Guía para las pequeñas comunidades – Septiembre 2021
“CON SANTA MARÍA DE LA MERCED, REDESCUBRAMOS LA ALEGRÍA DEL SERVICIO”
(ADEMÁS DE LOS SIGNOS QUE HABITUALMENTE SE PREPARAN,
PRESENTAR LA IMAGEN DE LA VIRGEN MARÍA Y LA BIBLIA ABIERTA)
Bienvenida – Saludo
Nos reunirnos nuevamente, dispuestos a compartir
nuestras experiencias y enriquecernos con la Palabra de
Dios. En el nombre del Padre...
 En septiembre celebramos el mes de la Biblia,
también es el mes de nuestra querida Patrona, la
Virgen de la Merced… Le pedimos a nuestra Madre
nos disponga el corazón para que este momento de
oración nos acerque más a su Hijo…
 Pensamos por qué intenciones queremos ofrecer este
encuentro… por quiénes queremos rezar… qué
situaciones queremos dejar en el corazón de Jesús…
(hacemos un momento de silencio y luego ponemos
en común).
Todas estas intenciones las ofrecemos rezando:
Danos, Señor, tu Palabra.
Señor: hoy queremos escuchar tu voz, pero falta
silencio en nuestro alrededor.
Enséñanos a estar callados para escuchar atentos tu
voz. Que tu Palabra ilumine nuestra vida.
Que tu Palabra nos comprometa y nos haga vivir en tu
presencia. Que ella sea fuerza para amar a los demás
y, así, llevarles la esperanza de un mundo mejor.
Que tu Palabra haga de nosotros “hombres nuevos”.
Amén.
COSAS DE NUESTRA VIDA:
¿Qué es la Biblia? ¿Qué sé de ella? ¿Qué significa ella
para mí? ¿Me alimento diariamente con la Palabra?
Compartimos lo que cada uno piensa…
DIOS NOS DA SU PALABRA.
Pablo le escribe a Timoteo. Abrimos el corazón para
escuchar la Palabra que hoy nos la expresa a nosotros…
“Pero tú permanece fiel a lo que has aprendido y
que te ha sido confiado: tú sabes de quiénes lo has
recibido. Recuerda que desde la niñez conoces las
Sagradas Escrituras: ellas pueden darte la sabiduría
que conduce a la salvación, mediante la fe en Cristo
Jesús. Toda la Escritura está inspirada por Dios, y
es útil para enseñar y para rebatir, para corregir y
para educar en la justicia, a fin de que el hombre de
Dios sea perfecto y esté preparado para hacer
siempre el bien”. 2 Tim 3, 14-17
* Releemos el texto nuevamente para que penetre en
nuestro corazón.
* Reconstruimos: ¿Qué dice la Palabra? ¿Quién inspiró
la escritura de la Biblia? ¿Qué hace la Palabra de Dios
en nosotros? ¿Cuál debe ser nuestra actitud para que
sea efectiva en nosotros?
(Dejar que cada uno lo exprese).
NOS DEJAMOS ILUMINAR POR LA PALABRA.
Y a mí, ¿qué me dice esta Palabra? ¿A qué me invita?
¿Qué me inspira? ¿Siento cada día la necesidad de
alimentarme con la Palabra? ¿Dejo que ella ilumine mi
vida, mis decisiones? ¿Confío en las promesas de Dios,
aunque la vida no me sonría?
En silencio pensamos un ratito.
Después compartimos (dejar que cada uno lo
exprese).
Como Iglesia celebramos el mes de la Santa Biblia.
Estamos invitados a reavivar nuestro compromiso con
la Palabra de Dios. Ella es el alimento espiritual para la
vida de todo cristiano. Los mensajes, parábolas y
vivencias contenidas en la Biblia nos permiten entender
y comprender la gran obra de salvación de Jesucristo.
"Nosotros los cristianos tenemos que tener un único
objetivo en nuestra vida de fe y es poner la Biblia en el
centro de nuestra vida cristiana para que ella sea una
brújula, pero también para que ella sea como la
primavera de nuestra vida espiritual, para que ella sea la
que nos indique el camino a seguir, pero sobre todo
porque como decía San Jerónimo: quien desconoce la
escritura desconoce la persona de Jesús" (Papa
Francisco).
La Santísima Virgen María es la Madre de la Palabra
hecha carne, la Virgen de la escucha, el Modelo de la
fidelidad a las Sagradas Escrituras y la prueba de su
fecundidad y de su amor.
Inmaculada desde su concepción, María meditaba en su
corazón todo lo que había visto y oído…
Ella se fió de la Palabra, y la Palabra germinó en sus
entrañas y floreció, dando el fruto del Hijo de Dios.
Confiada en la Palabra transitó la huida a Egipto, las
palabras del anciano Simeón y la escena de la pérdida y
hallazgo de su Hijo en el templo. Ella experimentó que
Dios habla en el silencio, en la cotidianeidad y en la
prueba. Fiel a la Palabra, acompañó a su Hijo en las
horas más amargas del Vía Crucis y del Calvario,
donde fue entregada al apóstol San Juan como Madre
de la Iglesia, la nueva humanidad.
Tras la Resurrección de Cristo, María guió y acompañó
a los apóstoles en Pentecostés.
¡Santa María de la Merced… ruega por nosotros!!!
Nuestra respuesta de oración
Rezamos la Oración siguiente:
Virgen María, que has puesto tu vida a total
disposición de Dios, haznos fieles servidores de su
Palabra.
Tú que fuiste la primera en llevar el alegre anuncio de
la salvación a Isabel, ayúdanos a anunciar a
Jesucristo, con prontitud y alegría, a todos los que nos
escuchan.
Tú que conservabas y meditabas en tu corazón los
acontecimientos de la vida de Jesús, dispón nuestro
ánimo a la escucha confiada de la Palabra que
anunciamos.
Tú, que fuiste proclamada dichosa por el Señor porque
escuchaste y pusiste en práctica su Palabra, haz que
seamos signo viviente del mensaje que transmitimos.
Amén.
Respondemos a cada oración: ‘Que tu Palabra nos
anime, Señor’
-Para escuchar tu Palabra con amor y humildad como lo
hizo María…
-Para que creamos en ella y nos transforme en mejores
personas…
-Para que fieles a la Palabra estemos más cerca de los
que más nos necesitan como lo hizo Jesús y María …
 Agregamos nuestras oraciones personales.
Rezamos el Ángelus…
Nuestro compromiso:
Siempre que podamos, acompañemos a María de la
Merced en su recorrido por los barrios de Tostado. Ella
nos lleva a su Hijo Jesús, ella nos hace fieles a la
Palabra de Dios, ella nos enseña a estar cerca de los
hermanos…