso.
Para estos efectos la investigación, al menos en su primera fase, requería ser secreta y con
un actor único: EL JUEZ.
En suma de acuerdo con el modelo inquisitivo y dentro de un procedimiento normalmente
secreto, el juez era:
o Investigador
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La
excesiva prolongación del antiguo juicio criminal comprensiva por las instituciones del
Sumario y Plenario determinaban que en forma justificada o no se mantuviera la prisión
preventiva del procesado durante largo tiempo, entendiéndose ligada al curso del juicio
criminal.
Esta es una de las situaciones más criticadas por abogados y profesionales vinculados al
Derecho Penal, ya que, implicaba una privación de libertad SIN CONDENA.
El
sumario se prolongaba con frecuencia de manera excesiva y además de ello, éste era
secreto, por lo tanto, ni el imputado, ni la víctima, ni el querellante ni los terceros tenían la
oportunidad para ejercer debidamente esos derechos , con el agravante de que no sabían
exactamente cual era el curso que está siguiendo la investigación y de que manera ésta
afecta a sus derechos lo que aparte de ser injusto, conspiraba contra la transparencia del
sistema.
H) Delegación de funciones.
Excesiva e indebida delegación que algunos jueces efectuaban en empleados de secretaría,
denominados comúnmente “ Actuarios”, forzada además con la carga de trabajo atentó
contra la transparencia del sistema
otorgado espacios a los actores para que se acostumbren a nuevos estilos de litigación y
negociación penal.
Por
esta razón el fiscal debe estar dotado de las facultades y de la confianza suficiente para
tener la iniciativa en buscar la mejor solución posible, contando con la colaboración del
imputado, y bajo el control del juez, quien debe cuidar que esa solución respete los
márgenes legales y sobre todo criterios de justicia.
Se
adopta la forma más transparente y rápida de conocer y resolver la controversia, que son las
audiencias orales que alcanzan su culminación, caracterizado porque el Tribunal forma su
convicción sólo con lo que ve y percibe por sus propios sentidos.
Los
principios procesales conforman el “modo de ser” de un sistema procesal que cuenta con un
grado de inmutabilidad y generalidad.
Nuestro CPP tuvo como norte orientador, el Código Modelo del Proceso Penal para
Iberoamérica y la Ordenanza Procesal Penal Alemana.
Se
exhibe una preocupación preferente por los derechos de la víctima, la víctima es el
ofendido por el delito, es decir aquella persona que sufre las consecuencias perniciosas del
hecho ilícito que se le atribuye al imputado. Este concepto se amplía en el evento que la
víctima no pudiere ejercer sus derechos por razones distintas, como la edad, estado de salud
o si resulta muerta al cónyuge, hijos, ascendientes, descendientes, conviviente, adoptante o
adoptado. La importancia del reconocimiento de la calidad de víctima tiene que ver con los
derechos que le confiere el ordenamiento art. 109 CPP:
Solicitar medidas de protección frente a posibles hostigamientos, amenazas y
atentados en contra suya o de su familia.
Presentar querella.
Ejercer las acciones civiles
Ser oída, si lo solicitare, por el fiscal antes de que éste pidiere o resolviere la
suspensión del procedimiento o su terminación anticipada.
Ser oída, si lo solicitare, por el tribunal antes de pronunciarse acerca del
sobreseimiento temporal o definitivo u otra resolución que pusiere término a la
causa.
Impugnar el sobreseimiento temporal o definitivo o la sentencia absolutoria, aun
cuando no hubiere intervenido en el procedimiento.
PRINCIPIOS ORGÁNICOS
delitos terroristas o delitos cometidos por un funcionario público o que afectaren los
derechos de las personas garantizados por la Constitución Política o contra la probidad
pública. Los órganos y servicios públicos sólo podrán interponer querella cuando sus
respectivas leyes orgánicas les otroguen expresamente las potestades correspondientes.
Otra función, esta vez de protección también la tiene el Ministerio Público, disponiendo la
adopción de medidas necesarias destinadas a la protección de víctimas y testigos.
Nunca se dará comienzo a una investigación penal por espontánea decisión judicial: ella
requerirá en cambio siempre de iniciativa del fiscal o del particular.
Los Acuerdos Reparatorios art. 241 CPP, más allá de lo que la teoría pura reclame o
haya reclamado, la experiencia permanente de los operadores jurídicos, revela que una
importante cantidad de delitos encuentra solución por formas autocompositivas, que en
definitiva se traducen en el desembolso de dinero.
En los delitos de carácter patrimonial, es común encontrar que el ardoroso querellante de
ayer, aparece sorprendemente convencido que no fue víctima de un delito sino de una
explicable equivocación que un mejor estudio de los antecedentes le ha demostrado. Frente
a ese tipo de manifestaciones los jueces se apresuran a sobreseer las causas, lo que los
conducirá al archivo.
Sin embargo, tanto el juez como el querellante están convencidos de que no ha mediado
una equivocación y ha existido un pago para provocar el cambio de actitud.
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El
Código Procesal Penal recoge esta tendencia y señala que procederán los acuerdos
reparatorios sobre hechos investigados que afectaren bienes jurídicos disponibles de
carácter patrimonial, consistieren en lesiones menos graves o constituyeren delitos
culposos, para cuya validez se requerirá la aprobación del Juez de Garantía, verificando que
quienes concurran al acuerdo hayan prestado su consentimiento libre y espontáneamente y
con pleno conocimiento de sus derechos. Se declara que el Acuerdo Reparatorio extingue la
acción penal respecto del imputado.
El Procedimiento Abreviado art. 406 CPP, Es una de las principales manifestaciones del
consenso en la administración de justicia penal por cuanto requiere del reconocimiento del
imputado acerca de los hechos incriminados y el acuerdo con el Ministerio Público en torno
a la limitación de una pena.
Se puede resumir en que el fiscal pide una pena no superior a 5 años de presidio o de
reclusión, que puede llegar hasta la pena de 10 años, tratàndose de ciertos delitos más
graves (reforma 2016) y que el acusado acepte los hechos materia de la acusación y los
antecedentes de la instrucción que la fundaren, en tal evento se podrá presentar ante el Juez
de Garantía un acuerdo escrito para que la causa sea fallada en un procedimiento abreviado
sin llegar a un juicio oral.
El juez le consultará al acusado, para establecer que haya prestado su consentimiento libre
y voluntariamente, para cerciorarse que conoce su derecho a un juicio oral y que entiende
los términos y consecuencias del acuerdo. Si su examen es positivo lo aprobará y en el
evento que se dictare una sentencia condenatoria, la pena no podrá ser superior a la
propuesta por el fiscal en el acuerdo. Si lo rechaza, dictará el auto de apertura del juicio
oral.
miren con evidente favor el buscar formas alternativas de resolver conflictos penales que
excluyan dicha privación de libertad.
Si a lo anterior sumamos la economía de recursos públicos y las razones de economía
procesal, se podrá concluir en la ventaja de la Suspensión Condicional del Procedimiento,
la cual viene de una institución anglosajona llamada probation.
Esta representa un perdón temporal de la pena impuesta, el que se torna definitivo si,
transcurrido un plazo determinado el sujeto no vuelve a delinquir. Por el contrario si el
sujeto delinque, deberá cumplir la nueva pena que se le imponga y aquella que estaba
suspendida.
La Publicidad,
El secreto de las actuaciones penales se asocia con los aspectos más tenebrosos de un
proceso inquisitivo y representa uno de las mayores amenazas a los derechos de los
individuos, razón por la cual, la publicidad se presenta como la faceta de garantía que el
ordenamiento procesal puede dispensar a los ciudadanos, ella se torna en la vía adecuada
para controlar los excesos de la organización estatal.
De las etapas que componen la tarea de investigar y juzgar un delito, no cabe duda que la
referida al juzgamiento debe ser pública, así lo señala el art. 1 del CPP.
El tema de la publicidad en una dimensión muy menor, se refiere a la posibilidad que tienen
los sujetos del proceso de asistir e intervenir a todos los trámites y actuaciones del mismo.
En otra dimensión mayor, comprende el derecho de terceros ajenos, de asistir a dichos
trámites y actuaciones y finalmente en una actuación contemporánea, el de los medios de
comunicación de transmitir, ya sin limitación a todas las personas que deseen ver o
escuchar el desarrollo de las actuaciones del proceso. Este principio se suienta por art 289
en lo que se refiere a la publicidad del juicio oral.
En la etapa de instrucción rigen las siguientes normas:
1. Se prohibe a la policía informar acerca de las diligencias que practiquen, de las
órdenes recibidas y de los resultados obtenidos.
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La Oralidad y la Inmediación
El procedimiento jurisdiccional que establece el nuevo sistema procesal penal se vuelca en
un juicio oral y público, lo que eleva a la oralidad en una garantía procesal, en cuanto
entiende que es el camino para obtener la inmediación.
Esta regla resulta luego de la aplicación de distintas normas que van determinando el modo
oral de expresión y se reafirma con la “prohibición de lectura” que se establece, a cuya
virtud no se podrá incorporar o invocar como medis de prueba ni dar lectura durante el
juicio, a los registros y demás actuaciones realizadas por la policía o el Minsiterio Público.
Testigos y peritos deben ser interrogados personalmente durante la audiencia, si que tal
declaración personal pueda ser sustituida por lectura de registros en que consten
declaraciones anteriores.
Se podrá, empero, dar lectura a los informes de los peritos que no hubieren comparecido a
la audiencia por razones imputables al acusado; o cuando todas las partes convinieren en
ello o hubiere sido imposible obtener su asistencia o realizar otro peritaje.
Se podrá, igualmente – una vez que el acusado o el testigo hubiere prestado declaración-,
leer parte de sus declaraciones anteriores, prestadas ante el juez o ante el MP, cuando ello
fuere necesario para ayudar a la memoria del respectivo acusado o testigo, o para demostrar
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o
superar contradicciones o para solicitar aclaraciones.
Finalmente, por excepción, podrá darse lectura a declraciones de testigos que hubieren
fallecido, o caído en incapacidad física o mental; o estuvieren ausentes del país, o cuya
residencia se ignorare o que por cualquier motivo difícil de superar no pudieren declarar en
juicio, siempre que tales circunstancias hubieren sido recibidas por el juez de garantía.
El tema de la oralidad en los juicios enfrenta a la dificultad de los registros: establecido que
no resulta posible, bajo circunstancia alguna en proceso íntegramente oral, se estableció un
registro por medio de grabaciones o por medio de videos.
Los
tribunales apreciarán la prueba con entera libertad, pero no podrán contradecir las reglas de
la lógica, los conocimientos científicos, ni las máximas de la experiencia, todo lo cual
aunque no se explicita es igual al sistema de Sana de Crítica.
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SUJETOS PROCESALES
Concepto:
Son aquellos tribunales compuestos por uno o más jueces de garantía, quienes actúan
y resuelven unipersonalmente las cuestiones que le son sometidas durante la fase de
investigación de un proceso penal, particularmente la referida a la cautela de los
derechos y garantías de las personas y la preparación del juicio oral, y que conocen y
fallan de los procedimientos abreviados, simplificados y monitorios.
produzcan por sus actuaciones y otorgar autorización previa para que puedan llevarlas a
efecto en algunos casos.
Territorio:
Existirá un juzgado de garantía con asiento en cada una de las siguientes comunas del
territorio de la República, con el número y la competencia que en cada caso se indican.
h)
Conocer y resolver todas las cuestiones y asuntos que el COT y la ley procesal penal les
encomienden.
Concepto:
Es un tribunal ordinario, de única instancia, de derecho compuesto por varios miembros
que administran justicia en una o más salas, y cuyo territorio jurisdiccional comprende una
agrupación de comunas (Art. 17, 21 COT).
Características:
2.- Son tribunales permanentes. Están establecidos para funcionar en forma continua, se
susciten o no los asuntos en que deban intervenir.
3.- Son tribunales colegiados. Están compuestos por varios jueces que intervienen
simultáneamente en el conocimiento y resolución de los asuntos sometidos a su decisión,
quienes ejercen sus funciones en un plano de igualdad. No hay subordinación entre ellos.
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4.-
Son tribunales inferiores de justicia, por lo tanto respecto de sus miembros no es
procedente el juicio político.
6.- Son tribunales letrados. Los magistrados que integran estos tribunales deben estar en
posesión del titulo de abogado.
7.- Son tribunales de competencia especial, pues le corresponde conocer de las causas por
crimen o simple delito y de los demás asuntos que la ley procesal penal les encomiende.
Enumeración y Composición:
Existen en el país un tribunal oral en lo penal con asiento en una determinada comuna, pero
que tiene una composición múltiple al variar el número de jueces que lo componen, y que
van desde el mínimo de tres jueces a un máximo de veintisiete jueces ( Art., 21 COT)
Funcionamiento:
Los Tribunales Orales en lo Penal funcionarán en una o más salas integradas por tres de sus
miembros.
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Cada sala es dirigida por un juez presidente, quien tendrá las atribuciones que indica el Art.
92. COT y las demás de orden que la ley procesal indique
La composición de la o las salas se verificará mediante un sorteo anual que se
realizará durante el mes de enero de cada año
En cuanto a la distribución de las causas entre las diversas salas se hará de acuerdo a un
procedimiento objetivo y general, que deberá ser anualmente aprobado por el comité de
jueces del TOP, a propuesta del juez presidente (Art. 24 letra c) correspondiéndole al
administrador del TOP distribuir las causas a las salas de acuerdo al procedimiento
indicado (Art. 389 B. Letra e
Entre las normas de procedimiento existen distintas reglas que establecen como debe actuar
el tribunal en la configuración de los juicios orales, destacando las normas que establecen
los llamados principios del juicio oral ( arts. 282 y ss. del CPP), que son los que permiten
que se supere el modelo vigente y se reemplace por uno regido por la oralidad, la
concentración y la inmediación, etc.
Competencia
a) Conocer y juzgar las causas por crimen o simple delito, salvo aquellas relativas a simples
delitos cuyo conocimiento y fallo corresponda a un juez de garantía.
b) Resolver, en su caso, sobre la libertad prisión preventiva de los acusados puestos a su
disposición.
c) Resolver todos los incidentes que se promuevan durante el juicio oral;
d) Conocer y resolver todas las cuestiones y asuntos que la ley de responsabilidad penal
juvenil les encomienden;
e) Conocer y resolver los demás asuntos que la ley procesal penal y la ley que establece
disposiciones especiales sobre el Sistema de Justicia Militar les encomiende.
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Las decisiones de los jueces en estos tribunales se rigen por las reglas de los acuerdos de las
C. de Apelaciones contenidas en los Art. 72,81,83,84 y 89 del COT, en la medida que no
sean contrarias a las normas de este párrafo 2° (Art. 19)
LA VÍCTIMA
Incluso este deber se extiende a la policía y a los demás organismos auxiliares, quienes
deberán otorgarle un trato más acorde con su condición de víctima, procurando facilitar al
máximo su participación en los trámites en que debiere intervenir art. 6 inc. 2
La víctima es el ofendido por el delito ( art. 108 inc. 1 CPP), es decir, aquella persona que
sufre las consecuencia perniciosas del acto ilícito que se atribuye al imputado.
Pero, existen delitos en los cuales la víctima no puede ejercer los derechos que la ley le
confiere, por diversas razones edad, estado de salud, etc así como en el caso que resulte
muerta, situaciones en las cuales el concepto de víctima se extiende al cónyuge o al
conviviente civil y a los hijos; a los ascendientes, a los descendientes, al conviviente; a los
hermanos; y al adoptado o adoptante, en ese orden de prelación art. 108 inc. 2 y 3 CPP.
Produciéndose esa situación, si ninguna de estas personas ha intervenido en el proceso, el
Ministerio Público deberá informar de su derecho a hacerlo al cónyuge del ofendido por el
delito o alguno de sus hijos o a todas estas personas. Art. 110 CPP.
La importancia del reconocimiento de la calidad de víctima tiene que ver con los derechos
que le confiere el ordenamiento, que son:
EL QUERELLANTE
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Es
la víctima, su representante legal o su heredero testamentario o cualquier persona
capaz de comparecer en juicio domiciliada en la provincia tratándose de hechos
constitutivos de delitos terroristas, o delitos cometidos por un funcionario público que
afectaren derechos de las personas garantizados por la Constitución o contra la
probidad pública.
Los órganos y servicios públicos sólo podrán interponer querella cuando sus
respectivas leyes orgánicas les otorguen expresamente las potestades
correspondientes. Algunos órganos del Estado están autorizados para querellarse
tratándose de delitos relacionados con su actividad fiscalizadora, así ocurre por ejemplo con
el SII, Aduanas, CDE puede hacerlo en los casos que determina su ley orgánica; el Ministro
del Interior, Intendentes Regionales, Gobernadores Provinciales y comandantes de
Guarnición pueden ser querellantes en delitos calificados de terroristas. En todos estos
casos se les otorga los mismos derechos que a la víctima.
Podemos advertir que existe una incorporación progresiva del concepto de víctima en un
sentido colectivo, relativo al conjunto de personas que pueden verse afectadas o que son
perjudicadas en sus intereses o bienes sociales por la comisión de un delito.
Por otro lado, no pueden presentar querella entre sí, los cónyuges, salvo delitos cometidos
contra el otro o los hijos o delito de bigamia, o consanguíneos, colaterales y afines hasta el
segundo grado, salvo delitos cometidos por unos contra otros, contra su cónyuge,
conviviente civil e hijos (art. 116 CPP)
La querella se puede presentar en cualquier momento, mientras el fiscal no declare el cierre
de la investigación art. 112 inc. 1 CPP, debiendo contener los requisitos formales
tradicionales, incluyendo la relación de los hechos art. 113.
Debe ser presentada ante el Juez de Garantía, quien deberá pronunciarse inmediatamente
sobre su admisibilidad. Si la declara admisible deberá remitirla al Ministerio Público art.
112 inc.2 CPP, resolución que será inapelable art. 115 inc. 2 CPP. En cambio si no cumple
con las exigencias formales deberá pronunciarse por la inadmisibilidad, según las causales
que enumera el art. 114 CPP, resolución que será apelable, pero sin que se pueda admitir la
suspensión del procedimiento durante la tramitación del recurso art. 115 inc. 1 CPP
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Si
es declarada inadmisible, pero se trata de un hecho que reviste características de un delito
de acción penal pública o previa instancia particular, deberá ser tenida como denuncia,
cuando no conste que se hubiera iniciado un proceso de otro modo art. 117 CPP.
El querellante podrá desistirse de su querella en cualquier momento, evento en el que se
tomará a su cargo las costas propias y quedará sujeto a la decisión general sobre las costas
que pronuncie el tribunal al finalizar el proceso art. 118 CPP, salvo que el querellado
hubiere aceptado expresamente el desistimiento art. 119 inc. 2 CPP. En todo caso, el
desistimiento de la querella dejará a salvo el derecho del querellado para ejercer la acción
penal o civil por querella o denuncia calumniosa y a demandar los perjuicios causados a su
persona o bienes art. 119 inc. 1 CPP.
No basta con que el querellante deduzca su querella, sino que se requiere que luego
persevere en su tramitación. Si no lo hace, se produce el abandono de la querella, de oficio
o a petición de los intervinientes, cuando se produzcan las siguientes situaciones:
Cuando no adhiriere a la acusación fiscal o no acuse en forma particular.
Cuando no asistiere a la audiencia de preparación del juicio oral.
Cuando no concurriere a la audiencia del juicio oral o se ausente sin autorización
del tribunal. Art. 120 inc. 1 CPP.
El abandono del procedimiento produce el efecto de impedir al querellante ejercer los
derechos que la ley le confiere. Art. 121 CPP.
La
acción es un derecho que se encuentra regido por el ppio de la oficialidad , ya que,
debe ser promovida de oficio por el MP, respecto de los delitos de acción pública, ante
cualquiera noticia críminis, cualquiera sea el medio o manera como llegue a su
conocimiento. Se exceptúan los delitos de acción privada y los de previa denuncia de
particular.
La acción penal pública y pública previa instancia particular constituyen derechos
irretractables en términos de que, después de promovidos, no es admisible renunciar o
desistirse de ellos y suspender o interrumpir el procedimiento. Se exceptúan de esta regla la
acción privada y la acción civil proveniente de cualquier delito, las cuales pueden
renunciarse o ser desistidas por el querellante o por el actor civil, respectivamente.
Finalmente la acción penal, sea pública o privada, no puede entablarse sino contra las
personas responsables del delito. La responsabilidad penal sólo puede hacerse efectiva en
las personas naturales. Por las personas jurídicas responden las que han intervenido en el
acto punible, sin perjuicio de las responsabilidades civil que las afectare.
Promoción y ejercicio de la acción penal. La acción pública debe ser promovida, como
norma, por el fiscal del MP, quien, al recibir la noticia críminis, sea por denuncia, por
querella o por cualquier otro medio idóneo, debe realizar las diligencias de investigación
preliminares tendientes al establecimiento del delito y a la determinación delincuente.
Esta etapa de indagación, no constituye una actividad jurisdiccional que dé inicio al juicio
criminal, sino que sólo representa un sistema desformalizado de indagación persecutoria,
pues el proceso penal no comienza mientras no intervenga de alguna manera el Juez de
garantía, sea probando o reprobando lo actuado por el fiscal del MP en su labor pesquisiva.
para la persecución de delitos cometidos en contra de menores de edad, ver art. 53 inc. 2°
CPP.
La acción penal privada. Es la que protege los intereses particulares de los ofendidos por
ciertos delitos que, por su carácter de exclusividad con respecto a determinadas personas, la
ley otorga acción para perseguirlos sólo a la víctima., ver art. 53 inc. 3° del CPP. Sólo los
delitos de acción penal privada tienen en el Código un procedimiento especial,
contemplado en el Título II del Libro IV, artículos 400 a 405.
Dado su carácter excepcional, los delitos están expresamente señalados por la ley, ver art.
55 ( la calumnia y la injuria por ejemplo)
La acción penal pública, previa instancia particular. Es aquella que establece el art. 53
inc. 4° del CPP, al prescribir “Excepcionalmente, la persecución de algunos delitos de
acción pública requiere la denuncia previa de la víctima a la justicia, ministerio público o
a la policía”. Iniciado el procedimiento, éste se tramitará de acuerdo con las normas
generales de los delitos de acción pública. Los casos están enunciados en el art. 54 del CPP.
La
regla general será intentar la notificación personal o la personal subsidiaria. Si no se logra
la notificación personal o la del art. 44 del CPC y el domicilio no existe, es inexacto, o el
imputado cambia de domicilio sin indicar tal cambio al tribunal, se puede declarar al
imputado incurso en el apercibimiento correspondiente, previa solicitud del demandante, y
en tal caso la notificación se realizará por el estado diario.
Sin perjuicio de lo anterior se puede practicar la notificación por cual quier vía que resulten
eficaces y no generen indefensión.
Acción civil restitutoria en el procedimiento simplificado:
En este procedimiento las posibilidades de notificación se reducen drásticamente, por ende
debe realizarse en forma personal o de acuerdo al art. 44 CPC
Actuación del demandado: El imputado ( que como sabemos es el único que puede ser
demandado en sede penal) debe oponer las excepciones que corresponda y contestar la
demanda civil en la oportunidad señalada en el art. 263 ( vale decir hasta la víspera de la
audiencia de preparación del juicio oral, por escrito o verbalmente al inicio de la misma).
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En
la misma oportunidad podrá señalar los vicios formales de que adoleciere la demanda civil,
requiriendo su corrección.
En su contestación, deberá indicar cuales serán los medios probatorios de que pensare
valerse, del modo previsto en el art. 259. ( art. 62 CPP)
Efectos del ejercicio exclusivo de la acción civil: Cuando se ejerza la acción civil respecto
de un hecho punible de acción privada se considera extinguida por esa circunstancia, la
acción penal. En relación a ello, el art. 66 CPP señala que, para estos efectos, no constituye
ejercicio de la acción civil la solicitud de diligencias destinadas a preparar la demanda civil
o asegurar su resultado, que se formule en el procedimiento penal. Vale decir, la solicitud
de tales diligencias no hace perder la posibilidad de utilizar la acción penal.
Prueba de la acción civil: En esta materia rige el art. 324 del CPP, que dispone que para
probar las acciones civiles se atendrá a las normas civiles en cuanto a la determinación de la
parte que deba probar ejemplo art. 1699 y a las disposiciones del CPP, en cuanto a su
procedencia, oportunidad, forma de rendirla y apreciación de su fuerza probatoria.
EL IMPUTADO
Es la persona objeto de la persecución penal, desde que esta comienza, con la primera
actuación del procedimiento hasta que concluye, lo que puede acontecer hasta la
ejecución completa de la sentencia, si no han operado otros medios de solución o de
término del proceso.
Su reconocimiento como tal tiene importancia fundamentalmente desde el punto de vista de
los derechos y garantías que se le reconocen, ya que, al ser objeto de una pretensión
punitiva, se transforma en el principal interesado en el proceso penal.
El proceso se constituye en una serie de actuaciones destinadas a establecer si
efectivamente a ese imputado debe imponérsele una pena, pero se trata de actuaciones
rigurosamente reglamentadas por al ley, de modo que cualquier proceso que se lleve a
cabo en su contra, constituye, esencialmente, una restricción a la actividad punitiva y,
por lo tanto, desde el punto de vista del afectado, una serie de derechos y garantías.
Por cierto que estos derechos y garantías deben estar presentes a lo largo de todo el
proceso, y así se reconoce en el nuevo Código, que hace una cabal aplicación de la C.P.E. y
de los Pactos Internacionales de Derechos Humanos, disponiendo que las facultades,
derechos y garantías se le confieren a aquellas personas a quienes se les atribuye
participación culpable en un hecho punible, desde la primera actuación del procedimiento
dirigido en su contra y hasta la completa ejecución de la sentencia ( art. 7 inc. 1 C.P.P.), es
decir, literalmente desde que comienza hasta que termina el proceso, mediante el
cumplimiento del fallo.
Debemos entender que poseen la calidad de imputado y todos sus derechos, no sólo
aquellos que hayan participado como autores de un hecho que reviste caracteres de delito,
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sino también aquellos que hayan participado como cómplices o encubridores de ese mismo
hecho, todo en conformidad al Código Penal.
inmediatez y concentración, que también pasan a ser garantías procesales del nuevo
sistema.
3. El derecho a la defensa.
Defenderse significa literalmente el “rechazo a una ofensa o agresión” y constituye
manifestación del instinto más básico de todo ser vivo.
En el ámbito del proceso, la defensa es reconocida como un derecho a reaccionar frente a
un ataque previo, de carácter jurídico, que específicamente en el proceso penal está
constituido por una imputación o atribución a una persona determinada de la comisión de
un hecho presuntamente delictivo.
En ese contexto, el derecho de defensa adquiere una importancia esencial, por cuanto se
traduce en el derecho del imputado a ser oído y a lo que manifieste, cuando decida hacerlo,
sea tomado en cuenta por el juez para formar su decisión, aunque tales alegaciones sean
completamente rechazadas. Tiene reconocimiento expreso art. 19 n° 3 inc. 2 CPE
El derecho a la defensa se constituye, entonces, en un derecho con un amplio contenido,
que comprende varios aspectos, todos ellos garantizados en el Código Procesal Penal.
estar ausente como modalidad de ejercicio de sus facultades, ya que, el imputado debe tener
siempre la posibilidad de participar. En cambio, la defensa técnica puede ceder en
determinados procesos por su escasa entidad o porque el interesado prefiere prescindir de
ella y el legislador lo autoriza para esa clase de juicios.
En el nuevo Código se permite siempre que el imputado actúe personalmente, pero también
se le exige que deba contar siempre con su abogado, es decir, se requiere de ambas
modalidades simultáneamente. Si el imputado quiere prescindir de su abogado,
pretendiendo defenderse personalmente sin asistencia letrada, puede solicitar autorización
al tribunal, quien la concederá sólo si no perjudica la eficacia de su defensa art. 102 inc. 4
CPP. En caso contrario se le designará un defensor penal público.
El
derecho a nombrar defensor de confianza le asiste desde la primera actuación del
procedimiento dirigida en su contra, de manera que sólo si éste no ha designado uno
elegido por él mismo, se procederá a nombrarle un defensor penal público.
El defensor designado libremente por el imputado tiene la obligación de representarlo en
todas las actuaciones del procedimiento. La renuncia del defensor no lo exonera de su
responsabilidad en el caso, pues si lo hiciere, de todas formas mantendrá la representación
en todos los actos inmediatos y urgentes que fueren necesarios para impedir la indefensión
del imputado.
unas mismas leyes y con sujeción a un procedimiento común, igual y fijo, por lo que
estaremos frente a una infracción de la garantía cuando se sitúe a las partes en una situación
de desigualdad o se impida la aplicación del principio de contradicción.
Este rol corresponde entre otros al JG, quien deberá velar porque se establezca un real
equilibrio, sin ningún tipo de discriminaciones entre el imputado y la parte acusadora
representada por el fiscal y/o querellante particular, durante las fases de investigación e
intermedia.
Luego en el juicio oral se establece una rigurosa reglamentación que también apunta a
equilibrar la intervención de las partes ( por ejemplo el TOP puede limitar el tiempo de uso
de la palabra a las partes que debieren intervenir en el juicio, fijando límites máximos
igualitarios para todas las partes o interrumpiendo a quien hiciere uso manifiestamente
abusivo de su facultad)
La prueba de la acusación debe ser aportada por el acusador: De tal manera que si
no logra producir afirmaciones que produzcan convicción al tribunal para condenar,
deberá entonces rechazarse la pretensión punitiva del Estado, debiéndose dictar una
sentencia absolutoria. No olvidemos que el único momento procesal donde puede
ser producida la prueba es el juicio oral, en presencia del Tribunal, salvo las
excepciones legales como por ejemplo la prueba anticipada art. 296 del CPP.
LA DEFENSORÍA PENAL
a.1.- Duración
Desde las primeras diligencias de la investigación, a lo largo de todo el
procedimiento hasta la conclusión del juicio y de la ejecución
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a.2.- Carácter
Es un derecho reconocido constitucionalmente, y que implica un presupuesto de
legitimidad para la realización del proceso penal, el cual no podrá hacerse si el imputado
carece de la debida defensa letrada.
a.5.- Calidad
sino que se requiere un cierto grado de experiencia profesional en el adecuado uso de las
herramientas procesales y sustanciales necesarias para el éxito de la defensa intentada, lo
cual se cautelará mediante la posibilidad de cambio del abogado, si se formularen reclamos
en ese sentido.
El defensor es una persona que está llamada a expresar lo que el imputado quiere en
el proceso, a interpretar sus deseos y a manifestarlos, porque el titular del derecho a la
defensa es el imputado, el cliente.
Tiene que hacer todo lo que esté de su parte, al margen de cualquier presión estatal
o social por conseguir que el imputado sea absuelto o reciba la menor pena posible. En ese
sentido debe estar identificado plenamente con sus intereses con su postura procesal y que
lo va a defender de acuerdo a sus instrucciones.
Si el Abogado designado se aparta de las instrucciones, lo que va a hacer el
imputado con medios será sencillamente cambiar a ese Abogado contratando a otro. Ese
deberá ser el parámetro para ver la calidad del Abogado de la defensa penal pública, para
que ella no sea discriminatoria.
a.7.- Letrada
a.8.- Denominación
48
En el Código
“defensor”, “derechos de la defensa”, “defensor letrado”, “defensor público”, “abogado
defensor”, etc.
a.9.- Permanente.
Esto significa que siempre para las diligencias trascendentes deberá contarse con la
presencia de un abogado defensor, y en algunas ocasiones, la defensoría penal pública
deberá proporcionar aquella al imputado que no tenga Abogado, o este se ausente
temporalmente.
eficiente. A ello se suma el hecho, que las Corporaciones brindan asistencia jurídica
gratuita al primero que se apersone sea víctima o imputado, quedando este último
restringido a ir solamente ante el Abogado de turno. Conciben estas instituciones su misión
como un marco de lucha contra la pobreza, y sus usuarios son los pobres, los marginados
del sistema jurídico nacional, ya sea en el plano civil o penal, dándole mayor auge al primer
segmente, por cultura organizacional.
Sin embargo la filosofía del nuevo sistema es otro LA MISIÓN DE LA DEFENSA
PENAL PUBLICA ES EL RESGUARDO DE LOS DERECHOS INDIVIDUALES
FRENTE AL EJERCICIO DE LA AUTORIDAD EN SU MÁXIMA EXPRESIÓN,
COMO LO ES LA UTILIZACIÓN DEL PODER PUNITIVO DEL ESTADO.
Las discusiones previas tendientes a la elaboración de un proyecto de ley que
superara las deficiencias reseñadas, estuvieron marcadas por los extremos de determinar si
era conveniente crear un ente público completamente que centralizara toda la defensoría
pública obligatoria, o entregarle completamente a los privados ya sea directamente o por
vía de licitaciones la satisfacción de la entrega de un servicio de defensoría.
A pesar de que los proyectos realizados por instituciones como paz ciudadana y el
instituto Libertad y Desarrollo, se inclinaron, redactando sendos proyectos en este último
sentido, ello no logró consensos sociales suficientes y se determinó crear un sistema mixto,
proponiéndose la creación de un ente público autónomo con una planta de abogados
defensores, y con fondos suficientes a licitar para que opten a prestar las defensorías las
corporaciones de asistencias judiciales regionales, como también los abogados asociados o
conformados en corporaciones o fundaciones.
Es por esa razón que el proyecto en estudio marcha por otros derroteros que
pasaremos a analizar a continuación.
b.2.- Planta de defensores locales en todas las ciudades con más de 50 mil
habitantes. Se prevé una planta de defensores locales en aquellas ciudades que tengan más
de cincuenta mil habitantes.
b.5.- Para imputados o acusados ante Juez de Garantía o Tribunal Oral Penal
y que no cuenten con Abogado de confianza.
51
b.6.- Siempre
en el que la defensa gratuita es ejercida mayormente por estudiantes en práctica.
b.8.- Defensa gratuita, salvo que tenga medios para pagar según un arancel
que será determinado por la defensoría nacional pública con criterios de mercado. Nos
referimos a la situación de aquellas personas que, por cualquier motivo, incluso por querer
ser defendidos por la defensoría penal pública, no acceden a un abogado particular, no
obstante tener eventualmente recursos económicos. En tal caso, la Defensoría Pública fijará
sus honorarios de acuerdo al referido arancel.
en
ese caso le debe ser asignado uno con cargo al Estado.
a) El Sistema Público
a.1.1.- Letrada
Siempre ejercida por Abogado
a.1.2.- Obligatoria
Al imputado que por cualquier razón no designe un Abogado de su confianza, le
será designado un defensor de oficio, de la defensoría penal publica, par que asuma su
defensa técnica.
a.1.3.- Ininterrumpida
Desde las primeras actuaciones de la investigación el imputado debe contar con un
defensor y por todo el procedimiento, ininterrumpidamente, y en todas las actuaciones
procesales trascendentes deberá el imputado contar con su defensor que cautele sus
intereses.
El defensor penal publico designado no podrá ser reemplazado sino por motivos
justificados.
a.1.4.- Eficiente
Se realizaran evaluaciones y controles periódicos respecto de la calidad de los
servicios prestados, en especial la calidad profesional de las actividades de la defensa
desarrolladas en el proceso, la prontitud y la atención que reciban los beneficiarios.
Habrá desde luego derecho a formular reclamos por parte de los usuarios respecto
de las personas o instituciones encargadas de prestar la defensa penal publica., la que puede
implicar pagos de multas, y términos de los contratos respectivos.
54
a.1.5.- Controlada
La actividad del abogado defensor será evaluada , controlada y calificada, a través
de diversos mecanismos, especialmente, dándole al beneficiario del servicio la oportunidad
para solicitar el cambio del abogado, como un derecho personal sin expresión de causa.
a.1.6.- Complementaria
Viene a ser la defensa técnica que coadyuva a la defensa material a la que siempre
tiene derecho el imputado, y evidentemente la complementa.
a.1.7.- De confianza
El defensor es una persona que está llamada a expresar lo que el imputado quiere en
el proceso, a interpretar sus deseos y a manifestarlos, porque el titular del derecho a la
defensa es el imputado, el cliente.
Tiene que hacer todo lo que esté de su parte, al margen de cualquier presión estatal
o social por conseguir que el imputado sea absuelto o reciba la menor pena posible. En ese
sentido debe estar identificado plenamente con sus intereses con su postura procesal y que
lo va a defender de acuerdo a sus instrucciones.
Si el Abogado designado se aparta de las instrucciones, lo que va a hacer el
imputado con medios será sencillamente cambiar a ese Abogado contratando a otro. Ese
deberá ser el parámetro para ver la calidad del Abogado de la defensa penal pública, para
que ella no sea discriminatoria.
a.1.8.- Gratuidad
Como hemos señalado precedentemente, en general ella deberá ser gratuita para el
imputado que carece de medios para solventar la situación de contratar un defensor de su
exclusiva confianza, lo cual será lo más habitual, sin embargo, en otros casos, en que la
designación del defensor de oficio sea por otras motivaciones y el sujeto posea medios para
proveer a su defensa deberá concurrir con aquellos mediante un arancel a pagar a esa
defensoría. En ese sentido debemos señalar que no necesariamente será gratuita.
LA POLICÍA
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Una de las omisiones del anterior sistema de justicia penal, producto de la época en que fue
estructurado, es que en su redacción original no se reconocía a la Policía como un actor del
proceso, ya que no se hacía mención alguna a la importante tarea que le corresponde
desempeñar actualmente en la persecución penal.
La regla general respecto a la forma en que interviene en los procesos, se encuentra en la
propia Constitución, en cuanto señala que el Ministerio Público “podrá impartir órdenes
directas a las fuerzas de orden y seguridad durante la investigación” art. 83 CPE, es decir la
policía será auxiliar de los fiscales en las tareas de investigación, por lo que deberá actuar
conforme a sus instrucciones para el cumplimiento de sus objetivos y, asimismo, deberá
ejecutar las medidas de coerción que se decretaren art. 79 inc. 1 CPP.
En principio, el CPP se refiere a la Policía de Investigaciones, pero luego añade que el
mismo carácter de auxiliar deberán desempeñar los miembros de Carabineros, cuando el
fiscal así lo disponga art. 79 inc. 2 CPP.
Sin perjuicio de lo previsto en los casos anteriores, tratándose de la investigación de hechos
cometidos al interior de establecimientos penales, estas mismas atribuciones podrán ser
ejercidas por Gendarmería de Chile. Art. 79 inc. 3 CPP.
Los miembros de la Policía ejecutarán sus tareas de acuerdo a las instrucciones que les
impartieran para los efectos de investigación , sin perjuicio de la dependencia de las
autoridades de la institución a la que pertenezcan. Asimismo, deberán cumplir las órdenes
que le dirigieren los jueces para la tramitación del proceso art. 80 inc. 1 y 2 CPP
Los funcionarios deberán cumplir de inmediato y sin más trámites las órdenes que les
impartieren los fiscales y los jueces, cuya conveniencia no podrán calificar, salvo requerir
la exhibición de la autorización judicial previa art. 80 inc. 3 CPP. En caso que, por
cualquier motivo, el funcionario de la policía se encontrare impedido de cumplir una orden
fiscal o judicial, debe hacerlo saber inmediatamente a quien la hubiere emitido y a su
superior jerárquico. El policía deberá cumplir la orden si el fiscal o el juez la reiteraran. Art.
56
82
CPP.
Para cumplir con las exigencias de instalar procesos rápidos y expeditos, se establece que
las comunicaciones entre los fiscales y la policía deberán realizarse en cada caso por los
medios y de la forma más expeditas posibles art. 81 CPP.