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Como hijo de pobre

Es absolutamente necesario que se comprenda el error de aquellos padres que se proponen darle

al hijo felicidad, como quien da un regalo. Lo más que se puede hacer es encaminarlo para que el

la conquiste.

Difícil, casi imposible será después. Cuanto menos trabajo se tomen los padres en los primeros

años, más muchísimo mas tendrá en el futuro. Habitúalo madre a poner cada cosa en su sitio y a

realizar cada acción a su tiempo. El orden es la primera ley del cielo.

Que no esté ocioso, que lea, que dibuje, que te ayude en alguna tarea. Que se acostumbre a ser

atento y servicial, deja algo en el suelo para que él lo recoja; incítalo a limpiar, arreglar, cuidar o

componer alguna cosa que te alcance algunos objetos que necesites. Bríndale en fin las

oportunidades para que emplee su energia, su actitud, su voluntad y lo hará y con placer.

CRÍALO COMO HIJO DE POBRE Y LE ENRIQUECERÁS. CRÍALO COMO HIJO DE RICO Y LO

EMPOBRECERÁS PARA TODA LA VIDA.

Escritor: Constancio Vigil

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