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Sociologia y religion 9.1. Qué es la religion? ian religion “es un sistema solidario 2 ae las, es decir, separadas, prohibidas; creencias ¥ practicas que unen en una misma comunidad, lamada iglesia, a todos aquellos que a ella se adhieren” (Durkheim, citado por Giner, 1995, p. 179). Siguiendo a Emilio Durkheim, diremos que una de creencias y de practicas relativas a cosas sagrad: 9.2, Religion y sociedad Con sus estudios sobre la religion, Durkheim y Weber pusieron las bases de lo que llamamos la sociologia de la religion. Durkheim traté de descubrir las fuentes sociales de la religin y las funciones que cumple en la sociedad. Weber consideré a la religién como un elemento central de cualquier sociedad y explord, en una serie de estudios comparativos de gran riqueza, las relaciones entre la religién y las instituciones econémicas. La sociologia de la religién ha asumido desde entonces la tarea de explicar la universalidad de la religion, las formas que asume, el papel que desempefan en la vida social y su influencia en el desarrollo econdmico y social. La relacién entre la religién y la estructura social constituye el corazén de la sociologia de Ja religion. En la estructura social existe un ambito de instituciones y actores sociales que intervienen en la produccién, oferta, demanda y consumo de bienes religiosos. Este ambito esta en interaccién con los procesos de cambio social, organizacién del poder y configuracion cultural de la colectividad. La religion suele provocar, acclerar o bloquear cambios y conflictos sociales. En el terreno sociopolitico, la religién constituye en muchas sociedades un factor de iegitimacin o deslegitimacién y genera flujos de dermandas y apoyos que son muy importantes en la organizacion del poder. En el ambito sociocultural, la religion incide en los procesos de socializacién, en la constitucién de cosmovisiones y universos simbdlicos, asi como en los sistemas de reproduccién cultural y de creacion de identidades colectivas (Giner, et. al, p.722). in, Marx y Weber) nos presenty en Ja vida social. Durkheiny oc" . , se Ja vida social. Marx percibic fa q xia (Durkhei jmportan nen by, Cin, Ds relia y su i a religis' r las cua de plead por la clase dominante para iy ee ami if masas Y Weber la visualiz6 como un import iy wa de cambio social. . grado, lo profano, Jo colectivo 9.2.1. Durkheim: Jo sal y ctnografica, convencicron a Durkles ing i » fa literatur tudios sobre — distinguen entre lo sagrado (lo que es divino, ly aque Jo profano (las cosas cotidianas que pucden trap, niversal, tales en Ia vid Sus cs! a histories us cs que todas Jas socie inspira temor y respeto) Y en forma casual). Gj la religion es UNIV" estar Hamada a desempefiar funciones V! sociedad. ; : se razon6 Durkheim, es porque i a de Jos seres humanos ep tres: enciay de cohesién social. La religion da uy cial a las personas que se agrupan en ella normas comunes. El participar, como ncias con otros feligreses, siente menos solo en este Estas funciones son, basicamente, un sentimiento de perten dad y de cohesion so gracias a una serie de simbolos, valores y individuos, en rituales religiosos y compartir crecr crea un sentido de pertenencia que hace que uno se mundo. En su obra E/ suicidio Durkheim encontré menos tasas de suicidios entre las personas que estén fuertemente adheridas a grupos religiosos. Seguramente, esto debe seguir siendo asi en el mundo de hoy. Sin embargo, a nivel de una sociedad en su conjunto, la religién puede ser fuente de hostilidad y cee sobre todo en aquellas sociedades en que coexisten adherentes : i i a ae oe y que éstas estin ligadas cuestiones de identidades ales, regionales 0 nacional i, i ey . . - earn nach ales. Asi, por ejemplo, Pakistan ha sido escenario igioso: induil slam eo oe entre creyentes del Hinduismo y del islamismo. e F : musulmanes y judios, En a oan de enfrentamientos entre cristianos, 5. a hemos asistido di Jucha a4 ido durante much ha entre catélicos y protestantes. ete Eanpealk 1) Crear sentido de identi 2) Actuar co: mo mecani eon a de control social. La religién sirve como un ntrol social al enfatizar el respeto a las normas y valores y i Con eee ce sociales de !a religion y las funciones que cumple en la sociedad. Weber ec alareligion como un elemento central de cualquier sociedad y exploré serie de estudios comparativos de gran riquea, las relaciones entre la jnstituciones economicas, La sociologia de la religién ha asumido desde entonces Ja tarea de explicar la universalidad de 1a religion, las formas que asume, el papel que desempenian en la vida social y su influencia en ef desarrollo econémico y_ social. La selacién entre la religion y la estructura social constituye ef corazén de la sociologia de la religion. En la estructura social existe un dmbito de instituciones yactores sociales que intervienen en la produccién, oferta, demanda y consumo de bienes religiosos. Este ambito esta en interaccion com los procesos de cambio social, organizacion del poder y configuracién cultural de la colectividlad Les religion sucle provocar, acelerar o bloqucar cambios y conflictos sociales. En el terreno sociopolitico, la religion constituye en muchas sociedades Un factor de legitimacién o deslegitimacion y genera flujos de demandas y apopins Que som my importantes en la organizacion del poder, En el Ambito sociocultural) la religion incide en los procesos de socializacion, en la constitucién de cosmovisiones y universos simbdlicos, asi como en los sistemas de reproduccién cultural y de qreacion de identidades colectivas (Giner, et. al, p.722) 141 ' feo Hak “americanizadora del protes' contra de la fuerza OK ces también alcance estratos sociales mas elevadog eave tido” una serie de movimientos religiosos d, i 2000 nia jmiento Sai Baba, que asegura contar con} centros en 139 influencia. El Pe n ejemplo de ello. Puede que las cifras sean exageradas paises, constituye s a i muchos de esos centros en Europa y América det pero no hay caudal Soh que pone en lo sobrenatural, este movimiento supone Dee ies cirdicosmovisiGn clentifica moderna eR Movimiento Ie vectra es un easo atin mds visible de “emisin” cultural india. Similar eae asia ha tenido una serie de movimientos budistas, como el Soka Gakkai, surgido en Japon. El “renacimiento budista en Taiwan aspira también a tener un aleance global. De ahi que la Fundacién Tau Chi tenga delegaciones en cuarent, paises. Los movimientos islamicos en Turquia y en todo el mundo musulman pretenden claramente establecer una modernidad alternativa: no mediante un rechazo de la modemidad, al estilo de los Talibanes en Afganistin o, incluss de las facciones militantes del régimen irani, sino mas bien buscando construir una sociedad moderna, que participe econémica y politicamente en el sistema global, pero que esté animada por una cultura conscientemente islamica. Fue un movimiento islimico comparable en Indonesia ~procapitalista, prodemocratico, tolerante con el pluralismo religioso, pero decidida ‘ fe musulmana-- el que su Suharto yen la eleccién de Hoy en dia, su influenci: 154 “Enel nivel popular (aunque avec contintia Berger “la India ha "em! puso un factor importante en la caida del régimen de éscién de su propio lider, Abdurrahman Wahid, como presidente. €sas imagenes de modernidad alternativa islamica estan aumentando ‘a en todo el mundo musulman”, su caracter nO organizado y difuso, la “New A der que los movimientos religiosos mencionados anterior o estudiada por un ntimero cada vez mayor de especialistas en 1 |. 25-27). ‘ cere Jo relative a la difusién del protestantismo evangélico, Berger emite los — 10 T . iyicios. Lo cito in extenso. “Hace ya tiempo que sostengo (y no eee. opinion) que el protestantismo evangélico, especialmente en su — cambindo | aeniel es el movimiento popular mas importante que sirve de ea a dvertido en su mayor parte) de la globalizacién cultural. Se trata de vehiculo et ue ha conseguido un alcance increible (en amplias zonas del este 7 Be aa asi aes en las islas del Pacifico, el Africa subsahariana, y de manera y de sudeste América Latina). El sociélogo britanico David Martin, que ha ae ichior aiios al estudio de este fenémeno, estima que afecta, al menos a Bei lence de personas en todo el mundo. Y como Martin ha mostrado, conlleva iy espectacular revolucion cultural. Los datos para Chile y Sudafrica, por ejemplo, muestran como Ja conversin a este tipo de religion transforma las actitudes de las personas en Jo referente a la familia, la conducta sexual, la educacién de los hijos y, sobre todo, el trabajo y Jas actitudes econémicas en general”. “A grandes rasgos”, continua argumentando Berger, “se puede decir que ésta es una religién que, tanto ahora como (en Gran Bretafia y en los Estados Unidos) en épocas anteriores, fomenta lo que Max Weber denomin6 la “ética protestante”: tuna moralidad que se adecua de manera singular a las personas que buscan progresar en el estadio naciente del capitalismo moderno. ‘Aunque esta forma de protestantismo es de claro origen anglosajén (el pentecostalismo moderno se originé en los Estados Unidos hace aproximadamente cien afios), ha sido asimilada en la cultura autéctona alli donde ha logrado penetrar. Normalmente no emplea la lengua inglesa y su culto (sobre todo en lo que a misica se refiere) adopta numerosas formas autéctonas. Sin embargo, el “espiritu” expresado tiene rasgos 155 nq economi: i yi Py aes es , Ia esencia de Ja tesis eee 3 eva eC ge eal o esperada, en la nu ono bal, oi ie Iideres de este movimiento existe aadir e) hecho e a atien global en el que los ane Fe par I ee del evangelismo en Estados Unidos siguen en entre ellos y 08 1, 2002, p. 21). 4 (Berges, y iyicios de Berger sobre el protestantismo evangéli cosa los Rsaeee controversiay representan una invitaci6n y un decaf le Ia investigacin y discusion sobre este complejo problem, | capitalismo y la religion y la transformacign de Como es obvio, deberian ser, objeto a adentrarnos mas en 1a 1n¥ de la relacion entre la religion y el modo de vida de las personas. 9.5.2. Elementos para la comprensién de los comportamientos religiosos dy nuestro tiempo Un primer problema de la oferta religiosa de los eos ya (catolicismo, protestantismo, anglicanismo) es el de su ina ere frente ahs necesidades de busqueda de significado de los sectores mayoritarios dela poblacién, Centrada en su historia gloriosa, la misma que se proclama apologies sus ofertas religiosas subrayan contenidos que tienen mas que ver cae los combates teoldgicos de nuestro tiempo, como el combate al adversario institucional o con tuna moral sexual basada en prohibiciones. Descuidan, por ello las necesidades religiosas inmediatas de las mayorias, para quienes la apologética histérica como doctrinal, les resultan completamente ajenas a su realidad cotidiana (Vega- Centeno, 1995, p. 59 y ss.). A lo largo de un proceso histérico dificil, estas religiones histérico-institucionales (sociolégicamente, las iglesias), se han ido alejando de las practicas comunitarias | de solidaridad y se fueron centrando cada vez mas en el individuo. De esta manera han ido dejando a los hombres y las mujeres huérfanos en sus necesidades de practica religiosa colectiva. Esto abre paso a las formas de consumo de estilo “supermercado”, especie de autoservicios simbélicos donde cada cual encuentra la devocién o la practica que requieren sus pequefias necesidades inmediatas. En ae ee rrr ae Pe Fer Jos adventistas “curan” el alcoholismo, el Astor caminar a los paraliticos, los majikaris hacen sentir la paz y la trang P uso de los cuarzos cura y esclarece la mente, etc. Una caracteristica de los nuevos movimientos religiosos es la importancia de trance, el éxtasis y la comunicacion con lo santo en la practica cotidiana de los ficles. Estos movimientos parecen haber entendido mejor que Jas _religiones histéricas que el trance es una forma de expresién y comunicacién en las culturas populares y no simplemente una fuga a lo imaginario El trance o contemplacion es una necesidad antropolégica para amplios sectores de la poblacién. El trance no forma parte de la oferta de las iglesias historicas, pero si forma parte importante de Ja oferta de los grupos pentecostales (catélicos y evangélicos), de las religiones de origen oriental, andino 0 amazénico. Los nuevos movimientos religiosos estén produciendo actualmente un gran ~ veavivamiento religioso. Se trata de un reavivamiento que privilegia la experiencia sobre la creencia. La experiencia es emocional, compromete sentimientos, afectos eintuiciones. Es una forma practica de recusar la omnipotencia de la razén. Sin | embargo, hay que reconocer que el rechazo a las comunidades de creyentes tipo | iglesia puede llevar al desarrollo de practicas esencialmente mistico-esotéricas que _ pueden ser interpretadas como formas diversas de repliegue sobre uno mismo y de alejamiento de los grandes problemas de nuestro tiempo. Los creyentes- consumidores de los nuevos movimientos religiosos no intervienen en el debate ético, no estan orientados hacia la discusién y la accién en torno los grandes problemas de la sociedad y la construccién de un orden social mas justo y solidario, les resulta indiferente y ajeno. TH Ae iticos, movimient os tiemp' ‘og han sido objeto de la atencién p fendmeno de las comunidades eclesiasticas os estratos mas pobres de la poblagis Dediquemos unas notas a estos a. Aspe, — procesos ~ Gin embargo, en Jos ultim parte de los estudiosos el difusion de los cultos evangélicos entre k jnfluencia de la teologia de la liberacion. de la vida religiosa Jatinoamericana. Stos fianzaronen Jos afios 70 y 80 Princiy Chile. Las comunidades sclera zacién (dindmicas internas, rps base de unas a hasta varios eae s. Ellas cultivaron la culty, ra de eclesiales de base se 2 : almente Colombia, Bolivia y formas de organi ‘egrantes (des ividuales y colectiva Las comunidades en Brasil, México, son grupos de diversas puiblicos, liderazgos), de int es ind! personas) y de accion| participacion (tanto social como eclesial) en habitantes urbanos, m, i A e nee mujeres, campesinos Y otros marginados que encontraron por esta reas fa un, a fuente de protagonismo social y espiritual En ellas, los sectores margi: ubren el sentido liberador de Ja Palabra, se eae de zi Tporan a nuestras sociedades dese Ja evangelizacion, celebran momentos vitales, desarrollan amistades y el] comunitario, afianzan su vocacion de laicos. Alli también se generé io espirity - Opcién Por los pobres y la teologia de Ja liberacién. Como testimonia una comunid: en México: “sabemos organizarnos cuando hay un problema; no reamed indiferentes a la realidad que vivimos”. Las comunidades onle Ie a significado sus miles de miembros una importante experiencia Bia: < ker = cultural y humana, el colaborar en iniciativas de transformaci 5 ts cal ee fraternal y laico de ser iglesia y una fuente de crecimie virial eae ento espiritual y teolégico, En Jas tltimas décadas del siglo X 5 evangélico i Macs tikes e es Aflorecer un plurforme niga evangélicas representan Arena mG estimado que los miembros de as a Bie tee Guatemala, Chile, Bras, agen Once ce latinoamen eee Cugles representan del 10 al le, Brasil, El Salvador, ait y Puerto Rigo en is Pee aucha senor, Por ge é poblacion. En el resto de los paises a EE Re acchio de Bee peuige 8 * general, los adherentes a estas io as como miembros de una familia mais amplia 158 de Ja liberacion es sencillo: la opresién social es contraria a la moralidad cristiana y, ademas, tiene remedio. De alli que, por razones de fe y de justicia social, los cristianos deben comprometerse y promover la igualdad social. El papa Juan Pablo I ha condenado la teologia de Ja liberacién por contaminar la doctrina tradicional de la iglesia con doctrinas politicas que ha definido como de caracter izquierdista. A pesar de las objeciones del Santo Pontifice, la teologia de 1a liberacién ha suscitado mucho entusiasmo entre aquellos que consideran que la creencia en la fe cristiana implica esforzarse por compartir y mejorar la suerte de los pobres del mundo (Maccionis y Plumer, 199, p. 496).

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